Ship: Yoonmin/Sujim

Integrantes: Yoongi (Suga) y Jimin

Grupo: BTS

Género: Empresarios [+18]

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Park Jimin se encontraba en una situación triste y difícil. Su padre había fallecido recientemente, eso de por sí solo ya era terrible. Pero los verdaderos problemas comenzaron cuando leyeron su testamento.

Su padre le había dejado su empresa y el 50% de sus acciones a él, su único hijo, y por tanto, único heredero.

Jimin apenas tenía 19 años, no tenía edad ni experiencia para dirigir una corporación. Si dejaban todo en sus manos, lo que su padre había tardado años en construir se derrumbaría en pedazos en unos pocos meses.

El peli rosa en medio del velorio de su padre, no tenía tiempo de entristecerse y llorar por él. Estaba rodeado de accionistas, presidentes de otra empresas, abogados, banqueros y todo tipo de hombres de negocios. Se sentía asfixiado, sabía que este mundo era sobretodo de apariencia, al menos había aprendido eso de su padre. Mantenía su cara inexpresiva mientras agradecía las condolencias por parte de aquellos desconocidos. Por dentro se estaba rompiendo.

- Señores, ¿serían capaces de no agobiar tanto al joven? Su padre acaba de fallecer. Podrán hablar sobre negocios otro día.

Después de las palabras de aquel desconocido, las personas alrededor de Jimin se dispersaron. Él por su parte se sentía intrigado, ¿quién era ese hombre que poseía esa comprensión ante su situación?

- Muchas gracias por su ayuda. Me llamo Park Jimin, ¿usted es ...?

- Cierto, disculpa mis modales. Mi nombre es Min Yoongi, presidente de Bangtan Corporation. Tu padre fue un gran amigo mío. -extiende su mano hacia el contrario en señal de saludo y Jimin no duda en devolver el gesto.

El menor no podía creer que fuera el presidente de una compañía, parecía todavía estar en sus 20. Y además, ¿Bangtan Corporation? Es una de las compañías más grandes e importantes del país.

- Tu padre me ayudó mucho cuando aún estaba empezando en este mundo. Le debo mucho a ese hombre, pero parece que no podré devolvérselo. -su expresión decayó un poco.

- Disculpa mi intromisión. ¿Qué edad tienes? Pareces muy joven.

- Tengo 26, acabados de cumplir.

- ¡Wow! Felicidades. Y yo quejándome por tener que dirigir una empresa. ¿Cuántos años llevas en la presidencia?

- 3 años. Espera, ¿Park Jisung le dejó todo a su hijo?

- La empresa y la mitad de las acciones.

- Con razón tenías a esos buitres alrededor, ¿pero no eres muy joven para eso?

- Tengo 19. Ya soy mayor de edad, así que tengo que ejercer el cargo. No tengo idea de qué voy a hacer. -Jimin se mostró realmente frustrado.

- Debe ser muy duro para ti. Aquí tienes mi número, te ayudaré en lo que pueda. No dudes en llamarme.

Jimin toma la tarjeta de Min Yoongi y agradece su preocupación. En la tarjeta se encontraba el número de su oficina, pero en la parte posterior estaba su número personal, el cual había sido escrito con bolígrafo. No pudo evitar sonreír, aquella persona había sido la primera que lo había tratado tan bien desde que falleció su padre.

Minutos después, el peli negro se retiró, no sin antes despedirse de su nuevo amigo, el cual le parecía bastante adorable.

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Habían pasado cerca de 6 meses desde el fallecimiento de su padre. Jimin aún estaba aprendiendo cómo dirigir una empresa, pero estaba haciendo su mejor esfuerzo: por su padre y por ... el señor Min.

En estos meses no habían perdido el contacto. Se encontraban de vez en cuando, tanto para hablar de negocios como para salir como amigos. Jimin se sentía muy atraído por Min, tanto que no sabía exactamente qué tipo de atracción era, pero no le desagradaba la sensación.

Se encontraba en su nueva oficina, perdido en sus pensamientos cuando su secretaria le avisa que Min Yoongi está al teléfono. Jimin sonrió y descolgó con gran entusiasmo.

- ¿Señor Min?

- ¿Otra vez me llamas así? Te dije que me dijeras Yoongi, tampoco tenemos tanta diferencia de edad. Me haces sentir viejo.

- Perdón Yoongi-hyung. ¿A qué se debe tu llamada?

- ¿Qué? ¿Acaso no puedo llamar a un amigo?

- No, no es eso ...

Yoongi empezó a reír al otro lado de la línea. En serio le gustaba molestar a Jimin y ponerlo nervioso.

- Solo bromeaba, no te lo tomes muy en serio. En realidad llamo para avisarte que esta noche hay una fiesta en el lobby del Hotel Brown. Ya sé que no te gustan esas cosas, y a mi tampoco, pero van a haber grandes personajes del mundo político ahí, es una buena oportunidad para ganar conexiones.

- No sé hyung, yo ...

- No te preocupes, yo te acompañaré. No te dejaré solo en medio de un mar de tiburones.

- ... Está bien. Si tú estás conmigo me siento tranquilo.

- Eso quería oír. Nos vemos a la noche.

- Hasta luego. -cuelga el teléfono.

Jimin no estaba seguro de ir a aquella fiesta, pero si Yoongi iba a estar con él se sentiría más calmado.

Ese día alrededor de las 8 de la noche, Jimin se encontraba en el lobby del hotel acompañado de su primo, Kim Seokjin. Estaban conversando con unos accionistas que parecían ser agradables.

De repente, todos comenzaron a mirar hacia la entrada, y ¿cómo no iban a hacerlo? Quien estaba llegando era Min Yoongi, el hombre que a pesar de ser tan joven, había convertido su empresa en una de las mejores en tan solo 3 años.

Estaba guapísimo con su traje negro ajustado. Jimin sintió que babeaba con solo con verlo.

"¿Qué está sucediendo conmigo?" pensó. Sin embargo, no le gustó nada lo que tenía al lado.

Una joven de cabello negro y largo, lacio, con un vestido rojo ceñido que le quedaba espectacular, estaba sujeta a su brazo. Celos, eso fue lo que sintió Jimin, pero ¿por qué?

Yoongi y la chica se acercaron a dónde estaban ellos y se saludaron. La joven no dejaba de reírse, ¿qué le hacía tanta gracia?

- Jimin, te quiero presentar a alguien. -comenzó Yoongi- Ella es mi novia, Hyuna.

¡CRASH! Primera grieta.

- Ah, mucho gusto. Me llamo Park Jimin. Él es mi primo, Kim Seokjin. -habló señalando a la persona a su lado.

- Un gusto. -respondió la joven.

- Nos vamos a casar en un par de meses. -dijo Yoongi.

¡CRASH! x2 Segunda grieta.

- Y-Ya veo. Felicidades ... -dijo Jimin con la cabeza gacha mientras sus ojos comenzaban a aguarse.

- Gracias. Tener el apoyo de un amigo importante como tú me hace feliz. -dice Yoongi y se gira para besar a su novia ...

¡CRASH! x3 Y algo dentro de Jimin se acabó de romper.

- D-Disculpen, voy un momento al baño. -susurró el peli rosa casi sin poder aguantar las lágrimas antes de salir corriendo.

Corrió, corrió y corrió hasta que llegó al baño que estaba más lejos del lugar de la reunión. Le dolía el pecho, no podía respirar, ríos caían de sus ojos, se sentía peor que cuando su padre había muerto.

Pero, ¿por qué? La respuesta estaba en el espejo en frente de él, al ver su cara se dio cuenta. Se había enamorado de Min Yoongi ...

No pudo evitar echarse a llorar otra vez, cayendo arrodillado en el piso, se había dado cuenta demasiado tarde. Había perdido a su hyung, ya no podría decirle lo que sentía.

El dueño de sus pensamientos y sus lágrimas se encontraba parado en la puerta del baño. No llevaba mucho allí, pero había visto lo suficiente. Jimin se estaba deshaciendo en lágrimas.

Cuando este se dio cuenta de que Yoongi estaba ahí, comenzó a pensar miles de excusas para cuando él le preguntara qué le pasaba. Pero Yoongi no preguntó.

Se acercó al menor con una expresión neutra y lo tomó del brazo indicándole que se levantara. Jimin se levantó sin rechistar mientras cubría su rostro, no quería que el mayor lo viera así. Yoongi le retiró la mano de la cara y limpió una lágrima que salía en ese momento. Susurró un casi inaudible "Perdón" y comenzó a caminar arrastrando a Jimin consigo.

Se subió al elevador y marcó el piso 25, el más alto del hotel. Jimin estaba nervioso, Yoongi estaba muy serio y no había dicho nada.

- Yoongi-hyung, ¿qué sucede?

El mayor no respondió, tampoco miraba a Jimin a la cara, pero no soltaba su mano. Cuando llegaron a su destino, Yoongi se dirigió a una de las tantas suites que habían en el piso. ¿Por qué había reservado una habitación?

En cuanto entraron, Yoongi cerró la puerta y se abalanzó sobre los labios de Jimin. Lo besaba como si llevara años deseando hacerlo. Introducía su lengua a la boca del menor provocándole espasmos y bajos jadeos. Jimin estaba sorprendido, pero no lo rechazaba; sabía que estaba mal, pero él también lo deseaba.

Intercambiaban besos suaves y luego volvían a hacerse feroces. Yoongi empezó a bajar al cuello de Jimin; besando, chupando y mordiendo.

- Yoongi ... espera. -decía Jimin con la respiración agitada.

Estaba excitado, y él quería lo que estaba sucediendo más que nadie. Pero estaba confundido. ¿Por qué Yoongi estaba haciendo eso?

Yoongi hizo caso omiso a las palabras de Jimin y siguió besando su cuello. Bajó su mano hasta la erección del menor y empezó a acariciarla por encima del pantalón. Jimin soltó un gemido bajo, estaba ardiendo en deseo, pero, él quería saber. No quería arrepentirse después.

Con una fuerza que ni él mismo sabe de dónde la sacó, apartó a Yoongi de su cuerpo y comenzó a sollozar. Eran demasiados sentimientos los que lo inundaban, se estaba ahogando.

- ¿Por qué ... ? ¿Por qué haces esto? Primero no dices nada y me arrastras a una habitación del hotel con ninguna expresión en tu rostro. Y luego, me comienzas a besar a pesar de que tu prometida está allá abajo. No te entiendo ... Yoongi. -continuó sollozando.

El mayor se acerca de nuevo y lo abraza. Jimin trata de zafarse, pero Yoongi no lo permite.

- Perdón. -dice susurrando en su oído- Tienes razón, primero debemos hablar.

Ambos se sientan en la cama. Yoongi da un gran suspiro y comienza a hablar.

- Primero, esa mujer allá abajo, no es mi novia, mucho menos mi prometida.

- ¿¡QUÉ!? No puede ser. Tú ... estás mintiendo.

- No estoy mintiendo. Es que sería imposible, ya que ella y yo ... somos hermanos.

- ¿Qué? ... entonces, ¿por qué fingieron ser novios? ¿Por qué mentir así?

- Porque yo quería comprobar una cosa, y ella me ayudó a hacerlo. Verás, hace meses hay un chico que me está volviendo loco, todo de él. Sus ojos, que cuando sonríe se hacen rayitas, sus labios gruesos, su cabello teñido de rosa y su trasero bien redondito, además de que es malditamente adorable. Estaba enamorado, pero tenía que saber que sentía ese chico. Y ese chico, Jimin, eres tú.

- ¿Yo? Pero ... ¿ahora sabes lo que siento?

- Fue más que suficiente el que salieras corriendo cuando fingí besar a mi hermana y el encontrarte llorando en el baño. La cara que traía era porque me estaba aguantando las ganas de saltarte encima en frente de todo el hotel.

Jimin no pudo evitar sonrojarse, Yoongi estaba enamorado de él. De alguna forma no lo podía creer.

- Entonces, ¿me quieres?

- Mierda, Jimin. ¿En serio me preguntas eso? ¿Que si te quiero? Estoy jodidamente enamorado de ti.

- Y-Ya veo. Yo también, creo que desde hace un tiempo ya, aunque me di cuenta hace a penas unos minutos.

Después de esas palabras, Yoongi se abalanzó sobre su querido niño. Comenzó a besarlo otra vez con desespero, sin embargo, hace una pausa un momento para decir:

- Perfecto, ahora que ya no hay dudas, vamos a la acción. Esto no se puede quedar así. -dice Yoongi señalando su erección, la cual ya empezaba a dolerle.

Jimin asiente avergonzado y continúan con sus besos, los cuales eran cada vez más húmedos y deseosos. Era como una droga para ambos, una que solo les hacía querer más.

Yoongi quitó su saco y el de Jimin, también arrancó su camisa rompiendo los botones y dejando a Jimin sin nada en la parte superior de su cuerpo. Yoongi sentía que habían despertado un lado salvaje que ni él sabía que tenía.

Empezó a recorrer con su lengua el torso desnudo de Jimin, dándole especial atención a sus pezones. Por su parte, Jimin no estaba caliente, estaba jodidamente en llamas.

Podía sentir como comenzaba a salir su líquido pre-seminal. Él no se atrevía a decirlo, pero quería a Yoongi dentro de él.

- Tranquilo, bebé. Espera un poco, enseguida estaré en tu interior.

¿Acaso Yoongi era adivino? ¿Cómo podía saber lo que estaba pensando?

Esas palabras sólo lo excitaron más, quería que Yoongi hiciera un desastre de su cuerpo, que cuando terminara con él no pudiera recordar ni su nombre.

Jimin reunió valor e intercambió posiciones, sentándose encima de Yoongi, tomándolo por sorpresa. Empezó a descender y a quitar el cinturón y el pantalón del mayor, dejándolo solo en bóxers.

Empezó a tocar su erección, excitando increíblemente al mayor. Por fin se despoja del bóxer dejando al descubierto el miembro bien proporcionado del peli negro. Comienza a masajearlo lentamente con sus manos.

La cara de Yoongi no tenía precio cuando Jimin acercó su boca a su pene y comenzó a lamerlo. El tacto de la húmeda lengua de Jimin le provocaba espasmos y le hacía delirar.

Después de lamerlo un poco más, introduce casi por completo el miembro en su boca. Yoongi era demasiado grande y no cabía por completo en la pequeña boca del hasta hace poco inocente Jimin.

El peli rosa aumentó el movimiento de su lengua y ahuecó sus mejillas, raspando ligeramente con los dientes, provocando que el mayor sintiera maravillas y soltara roncos gemidos y una que otra maldición.

Poco antes del orgasmo, Yoongi retira la boca de Jimin.

- ¿Que pasa? ¿Acaso no te gusta?-preguntó Jimin temeroso.

- ¿Bromeas? Me encanta, pero a pesar de que la idea de venirme en tu boca suena tentadora, quiero venirme dentro de ti. Date la vuelta.

Jimin obedece al mayor, y en cuanto lo hace, Yoongi le quita su pantalón y sus bóxers.

Sin él más mínimo aviso, penetra el pequeño agujero de Jimin de una estocada, causándole una intensa sensación de dolor. Pero, ¿por qué será? Ese dolor se sintió tan bien, solo lo excitó más. Tal vez Jimin tenía un lado masoquista.

Al principio el movimiento era suave y lento, pero después se hizo más fuerte. Las estocadas eran rápidas y certeras, ya el menor no sentía dolor, solo placer. En un momento Yoongi llegó tan profundo que tocó la próstata de Jimin, provocando un muy agudo gemido por parte del peli rosa.

Yoongi volvió a tocar ahí, una y otra vez, mientras amasaba y golpeaba suavemente sus glúteos. Jimin gemía como nunca en su vida, se estaba ahogando en placer. Finalmente llegó al orgasmo, corriéndose sobre las sábanas. El peli negro se vino en su interior poco después.

El mayor retira su miembro y ambos caen exhaustos sobre la cama, quedándose dormidos mientras se abrazaban.

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Al pararse siente una punzada en su espalda baja, Yoongi se había pasado un poco. Siente un abrazo y se gira para encontrarse con un Yoongi adormilado.

- ¿Huyendo, bebé?

- Solo voy a bañarme.

- Voy contigo. Estaba pensando, ahora podré pagar la deuda que tengo con tu padre.

- ¿Y cómo harás eso?

- Amándote y cuidándote por el resto de mis días.

Fin