Kuma 27
Yoongi despertó con un pequeño cuerpo entre sus brazos, el cual le proporcionaba un agradable calorcito.
Suspiro a gusto y lo apretó un poco más entre sus brazos, restregando su mejilla en el suave cabello con una sonrisa somnolienta.
—Mmg... Cosquillas... Hyung... —balbuceó una suave voz antes de darse vuelta.
De pronto, el agradable calorcito desapareció, Yoongi abrió apenas sus ojos para averiguar qué había pasado.
Estaba solo en el sofá. Con un gran bostezo se recargo en un codo y observó a su alrededor algo desorientado. Sus sentidos volviendo de a poco antes de recordar todo y despertar bien.
Pequeño Mochi. Casa. Sueño. Pequeños y regordetes dedos peinando su cabello. Dormido.
—Mierda... Namjoon me va a matar —murmuro y junto sus cejas extrañado al no ver a Jimin, estaba seguro de que ambos se había dormido juntos.
Un murmullo llamó su atención, alzando una ceja se inclinó hacia adelante y observó al pequeño seguir durmiendo en el suelo, acomodado por los cojines sobre los que había caído.
Apretó sus labios para no soltar una carcajada. Se tragó su risa y se movió más a la orilla del sofá para observarle mejor.
Jimin dormía sobre su estómago, tenía sus labios entreabiertos por los cuales soltaba suaves y pequeños suspiros en señal de que respiraba. Su cabello castaño claro estaba todo desordenado y su pierna estaba doblada e inclinada hacia arriba mientras que la otra estaba estirada.
“Dormir abajo debe ser incómodo, ¿No?” Penso y comenzó a considerar, que le saldría mejor.
Despertar al dormido Mochi para que vuelva a subir y seguir durmiendo entre sus brazos, aunque está la posibilidad de que no lo vuelva hacer con lo vergonzoso pero tierno que es.
Acomodarse el mismo abajo y disfrutar un poco más del pequeño dormido, total, en la mañana no tiene nada programado hasta después en la tarde.
—Me voy por la segura —pronunció en voz baja y con suavidad se bajó del sofá y se acomodo al lado del menor aún dormido.
Jimin suspiro entre sueño y se acomodo mejor en busca del calorcito proporcionado en su espalda, se dio vuelta y movió su cabeza acercándose más, hasta inhalar profundamente aquel aroma tan varonil.
Suspiro con alivio y siguió durmiendo otro poco.
Yoongi sonrió y volvió a cerrar sus ojos por unos momentos antes de que una voz les interrumpiera y despertara.
—Cuando acomode los cojines, solo pensé que Chim se caería, como siempre, no que tu también Yoongi hyung.
El menor gruño tiernamente mientras se tapaba uno de sus oídos para no oír más, quería seguir durmiendo, quería seguir con el agradable calorcito rodeándolo.
Esperen... ¿Dijo Yoongi hyung? Se preguntó y abrió sus ojos de golpe, gimiendo disgustado por la luz los volvió a cerrar.
—Otro poco... —murmuró el rubio como si aún estuviera medio dormido cuando en verdad ya había despertado bien.
Abrazo más la pequeña cintura para que su Mochi no escapara tan fácilmente.
Taehyung negó con su cabeza y observó como su hermanito fingía seguir dormido cuando le vio claramente abrir sus ojos.
Con una sonrisa se retiró a la cocina donde su madre le esperaba con una expresión que conocía muy bien.
—Esa no es tu expresión de que me vas a castigar porque sabes que llegué tarde —expresó acercándose y tomándole de su codo para salir a su pequeño jardín trasero—. Es tu expresión de que mi estúpido padre hizo algo, otra vez.
La mujer suspiró y asintió con su cabeza, no lograba nada con ocultarle algo a su hijo, algo que tarde o temprano se enteraría.
—Exige verlos al menos tres veces a la semana o tener los fines de semana con ustedes, o al menos con Minnie que sigue siendo menor de edad —Taehyung gruñó frunciendo el ceño.
—¿Por qué? Desde que se fue de la casa que no le ha importado mucho vernos y ahora exige tener un fin de semana con nosotros, ¿Qué tiene en la cabeza ese hombre?
—No sé, mi abogado dijo que es la única condición con la cual firmará el divorcio para no ir más lejos como a un juicio.
—Lo odio —la mujer se quedó en silencio— ¿Que vas a hacer?
—Llamaré a mi abogado para ver cuando nos podemos juntar y ver si podemos hacer algo.
—Entonces... ¿Hoy no irás a trabajar?
—Primero llamaré a mi abogado y después veré —respondió masajeando su sien.
—Vamos a estar bien, mamá —prometió el castaño oscuro y la atrajo contra su cuerpo, abrazándola.
Unas lágrimas de frustración solto la mujer apoyándose en su hijo mayor.
¿Por qué no simplemente le da el maldito divorcio y les deja tranquilos?
—¿Estoy soñando? —pregunto en un susurro el menor, sin atreverse a abrir sus verdes ojitos y despertar.
Una suave risa grave invadió sus oídos, luego sintió una suave caricia en su mejilla izquierda.
—Así que... ¿Sueñas conmigo, pequeño Mochi? —pregunto divertido el rubio, acariciando con ternura la suave mejilla con su pulgar, presenciando cómo se iba tornando en un adorable color carmesí.
—Eh... Yo... —balbuceó el menor avergonzado.
—Abre tus ojos —pidió Yoongi, con una sonrisa.
—Ño —negó el menor.
¿Qué pasaba si en verdad estaba soñando y cuando despertara estaba solo en su habitación?
¿Qué pasaba si en verdad Yoongi estaba con él y habían dormido juntos?
Juntos.
Juntos.
¡Durmió abrazado a Min Yoongi toda la noche!
—Vamos, abre tus verdes ojitos —pidió de nuevo Yoongi, interrumpiendo sus pensamientos y el pequeño pánico que comenzaba apoderarse de él.
—Pe-pero...
—Te prometo que no es un sueño —le interrumpió—. Ni que me iré cuando me muestres tus lindos ojos
Con un tierno mohín, Jimin lentamente abrió sus ojos y se encontró con los felinos contrarios.
No estaba soñando.
—Gracias por lo de anoche —dijo en voz baja Yoongi, apreciando los verdes ojos.
—Uh... G-gracias a us-usted por permitirme hacer eso... —respondió apretando sus labios, tratando de suprimir su sonrisa al recordar.
Min Yoongi sonrió y sin poder evitarlo lo rodeó con sus brazos y lo abrazo fuertemente.
—Algún día tu ternura me matara —pronunció terminando de abrazarlo y alejándose a la mala cuando su móvil se volvió loco y comenzó a vibrar y sonar.
—Hyung, le llaman. —aviso el menor sonrojado, sentándose bien al igual que el mayor.
Yoongi suspiro y saco su celular del bolsillo de su chaqueta. Hizo una mueca al ver el nombre de Namjoon brillar.
—¿No quiere contestar? —pregunto inclinando su cabeza ligeramente curioso, mientras observaba al rubio mirar la pantalla de su móvil sin hacer nada más.
—Mochi... ¿Me quieres hacer un favor? —pregunto esperanzado, brindándole una hermosa gummy smile que sabía que le encantaba al menor.
Embobado, el menor asintió con su cabeza.
—Bien, contesta conmigo —pidió y antes de que el menor entendiera o pudiera rechazarlo, contestó la llamada acercándose a Jimin mientras colocaba el altavoz.
—¡¿QUE PARTE DE AVISAME CUANDO LLEGUES A TU DEPARTAMENTO NO ENTIENDES?! —el grito provocó un sobresalto en el castaño claro mientras que Yoongi solo cerró un ojo mientras hacía una mueca.
Con un puchero Jimin observó al mayor. Yoongi le sonrió tratando de no asustarlo.
—¡Sabes lo preocupado que estaba! ¡No, claro que no! —bramo.
—L-lo siento... Es mi culpa... —susurro Jimin cuando vio que el contrario esperaba una respuesta.
Namjoon cerró fuertemente sus ojos y soltó una silenciosa maldición hacia Yoongi.
Maldito Yoongi, lo planeó.
—No, no te preocupes.
—Pero...
—Tu eres Jimin, ¿Cierto? —pregunto suave, no queriendo asustar al menor más.
—S-si...
—Perdón por gritar, Jimin —se disculpó y el menor negó con su cabeza, olvidando que el contrario no lo podría ver—. No iba dirigido a ti, estaba retando a Yoongi.
—P-pero por mi culpa... —insistió.
—No pequeño, es culpa de Yoongi.
—Oye —reclamo el nombrado.
—Jimin, ¿Me puedes dejar conversar con Yoongi por unos minutos? Te lo devolveré dentro de poco —prometió convenciendo al menor con su tono de voz relajado.
—Esta bien —respondió con una pequeña sonrisa al ya no escucharle enojado.
Le dirigió una pequeña sonrisa donde sus ojitos desaparecían a Yoongi y luego se levantó, dejándole a solas.
—¿Ya se fue?
—Depende, seguirás gritando todo enojado —pregunto observando por donde el menor se había retirado.
—Eres un maldito, ¿Como pudiste hacer algo así? —pregunto en un gruñido.
—Pero funciono, ¿No? —sonrie—. Ya no estás gritándome enojado.
—Maldito calculador. —suspira frustrado—. Solo vuelve a tu departamento.
—Mm... No lo creo —sonríe al escuchar el gemido del contrario—. Creo que me quedaré aquí hasta que tenga que ir a trabajar.
—Tu... Jimin es un chico especial —pronunció y Yoongi no pudo ver que le intentaba decir algo más con aquellas palabras por estar perdido en la linda carita del menor mientras le hacía señas, preguntándole si iba a tomar desayuno.
—Si, pero ya tengo que dejarte. Esta vez sí te avisare cuando llegue —prometió cortando la llamada.
Se levantó del suelo y estiró sus brazos sobre su cabeza.
—Hyung, mamá pregunta si quiere cereal o tostadas.
—Tostadas, gracias.
—¡Mami, quiere tostadas! —aviso volviendo adentrarse a la cocina.
Yoongi sonrió al escuchar al menor, y la confianza que ya había como para actuar normalmente frente a él en algunos momentos ya que cuando estaban muy cerca el menor se volvía un lindo tomatito.
Jimin volvió a la sala dando pequeños saltos, estaba muy feliz, demasiado feliz y sus pequeñas y tiernas acciones lo demostraban.
Pero no pueden culparlo, ¡Durmió abrazado a su ídolo! ¿Quién tiene esa suerte? Al parecer solo él y estaba muy feliz por ello. No sabía que había hecho en su vida anterior, pero estaba muy feliz por ello si gracias a eso ahora era tan cercano a alguien como Min Yoongi.
O tal vez era el karma por su mala suerte.
—Hyung, el desayuno esta listo —aviso llegando a su lado, observándole con una gran sonrisa que se propagó al rostro del mayor.
—Mm... Estas muy feliz, eh —se burló comenzando a seguirle.
Jimin asintió con su cabeza, distraído.
—Es que realmente fue como un sueño despertar a su lado —confesó con un lindo rubor antes de correr lo que le quedaba de camino.
—¡Jiminnie, no corras o te vas a caer! —el regaño de la mujer llegó hasta donde estaba él.
—Lo siento —grito el menor cuando el sonido de algo rompiéndose invadió.
—Mamá, Chim rompió una taza —acusó Taehyung.
—Jimin, no te muevas o te vas a lastimar —regaño la mujer cuando el menor se movió.
Yoongi entró justo en el momento en el que el menor hacia un culpable puchero mientras su madre buscaba los objetos para limpiar los vidrios rotos que rodeaban al menor.
—Lo siento, fue sin querer —se disculpó cabizbajo.
—Está bien, hijo —repitió la mujer terminando de limpiar todo.
—Hey, Mochi —llamó Yoongi—. Siéntate a mi lado —pidió y todos suspiraron feliz al ver que el menor de la casa volvía a sonreír mientras caminaba hacia el rubio, y se sentaba a su lado.
—Y eso es lo que pasa cuando tu ídolo duerme contigo, rompes una taza —se burló Taehyung recibiendo un golpe en su nuca por parte de su madre.
—Deja de molestar a tu hermano —regaño.
Jimin suspiro e hizo una mueca mientras observaba en un intento de estar enojado a su hermano mayor, Taehyung le sonrió inocente.
Yoongi sonrió y aclaró su garganta llamando la atención.
—Jungkook quiere saber cuando vas a confirmar el lugar de su cita —informo de lo más natural, como si no estuviera mintiendo para nada y en parte no lo estaba haciendo.
Sabía que Jungkook no se detendría hasta tener una cita con el hermano del pequeño Mochi.
Jimin sonrió burlón ante el sonrojo de su hermano mayor, silenciosamente observó a Yoongi agradeciéndole con la mirada. El rubio le guiño un ojo y tomó su taza para tomar un sorbo de su café.
Hyojin, queriendo participar, añadió feliz.
—Parece que también heredaste lo rojito como un Tomatito —se burló divertida.
—¡Mamá! —se quejó el castaño oscuro.
—¿Qué? ¿No te gusta burlarte de tu hermano menor? Te aguantas.
—¡Pero si tu también lo haces! —se volvió a quejar.
—Pero soy su madre, tengo el derecho, tu no —respondió y dio por cerrado el tema ignorándolo.
Jimin rió por lo bajo y se oculto ligeramente tras el hombro de Yoongi cuando su hermano le observó con los ojos entrecerrado. Abrió sus labios dispuesto a volver a molestarlo pero al ver como el rubio alzaba una ceja prefirió quedarse callado.
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Muchas gracias por el separador 💕 Esta hermoso! 😍
Espero que tengan un lindo día mis Copitos, nos vemos! 💕❤❄
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