Ship: Hyunmin

Integrantes: HyunJin y SeungMin

Grupo: Stray Kids

Género: Profesor y doctor

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Hoy era un día como cualquier otro para Kim SeungMin en su trabajo en la guardería Pyongsu. Él adoraba a los niños, y por tanto, su profesión. Tenía apenas 22 años, todos le decían que tenía una vida por delante, que hiciera algo que valiera la pena, pero él simplemente amaba lo que hacía, no sé podía imaginar en otro lugar.

Los niños adoraban a SeungMin, era un chico dulce e inocente en todo el sentido de la palabra, quizás por eso los más pequeños lo amaban.

Había una niña en especial que era la favorita de SeungMin, pues la pequeña Tzuyu decía que protegería a Minie (apodo que le dio a SeungMin) de los niños estúpidos e inmaduros.

La niña era un poco testaruda y temeraria, pero eso no quitaba la enorme dulzura que poseía su corazón.

SeungMin estaba encariñado con esa pequeña, pero no se comparaba al amor platónico que tenía hacia su tío, el hombre que la venía a buscar todos los días. Hasta su nombre sonaba perfecto: Hwang HyunJin.

Al parecer la madre de la infante trabajaba hasta tarde, y al estar divorciada, su hermano le hacía el favor de cuidar a su hija.

En realidad, SeungMin conoció a HyunJin en la universidad, poco antes de abandonarla por razones económicas.

HyunJin ahora a sus 26 años es un doctor reconocido en su ambiente laboral, tiene un gran talento y nadie duda que será uno de los mejores de Corea; y tal vez esa es una de las razones por las cuales SeungMin no le ha confesado sus sentimientos.

No se equivoquen, SeungMin ama su trabajo, pero no se cree lo suficientemente bueno para alguien como HyunJin.

Ya eran las 4 de la tarde, lo que significaba el final de otro día en la guardería.

- Minie, ¿me acompañas hasta que Jinnie llegue? -preguntó Tzuyu.

- Pues claro. -le sonrió tiernamente para después cargarla y dirigirse al jardín trasero.

Tzuyu siempre era de las últimas en irse, pues a HyunJin le exigían demasiado en su trabajo y no podía recogerla hasta las 5.

SeungMin jugó con Tzuyu alrededor de media hora, hasta que al fin llegó su amor platónico.

- Hola, SeungMin. Lo siento otra vez, los pacientes de última hora. -dijo HyunJin sonriendo de lado, Kim sintió que su corazón dio un vuelco- Tzuyu, ve a recoger tus cosas, te espero en la salida, voy a hablar un momento con Min.

- Ok. -dijo la niña antes de abandonar el lugar.

Los mayores salieron del patio interior y se aproximaron a la entrada.

- Acerca de Tzuyu, realmente no tienes por qué preocuparte, ella es muy obediente, no me causa problemas. -sonrió un poco ante sus propias palabras.

- Eso es porque eres tú, no digo que no sea una buena niña, porque lo es. Solo que es muy traviesa, hiperactiva, impaciente y un poco ruidosa, como un cachorro. Sin embargo, a tu lado es como un gato, no pierde esa naturaleza de ella, pero es más callada, te escucha sin rechistar y se mantiene a tu lado. Estoy perdiendo mi lugar como tío favorito. -habló diciendo su última frase en broma y con un ligero puchero.

- ¿Eh? Para nada, yo realmente no hice nada para que ella se comportara así conmigo.

- No necesitas hacer nada, es tu personalidad. Tan sencilla, tan pura, para los niños eres como un rayo de sol, un adulto sincero y sin dobles intenciones, muy diferente a los de la sociedad de hoy en día. Esa es una de las cosas que más me gustan de ti. -se expresó algo ... ¿coqueto? Imposible.

SeungMin se había quedado sin palabras ante lo dicho por HyunJin, de suerte en ese momento Tzuyu apareció llevándose a su tío con ella, no sin antes despedirse ambos de su profesor favorito con un beso en la mejilla.

¿Un beso en la mejilla de Tzuyu? Se sentía bien.

Pero, ¿un beso en la mejilla de HyunJin? Ya podía morir feliz.

Después de soltar un suspiro de satisfacción, SeungMin se aseguró de cerrar bien el lugar y partió hacia su hogar.

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Otro día comenzaba en la pequeña pero acogedora guardería Pyongsu, un miércoles para ser exactos. SeungMin comenzaba su día como siempre: con una sonrisa, sin embargo, el día no pegaba con aquel gesto tan brillante.

Nubes oscuras cubrían el cielo; la pequeña Tzuyu llegó sin su habitual ánimo; quien la trajo fue HyunJin, no su madre y para desgracia de Kim, no venía solo. Una mujer vestida de un amarillo chillón y sonrisa claramente falsa venía con él.

El doctor se mostraba aburrido ante las palabras de la mujer que nombró Irene. A pesar de eso, algo dentro de SeungMin se removió, porque eso es lo que te provoca el amor, ¿no? Celos irracionales ante cualquier cosa.

- Vaya vaya, así que en este lugar se queda mi sobrina, ¿eh? ¿No crees que deberías buscar un lugar un poco más decente, Jinnie? -habló la mujer que SeungMin ya estaba comenzando a odiar, y eso es un milagro ya que el chico es bastante pacífico.

Es cierto que aquella guardería no era la más ostentosa y tampoco tenía las mejores condiciones, pero los niños eran felices y eso era suficiente para Kim. Además, ¿acaso dijo sobrina?

- Irene, controla tus palabras, no hay mejor lugar que este para dejar a Tzuyu, además, yo y su madre confiamos plenamente en SeungMin. -y así el peli negro cayó un poco más enamorado del bello doctor- Por último, no es tu sobrina, tú y yo no somos ni seremos nada. Ahora cuida tus palabras o tendrás que coger el bus para llegar a tu oficina.

Irene bufó pero no dijo más nada. HyunJin y la pequeña, agarrados de la mano, fueron hasta dónde se encontraba su hombre favorito. Si, el de los dos.

- Lo siento por ella. Es la hermana de mi mejor amigo y nos conocemos desde pequeños, por eso estoy en la obligación de "cuidarla". Parece que aún no entiende que soy homosexual y sigue tratando de tener una relación conmigo.

"Esperen, paren el mundo.

¿¡El amor de mi vida es gay!?
Dios, debí ser muy buena persona en mi vida pasada." -pensó SeungMin.

- Odio a esa mujer. -dijo Tzuyu enfurruñada y con un tierno puchero que derritió el corazón de los mayores.

SeungMin se agachó hasta la altura de la niña y mirándola con cariño le dijo:

- ¿Sabes algo? Yo también. Pero no debemos pensar así. Recuerda que las personas cambian y pueden llegar a ser mejores; y en caso de que no cambien, la vida se encargará de hacerlos pagar por lo que hayan hecho. Eso se llama Karma.

- Después de todo prefiero a Minnie como tío. Oye, Jinnie, ¿por qué no te casas con Minnie?

Kim estaba seguro de que ahora su cara lucía un rojo más brillante que el de un farol chino. A pesar de la vergüenza, eso sonaba demasiado bien para sus oídos.

- ¿Pero qué dices, Tzuyu? Tu tío no- habló SeungMin, pero fue interrumpido.

- ¿Qué más quisiera yo que tener a Minnie como esposo? -dijo haciendo un puchero- Pero este doctor de quinta es muy poca cosa para Kim SeungMin.

- ¿De qué hablas? Yo soy muy poca cosa para alguien como tú.

- Estás loco. Eres la persona más increíble que he conocido. No hables así de ti.

- ¿Y ustedes por qué se lo toman tan en serio? -dijo la recepcionista, la cual nadie había notado que estaba ahí- Aunque bueno, no es un secreto para nadie aquí que SeungMin está flechado por el Dr. Hwang.

Ahora el peli negro si que quería desaparecer de la faz de la Tierra. El castaño lo miró con una ceja arqueada, pero él solo se limitó a despedirse rápidamente e ingresar al interior de la guardería junto con Tzuyu.

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Han pasado un par de semanas desde que Kim pasó la mayor vergüenza de su vida, y por supuesto, como en un clásico cliché de toda la vida, ha estado evitando a Hwang desde entonces. ¿Qué esperaban?

Y hoy es otro día donde el peli negro sale del trabajo temprano y lo deja todo a cargo de la recepcionista.

Sip, todo un experto en salir huyendo.

SeungMin caminaba tranquilamente a su casa, pensando en que no podría evitar al doctor para siempre, un suspiro desalentador escapó de sus labios.

- Dicen que la felicidad se te escapa cuando suspiras. -dijo una voz que conocía demasiado bien, proveniente de su izquierda, específicamente del interior de un precioso Audi negro.

- Dr. Hwang, ¿qué hace aquí? ¿Y Tzuyu? Ya va siendo hora de que la recoja.

- ¿Ahora te preocupas por ella? ¿Después de que abandonaras tus responsabilidades?

- No hables así. Simplemente ... tenía cosas que hacer. -dijo desviando la mirada, claramente avergonzado.

- ¿Durante 3 semanas? ¿Todos los días? Sé que no estás acostumbrado a mentir, pero busca una mejor excusa. Ahora, sube.

- ¿Qué? ¿Para qué?

- Te llevaré a casa.

- No, pero, ¿y Tzuyu?

- Hoy su madre fue a buscarla, ahora sube.

- Pero ... no es necesario, mi casa está cerca de aquí.

- Sube.

Y SeungMin no pudo replicar más, no cuando semejante hombre le estaba pidiendo (ordenando) que se subiera a su auto.

Obedeciendo al doctor, se ubicó en el asiento del copiloto. Estaba demasiado nervioso y sentía como sus manos sudaban. Trataba de entretenerse con cualquier cosa con tal de que no surgiera ninguna conversación, sin embargo, en medio del camino recordó algo.

- Espera, ¿cómo me vas a llevar a mi casa si no sabes dónde vivo?

- ¿Quién dijo que te llevaría a tu casa? Vamos a la mía.

- ¿¡QUÉ!? ¿Por qué?

- Porque quiero.

Y ahí SeungMin notó que el doctor también poseía un lado caprichoso y obstinado, tal vez más que Tzuyu.

"Así que es de familia" -pensó.

- Doctor, ¿podría por favor dejarme aquí mismo si no me va a llevar a mi casa?

- Tranquilo, más tarde te dejaré en tu casa, pero ahora vamos a hablar.

- No tengo nada que hablar con usted.

- Joder.

HyunJin frenó de repente causando que Kim se sobresaltara, golpeó el timón con un poco de fuerza y rabia.

- ¿Por qué eres así? No huyas más.

Y después de esas palabras SeungMin estaba dispuesto a salir del auto e irse de ahí, pero el castaño fue más rápido y colocó los seguros en las puertas.

- ¿Ves lo que digo? En seguida sales huyendo.

- ... ¿Qué quieres?

- Comerte.

El peli negro creyó que estaba envejeciendo demasiado rápido, pues parece que escuchó mal, quizás debería programar una cita con el otorrino.

- Ah, perdón. Tengo que hacerme una limpieza de oídos, no escuché bien, ¿puedes repetir?

- Quiero comerte, pero bueno, antes de eso, quiero empezar una relación contigo, hay que hacer las cosas bien.

- ...

- Oye, Minnie. ¿Estás ahí? -dijo agitando una mano enfrente de su rostro.

- Doctor, no sabía que era un bromista. No me hizo mucha gracia de todas formas. Si esto es por lo que dijo la recepcionista hace unas semanas, le ruego que no se lo tome enserio.

- Muy tarde. Me traes loco desde hace rato y me entero que tú también estás interesado en mi. Eso no lo olvidaría ni aunque me obligaras.

- ¿Desde hace rato? ¿A qué se refiere?

- Desde que aún estabas en la escuela de Medicina. Le agradabas a todo el mundo, y por supuesto a mi también, por lo menos al principio. Pero después eso fue creciendo, hasta el punto de que mi sueño de ser doctor parecía insignificante al lado del deseo de estar contigo, hablo de una forma romántica por supuesto. Pero luego dejaste la escuela y no sabía que fue de ti, hasta hace un par de años que te encontré de nuevo, en la guardería de mi sobrina. SeungMin, ¿no quisieras ser mi novio?

- No lo entiendo, ¿por qué yo? Al lado tuyo soy tan común que a veces dudo que merezca hablar contigo.

- ¿Por qué no te das cuenta de lo especial que eres? Posees valores que pocas personas conservan hoy en día, además que eres bello, precioso, tanto físicamente como sentimentalmente. ¿Podrías responderme? ¿Serías la pareja de este inútil doctor? Ah, aunque digas que no, no me voy a rendir. Me gustas demasiado.

SeungMin se sentía halagado por lo dicho por su doctor preferido, no sabía como expresarse bien después de semejantes palabras. Cualquier frase se sentía insignificante ahora, lo mejor en estos casos eran las acciones.

Por eso, Kim se tragó su inmensa vergüenza y, agarrando con suavidad el rostro del contrario, juntó sus labios con los de Hwang.

Empezó con un vaivén lento, que poco después fue correspondido por el castaño, quien se encontraba en el limbo debido a la suavidad y exquisitez de los labios de SeungMin.

Se acariciaban lentamente, sin prisas, alguna que otra lamida o mordida juguetona. Después de un tiempo que pasó demasiado lento, o tal vez demasiado rápido, se separaron con sus corazones acelerados, pero satisfechos.

- ¿Eso es un si?

- Y si fuera una despedida, ¿me dejarías ir?

- Ni en un millón de años.

Y ambos se sonrieron, contentos, tranquilos, felices, emocionados, pero sobretodo, enamorados.

Continuará ...

Hello~

Este OS tendrá una 2da parte pa l@s que se quedaron con ganas del lemon😗

Kisses😙