Epílogo
Jimin se colocó su mochila y tomó su móvil revisando por última vez el chat con Yoongi. Soltó un suspiro resignado y lo volvió a bloquear antes de guardarlo en el bolsillo de su chaqueta, haciendo un puchero al no atreverse a enviarle un mensaje a su Hyung para disculparse.
Realmente odiaba discutir con Yoongi.
—Gracias por todo —anuncio Jimin en forma de despedida en general a el personal presente.
—Gracias por trabajar con nosotros Jimin —sonrió el director—. Por cierto, las fotos de la sesión anterior saldrán mañana —palmeó suavemente el hombro del menor—. Ahora, ve y disfruta tu día.
El ahora rubio le brindó su mejor sonrisa y asintió con su cabeza, se despidió por última vez del personal y se retiró de las instalaciones.
Afuera, en el estacionamiento, su pareja le esperaba recargado en el costado de su auto. Una sonrisa sexy se asomó en los labios de Yoongi cuando lo observó.
Mordiendo su labio inferior nervioso, el menor se acercó lentamente a su pareja.
—Mi lindo Mochi ya está aquí —saludo Yoongi cuando el rubio estuvo frente a él. Jimin sonrió suave y contempló el suelo, sin saber qué decir primero para disculparse.
El mayor tomó las manos regordetas y pequeñas de su pareja y entrelazó sus dedos tirando del menor más cerca, cuando Jimin alzó su cabeza juntó sus labios en un beso de disculpa.
—Pensé que no iba a venir por mí —susurró el menor cuando sus rellenos labios se vieron libres, rodeando el cuello de su novio se escondió en el.
Le relajó saber que a pesar de discutir esa mañana, Yoongi estaba actuando igual de cariñoso que siempre, no quería pasar su cumpleaños enojado con su pareja. Eso era triste.
—Termine antes de lo esperado por lo que llamé para cancelarle a Taehyung, el cual obviamente se quejó porque ya no iba a venir por ti —contestó casi con una sonrisa infantil que se transformó en una ligera mueca.
Jimin salió de su escondite por el repentino silencio.
—Yo... Lo siento —pronunció finalmente Min, recargando su frente en la del menor—. No debí de gritarte por algo como eso, tenías razón —murmuró culpable.
—Hyung, no... Fue mi culpa también —susurro recordando la discusión que tuvieron esa mañana.
Todo por un tonto horario. Jimin se había deprimido y enojado cuando se enteró que mañana, que era justamente su cumpleaños, su pareja parecía tener que trabajar hasta tarde.
El menor realmente le había molestado ya que en su cumpleaños anterior, Yoongi le había hecho lo mismo y había prometido pasarlo juntos este año.
Se sintió... Decepcionado, y todavía seguía algo triste por eso.
—No bebé, solo es mi culpa —el rubio negó antes de volver a esconderse en el cuello del pelinegro.
—Está bien, es trabajo y no hay nada que hacer —susurró en tono tan bajo y triste que tocó al pelinegro.
Yoongi hizo una mueca culpable ante ello, pero sabía que lo podía arreglar.
—Te tengo una sorpresa.
—Me la puede dar mañana en la noche, porque... Va a llegar a dormir ¿no? —pregunto alejándose.
—Claro que sí, pero no es solo eso —sonríe.
El menor arqueó una ceja, visiblemente más interesado—. ¿No?
—¿Qué piensas de ir a Busan? —pregunta como si no fuera la gran cosa, ignorando la mirada confundida de su pareja.
—Ah... Pues... Supongo que me gustaría ir algún día y conocer —asintió.
—Eso es bueno, porque si no te gustara entonces tendría que cancelar la habitación del hotel —Jimin abrió de más sus lindos ojitos.
—¿Qué?
—Pues, eso mi lindo Mochi. Reserve una habitación en un hotel en Busan por dos noches y tres días. Hablé con tu madre avisándole que te iba a secuestrar empezando hoy, pero me advirtió que tenía que compartirte hoy hasta las seis de la tarde si no quería perder algún órgano vital —se quejó fingiendo un escalofrío ante lo último.
El menor rió y volvió a abrazar con fuerza a su pareja.
—Gracias Hyung, eres el mejor —chillo llenando de besos la mejilla del pelinegro.
—Es lo menos que podía hacer por no haber estado contigo en tu cumpleaños anterior —se encogió de hombros.
—Pero... ¿Y su trabajo? —recordó observándole preocupado.
—No te preocupes, ya hablé con Namjoon y lo arreglamos todo e incluso tu agenda —aseguro apreciando el leve rubor en los mofletes de su pareja.
—Te amo —susurró el rubio, rebosante de felicidad.
—Recuérdame alimentarte más, tus mejillas aún no están en todo su esplendor —gruñó Yoongi tomando con suavidad los mofletes del menor—. Y no quiero que te vuelvas a meter en esas absurdas dietas, te amo tal y como eres —le recordó.
Y como siempre, el corazón de Jimin se aceleró tras escuchar aquello. Asintió con su cabeza sonriendo suave.
—Nunca más, solo fue una vez —prometió recibiendo un casto beso.
—Bien, ahora vamos —anuncio separándose y rodeando el auto.
—¿Vamos con mi mamá? —pregunto divertido el rubio, subiéndose al auto.
—Sí, tu madre junto a tu tía me prometieron que me castrarían con una tijera si no fue llevaba ¿puedes creerlo? —refunfuño dando marcha—. ¿Cómo te fue en la sesión de hoy? ¿Hubo problemas?
—A pesar de que ninguno de mis dos mánager estuvo presente hoy, me la pasé muy bien —exclamó—, aunque el director se dio cuenta que estaba algo distraído por nuestra discusión de esta mañana, solo podía pensar en verle otra vez para disculparme —hace un puchero.
—Yo igual Jimin, odio discutir contigo y más por cosas como esas —concordó.
—Pero siempre nos arreglamos... —sonrió Jimin—. Así son las relaciones, ¿no? Con altos y bajos.
—Soy demasiado egoísta como para dejarte ir y que conozcas a alguien mejor que yo —el mayor arrugó su nariz de solo pensarlo—. Te amo Jimin, y nunca te dejaré.
El menor observó por la ventana sintiendo el calor en sus mejillas, era increíble como aún podía seguir sonrojándose hasta ser un tomatito cuando Yoongi le decía cosas así, siempre tan directo que iba derecho a su corazón.
Ese era uno de los rasgos que amaba de su pareja, le gustaba todo en él... Hasta cuando se levantaba todo gruñón por despertarlo temprano.
Era tierno verlo y escucharlo refunfuñar por todo y decir maldiciones con un puchero, a pesar de que lo negara.
—Hyung, ¿sabes por qué Namjoon hyung se retiró temprano hoy? —curioseo el menor—. Hoseok Hyung me avisó que no podría acompañarme hoy.
—Kook se metió en problemas otra vez, creo que salió en una cita con tu hermano y los idiotas subieron una imagen en Twitter dando la ubicación —se encogió de hombros—. Ya sabes como son de idiotas y distraídos esos dos, me sorprende que aún estén en vivos.
—Es que son el uno para el otro —Jimin negó con su cabeza mientras soltaba una baja risita tierna que tocaba el corazón de Yoongi, su novio aún seguía tan tierno como cuando lo conoció.
Era perfecto.
—¿Y a usted como le fue? —Yoongi sonrió.
—Me gusta como usas el usted después de casi cinco años juntos —exclamó con cierta burla.
—Hyung —susurro Jimin intentando hacer un puchero, pero su sonrisa se lo impedía—. A veces se me escapa —reconoció rascando su nuca, un poco avergonzado.
—Lindo mi Mochi —dijo dejando libre una de sus manos para atrapar la de su pareja.
—Ño, hyung es lindo —aseguró entrelazando sus dedos—. ¿A qué hora nos iremos?
—A las seis, ni un minuto antes porque tu madre y tía me matan, y ni un minuto después porque eres mío —Jimin le contempló con cariño.
—Pero... No tengo más ropa —recordó.
—No te preocupes, antes de salir del trabajo pase por nuestro departamento e hice una maleta para los dos —informó sonriendo con autosuficiencia.
Casi 20 minutos después, Yoongi estacionó frente a la casa de la hermana de su madre, la cual había quedado como el lugar oficial para celebrar.
Ambos se bajaron cogidos de la mano y se dirigieron a la casa. Al ver que su pareja no abría la puerta, el menor rodó sus ojos y se adelantó.
—¡Sorpresa! —gritó la mayoría de sus amigos a penas contemplaron a Jimin.
—¡Sorpresa! —gritó Taehyung un segundo más tarde—. ¡Mierda! ¡Chim vuelve, lo haremos otra vez! —ordenó con un puchero.
—No será lo mismo —advirtió su pareja, arrastrando a sus brazos al castaño oscuro.
—No es justo —refunfuño observando a su hermano menor ingresar a la casa junto al pelinegro—. Practique mucho.
—¿Por qué es todo esto? Mi cumpleaños es mañana —pronunció confundido Jimin.
—Si pero te van a secuestrar por tres días —señaló Namjoon, guiñándole un ojo.
—Tómalo como una celebración adelantada —rió Hoseok.
—Chim si no quieres ir te puedes quedar en mi departamento, solo tenemos que envolver a Kookie en una alfombra y lo dejamos dormir en el pasillo —planeó su hermano mayor. Yoongi bufó.
Jimin rió y negó con su cabeza. Enseguida fue atrapado en abrazos y felicitaciones por cada persona dentro de esa casa, incluso los padres de su pareja estaban presentes.
—Mi bebé está tan grande —exclamó Hyojin, abrazando a Jimin luego de que su hermana lo soltara.
—Mamá —sonrió el rubio.
—Menos mal que te trajo, ya estaba buscando unas tijera para cortarle las pelotas al ver que no llegaban —exclamó echándole una mirada a Min.
—Cumplí con mi parte —pronunció abrazando por la espaldas al menor, recargando su mentón en el hombro.
—Bueno, vamos a disfrutar —exclamó Jin.
—En verdad estamos aquí —susurró Jimin esperando a su pareja bajar la maleta del auto.
El cielo ya estaba oscuro pero repleto de estrellas, de cierta forma, ambos lo encontraban muy diferente al cielo de Seúl. Incluso a pesar de la distancia Jimin escuchaba el mar.
—Está un poco alejado y cerca del mar, no quería tener a muchas personas molestándonos con fotos y esas cosas cuando nos reconocieran —tomó la mano del menor—. Aunque publiqué en nuestras cuentas que si nos veían en estos días que por favor nos ignoraran, sabes que no todos lo respetan.
—No me importa mientras estemos juntos, Hyung —pronunció el rubio siguiendo a su pareja al interior del edificio.
Luego de registrarse y recibir la llave, ambos fueron al ascensor bajándose en el tercer piso.
—14C, es esta hyung —aviso el menor abriendo la puerta.
Yoongi rió bajo mientras apreciaba a su pareja recorrer la habitación con la felicidad y entusiasmo digna de un niño de cinco años.
Dejando la maleta en la habitación y su mochila en la cama, salió y se acercó al menor que apreciaba la vista del exterior a través del ventanal que era prácticamente la pared entera.
—Veo el mar —susurró Jimin sintiendo los fuertes brazos de su pareja rodear su cintura.
—¿Te gusta? —preguntó el mayor plantando un beso en el cuello del menor.
—Gracias Yoongi —susurró en respuesta, dándose media vuelta rodeó el cuello de su pareja—. Este es el mejor regalo de cumpleaños.
—Ah-ah —negó el pelinegro, sonriendo cuando su teléfono sonó avisando que ya eran las doce—. Feliz cumpleaños.
—Gracias —murmuró cerrando sus ojos mientras recibía un beso que nublaba la mayoría de sus sentidos.
Cuando las manos de Yoongi bajaron a sus muslos, Jimin pegó un pequeño brinco rodeando con sus piernas la cadera del mayor.
Sin dejar de besarse, Yoongi los guió hasta la habitación donde se sentó en la cama acomodando al rubio a horcajadas.
Jimin suspiró y estiró su cuello hacia un lado mientras recibía los labios de su pareja, sintiendo cosquillitas en su estómago.
—Hyung —jadeó tímidamente, jalando suavemente del cabello de Yoongi cuando este succionó bajo su mandíbula.
Sonriendo, el mayor a tientas buscó su mochila que había dejado sobre la cama y sacó un pequeño paquete.
—Este es mi regalo —pronunció alejando sus labios del menor.
—TaeTae le regalo... Ya sabe... ─Yoongi arqueó una ceja—. Ugh... ¿Le entregó c-condones otra vez? —pregunto divertido a pesar de tener sus mejillas rojas de la vergüenza.
—No, tu hermano ya aprendió la lección —bufó, empujando otra vez el paquete a las manos del menor—. Ábrelo —insistió.
Jimin le observó unos segundos buscando alguna señal antes de rendirse y quitar con cuidado el papel de regalo, revelando una pequeña caja negra de terciopelo.
—Sigue —susurró Yoongi tomando las pequeñas manos de Jimin, ayudándolo a abrir la caja.
Dos anillos estaban en el interior, uno con el borde negro, y el otro con el borde dorado, ambos con un pequeño diamante en el centro.
—A-anillos —balbuceo el menor sorprendido.
—No te asustes —pronunció con una suave sonrisa Yoongi, apretando con ternura las manos del menor—. Llevamos cinco años saliendo Jimin, para muchos podría ser poco y para otros mucho tiempo. Para mí, es el momento perfecto para dar otro paso en nuestra relación y poner un anillo en tu hermosa mano, claro, si me lo permites.
—¿Quiere que me casé con usted? —murmuró apenas respirando de la emoción.
—Claro que quiero bebé —con su mano ahuecó una mejilla de Jimin—. Ahora, ponerte el anillo no significa que nos estaremos casando el siguiente mes aunque ese es mi deseo —ríe bajo, contagiando al rubio—. Pero si le dice a los otros idiotas que eres tan mío como yo soy tuyo.
—Entonces... Cuando nos casaremos —pregunto sonriendo, mordiendo su labio inferior.
—Puedes tomarte todo el tiempo del mundo, amor. Puede ser mañana mismo, el próximo año o incluso en tres años más, solo me importa que aceptes y sea oficial que eres mío —declaró.
Sin dar respuesta aún, Jimin sacó los dos anillos de la caja y tomó la mano del mayor, encajando el anillo con el borde negro.
—Te amo Yoongi, este definitivamente es mi mejor cumpleaños —anuncio lanzándose a los labios del mayor cuando le colocó el anillo.
Con ternura, Yoongi ladeo su cabeza y lamió el labio inferior de Jimin, seguido ingresó a la cálida boca de su pareja llevando el beso a uno más profundo y caliente, dominando por completo la dulce boquita del menor.
Con el calor subiendo tanto en sus cuerpos como en la habitación, el bulto en los pantalones de ambos delataba como se sentían ante las caricias del contrario.
Sonriendo entre beso, Yoongi trasladó sus manos a la cintura del menor, internándose bajo la chaqueta y camiseta. Jimin tuvo un pequeño estremecimiento ante el contraste frío con su caliente piel.
El pelinegro empujó sus caderas logrado una deliciosa fricción, el gemido del contrario quedó atrapado entre los ávidos labios del mayor antes de que Jimin tuviera siquiera tiempo para avergonzarse de ello.
Lentamente y entre besos, ambos fueron despojando la ropa superior del contrario, hasta que estuvieron con el torso desnudo.
Las manos heladas de Yoongi recorrieron la suave piel del menor, subiendo lentamente hasta los pequeños pezones despiertos. Jimin cerró sus ojos con su respiración pesada debido a la excitación mientras movía suavemente, casi tímido sus caderas, arqueó su espalda y gimió bajito cuando el mayor se inclinó dejando un beso húmedo en su pezón izquierdo.
—No reprimas tu hermosa voz —susurró. Jimin asintió con su cabeza casi hipnotizado por la mirada del mayor.
Alejándose, Yoongi paseó con su dedo índice por el pecho y clavícula del menor en una suave caricia que sacudió el cuerpo de Jimin.
—Arriba bebé, te quiero completamente desnudo —susurró con voz ronca, dejando un beso en el oído.
—Hyung —jadeó obedeciendo, levantándose al igual que su pareja.
Jimin rodeó el cuello del mayor acercándolo para otro beso que Yoongi correspondió con la misma intensidad y amor mientras sus manos trabajaban desabrochando ambos pantalones.
El rubio suspiró inclinándose para besar el pálido cuello de Yoongi, dejando una pequeña mordidita bajo el oído.
Oh Dios, y pensar que hace un tiempo atrás su Jimin no era siquiera capaz de comenzar un beso por su propia cuenta.
—Mierda Jiminnie —jadeó el mayor, disfrutando de aquellos labios en su piel antes de alejarse y bajar el resto de la ropa del menor para quitarla de su camino.
Frente a la bonita erección, no pudo evitar tomarla entre su mano y plantar un beso en la cabeza.
—Y-Yoongi —jadeó Jimin tensando su cuerpo—. Ugh... N-no...
—Sé que te gusta Mochi...
—Sí pero... —hace un puchero avergonzado.
Riendo bajo, Min se levantó deshaciéndose del resto de su ropa también. A penas estuvo libre, su pareja volvió a arrastrarlo para un beso desenfrenado.
Encerrando la cadera del menor con sus manos, lo jalo más cerca. Ambos gimieron cuando sus miembros se encontraron.
Sin aguantar, Yoongi bajo sus manos apretando el perfecto trasero del menor.
—Yoongi... —jadeó Jimin casi sin respiración, moviendo sus caderas hacia adelante en busca de fricción de ambos miembros necesitados.
—Oh bebé, estoy que te apoyo contra la pared para hacértelo rudo —gimió Yoongi.
Sin escuchar más, Jimin salto otra vez rodeando la cadera del mayor.
—Nada te detiene Hyung —susurró escondiéndose en el cuello de su pareja, algo avergonzado pero muy excitado.
Yoongi rió antes de girar y recostarlo sobre la cama, atacando otra vez los rojos labios hinchados de su pareja.
—Pensé... —susurró Jimin saliendo de su escondite.
—Ya habrá momento, tenemos estos tres días para nosotros solos —prometió besando su mejilla con ternura antes de alejarse.
Jimin lo siguió con ojitos curiosos y rió al ver que de su mochila sacaba lubricante.
—Su mochila es mágica Hyung, tiene de todo —se burló mordiendo su labio inferior.
Sin que el mayor tuviera necesidad de decirlo, Jimin se dio media vuelta y alzó su trasero.
—Tú me quieres matar, ¿no? —pregunto Yoongi reteniendo el aliento.
Soltando una risita traviesa, Jimin solo movió sus caderas provocativamente. Pegó un respingo cuando recibió una nalgada.
—¡Hyung! —chillo estirando su labio inferior.
—Sin portarse mal bebé, o te daré otra —prometió subiendo a la cama detrás del menor, abrió el lubricante para echar en sus dedos.
Con su mano libre, masajeo el glúteo que golpeó y se inclinó besando un poco más arriba de la espalda baja.
Jimin inhalo entrecortado y gimió al sentir un dedo invadir su interior, inconscientemente abrió más sus piernas y bajó sus brazos hasta que su rostro chocó contra el colchón.
En su tercer dedo, Yoongi veía fascinado a su pareja ser un desastre de gemidos y sollozos, moviendo sus caderas en busca de más.
—Hyung —llamó Jimin abriendo apenas sus ojos para observarlo con sus mejillas rojas al igual que sus labios.
—Allá voy bebé —exclamó guiando su miembro a la entrada del menor. Sonriendo malvado jugó un poco con el rubio juntando los glúteos de Jimin para masturbarse con ellos.
Aquello pareció volver loco al menor que desesperado llevo una de sus manos a su dolorosa erección y apretó suavemente retrasando su cercana liberación.
—Por favor Yoongi... No resisto más... Me vendré... —exclamó entre respiraciones pesadas, cerrando sus ojitos.
Relamiendo sus labios, Yoongi escucho el pedido de su bebé, él también estaba malditamente cerca por haber estado jugando con el exquisito cuerpo de su pareja.
El rubio arqueó su espalda al sentir algo más grande llenar su interior de a poco. Desesperado en encontrar su placer, movió sorpresivamente sus caderas hacia atrás y gimió tan alto que se avergonzó de lo chillona que salió su voz.
Siempre se volvía un desastre cuando Yoongi lo tocaba de aquella manera.
El pelinegro soltó una maldición mental e inclinó su cabeza hacia atrás al ver aquello. Todo el delicioso interior del menor le apretaba como la primera vez.
Cuando el cuerpo de Jimin se volvió a relajar gracias a las caricias del mayor en su cintura, comenzó a mover otra vez su cadera para ser detenido por las fuertes manos de Yoongi.
—Shh... Mochi —calló el pelinegro, comenzando a mover sus caderas para satisfacción del menor, golpeando en su punto dulce una y otra vez.
—H-hyung —llamó haciendo puños sus manos sobre las cobijas.
Yoongi se inclinó hacia adelante cubriendo toda la espalda de su pareja y tomó ambas manos entrelazando sus dedos.
Empujando su cadera, el morboso sonido del amor resonaba en la habitación junto a sus aceleradas respiraciones y el frenético latido del corazón de ambos.
Moviendo sus caderas más rápido, Yoongi se volvió a enderezar y trasladó sus manos hacia el frente, tiró del cuerpo de su pareja, llevándolo contra su pecho.
Jimin inclinó su cabeza y recibió gustoso y casi sin respiración los labios del mayor. Un fuerte gemido interrumpió su dulce beso cuando sintió una de las manos de Yoongi rodear su erección y masturbarlo.
En cosas de segundos Jimin gritó llegando a su deseado orgasmo. Con el cansancio golpeando el cuerpo del menor, Yoongi fue con el cuando el rubio cayó suavemente sobre el colchón.
Moviendo sus caderas, con tres estocadas más Yoongi se vino en el interior del menor. Apenas resistiendo su propio peso salió del interior y se recostó de espalda al lado de Jimin.
—Te amo... —susurró Jimin apenas manteniendo sus ojitos abiertos.
—Te amo —respondió Yoongi, inclinándose para dejarle un casto beso en los labios.
Cuando sus respiraciones volvieron a la normalidad, el mayor se levantó y desapareció en el baño para volver en segundos con toallas húmedas con las cuales limpio a su dormida pareja y a él mismo.
Lanzándolas de vuelta al baño, Yoongi se volvió a recostar desnudo junto al menor y lo arrastró sobre su pecho. Por fin cerrando sus ojos.
Jimin se despertó aún sobre el cuerpo de Yoongi, con una sonrisita besó la mejilla del pelinegro y se levantó. Tomó su bóxer y la camiseta que estaba usando ayer su novio.
Saliendo de la habitación llamó para pedir el desayuno y observó el mar a través del ventanal. Alzó su mano y contempló el anillo.
—Mi prometido —susurró con una boba sonrisa enamorada.
Cogió su teléfono móvil y tomó una foto a su anillo, frunció sus labios y la borró, quería una donde estuviera también su hyung.
Curioso por las notificaciones, se dedicó a revisarlas mientras esperaba que su pareja despertara y el desayuno llegara. Una llamó su atención.
"¿Pueden creer esta obra de arte? ¿Cómo pueden ser los hermanos Park tan perfectos? ¿Y Yoongi? Ese hombre me tiene sin ningún ovario.
Realmente amo el día en que Jiminnie hizo la sesión de fotos con su pareja, Min Yoongi. Amo las veces en que ambos (Yoongi y Jungkook ) participan en algún proyecto con sus respectivas parejas, es fabuloso y sorprendente.
¡El Yoonmin es lo más tierno que he visto en toda mi vida!
La forma en la que Yoongi se le queda mirando, como si fuera lo más hermoso en su vida. La forma en la que Jimin le sonríe, como si comprendiera exactamente aquel sentimiento. 😍
Y el Kooktae me da esa emoción divertida que le hace falta a mi vida cada vez que hacen una de sus locuras.
Debo admitir que yo fui una de las personas estúpidas y sin cerebro que no le gusto desde un principio aquellas relaciones -no me golpeen- ¡Pero! El ver como Jungkook y Yoongi defendían y observaban a sus parejas, la forma en la que actuaban cada vez que estaban con ellos me hizo pensar
Ah... Ellos se aman, me gustaría alguna vez tener algo así de hermoso.
¡Bueno! Hoy es el cumpleaños número 21 de Jiminnie.
¡Feliz cumpleaños y que tengas un hermoso día!
Pd: Ignora a los que siguen envidiosos de tu relación y tu vida, eres perfecto.
Pd2: Hay segunda parte de este concepto con Jin, Jungkook y ambos mánager de los chicos pero aún no se anuncia cuando lo sacarán.
Jimin sonrió y le dio un corazón a la publicación. Unos brazos lo rodearon desde atrás y un mentón se posó sobre su hombro.
—¿Qué haces bebé? —pregunto Yoongi repartiendo tiernos besos sobre el cuello.
—Estaba revisando algunas notificaciones —respondió volviendo a bloquear su teléfono para dejarlo sobre el mueble a su lado.
Observó a través del ventanal el increíble cielo despejado junto al mar y suspiro recargando sus manos en los brazos que lo rodeaban.
Podía sentir como su pareja estaba, sin camiseta.
—Vuelve a la cama amor, aún es temprano.
—Pedí el desayuno —murmuró dándose vuelta, descubriendo a su pareja vestir solo bóxer.
—Uhm... Creo que aún alcanzamos a hacer el amor —le sonrió coqueto.
—¿En la ducha? —preguntó tímidamente, con una suave sonrisa y sus mejillas sonrojadas.
—Amo como aún te sigues sonrojando —sonríe besándolo tiernamente antes de soltarlo y volver a atacar con besos el cuello del menor.
—Hyung... No dejes marcas —le recordó retorciendo los dedos de sus pies, dejando escapar un suave jadeo.
—Mm... No lo sé, me gusta como se te ven —ríe bajando sus manos para apretar suavemente el trasero del menor, estaba tentado a pasar sus manos bajo el bóxer.
Jimin se sobresaltó y se alejó avergonzado, dándole un pequeño manotazo a las manos traviesas de su pareja.
—No toque mi trasero —le recordó con un mohín.
—Anoche no me decías-...
—¡Yah Yoongi! —exclamó avergonzado, volviéndose totalmente rojito, como le gustaba al mayor.
Jimin en la cama seguía siendo tímido pero más desinhibido y Jimin fuera de ella volvía a ser una masita tierna moldeable. Realmente amaba todas las facetas de su pequeño.
—Mi tomatito está aquí —rió Yoongi tomando la mano del menor para jalarlo más cerca—. Me encanta como te pones cada vez que menciono algo así.
—Ugh... Hyung malo —regaño ocultándose en el cuello de su pareja, dejando un tierno beso ahí—. Pero en serio Yoongi, no me dejes marcas... No quiero tener otra extraña conversación con mi mamá y luego con TaeTae.
—Mochi, ellos solo te hablan de ello para avergonzarte —confesó Yoongi.
—¿Qué?
—Uhm... ¿Te acuerdas de la primera vez que estuviste entre mis brazos y te hice el amor? —sonríe solo de recordarlo.
—Sí... —susurra suave—. Fue cuando le dije por primera vez que te amaba, el día en que mi padre nunca más nos volvió a molestar.
—Si bueno, ese día también te deje uno que otro chupetón y aunque trataste de ocultarlo ellos se dieron cuenta y me dieron la charla del año.
—¿Es en serio? —contestó alejándose.
—Sí. ¿Quieres venganza? —pregunta al ver el rostro del menor.
—Shi —refunfuño.
—Amo como sigues siendo igual de tierno como la primera vez que te conocí, mi Kumamon. Realmente amo todo de ti.
Jimin rió divertido cuando el mayor lo levantó, rápidamente lo rodeó con sus muslos en la cintura, mordiendo su labio inferior al sentir cierta dureza.
—Yo también amo todo de ti, Yoongi.
—Ahora, volvamos a nuestra habitación antes de que el desayuno venga a interrumpir.
—Hyung —rió Jimin.
—Ellos pueden esperar —ríe malvado, volviendo a la habitación—. Puedes creer que tu madre aún me pregunta cuando te voy a devolver —recuerda divertido.
—¿Qué? —preguntó soltando una carcajada.
—Eso, me dice que el que te quedaras conmigo solo iba a ser una cosa de días, no de años.
—¿Y qué le respondes? —suavemente fue dejado en la cama.
—Que te perdió en el instante en que propuso aquello, además, ella está con ese doctor raro que me dieron ganas de matar la primera vez cuando te acompañe por tu pie —ríe inclinándose sobre el menor.
—Pero no me caí —recordó Jimin riendo, contagiando a su pareja.
Ambos se observaron con amor antes de volver a unirse en un tierno beso.
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Casí 5 mil palabras... me entusiasme un poquito escribiéndolo 😂💕😭
No tenía pensado escribir un lemon pero como que les quise dar una sorpresita, aunque casi me dio un ataque porque lo estaba re-escribiendo en Wattpad y me salí de la app sin querer y cuando volví no estaba😭💔, literalmente maldije hasta a mi abuela hasta que mágicamente volvió.😂😂
Adiós copitos, espero que les haya gustado 😍💕😘😭
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