- Yoongi hyung, tienes que sonreír. -dijo el pelirrojo- Smile, smile. -Jungkook sonrió siguiendo sus propias palabras.

- ¿Por qué lo está abrazando? ¿Por qué deja que él lo abrace? -pregunto Yoongi en un gruñido, remarcando su ceño fruncido.

El pelirrojo rodó sus ojos y observó hacía donde observaba el mayor.

Jin abrazaba fuertemente entre sus brazos al pequeño oso mientras le murmuraba algunas cosas que ninguno de los dos era capaz de escuchar por la distancia.

El programa ya había terminado, se supone que ahora ya podría estar junto a su oso pero se lo robaron. Suficiente tenía con haber tenido que soportar a kook como su pareja, siendo que él pidió directamente a Kumamon. Estaba seguro de que Jin tenía algo que ver en esto.

- Yoongi oppa. -pronunció Jisoo parándose frente al rubio, obstruyendo su vista justo en el momento en el que el menor le había volteado a ver cuando Jin se retiró por un momento, dejándole solo.

Jimin hizo un tierno puchero al ver como esa chica estaba otra vez al lado de su Hyung, sintió una especie de dolor en su pecho al ver como la chica se colgaba al cuello de Yoongi.

Hizo una pequeña mueca y aunque intentara observar hacia otro lado o irse, no podía. Pareciera que sus pies estaban pegados al suelo, obligándolo a ver a esa chica abrazando a Min Yoongi.

- Mira, te dije que Min Yoongi no era gay. -susurro una persona a su espalda.

- Espera ¿Cómo sabes que la persona tras el traje es un chico? -pregunto otra.

- Escuche una conversación donde decían que era el hijo de... No me acuerdo, pero la cosa es que dijo hijo y no hija.

- Era obvio que no es gay, quizás vio quien era la persona detrás del traje y resultó ser tan horrible que no dudó en alejarse. -respondió otro, alzando un poco la voz, como queriendo que Jimin escuchara.

Pero no era necesario, Jimin ya había estado escuchando desde un principio los susurro de las personas a su alrededor durante la grabación. Había tratado de no pensar en aquello, concentrándose en ayudar a Jin pero siendo consciente de todo lo que hacía Yoongi.

- No es nadie después de todo.

- Solo un aprovechado que quería usar a Min Yoongi, lo más seguro es que se dio cuenta y por eso lo dejo a un lado.

- Escuche que él pidió personalmente que no lo pusieran al lado del oso como pareja.

- Yo escuche que lo obligaban a ir a buscarlo.

Cada palabra estaba atravesando su pecho, dejando una profunda herida. Ya no quería estar aquí. Yoongi Hyung no quería estar realmente con él. 

El solo era una molestia.

Los malos pensamientos lo comenzaron atormentar velozmente, nadie era consciente de cómo sus palabras estaban afectando al menor.

Retrocedió un paso y luego otro, mordiendo su labio inferior. No le gustaba, no le gustaba ver a otra chica tan cercana al mayor, no le gusta la sensación, no le gustaba ser una molestia, no quería que le odiaran y menos Yoongi.

- ¿Kumamon? -pregunto Jin preocupado.

Cuando Yoongi volteo a verlo -cuando por fin se había quitado a Jisoo de encima-, Jimin no lo soporto más y había comenzado a correr. Quería volver con su hermano, quería volver a su casa, en la seguridad de su habitación.

Sintiendo sus lágrimas cerca comenzó a correr más rápido aún, ignorando los gritos de las personas. Solo quería llegar con su hermano, quería la protección de su hermano.

Esto estuvo mal desde un principio, se había emocionado demasiado con el mayor, soñó muy alto.

¿Quién era él? Solo un chico con problemas que va al psicólogo.

¿Quién era Min Yoongi? Alguien famoso y hermoso que se merece muchas cosas, no a él.

El  era nadie, él  era nada.

Pronto el oxígeno le comenzó a faltar, la cabeza de oso le estaba ahogando. Su pecho subía y bajaba rápida y cortamente. Sus lágrimas bañaban su rostro.

Con desespero empezó a tocar la puerta trasera del lugar. Sus rodillas temblaron hasta que no soportaron su propio peso.

- ¿Minnie? ¡Dios Jimin! ¿Qué sucede? ¿Qué hago? -pregunto preocupado Baekhyun, agachándose para quedar a la misma altura que el menor.

- Hyung... Mi Hyung... -balbuceo dando bocanadas más grandes en busca de oxígeno para sus pulmones.

- Si, eso, ya vuelvo. -anuncio mientras desaparecía rápidamente.

Con desespero buscó a su alrededor hasta encontrar al castaño oscuro atendiendo a un cliente, sin importarle nada, se acercó tomándolo del antebrazo, arrastrándolo junto a él.

- ¿Baekhyun? ¿Oye que haces? Estaba atendiendo a alguien.

- Es Jimin, es-está ¡N-no sé! -grito desesperado.

Taehyung se detuvo y afirmó a su amigo de los hombros, observándole asustado pero firme.

- ¿Dónde está?

- A-atrás. -alcanzó a responder antes de que su amigo desapareciera.

Observó con miedo a su pequeño hermano en el suelo, sus manos apoyadas en el cemento del suelo mientras su pequeño cuerpo temblaba. Sin esperar sus rodillas se estrellaron en el suelo y rápidamente le saco esa molesta cabeza.

Con el rostro bañado en lágrimas Jimin observó a su hermano, asustado.

- Oh Chim, estarás bien, no es nada. -aseguró abrazándolo.

Esto era su culpa, nunca debió de haber dejado que fuera a ese lugar. Nunca debió de haber aceptado esto ni haberle convencido de ir.

- H-hyung...

- Shh... No hables Jiminnie. -susurro acariciándole la cabeza- Vamos, respira lentamente y luego exhala.

El menor sorbió su nariz, imitando a su hermano. Fueron unos largos minutos tratando de volver a respirar bien, cuando estuvo más calmado abrazo fuertemente al mayor.

- ¿Qué pasó pequeño? -pregunto suave, mientras le seguía proporcionando caricias desde su nuca hasta su espalda.

- Casa, quiero mi casa Hyung. -susurro débil.

- Esta bien, vamos. -anuncio levantándose, levantando a su hermano en el proceso.

- Pero... El traje...

- No importa, después lo devuelvo. -prometió dirigiéndolo al auto.

- Tu trabajo. -se detuvo el menor, ya no quería causar más problemas.

- Es una emergencia, Baekhyun se encargará. -aseguró abriéndole la puerta al menor.

Cerca se escucharon unos gritos eufóricos, ambos observaron donde las personas se comenzaban a reunir.

- Vamos, Hyung. -susurro asustado Jimin, pensando que alguien le había seguido.

Al ver las lágrimas de su hermanito otra vez, se apresuró rodeando el auto.

Jimin observó por la ventana como entre el grupo de personas, que rápidamente se iba sumando más y más, se hacía camino Min Yoongi y Kim SeokJin, ambos con rostros enojados.

Sus verdosos ojos conectaron con los de Yoongi, sin poder corresponderle mucho la mirada, observó a Jin y seguido a su hermano.

- Vámonos Hyung. -pidió subiendo sus manos para agarrar el cinturón de seguridad.

- ¡Jimin! ¡Jiminnie! -el grito de Jin llegó hasta Taehyung, quien rápidamente volteo a ver por la ventana.

- Vámonos. -pidió más desesperado Jimin.

Taehyung observó a su hermano y luego a Jin, apretó sus labios y siguió el pedido de su hermano. Haciéndole una seña a Jin para que sepa que si lo había notado.

Jin suspiro viendo como el auto se iba. Angustiado se dio media vuelta para comenzar a correr otra vez. Necesitaba ir con Hoseok para que le lleve a la casa de Jimin, no le gustó para nada como se veía.

Y aun estaba la pregunto de qué hacía en ese lugar.

Haciéndose camino entre el mar de personas, llegó nuevamente a las instalaciones.

- Tú sabes quién era. -pregunto ó afirmó Yoongi, agarrando la muñeca de Jin para detenerle.

- No te interesa, ahora déjame.

- Lo vas a ir a ver, yo quiero ir.

- No dejaré que vayas a ver a Jimin, lo más seguro es que tú causaste su llanto. -gruño tironeando su brazo hasta salir.

- Tú no entiendes. -gruño Yoongi.

- No. Tú no entiendes. -vociferó en respuesta Jin, apuntando su pecho- No conoces a Jimin ni por lo que ha sufrido, Jimin ni siquiera debería de estar en estos lugares. -grito llamando la atención de algunos, pero sin importarle.

El rubio junto sus cejas sin entender, a qué se refería.

- ¡Hoseok! -grito Jin observando a su alrededor.

El peli naranja llegó a su lado ya con sus cosas en manos.

- Ya llame a la casa de Jimin y Taehyung, parece que su madre sigue creyendo que estaban en el psicólogo. -respondió sin importarle la presencia de Yoongi.

- ¿Psicólogo? -preguntó angustiado el rubio.

- Taehyung recibirá un regaño cuando la tía vea el estado de Jimin. -respondió Jin, comenzando a seguir a Hoseok. Ambos dejando a un preocupado Yoongi atrás.

Por fin volvió a ver el rostro de su Mochi, y estaba seguro, que esta no era la forma que había pensado en volver a preciarlo.

- Jimin... -susurro viendo como Jin desaparecía.

- ¿Crees que lo que dijimos le afectará? -susurro una persona llamando la atención de Yoongi.

- No lo creo, solo dijimos la verdad. Sería un crío si dejara que nuestra conversación entre nosotros le afectará.

- Que mierda le dijeron. -exigió saber en un gruñido, dando grandes pasos para estar cerca a ese pequeño grupo de cuatro personas.

- Señor Yoongi... -dijo una chica, verdaderamente asustada por su expresión.

- Solo dijimos la verdad, que usted no le quería cerca. Que por su culpa había traído rumores no deseados y ya se había dado cuenta de lo horrible que era. -respondió segura una chica, siendo apoyada por los demás.

- Es cierto, además el chico era raro. Le seguía a todas partes como un acosador y no le dejaba tranquilo. Casi pareciera que gustaba de usted. -se burló.

- Pobrecito, ¿será gay de armario? -pregunto otra.

Ninguna era consciente de cómo la expresión que mostraba Yoongi frente a todos había desaparecido. Dando paso a una fríamente tranquila.

- Son una mierda de personas. -informó ignorando la expresión de asombro en los rostros de las chicas y el chico- Son un desperdicio de aire, si dejaran de hablar... Tal vez le harían un favor a la tierra.

Sin más se dio media vuelta, tenía que ver a su pequeño Mochi.

- Hyung... Lo que acabas de hacer esta mal... Pero... ¡Joder! Creo que ahora te admiro más. -se expresó Jungkook, trotando para llegar a su lado.

Yoongi se quedó en silencio, sacando su móvil para intentar llamar al menor, aunque sabía que tal vez no le contestaría.

- ¿Cómo esta la persona del traje? -pregunto el pelirrojo, siguiendo fielmente al mayor.

- No sé, cuando llegué ya se iba con otro chico. -respondió exasperado, enviado mensajes al menor.

- Ugh... Nam Hyung no tiene buena cara. -susurro callándose cuando estuvieron frente al mayor.

Namjoon observó como el rubio seguía observando su celular, sus dedos se movían rápidamente por el teclado.

- Vámonos, las personas de aquí valen una mierda. -dijo observando a su alrededor.

Yoongi quería sonreír por lo que había dicho su mánager, estaba seguro de que estaba enojado al igual que él. Pero aunque quisiera, no podía. En su mente, la imagen triste del pequeño castaño claro llorando seguía presente.

- Mierda... Tengo que verlo Nam.

- Lo buscaré. -le aseguró- Ahora vamos, no volveremos más aquí.