Tu imagen danza,
un faro distante que nunca alcanzaré

⚔

—¿Qué… crees… que… estás… haciendo?

Me sorprende la fuerza con la que aprieta mi piel. Sus ojos grandes están fijos en los míos.

—Yo… KiHyun me dijo que controlara la temperatura de sus pieles.

La mentira sale rápidamente de mis labios y agradezco que la penumbra de la sala oculte un poco el rubor que siento escalar por toda mi cara. ¿En qué diablos estaba pensando? ¿Cómo podía osar siquiera tocarlo?

Sus facciones se relajan y afloja los dedos. Sin embargo no deja de mirarme. Y eso me pone nervioso. Quiero correr a mi habitación y esconderme por el resto de la noche. Entonces lo veo asentir y deja escapar un pequeño suspiro.

Con las manos temblorosas tomo el termómetro y se lo enseño pidiendo permiso de antemano. Su piel está tibia y un pequeño estremecimiento recorre su brazo cuando lo levanto apenas para apoyar el aparato en su axila.

—Debo tomarte la presión también.

No me mira, solo cierra los ojos, resignado.

—Haz… lo…que…tengas…que hacer…

No hay calidez en sus palabras. Solo una frialdad que me corta como un cuchillo. Intento relajarme y mientras espero a que suene el termómetro, miro vagamente hacia las demás camas. Todos parecen dormir profundamente. Las máquinas emiten un sonido rítmico y constante. Es relajante en cierta manera.

—¿Có-cómo te sientes?

HyungWon mueve la cabeza y me mira. Sus hermosos ojos oscuros brillan con la luz fría de los tubos fluorescentes.

—He… estado… mejor.

Intento sonreír, pero él no lo hace.

—KiHyun y Dami han estado trabajando en esto por años. Pronto estarán como nuevos, ya lo verás. Mientras tanto debes…

El beep del termómetro hace que me calle y miro el visor. Su temperatura es perfecta.

—Parece que está todo bien por aquí. Veamos la presión…

Entonces la puerta de la sala se abre y KiHyun entra apresurado y comienza a abrir los cajones.

—KiHyun, ¿sucedió algo? ¿Cómo está HyunWoo?

Se rasca la cabeza haciendo que su cabello se levante en varias partes. El color naranja intenso lo hacen parecer pequeñas llamas, como si su cabeza estuviera ardiendo.

—Me temo que la daga con la que lo apuñalaron, estaba envenenada. Y el muy idiota no avisó a tiempo. Eso hará que todo se complique.

Veneno. Como si no tuviéramos demasiados problemas ya.

—¿Se pondrá bien? —pregunto preocupado.

KiHyun hace una mueca de concentración mientras lee la etiqueta de un frasco con un líquido amarillo.

—Sí. Eventualmente —dice poniéndose de pie y volteándose a mirarnos—. No te preocupes demasiado. HyunWoo es fuerte, aunque a veces se cree indestructible. Pero supongo que el complejo de héroe no tiene antídoto. ¿Cómo está nuestro paciente?

Miro a HyungWon que se toca el pecho con aire distraído.

—¿Te duele el pecho, HyungWon?

HyungWon intenta incorporarse.

—La… llave… —balbucea mientras nos mira alternativamente a ambos.

—¿Llave? Ah, ¿te refieres a la cadena que colgaba de tu cuello? —KiHyun camina hasta su escritorio y abre el cajón—. La guardé porque necesitaba hacer unas placas de tu tórax… Ah, aquí está.

HyungWon se la arrebata de las manos y la aprieta contra su pecho. KiHyun me mira, quizá un poco sorprendido por la brusquedad del Vulture, pero tiene cosas más importantes que hacer y sale de la sala con un encogimiento de hombros.

—¿Es muy importante para ti? —pregunto mientras señalo el puño que oculta la llave.

—Eso… no…es…de…tu…incumbencia —balbucea. Su trato solo hace que su indiferencia sea aún más pesada de soportar. Me duele su trato. Por años he idealizado a este hombre heroico, adjudicándole una personalidad que no encaja con la realidad.

Asiento despacio y me retiro para dar un último vistazo a los Vultures que ahora descansan en la tibieza de un sala subterránea y lejos de aquellas prisiones de hielo.

He debido de quedarme dormido, porque cuando despierto, el metal del sujetapapeles de KiHyun ha quedado impreso en mi piel y mi mejilla duele. Miro alrededor y solo veo que algunos de los héroes están despiertos y más activos que el día anterior. Algunos ya se han puesto de pie y dan vueltas por la sala, fascinados con el ruido de las máquinas que muchos desconocen. Es un nuevo mundo para ellos.

Dami entra y me sonríe:

—Buenos días, bello durmiente. Espero que hayas podido descansar algo —dice mientras se acerca a revisar a algunos de los pacientes. Inconscientemente mi mirada gravita hacia su espacio. Lo veo sonriendo por primera vez desde que despertó y esa sonrisa hace que la mía florezca. Está sentado con Lee JooHeon, el Vulture de Kritanta. No puedo escuchar su conversación, pero el hecho de que esté sonriendo es suficiente para que mi humor se ilumine.

—¿Tienes hambre?

No me di cuenta que Dami ya había dejado de hacer su ronda y ahora estaba parada a mi lado haciendo anotaciones en su planilla con restos de mi baba seca.

—Perdón por eso —digo. Ella apenas si me mira y sonríe.

—No te preocupes. Ahora ve a desayunar. Los demás ya deben estar en el comedor.

Miro una última vez a HyungWon y este voltea justo a tiempo para que nuestras miradas se crucen. Y su sonrisa se esfuma y su ceño se frunce. No está feliz de verme.

—Ah, Hoseok, ¿podrías decirle a Yeon Jun que venga? Esa máquina ha estado volviéndose loca y mi paciencia está llegando a un límite.

Asiento y sin volver la cabeza atrás, salgo de la sala. Me siento molesto. No entiendo el comportamiento de HyungWon y, no sé si quiero averiguarlo.

Vacío mi bandeja en silencio, repasando cada uno de mis movimientos desde que él despertó. Repaso cada palabra que le dije, pero por más que lo intento, no puedo sacar nada en limpio para justificar su animosidad.

—¿Qué sucede contigo? —dice mi primo golpeándome el hombro con el puño.

—Min, ¿crees que estarán bien?

MinHyuk mira hacia el pasillo que conduce a la sala de los Vultures y se encoge de hombros.

—¿Por qué lo preguntas?

—Es solo una impresión mía, pero algunos de ellos son… raros.

Min sonríe, divertido.

—¿Quién de nosotros no lo es?

Mi primo es un caso perdido. Jamás se toma nada en serio.

—Me refiero a que algunos parecen muy poco predispuestos a colaborar.

Min se lleva una tostada a la boca y mastica con la boca abierta, regando toda la mesa con migas marrones.

—Bueno, no debe ser fácil para ellos tampoco. Piensa esto, cuando fueron capturados, probablemente hayan sido torturados por los Daggers antes de ser criogenizados. Y ahora despiertan, una década después, en un mundo que ahora domina el enemigo y con un grupo de locos vestidos como si fueran a protagonizar una nuevo film cyberpunk.

—No sé de qué diablos hablas, pero puede que tengas razón. Quizá solo necesiten tiempo… A propósito, ¿cómo está HyunWoo?

Min suspira y tira los restos de la tostada sobre la bandeja.

—No creo que esté disponible por al menos algunas semanas. KiHyun piensa que es mejor trasladarlo al laboratorio para observar de cerca su progreso.

Asiento. Adiós a mi compañero de habitación.

—Entonces, ¿qué haremos el día de hoy?

Chang se une a nosotros y saluda a mi primo con un beso escandaloso. Volteo la mirada hacia otro lado para no ponerlos incómodos.

—No mucho —responde Chang cuando lo suelta—, quizás practicar con las armas y planear estrategias de ataque. Hasta que los Vultures no estén 100% recuperados no hay mucho que podamos hacer, primo.

Min se echa a reír.

—¿Desde cuándo Seok es tu primo? —pregunta pasándole un brazo por lo hombros a su novio.

—Es tu primo. Y yo soy tu compañero. Somos tu familia.

Min me mira y le guiño un ojo.

—El primo tiene un punto —digo antes de tomar mi bandeja y salir de allí.

Me acerco a mi habitación y veo a KiHyun que está revisándole el pulso a HyunWoo que yace con los ojos cerrados. Su piel color caramelo está levemente colorada y su gran pecho sube y baja agitado.

—¿Cómo está? —pregunto acercándome a mi litera y agarrando algunas prendas.

KiHyun suspira preocupado y se quita los lentes antes de limpiar los cristales entre los pliegues de su playera.

—Tiene los síntomas clásicos de un envenenamiento, pero al no haberlo reportado a tiempo, me temo que el antídoto no está haciendo el efecto esperado.

HyunWoo se agita en sueños y su piel está cubierta de sudor.

—Min dijo que lo trasladarás al laboratorio.

Kihyun asiente y se pone de pie.

—Creo que será lo mejor. El problema es que no tenemos el suficiente espacio. Pero no te preocupes demasiado, él se repondrá. HyunWoo es un hombre fuerte, estará bien.

Quiero creer en sus palabras. No podemos perder a nadie más.

El agua caliente tiene un efecto casi sedante y para cuando salgo del baño, ya no me quedan ganas de ir a practicar. Pero cada uno de nosotros debe cumplir con los ejercicios. Debemos estar en las mejores condiciones si queremos vencer a los Daggers y recuperar Zalatoris.

—Golpea a tu oponente en diagonal, Seokkie, desde la cabeza a la cadera —Hye Jin hace una demostración y activa el bastón. El choque eléctrico hace que el muñeco salga disparado contra la pared de piedra—, o puedes usar el barrido, ven aquí.

Me acerco temeroso de salir herido con el bastón, pero ella me asegura que solo me mostrará la técnica.

—Recuerda mantener una postura firme, sosteniendo el bastón con tu mano dominante.

Asiento y me paro como ella indica. Hye Jin es una experta en técnicas de combate cuerpo a cuerpo así que intento aprender todo lo que puedo de ella.

—Tienes que estar lo suficientemente cerca para alcanzar sus piernas, pero lo bastante lejos como para evitar sus ataques —con un rápido movimiento, se agacha y golpea mis piernas con un movimiento envolvente y caigo de espaldas. Ella se sube a mi regazo y apoya el bastón en mi cuello. —Y así es como te liquido.

Ambos estallamos carcajadas hasta que escuchamos que alguien se aclara la garganta ruidosamente. Ambos miramos hacia la entrada y mi corazón cae en picada. Ahí está él, mirándonos con los ojos encendidos y los brazos cruzados.

—¡Wonnie! —El grito alegre de mi compañera me hace reaccionar de golpe y ambos nos ponemos de pie con algo de dificultad—. ¿KiHyun te dejó salir a estirar las piernas?

Ella se acerca a su hermano con los brazos abiertos y se arroja a su pecho. Sin embargo él sigue con sus grandes ojos fijos en mí y eso me pone nervioso. No quiero seguir sumando más animosidad entre nosotros, así que le hago una inclinación de cabeza y me alejo de allí.

—¡Recuerda poner en práctica lo que hicimos hoy, grandote!

La voz de Hye Jin hace eco en las paredes subterráneas y por alguna razón me siento agitado.

El resto del día, todos nos dedicamos a dibujar mapas y marcar puntos de posibles ataques con marcador rojo. Algunos de los Vultures ahora pasean por las instalaciones del secoya, y a última hora veo que BaekHo y Min, están ayudando a KiHyun a mover a HyunWoo al laboratorio. Corro a su lado ya que soy más grande que mi primo y HyunWoo es muy pesado, más estando en un estado de inconsciencia. Y para mi sorpresa veo que KiHyun nos indica la camilla donde dormía HyungWon.

—Recuéstenlo allí, con cuidado. Recuerden que su equilibrio se vio afectado por el veneno. Dami, por favor, chequea sus pulsaciones. Debemos mantenerlas entre 60 y 100 por minuto…

Salimos de allí conversando sobre la gravedad del estado de HyunWoo y nos despedimos en el pasillo que conduce a las habitaciones. Pero cuando abro la puerta de mi habitación, me quedo helado. HyungWon está poniéndose la playera blanca que la Orden le suministró cuando llegaron al secoya. Apenas si me mira cuando cierro la puerta a mis espaldas.

—KiHyun dijo que podía quedarme aquí —dice. Su voz es más estable que la noche anterior pero sigue siendo ronca por la falta de uso.

Me quedo mirando su maravillosa piel dorada. HyungWon es de una belleza avasallante. Salvaje y amenazadora. Como una majestuosa ave rapaz.

—¿Qué tanto miras, niño?

¿Niño? ¿Él acaba de llamarme niño?

Kriogenya

Hello, babys! Bueno les voy a dejar dos capítulos más porque esta semana voy a estar algo complicada para actualizar 😅 ¿Qué les va pareciendo la historia? Recuerden que es la primera vez que escribo algo de este estilo y temática, por lo que puede haber errores. Estoy intentando hacerla interesante y no sé si lo estoy logrando. Puede resultar algo lenta, pero las que me leen saben que necesito entrar en ciertos detalles para que sea creíble. En fin, gracias por el apoyo, por sus votos y comentarios. Cuando estoy a punto de abandonar todo, ustedes siempre me empujan para adelante. No soy la mejor, pero ustedes sí lo son. Las quiero. De paso agradezco a mi baby beta ElpelitorosadeWon por soportar mis eternos borradores con errores y corregirlos con paciencia y retos (me reta, sí) ajjajaja y por sus ideas que me han sacado más de una vez de los bloqueos. Sin ti no soy nada 🎶🎶 Las quiero. Son lo más de lo más ♥︎ Løve U all ♥︎