Kuma 2
No era tan difícil como pensé que sería. Pensó Jimin mientras seguía a Baekhyun por un angosto pasillo, con suerte tres personas podían camina por allí y si lo hacían tenían que estar bien juntos.
Cuando llegaron a una sala, por mucho más grande a la que estaba antes, esta estaba llena de mesas y algunas personas estaban ya adentro. Se tenso y no se pudo mover, como si sus pies se hubiesen clavado en el suelo cuando las pocas personas se giraron a verlo.
- ¿Qué pasa? -preguntó Bae suavemente cuando se dio cuenta que el menor no le seguía.
- Personas... -pronunció en un susurro, aun viendo cómo las personas, en su mayoría jóvenes de su edad o más como la de su hermano, volvían a sus cosas.
- No te preocupes, son clientes pero tú no tienes que interactuar con ellos ¿bien?
Jimin dejó de observar a las personas y luego se fijó en un hombre mayor que les observaba recargado en un mesón con unos papeles en sus manos.
- No es nada del otro mundo Minnie, solo tienes que hacer como si esas personas no existieran y pararte allá afuera -prometió.
Con una mueca que Baekhyun no pudo ver, el castaño claro obligó a sus piernas a moverse otra vez.
- Solo tienes que pararte -volvió a repetir en un susurro cuando se pararon frente al hombre mayor- Hola señor Donghae ¿Cómo esta?.
- Llegan tarde. -respondió en cambio.
- Si, el tráfico más que Tae se demoró un poco en colocarse el disfraz. -se excusó sonriendo sin mostrar sus dientes.
- Siento que te encogiste... -susurró observando a Jimin, nervioso imitó a su hermano e hizo un movimiento desdeñoso con su mano.
El hombre mayor suspiro cansado.
- Sigues siendo tú después de todo. -gruñó estirando una esquina de sus labios en una sonrisa, tendiéndole los panfletos- Solo entraras cuando los repartas todos, ya sabes.
- Bien entonces yo...
- Y tu Baekhyun, tienes que quedarte ayudar adentro. -ordena ya dándoles la espalda. El menor enseguida se voltio a verlo, asustado, apretando los panfletos en su mano con un solo pulgar por el disfraz.
- No te preocupes, tendré un ojo sobre ti y correré en tu auxilio si es necesario. -prometió dándole pequeñas palmadas sobre su hombro.
Aquellas palabras reconfortaron un poco a Jimin, lo suficiente como para que su corazón volviera a latir normal y sus nervios bajarán un considerablemente.
Cierto, además nadie sabe que soy Jimin, solo piensan que soy Kumamon, el oso de peluche al cual le gusta su amor platónico y a él.
Suspiro más calmado y volvió a caminar saliendo del local.
Parado afuera observó a su alrededor y cómo las personas pasaban frente a él, ignorándolo totalmente y algunos esquivándolo con un chasquido de lengua.
A unos cuanto locales mucho más allá, había otra persona disfrazada que entregaba el último panfleto y luego se retiró.
Jimin inhalo profundamente y observó los panfletos en su mano. Decidido espero a que una mujer pasará lo suficientemente cerca y tendió su mano que fue ignorada totalmente. Incómodo la volvió a esconder, espero unos minutos más y la tendió nuevamente hacia ahora un hombre que habla por su móvil.
- No molestes. -le gruño apartando de un manotazo su mano.
Esto ya no le gustaba, estaba seguro de que esto pasaba por que era él.
Su labio inferior comenzó a temblar, se dio la vuelta y observó a Baekhyun quien le sonrió. Suspirando observo ahora a otro hombre que se acercaba. Respiro profundamente y le tendió el panfleto, el hombre lo recibió haciendo sentir feliz a Jimin pero solo unos pasos más lejos lo arrugó y lanzó al suelo.
Ya podía sentir como sus lágrimas estaban al borde, ya no quería esto, se quería ir y esconder en su habitación.
No fue necesario agacharse, otra persona lo hizo por él, desdobló el papel para leerlo y lo guardó en su chaqueta.
- Yo me quedaré con esto, suerte chico. -le ánimo a través de un cobre boca.
Jimin lo observó unos segundos antes de poder reconocer aquella ropa. Era la misma con la que Min Yoongi había subido una foto antes de irse. Pero eso no significaba necesariamente que era él.
Un hombre rubio y alto se acercó al chico que le ayudó y desaparecieron juntos. Jimin sonrió al reconocer esa persona, era el mánager de Min Yoongi y eso significa que el chico que le ayudó si era su amor platónico.
No supo cuando pero ya se encontraba siguiendo a esas dos personas, ocultándose de vez en cuando. Observo como se adentraron a un lugar apartado pero que estaba rodeado con cuatro imponente edificios de diferentes tamaños, unos más gran que el otro.
Cuando cruzó la caseta de seguridad el hombre mayor le observó y luego le sonrió, pensando que era parte del personal. Jimin le inclinó ligeramente la cabeza, con cuidado de que la cabeza de kumamon no se le cayera y corrió cuando perdió de vista a Min Yoongi.
Observó asombrado a su alrededor, este parecía ser el ambiente en el que su padre trabajaba ya que era el director de este tipo de cosas o... Algo así le explico la ultima vez.
Se escondió detrás de una escalera cuando escucho a personas y por su vestimenta, pudo reconocer que eran de seguridad. A su espalda se escuchó música, observo una puerta en una esquina, curioso se acercó a ella, casi tímido.
Un cartel rectangular y pequeño brillaba en verde sobre la puerta, sabiendo que estaba mal abrió un poco la puerta e intento ver pero su gran cabeza no le dejaba. Con un puchero decidió entrar.
El lugar estaba solo iluminado en una parte, el público sentado en unas sillas que iba hacia arriba, tipo escalera, no tenían luz. Se paró al lado de ellos ocultándose con la oscuridad, su vista tenía la espalda de los trabajadores que grababan el programa y un poco más allá, al presentador que podía reconocer como Jackson y Suran.
Le gustaba Jackson, era divertido como presentador.
Ahogó su gritito como todo fanboy cuando Min Yoongi entró sonriendo.
¡Dios! Este era el programa que había dicho. Pensó sin poder de quitarle los ojos de encima. Min Yoongi seguía estando solo a unos pasos lejos. Esto era increíble.
Min Yoongi era y es perfecto, como se ríe, como habla, como se expresaba, las tiernas muecas que hacía cuando comentaba que algo no le gustaba. Suspiro enamorado sin poder evitarlo.
Sintió un agarre en su antebrazo, asustado dio media vuelta. Un escalofrío le atravesó su espalda cuando pudo observar el rostro serio de un guardia de seguridad, y no estaba para nada contento.
- Encontré al intruso. -aviso por el walkie-talkie. Jimin trago pesado, en especial por la fría mirada que le dedicó el hombre musculoso-. Ven conmigo. -ordenó y lo comenzó a arrastrar.
Asustado se soltó del agarre y comenzó a correr, adentrándose nuevamente a la sala del programa. El guardia gorila le gruño, cosa que lo asustó más y corrió hacia donde había luz, por lo menos ahí podría ver bien el rostro de su asesino cuando le matara.
Todos se quedaron en silencio, preguntándose que hacia kumamon en medio del set del programa, frente a las cámaras. El director comenzó hacerle señas a Jackson para que hiciera algo con el oso que se había quedado parado como una estatua.
- ¡Pues muy bien! ¡Miren quien llego! El adorable oso kumamon, quien nos estará acompañando por hoy. -presentó parándose y abrazando por los hombros a Jimin al ver que este se había quedado quieto-. Saluda. -le susurro.
¿Qué se supone que tenía que hacer?. Asustado forzó una sonrisa y agitó su mano, el público gritó enternecidos. Su rostro se soltó al recordar que no tenía que forzar nada, después de todo, no podían verlo a través de la cabeza de Kumamon.
Los directores le sonrieron a Jackson. El castaño claro volvió a observar al guardia gorila que le había señas para nada amigables.
Hasta el momento todo iba bien, bueno... No tanto pero no le había dado una crisis aun. Su móvil comenzó a sonar. Todos voltearon a verlo, sintió la presión de las miradas en seguida sobre su persona. Seguramente era el amigo de su hyung que le estaba llamando para saber donde se había metido.
- Oh, esa es la canción que dijo Yoongi que le gustaba ¿eres su fan Kumamon? -preguntó Jackson integrándolo.
Jimin asintió con la cabeza, avergonzado y comenzó a buscar su móvil, olvidando que estaba usando un traje entero.
- Aww, está tan emocionado que está bailando. -dijo enternecida Suran.
Jimin se detuvo y observó al público, luego a Jackson y por último al enojado guardia gorila. Ya no le gustaba esto, se quería ir.
Yoongi se levantó y comenzó a bailar imitando los pasos que había hecho Jimin. Tomando su mano lo comenzó a mover para que siguiera bailando hasta que su móvil dejó de sonar y lo abrazo.
- Que intenso. -dijo Jackson y todos rieron- Bailas muy bien Yoongi.
- Yo solo imite a Kumamon. -se encogió de hombros volviendo a sentarse.
Sin poder soportar más la vergüenza y su pequeño corazón latiendo tan rápidamente, volvió a correr para salir del set, se detuvo al ver como el guardia le esperaba de brazos abiertos.
Observó a su alrededor y corrió al otro lado de la sala para escapar por la otra puerta, volviendo a cruzar enfrente de las cámaras. Afuera, no lo pensó dos veces y volvió a correr a la que creía que era la salida.
- ¡Ey tú! ¡Detente ahí oso! -le gritaron a sus espaldas.
Mordió su labio inferior mientras corría aún más fuerte, esquivando a las personas y a otros del personal de seguridad hasta que pudo encontrar la salida. Podía sentir como seguían gritándole, ya no quería más, quería su casa.
Cuando se vio casi alcanzado, le lanzó los panfletos distrayéndolos y volvió a correr hasta que estuvo frente al local nuevamente.
- ¡Dios Minnie! ¿Dónde estabas? ¡Casi me da un paro cardíaco al salir y no encontrarte! -exclamó Baekhyun
- Y-yo... Panfletos... Yoongi hyung... Correr... Guardia... Programa... Correr... -balbuceo recuperando aire para sus pulmones.
- ¿Ya terminaste de entregarlos todos? -Jimin asintió sin pensarlo.
- Entonces espera aquí, le voy a decir al jefe. -dijo y se volvió alejar.
Sus rodillas temblaron hasta que se sentó en el suelo, cansado y abrumado. Todo le cayó encima superándolo. Una mano se posó sobre su cabeza, asustándolo.
Cuando alzó su cabeza, sonrió al ver a su padre.
- ¿Tae? -Jimin abrió su boca dispuesto hablar y decirle que era él- ¿Dónde estabas? Estuve esperándote por varios minutos. -suspira- Bueno no importa, me alegra que encontraras trabajo y no te quedarás encerrado como tu estúpido hermano menor... Ya debería de superar ese estúpido complejo y dejar de fingir esas supuestas crisis nerviosas -niega con la cabeza- dile que trataré de ir a verle solo por que tu madre me está molestando mucho.
Golpeó suavemente la cabeza Jimin y se alejó, dejándole más lastimado.
Sin poder evitarlo se agachó intentando ocultar su cabeza entre sus piernas, cosa imposible siendo que seguía con el disfraz puesto.
Su padre creía que era estúpido. Sintió un nudo en su garganta. Su móvil comenzó a sonar nuevamente pero lo ignoro, solamente quería llegar a su casa y llorar tranquilamente en su habitación.
- Kumamon... ¿Estas bien? -detuvo su sollozo al escuchar aquella voz preocupada- Si es por que me seguiste y te colaste en el programa, está bien, fue divertido. -aseguró Yoongi agachándose para palmear suavemente la espalda- No estés triste, ¿si?... Además ya estamos a mano, ya que apenas termine de grabar salí corriendo para ver si te podía seguir. ¿En verdad eres mi fan? -pregunto entusiasmado.
Jimin asintió con la cabeza sin sacarla de su escondite, seguramente ya estaba rojito como un tomatito a estas alturas y solo por tenerle cerca.
- Entonces no llores, por mí ¿si? -preguntó tiernamente a los oídos del menor.
- Minnie, ya estoy vamos... -aviso Baekhyun y se acercó rápidamente al verlo en el suelo- ¿Qué paso?
- Lo encontré así. -señaló Yoongi preocupado.
- Gracias, ya puedes seguir por tu camino. -dijo amablemente, estaba seguro de que el menor no iba a querer que un extraño estuviera tan cerca, pero su rostro se le hacía conocido de alguna forma.
Algo disgustado Yoongi se alejó lentamente hacia su mánager quien le llamaba algo enojado. Aunque era obvio siendo que se fue corriendo tras el gran oso negro que causó todo un alboroto en el edificio. Era gracioso ver como todos corrían por todos lados buscándolo, fue una suerte recordar que lo había visto más temprano.
- Vamos a casa Minnie... -susurró Baekhyun una vez que solo estuvieron ellos dos, le llevó a la parte trasera del local, en la misma sala para que se cambiara de ropa y luego lo ayudó a subir al auto, durante todo el viaje devuelta no observo a Baekhyun.
Solo llegar a su casa Jimin oculto su rostro lloroso y subió las escaleras encerrándose en su habitación, cerrando la puerta con llave y ocultándose bajo las cobijas.
- ¿Qué le pasó? -preguntó Taehyung con el ceño fruncido.
- No sé, lo encontré así y no ha querido hablar ni verme. -dijo preocupado Bae- Y te digo ahora que desapareció por un buen momento.
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