[ will u still call me superman? ]
[ ❉❇❉❇❉ ]
Allí está de nuevo, él... él y su estúpido cabello desordenado de manera perfecta, sí, es que es contradictorio. Nota como guarda sus cuadernos en orden —puede entrever que lleva algún libro dentro—, alisa su mochila y antes de levantarse acomoda sus lentes.
Lo mira unos instantes más y baja la mirada tímidamente cuando pasa frente a él. La timidez dura algunos segundos más, en los que finge poner toda su atención en guardar sus cosas y ya listo camina hacia la salida. Aunque es alguien a quien le han dicho "atractivo" varias veces no le gusta mantener una postura presuntuosa, prefiere pasar desapercibido, con suéteres un poco grandes y gafas gruesas sosteniéndose en su nariz, además de un fleco que usualmente tapa su frente. Y aunque él pudiera poseer toda la confianza física del mundo, ésta palidecería si se enfrenta ante el moreno de su salón, pues la admiración—y el amor— hacen al resto de sentimientos inferiores.
Pero no, SeokJin no está enamorado, ni siquiera lo conoce bien, él sólo admira al chico, sí... sólo eso.
Al pasar por el pasillo lo encuentra de nuevo, allí está... hablando con sus amigos, riendo mientras alguno de ellos saca su costoso celular y coloca la canción de moda, otro de ellos comienzan a hablar sobre planes de ir a un centro comercial porque sus auriculares ya no le gustaron y prefiere comprar otros nuevos.
SeokJin suspira, no entiende cómo está entre ellos, no comprende cómo puede seguir el hilo de una vacía y patética conversación. Sin embargo, aunque odia con toda su alma aquellas pláticas idiotas, le agrada demasiado ver la sonrisa de él... la sonrisa de NamJoon.
Desde que lo vio le pareció atractivo, no era algo por lo que desvivirse pero sí lo suficientemente fuerte para mirarlo de vez en cuando, no obstante aquel día en el que lo escuchó hablar sobre la trascendencia de la poesía sin métrica sintió sus orejas calentándose, era tan refinado, tan seguro... tan él. Desde allí comenzó a prestar atención a los nombres en la lista "NamJoon" era su nombre. Una vez aprendido esto comenzó a mirar, sin querer, sus manos grandes, su cuello grueso, varonil, sus hombros de igual proporción que usualmente llevaban una suave bufanda. Y además de ser muy inteligente también era sociable, popular no sólo entre las chicas, aunque no había conocido pareja alguna se sabía que siempre recibía invitaciones.
SeokJin sólo se limita a mirar, aunque su mirar ha aumentado con el pasar del tiempo, aprendiendo de él en silencio, tanto así que sus amigos le hacen bromas pesadas sobre él, más de una vez se ha preguntado si acaso NamJoon es consciente de su mirada. Una parte de su corazón desea que así sea, pero otra... no, la otra prefiere seguir en la seguridad de sus anteojos y sus suéteres.
— Lo vas a desgastar con la mirada y te va a demandar... y tiene dinero... cuidado, conseguirá un buen abogado y ¡Pum, cárcel!
Habla una voz detrás de él, gira suavemente su rostro encontrándose a uno de sus pocos amigos, con cabello extremadamente lacio, ojos rasgados y piel pálida, ese chico que es usual verlo de negro, siempre porta un café en la mano y cigarros en el bolsillo. Tiene una perforación en el labio inferior que es adornada con una argolla simple metálica. Después de soltar aquel simple comentario, sonríe ladinamente y se sienta junto a él en la jardinera.
— No sé de qué hablas.
SeokJin responde, trata de hacerse el desinteresado
— Mhh... ¡Oh!... ¡¿Está mirando hacia acá?!
SeokJin no puede evitar girar la mirada buscando para ver si lo que dice es verdad, pero lo encuentra hablando con sus amigos y escucha la risa burlona del contrario por lo que se limita a bufar molesto.
— Ugh... no debería estar hablando con un pedófilo.
El aludido hace un mohín molesto deteniendo la risa, frunce el ceño sin comprender y responde con reproche.
— Que mi novio sea de primer semestre no me hace pedófilo.
— Pues mira bien su carita... y pídele el acta de nacimiento, que parece de quince o dieciséis años.
— Estamos en la universidad. ¿Cómo iba a ser un niño?
— ¿Y si es un niño genio que entró a la universidad adelantando materias?
— Reprobó un examen y tendrá que hacer un trabajo extra.
— Los genios no se miden por las calificaciones en una boleta.
— Sólo te molesta que tenga novio y tú no.
— No, los niños no me van.
— Ugh...
Gira los ojos sabiendo que SeokJin no lo dejará en paz. Su novio no es tan joven, quizás tiene actitudes tiernas pero eso no lo vuelve un infante —además, por esas actitudes es por las que cayó enamorado en primer lugar—.
— YoonGi...
Una voz llamo desde lejos, el chico de estatura similar a la de YoonGi está agitando su mano mientras sonríe, tiene mejillas suaves al igual que sus ojos, un gran suéter —más grandes de los que SeokJin utiliza— adorna su cuerpo, tiene una mochila simple en el hombro y una bolsa de papel en donde lleva el almuerzo para ambos... aprendió su nombre después de escucharlo tantas veces en los labios de su amigo, pues cada que salen él siempre dice "quizás a JiMin le guste...", "ah, debería comprar esto para JiMin...", "oh, de ésta película me habló JiMin", "debería traer a JiMin...", "a JiMin no le gusta este sabor, pero a mí sí". Tantas veces soltó ese nombre que era imposible no aprendérselo.
— Me retiro... voy a ser pedófilo un rato.
SeokJin suelta una carcajada por la actitud de su amigo.
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Es la época de exámenes, el trabajo se ha acumulado, SeokJin decide tomarse un pequeño espacio para poder salir y pasear, lo hace en un lugar un poco más lejano a la pesada ciudad, en los alrededores, cerca de los suburbios. Allí hay pequeños locales que hacen del ambiente un lugar más digno de un pueblo, pacífico, tranquilo y armónico.
Ajusta su mochila y disfruta de ver el paisaje del lago, los árboles hacen música perfecta con el aire y las hojas, un sonido tranquilizador. Siente la leve necesidad de detenerse y sentarse a la orilla, quitarse sus zapatos y tocar con la punta de sus dedos el agua, seguramente fría, del lago. Pero opta por seguir caminando, con seguridad encontrará una tienda donde vendan comida casera, ama el sabor que aquellas ancianas colocan, le recuerda mucho a su hogar.
Se detiene en una tienda de antigüedades, hay un bonito collar de plumas que llama su atención, parece estar hecho totalmente a mano, tiene hilo café enredado que le brinda un toque rústico y cálido. Sonríe y comienza a buscar en su mochila su cartera.
Cuando levanta su rostro lo ve.
NamJoon está buscando entre los libros viejos, verlo en ropa casual le causa un vuelco en el pecho, siente que su cuerpo entero se ha vuelto de piedra, hiperventila y deja el collar para salir de ése lugar. Se siente tan avergonzado ¿Lo habrá visto? ¿Lo recordará?
SeokJin es tímido pero también es curioso, comienza a mirar desde un lugar alejado detrás de un árbol. Nota en las manos de aquel chico dos libros, se ven un poco viejos por el tinte amarillento, son delgados pero con pasta gruesa, sus dedos se afianzan a la corteza y sonríe. Cuando lo ve salir de la tienda piensa que es buen momento para regresar a ésta y comprar ese collar, realmente lo quiere... sin embargo su respiración y movimientos se congelan cuando ve que NamJoon se detiene... ¿Qué? ¡¿Acaso lo vio?!
NamJoon se queda quieto, y de manera escalofriante está mirando hacia donde él se encuentra, quiere esconderse de nuevo, pero eso significa hacer más movimientos y al mismo tiempo hacerse más evidente. Ahora sólo desea desaparecer.
Sin embargo, ve como NamJoon deja su mochila en el suelo y se quita su sudadera para luego guardarla en su mochila, tiene una camisa blanca simple pero que resalta su delgado cuerpo. Lo admira tomando su mochila, aún con los libros en la mano listo para marcharse...
Vuelve a respirar y camina decidido para comprar el collar.
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Desde aquella vez se ha incrementado el interés de SeokJin, no conoce muchos chicos que visiten lugares como ése, y es que usualmente sólo viven personas de edad avanzada en aquel lugar, ha pensado en preguntar por los libros que compró, le interesa saber qué tanto lee... pero siente demasiada vergüenza así que sólo se limita a resguardarse en su asiento.
La época de lluvia ha llegado, así como el clima frío en el aire, le gusta usar suéteres color pastel en dicha temporada, es como si ayudaran a guardar el calor en su cuerpo, el suéter que lleva el día de hoy es uno color crema, ama que le quede un poco largo de las mangas porque así, puede proteger sus dedos del gélido ambiente.
Está con YoonGi, ambos sentados en una banca afuera de la facultad, el pálido está con un cigarro en la mano y los ojos llenos de cansancio.
— ¿Vas a ir al partido?
—No sé...
— Yo no creo ir... la verdad es que el clima hace que quiera estar en mi casa.
SeokJin frota sus manos en sus brazos queriendo sentir más calor, sonriendo y asintiendo para después mirar a YoonGi.
— Sí...
— ¿Él no irá?
— No lo sé...
— Deberías ir. Deberías hablarle.
— Calla. Para ti fue fácil, JiMin se acercó a ti, aún me pregunto qué te vio.
— Mhh... yo también se lo he preguntado.
— ¿En serio? ¿Qué dice?
— Que él mira todo eso de mí, lo que yo y otras tantas personas no podemos... y eso le gusta. Dice... cosas raras... a veces no lo comprendo del todo.
SeokJin asiente mirando al cielo que posee montañas esponjosas de nubes oscuras, asiente pensando que es ese mismo el sentimiento que posee por NamJoon... ¿Le gusta? Quizá... ahora puede admitirlo más fácil, y no le gusta por quien es con sus amigos o por cómo habla en clase, le gusta por las cosas que mira de lejos, esas cosas que pocas personas han mirado.
— Ah... Oye... ¿sabes cómo es la tarea para mañana?
— Algo así...
— ¿Tienes anotado qué quiere exactamente?
— Sí.
— Préstame tu cuaderno.
YoonGi suspira negando pero al instante gira para tomar su cuaderno, de esta forma se lo entrega a SeokJin quien lo está mirando con el ceño fruncido y los ojos muy abiertos.
— ¿Qué?
— ¿Eso es...?
YoonGi frunce el ceño pero al instante comprende, niega amenazador.
— No preguntes, ni digas nada.
— Es...
— Jin.
— ¿Por qué traes un suéter con orejitas de gato en la gorra?
— ... te dije que no preguntaras.
— ¡¿Quién eres y qué has hecho con mi amigo?!
— SeokJin.
— Ay no, estoy pensando que eres lindo.
— No. No lo pienses.
— Pero... esto... ¿Por qué? ¿Dónde quedó mi amigo el Señor Oscuridad?
YoonGi gira los ojos y suspira para desviar la mirada.
— Bien... mira... sólo tienes que saber que a JiMin le gusta... y está con esa estúpida moda de que los novios se visten igual o algo así. No lo sé, sólo... sólo olvídalo.
— Lo repito... ¡¿Quién eres y qué has hecho con mi amigo?!
— Ya cállate.
— Ya, en serio... es bastante tierno y romántico de tu parte aceptar usarlo ¿No es así?
YoonGi asiente una sola vez y se levanta justificándose en que irá a fumar, aunque lo más seguro es que esté avergonzado y no quiera hablar más del tema.
SeokJin sonríe mirando la espalda de su amigo... ahora comprende un poco a JiMin, pues aun todos lo ven como el chico que nunca habla, el que está sentado leyendo algo solo, el que no participa en clases y no tiene muchas amistades, ese que a veces da escalofríos por su franqueza al hablar... pues ese mismo chico está utilizando algo que lo avergüenza sólo para ver feliz a su novio ¿Quién lo diría? ¿Quién lo creería? Eso... eso es lo que nadie más ve.
Cuando las clases concluyen todo el mundo se encuentra emocionado por el juego, pero SeokJin no, él realmente no es fanático así que sólo toma sus cosas y se marcha. O eso planeaba hasta que una tormenta cae. Espera por bastante tiempo, no ha llevado paraguas así que tiene que esperar un gran rato pues la lluvia es bastante fuerte... se pegunta mientras mira sus tenis si acaso el partido se habrá cancelado...
Cuando la tormenta se calma se dispone a caminar aunque el goteo aun persista de manera más tenue, le gusta el olor a tierra húmeda así que decide tomar el camino más largo. Sonríe mirando las gotitas cayendo suavemente por las hojas, cruza un puente y... puede ser su curiosidad, puede ser casualidad o aún más loco, puede ser el destino, pues encuentra a NamJoon mirando algo al pie de un árbol. Se detiene un instante para admirarlo... ¿Qué hace? ¿No debería estar en el partido junto a sus amigos?
Ve, casi en cámara lenta, cómo levanta con lentitud un pajarillo que parece haber caído, aún con el animalillo mojado en sus manos mira a la copa del árbol, está buscando un nido, sin embargo parece que no lo encuentra o decide no colocarlo de nueva cuenta, porque abriga a la pequeña ave con la manga de su suéter y camina lejos.
SeokJin no comprende por qué ese acto tan suave y simple ha logrado mover una parte de su corazón... no entiende cómo ese acto puede conquistar una parte de su corazón.
Y tampoco entiende por qué NamJoon miente.
— No puedo creer que te lo hayas perdido, viejo.
— Estuvo increíble, uno de los mejores juegos que he visto.
— Yah~ NamJoon... ¿qué era tan importante?
— Nada, nada.. sólo... conocí a una chica y nos fuimos a mi casa.
Después de esa frase gritos inundaron el salón preguntando cómo era aquella misteriosa mujer. SeokJin sabe que es mentira, sabe que NamJoon estuvo bajo la lluvia, aquel día su ropa estaba mojada al igual que su cabello, y está casi seguro que lo único que llevó a su casa fue un pequeño pajarito que seguramente habría muerto de no ser por él.
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Ha ido a su cafetería favorita, los panecillos que hacen allí tienen un sabor único, el café también, aunque el local no es tan lujoso le gusta la armonía que tiene, seguramente sus compañeros de curso considerarían muy poca cosa, pues la mayoría prefiere ir a lugares caros llenos de pretensión donde el café no brinda sabor sino consuelo de estatus social, pero a él realmente le gusta este tipo de ambientes relajados.
El clima ha mejorado y aunque ha dejado de llover, el frío sigue presente y el café es más apetecible, le gusta que tenga leche, azúcar y un toque de chocolate, es una armonía de sabores para su paladar.
Cuando está por sentarse en su típico lugar junto a la ventana encuentra una libreta, interesado la abre y comienza a leer algunos de los escritos. Sonríe ante la poesía simple pero cariñosa, La letra cuidada y algunas frases escritas en cursiva y en inglés. Lee otro poco, sigue bebiendo de su taza mientas imagina a la mano que ha escrito todo eso. Hay algunas fotos y malos dibujos en algunas páginas, hay borrones en otras tantas...
La poesía no es de amor como la mayoría lo piensa de este tipo de escritura... habla de esa persona, se pregunta qué hace allí, se pregunta por qué estudiar tan fuerte, se pregunta por los sueños... el último poema es la sentencia que SeokJin ha conocido varias veces "desearía amarme".
Cuando termina camina con la libreta para entregarla a los empleados, seguramente alguien la reclamará y con tan bellos escritos ese cuaderno merece ser devuelto.
— Disculpen... alguien dejó esto...
SeokJin sonríe entregando el cuaderno, la chica asiente y sonríe mientras hojea el cuaderno.
— Ah~... ¿En dónde estaba?
Pregunta como sabiendo la respuesta.
— Estaba atrás, alguien lo olvidó en la mesa.
— Oh~ ¡Es de NamJoonie!
SeokJin se congela por un instante ¿Cuántos NamJoon pueden vivir en ése lugar?
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Ahora lo comprueba, sí, es su cuaderno, lo ha visto encima de las libretas en su banca. Se sonroja al pensar que ha leído los pensamientos de NamJoon, delineó con su dedo pulgar los relieves de las letras y los dibujos, tomó con cuidado las esquinas de las fotografías, hizo todo eso sin saber a quién le pertenecía, pues si lo hubiera sabido probablemente habría gritado dejando el cuaderno encima de la mesa.
Hace garabatos en su cuaderno tratando de sacar la frustración, porque... realmente no quiere pensar en que quizá su enamoramiento crece a cada instante. No quiere pensarlo... no quiere sentirlo. Enamorarse de alguien ya es complejo, debía ser una tortura hacerlo de alguien tan lejano que jamás voltearía para mirarlo.
Y después de ver aquella poesía común pero sensible, también desea saber qué música se cuela por los auriculares que siempre porta, puede jurar que no es la misma música que sus amigos comparten en altavoz molestando a los demás. Piensa, a veces, que escucha música clásica.
La curiosidad incrementa cuando lo ve durante el descanso en un rincón de la biblioteca, en la parte más remota, en una esquina con la lámpara del es escritorio prendida ayudándole con la penumbra natural del lugar, tiene aquellos auriculares blancos, entre sus manos se encuentra uno de los libros que había comprado en aquel local escondido entre árboles y viento de paz. Puede notar por la posición de las hojas que la lectura está llegando a su final. Se ve solitario pero no en un termino de abandono, sino en una soledad pacífica. Solitud es lo que refleja el cuerpo de NamJoon que sólo es abrazado por la amarilla luz...
Aunque le agrada ver esta faceta de NamJoon y siente que conoce una parte interna que pocos más conocerían o les interesaría... aún no logra comprenderlo del todo... ¿por qué miente?, ya que después del descanso y después de los comentarios típicos "¿dónde estabas?, te perdiste de..., ¿qué hacías?", él sólo responde
— Estaba fumando...
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Las vacaciones han pasado tortuosas, el calor no le hace bien al ánimo de SeokJin, le ha preguntado a sus amigos para poder salir a algún balneario, pero todos están ocupados. TaeHyung irá a visitar a su familia que no conoce pero está ansioso, JungKook dijo que le acompañaría, HoSeok estará dando clases de verano y YoonGi, bueno... él quisiera estar en su casa...
— ... pero JiMin me obliga a salir y no puedo negarme.
... dijo suspirando.
Así que como última opción decide caminar solo por el parque, con un helado en la mano y su celular en la otra. Lleva una gorra deportiva porque siente que el sol podría quemar sus pestañas en un sólo segundo. Ama y odia ese clima...
Se sienta en un banco y presta atención a una figura sentada en el pasto, no porque lo conociera, sino porque está vestida de negro, piensa que es un suicidio con ése calor ¡¿Qué acaso no sentía que estaba asando su piel con ese color?! Sin embargo, al ver que se levanta un poco sacudiendo parte de su ropa... lo reconoce, es NamJoon.
¿Qué tan jodido debía ser el destino?
Por poco se estampa el helado en la cara de la sorpresa, siempre lo encuentra en la lejanía. Con timidez admira como saca de su mochila una cajita, es pequeña. Afila la mirada para poder observar mejor, y ve como de la cajita saca al pajarito que rescató hace un tiempo, el pequeño animalito se queda en sus palmas, parece reconocerlo, pero al tocar el pasto también pareciera recordar cuán amada era su vida libre..
SeokJin sonríe, lo está dejando en libertad, en su hogar. Ambos ven como emprende el vuelo.
Se ha quedado en el mismo banco sólo por ver a aquel chico que después de ver a su compañero emplumado volar simplemente ha sacado un libro, un cuaderno para al final colocarse sus auriculares ¿Es patético pasar toda la tarde mirando qué hace alguien a lo lejos? Quizás, pero le gusta porque siente como si estuviera acompañándolo. Cuando la tarde comienza a caer decide que regresar, ha sido un día más interesante del que pudo haber imaginado. Camina por el parque una última vez con el color naranja pintando el suelo, hasta que unas pequeñas patitas peludas corren hacia él, un pequeño perrito está moviendo su colita emocionado.
— No tengo comida...
Suspira y busca en su mochila algo que pueda darle al cachorro, por suerte, encuentra las donas que compró para la cena, rompe un pedazo y lo estira hacia el pequeño hocico, pero el cachorro no tiene el más mínimo interés.
— ¡Qué mal agradecido! ¡Son súper ricas!
Frunce el ceño y suspira, el cachorro no se mueve, sigue esperando algo. Piensa, al ver su lengua, que quizás tiene sed, no lo culpa, aunque el sol ha bajado, el calor sigue fuertemente. Mira en los alrededores preguntándose por su dueño, pero no encuentra a alguien que esté buscando a su cachorro por lo que opta por girar su mochila nuevamente buscando una botellita de agua.
— Agua... agua...
Sin embargo nota como el cachorro corre pasando de él y lo sigue con la mirada extrañado, piensa que encontró a su dueño. Ha corrido hacia la figura de ropa oscura que ahora se encuentra cerca de él. Se sonroja al ver como reacciona naturalmente acariciándolo, NamJoon siempre es tan amable.
— Ah~ ¿quieres comida?
— Yo creo que quiere agua.
Se sonroja de inmediato pues no sabe por qué habló. Los ojos de NamJoon se posan en su figura y siente unos nervios tan fuertes que incluso el calor pasó a segundo plano aún más cuando escucha su voz.
— Sí... quizás... pero no tengo agua.
— Amh... yo tengo.
SeokJin saca el agua con lentitud de su mochila y se acerca al cachorro, riega un poco en el suelo y ve como toma con la lengua el líquido que pueda conseguir del suelo. Realmente trata de no sentirse inferior por la presencia de NamJoon pero lo tiene allí, justo al frente, con el rostro tranquilo y su mochila en el brazo...
— Vaya, era cierto.
La sonrisa que brinda el moreno es sencilla, pero le ha encantado a SeokJin. Ambos quedan en silencio viendo como el perro tomaba agua, hasta que paró y simplemente se fue corriendo probablemente buscando a su dueño.
NamJoon lo mira y sonríe marchándose despidiéndose con un simple ademán.
SeokJin suspira respirando con regularidad.
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— Ah~ sí, sí, bares y antros, eso hicimos.
Replica NamJoon ante las preguntas de las chicas con faldas cortas, perfumes atosigantes y voz chillona. Realmente parece aburrido, SeokJin quisiera ser lo suficientemente valiente para tomar su mano y llevarlo a un sitio donde él sabría que se sentiría cómodo.
La biblioteca, quizás una zona solitaria de la Universidad, o quizás sólo a la cafetería. En cualquiera de esos lugares se sentaría con él, esperando, mirando a los alrededores o escuchando música, pues aunque SeokJin no es fanático de la lectura a él, por alguna extraña razón, le gusta ver a NamJoon leer.
Pero sólo atina a esconder sus manos en su suéter y suspirar frustrado de su propia cobardía.
Realmente siente que sus sentimientos han traspasado el "enamoramiento" y eso lo aterra.
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Hay un escándalo fuera de la Universidad, cerca hay un puente, debajo pasan coches a una velocidad constante, nota a chicos riendo, otras tantas gritando, pero la mayoría con celulares apuntando hacia un mismo lugar, procurando grabar todo.
Siente una mano en su hombro, gira y se encuentra a YoonGi con un rostro preocupado, mientras que JiMin está atrás tapándose la boca con su mano, que a su vez, está cubierta por su manga, ambos tenían las manos enlazadas pero no transmiten seguridad o confianza.
No comprende el por qué de esa mirada.
Cuando se asoma su garganta se seca. NamJoon está parado del otro lado del pasamanos, sosteniéndose con sus manos aferradas al mismo y sus pies siendo apenas sostenidos por la pequeña orilla. No mira a los alumnos, está mirando al frente...
SeokJin busca con la mirada a sus amigos ¡¿Por qué no lo ayudan?!, siente su sangre hervir cuando les ve grabando y murmurando a la par que lo señalan con curiosidad.
— ¡Us-ustedes lo conocen! ¡Hagan algo!
Todos los chicos y chicas lo miran en silencio, algunos se sienten incómodos así que desvían la mirada al instante, pero otros tantos sólo siguen en su mudez, hasta que una de ellas se atreve a hablar.
— Él sonrió cuando alguien se acercó y se balanceó más a la orilla. Si alguien va... seguro salta.
A SeokJin le parece la excusa más absurda y patética.
— ¡¿Y por qué mierda sólo están grabando?!
Los empuja tirando algunos celulares en el proceso, pero ahora mismo no le importa. Se acerca al puente y camina lento, escucha los gritos de YoonGi pidiéndole que pare, al girar se encuentra con JiMin deteniéndolo pues el pálido pareciera querer ir corriendo por él para bajarlo a golpes, pero en los ojos de JiMin parece haber confianza, como si creyera que él puede hacer algo para detener al moreno.
Caminaba con confianza hasta que NamJoon lo mira, sonríe y se balancea... exactamente como dijeron sus "amigos". Pero él no se rendirá, aún no hay cuerpos de seguridad para ayudar así que tratará de hablar con él...
— ¡Espera! ¡Sé que no me conoces...!
NamJoon no cambia su expresión, bueno, sólo arquea una ceja. Parece intrigado.
— ¡Pero yo te conozco!
El moreno sólo asiente, alentándole a continuar.
— Tomamos clase juntos...
La sonrisa de NamJoon se vuelve burlona y niega mientras se balancea más y más. SeokJin adivina sus pensamientos... da un paso más con temor.
— No... no es sólo eso... yo... yo te vi en esa pequeña librería... compraste dos libros... e-eran viejos... también... también vi cómo salvaste a un pajarito... y después de un tiempo lo dejaste libre... te... te he visto en la biblioteca, yo...
NamJoon suelta una risa fuerte, niega de manera marcada mientras mira a SeokJin y al fin habla.
— ¿Y sólo por eso dices que me conoces?
— Yo... yo... sólo sé que no que te gustan los lugares ruidosos... lo sé, no... no sé por qué dices cosas distintas a las que haces... pero...
La sonrisa de NamJoon se borra y parece reforzar el agarre en el pasamanos.
— ¿Eres un acosador?
— ¡No!, pero... es que... eres alguien muy... atractivo... no... no sólo físicamente... yo... esa... uh... ¡Oh! ¡La... la cafetería! Umh... ¡Yo encontré tu libreta en esa cafetería pequeña! ¡Y-yo la devolví!
SeokJin está tan nervioso que no puede formular palabras de manera correcta, pero sigue hablando confiado en que el moreno lo está escuchando.
— No sé mucho de poesía... en realidad no soy muy bueno en muchas cosas y desconozco mucho... pero... tu... lo... lo que... escribiste... es realmente... bello. Hay varias... es... es como si en esa... esa libreta... es-estuvieras... tu... es como... sí estuvieran tus verdaderos sentimientos. Creo que... fue la primera vez... que pude... verte realmente.
Se anima a continuar caminando con lentitud, no le interesa escuchar los gritos de los demás, no le importa quién está grabando o si YoonGi se ha desmayado, él sólo quiere avanzar hacia NamJoon.
— Aléjate.
Al escuchar la voz de NamJoon se detiene por un instante pero nota que la frase está llena de inseguridad, así que sigue acercándose, sintiendo confianza en que quizás podrá ayudarlo.
— También habían unas fotografías... estaban pegadas en la parte trasera... eran muy bellas, a-aunque no sé mucho del tema... pero... tienes una... una visión única. ¿Es raro? Es... no puedo dejar de... pensar... en qué tienes en tu corazón.
Sus pasos siguen firmes pero van lentos, lo último que quiere es asustar al moreno, aún cuando escucha su voz dudosa, aún cuando cree que puede sacarlo de esa situación.
— Tu... ¿qué...?
Cuando por fin llega hasta donde está toma delicadamente su mano, sintiendo el contraste del calor de la misma contra el frío del pasamanos y el gélido aire.
— Yo... me arrepiento de no haberme quedado con ese cuaderno.
El moreno mira directamente, sus ojos están muy abiertos, no entiende del todo y se anima a hablar correctamente. Mira con timidez las orbes cafés cuando NamJoon pregunta...
— ¿Por qué?
SeokJin afianza sus dedos sobre la mano del contrario y sonríe tímido aunque decidido.
— Porque así podría haber tenido un pretexto para hablarte... pude... pude haberte acompañado ese día en la biblioteca... o... en el parque, o pude haberte sacado de todos esos idiotas que se emocionaban por tus evidentes mentiras sobre tus vacaciones... pudimos compartir recuerdos reales.
NamJoon se sonroja muy tenuemente al sentir las manos del contrario en sus mejillas. SeokJin no pierde tiempo y lo besa, con la distracción, los elementos policiales, que ya habían llegado, corren y ayudan a poner a NamJoon a salvo jalándole de su ropa, sin embargo en ningún momento SeokJin deja de besarlo, sólo se aleja cuando ambos están a salvo en el puente, con gente rodeándoles.
Terminaron el beso y el moreno se oculta en el pecho de SeokJin con la respiración alterada, sintiendo la suave tela contra sus mejillas.
— U-uno... uno de esos poemas.... el título... era... «Reflection»... ahí te conocí, NamJoon.
SeokJin habla abrazándolo con la respiración agitada, no sólo por el beso, sino por la tensión liberada. No levanta el rostro, no le interesa saber quienes están a su alrededor.
❉
Ambos están sentados en los columpios del parque, SeokJin lo hubiera dejado después de haberlo besado, sobre todo por la vergüenza, pero NamJoon no soltó su mano en ningún instante, caminó con él hasta la ambulancia donde le revisaron rápidamente, atravesó con él la multitud que seguía, estúpidamente, grabando. Algunos oficiales dijeron que debían llevarlo a un hospital para ayudarlo con sus "problemas" pero él no los escuchó. Siguió caminando tomado de la mano de SeokJin hasta que llegaron a ese parque.
— ¿Te digo lo gracioso? no pensaba lanzarme.
SeokJin frunce el ceño evidentemente molesto.
— ¡¿Entonces...?!
— Sólo quería ver qué se sentía.
Suspira y comienza a patalear infantilmente mientras reclama, sus pies levantan un poco de polvo pero no le importa.
— ¡¿Qué se sentía?!
— No tengo... umh... tenía... mucho interés en la vida. Me pregunté si acaso tendría interés en la muerte.
— ¿En serio no pensabas... ha-hacerlo?
— No...
— Eres un idiota. No, espera, lo siento... ugh...
NamJoon sonríe y se balancea suavemente como un pequeño niño.
— Sé que lo soy... pero... ¿quisieras ir a tomar un café con este idiota?
SeokJin siente su rostro sonrojado pero hace un puchero para después desviar el rostro.
— ¿Por qué debería...? Jugaste con lanzarte de un puente. Eres cruel.
— No soy cruel. En realidad no pensé que podría importarle tanto a alguien como para subirse al puente junto conmigo.
— Lo eres, sin excusas. No veo por qué debo aceptar.
— Ah~ no tienes opción.
— ¡¿Disculpa?!
— Me has robado un beso...
SeokJin se sonroja y frunce el ceño más, ahora no comprende a NamJoon, claro que quiere salir con él, pero primero desea entenderlo.
— No fue tu primer beso, no tienes que actuar como si hubiera importado.
NamJoon detiene el movimiento y lo mira directamente para después patalear como infante, viéndose realmente tierno.
— ¡Ah! ¡No puedes jugar así con mis sentimientos!
— ¿Sentimientos?
El moreno vuelve a soltar un grito de frustración
— Vamos... tienes que hacerte cargo de todo lo que me causaste... hablar así... de lo que hago... de lo que escribo, de lo que soy... para que luego lo ignores... es injusto."
SeokJin se siente tímido, pero también conoce su realidad... y ésta es que quizá NamJoon sólo se siente curioso, y tristemente, SeokJin se siente enamorado, no curioso. Aunque podría sentirse feliz no quiere salir herido después, será mejor que las cosas queden claras.
— No me conocías sino hasta hoy.
— Por eso debes hacerte cargo...
— ¿Por qué?
— Por no aparecer en mi vida antes.
SeokJin se sonroja más y comienza a jugar con la punta de sus tenis, chocándolos suavemente a la par que se muerde el labio, quiere irse a su casa, ha recibido muchas emociones el día de hoy. Quiere esconderse en su cama y mirar alguna película para olvidar todo...
— Deja de jugar, NamJoon.
— No juego... tu conoces muchas más cosas de mí que mi familia o mis amigos... Y ni siquiera nos hablamos... no sé cómo pudiste hacerlo.
— Eso... yo...
— Por favor... es mi turno de conocerte... ¿sí?
SeokJin suspira y mira el cielo, sus dedos se aferran con fuerza a la pequeña cadenita del columpio. Está volviéndose débil.
— No sé...
— Debes tener al menos siete citas conmigo...
SeokJin sonríe suavemente ante el comentario con un toque infantil.
— ¿Siete?
— Me gusta el número siete.
SeokJin sonríe y lo mira con timidez.
— Tonto.
— ¿Eso es un sí?
— Sí.
El día cae un poco, SeokJin se siente tranquilo a lado de NamJoon y este parece estar sonriendo de na manera diferente, parece ser de una manera genuina. SeokJin decide levantarse, aún debe hablar con YoonGi quien seguramente está preocupado...
— Necesito irme. Mis amigos también deben estar alterados.
— Ah... tus amigos ¿Puedo conocerlos?
— Sí, no son muchos en realidad.
— Está bien, no importa.
— Bien... supongo, que... nos veremos mañana en clases ¿No?
— Sí... ¿me das tu número? Así podríamos hablar más tarde.
SeokJin se sonroja desviando un poco la mirada, junta sus manos con timidez y asiente de manera corta. Dicta su número mientras ve a NamJoon anotándolo.
— Jin... ¿Puedo decirte Jin? Te agendaré como Jin.
— Sí...
SeokJin toma su mochila del suelo y se dispone a caminar hasta que la mano del moreno lo detiene sosteniendo su brazo.
— ¿Puedo robarte un beso?
— ¡¿Qué?!
— Si te robo un beso tengo que hacerme responsable después ¿No? Eso significa que puedo invitarte otros días a salir.
SeokJin comienza a reír hasta que siente un beso en su mejilla y una voz en su oído.
— Gracias por verme como la persona que soy... y no el plástico que han construido de mí... y aún así, viéndome, no te has decepcionado.
SeokJin se sonroja asintiendo, se aleja un poco y comienza a caminar con rapidez, sus orejas están tan rojas que podrían quemarlo. ¿Por qué tenía que ser tan honesto? Se encoge entre sus hombros cuando escucha los gritos del moreno.
— ¡Siete citas! ¡Serán siete citas, Jin! ¡No le hagas caso a nadie que te pida salir!
— ¡Yah!
NamJoon sonríe metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón, luego toma su mochila y suspira. Todos lo veían como un chico calificado como "súper", con dinero, popularidad, siempre rodeado de gente... pero sólo SeokJin pudo eliminar esa capa que habían creado los demás, viendo al humano, eliminando el "súper".
.
.
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[[ Si me vuelvo loco entonces ¿Seguirías llamándome Súperman?
Si estoy vivo y bien, ¿Estarías ahí tomando mi mano?
Te conservaré a mi lado con mi fuerza súperhumana
Mi kriptonita ]]
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No sé si este final me convence más que el pasado, pero el resto del relato es bastante adecuado, me agrada.
¡Gracias por leer o releer esto que ya está editado! si posee algún error, por favor, avísenme.
VIVA EL NAMJIN!
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