Capítulo 1: Mi propio lugar.
Hello. Mi nombre es Amy. Tengo 19 años y soy de Cuba. Aún no creo todo lo que me ha pasado, recuerdo bien todo. Mi vida dio un giro interesante.
Estaba ya cursando mi último curso de preparatoria. Vivía con mis padres, además de alguien más, Ely, que era mi vecina y mejor amiga. Ella vivía prácticamente en mi casa. Vivía sola y estaba bajo el cuidado de mi familia. Pues sus padres se habían ido del país pero ella no quiso pues quería pasar la escuela aquí y como nuestras familias eran muy amigas se quedó bajo la condición de que mis padres se harían cargo de ella, cosa que no preocupó puesto que Ely siempre fue muy independiente.
También había un lugar en el que siempre me sentía cómoda y que era como mi hogar. Era el café de mi amiga Mery. Ella tenia 26 años, pero nos llevábamos muy bien y cierto día me llamo al café con un tono serio para la conversación. Fui enseguida, pues ella estaba al irse del país, y pensé que sería sobre eso de lo que me quería hablar.
M: Amy, quiero decirte que ya pronto me iré del país, ya lo sabes, por eso quiero que tú te encargues del café. Puedes personalizarlo como tu quieras. Yo seré tu socia y te ayudaré en todo lo que pueda desde fuera. Eres inteligente, sabrás que hacer.
A: no se que decir... esto me pilla de sorpresa. ¿Puedo pensarlo?
M: las ganancias van a ser a partes iguales para las 2. Y si, tienes poco de tiempo, pero puedes pensarlo. Me voy en 3 días. Tu sabes todo sobre el café y siempre me ayudaste. No puedo dejarlo con nadie más que contigo, no quiero venderlo, además tu eres una gran amiga para mi. Ya eres mayor y seguro lo sacarás adelante y es mejor porque así mi café se mantiene y obtendré algo de ganancia de él.
A: ok, lo pensaré.
Me fui a mi casa pensando en todo lo que me había dicho Mery. Pensé mucho, entonces decidí llamar a Ely para que me diera consejo, siempre da los mejores. Ella vino enseguida y aunque estuviera un poco loca era muy buena aconsejando.
E: hola. Estaba con Verónica, ¿que inventas?
A: que bueno que llegas. Necesito consejo...- le conté todo, después de escucharme su expresión cambió a una seria y pensativa.
A: ¿qué crees que deba hacer?
E: creo que debes aceptar, te ayudara con los gastos y también será bueno para tu familia. Además el tema es obvio que será KPOP. Así muchos tendrán donde oir esa música tan buena, sabes que los Kpopers no tenemos un espacio. También me brindo para trabajar para ti. Podríamos atender el café juntas.
A: me gusta la idea. Ya se como se va a llamar: "Kpoper's Club Coffeshop".
E: me encanta... Es perfecto. Y tu con lo buena que eres en la cocina será un éxito.
A: no soy tan buena. ¡Pero haré mi mejor esfuerzo!
E: deja la modestia... Si eres buena eres buena.
Al día siguiente fui a casa de Mery con la buena noticia y en seguida me dio las llaves del lugar. Las siguientes semanas fue poner todo en orden para poder abrirlo, obvio Mery cumplió su palabra y nos ayudó mucho.
Después de la partida de Mery seguimos en contacto pues al fin y al cabo, ella era la verdadera dueña. Hablamos mucho y me ayudó con algunos temas en cuanto al menú y otras cosas respecto al café.
Esas semanas pasaron rápido. Entre Ely y yo sacudimos, limpiamos, arreglamos y preparamos el café. Cada día después de clase y así decidimos el horario que tendría el local: De 5pm a 11pm de lunes a jueves y los fines de semana de 8am a 11pm. Los viernes sería nuestro día libre, así lo decidimos.
El día de la inauguración se acercaba e invitamos a varios amigos y familiares. Mery envío el letrero y los menús. Ely me ayudó a preparar algunas cosas pero yo me ocuparía de la cocina en general. Ely se encargaría de atender a los clientes. También de la caja, algo que agradecía porque no era muy buena en matemáticas, no tanto como Ely.
Ely también hizo una página en facebook para el café. Ella se llevaba bien con la tecnología y las redes, algo que no podía hacer muy bien. También se encargó de la música. Ella en serio era la mejor, por algo es mi mano derecha.
Mery nos mandó también los uniformes. El letrero que envío antes estaba listo y colocado en su lugar, se veía muy bien.
Al fin, todo preparado, llegó el gran día de la inauguración y yo estaba muy entusiasmada. Nuestros invitados llegaron y les encantó el menú. Pero luego de que se fueran, los siguientes días no llegaba nadie. Hasta que llegaron un grupo de chicos. Ely enseguida fue a recibirlos.
E: Bienvenidos. ¿Que desean?
X: todos los cafés están llenos, menos este lugar. ¿Podemos pasar?
E: si, están de suerte porque abrimos hace poco, este café ya existía pero esta completamente renovado. Sientense en aquella mesa es la mas grande. Veo que son 8, esa es perfecta para ustedes.
X: ok, gracias.
Ely se movía rápido era muy buena para atender. ¿Dónde habrá aprendido? Me puse manos a la obra cuando me trajo los pedidos y terminé en tiempo récord, además de que se veían bien, la presentación es importante. Ely llevó los pedidos y enseguida tuvimos una respuesta. Les había encantado todo.
E: me alegra que les halla gustado.
X: pero hay algo que me intriga... ¡La música!
E: oooh... Es kpop en su mayoría. El nombre del lugar es Kpoper's Club.
X: es que no me fijé en el nombre al entrar. Pero igual no entiendo nada.
E: no se preocupen por eso solo hay que disfrutarla. Gracias por venir y si pueden recomienden el lugar. –Vi como Ely saco su teléfono y les tomó una fotos a nuestros primeros clientes oficiales, seguramente para las redes.
Así paso el tiempo y el lugar se volvió popular entre las personas amantes del kpop aunque habían otros que venían solo porque el café les gustaba mucho... La calidad del lugar era muy buena, según ellos... También Verónica era cliente regular. Ella era otra de mis amistades. En la escuela nosotras 3 siempre salíamos juntas.
El café se volvió un lugar especial para mi. Era mi lugar, mi segundo hogar. Disfrutaba estar en el café a pesar de lo agotador que era algunas veces. Verónica me ayudaba en la cocina cuando venia al café, si no tenía nada que hacer se metía a la cocina.
El tiempo se nos iba volando cuando estábamos en el café. Tanto Ely como yo adorabamos ese lugar. También como estábamos en la escuela estudiábamos cada vez que podíamos, pero el café nos absorbía un poco. Por eso cerrabamos algunas veces entre semana y hasta 2 días seguido. Creo que eso molestaba un poco a los fieles clientes pero que se le iba a hacer.
El café nos dio buenas ganancias y Mery estaba contentísima con lo que habíamos logrado en unos pocos meses de trabajo.
Habíamos logrado reunir a todos los kpopers en un lugar donde podían oir su música con libertad y sin que los molestaran. La mayoría de los cubanos no aprecian lo que es la buena música todavía.
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