Ship: Taekook/Vkook

Integrantes: Taehyung (V) y Jungkook

Grupo: BTS

Género: Escolar [+18]

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- Oye, ¿viste a Taehyung-oppa? ¡Es tan lindo! -habló la castaña.

- ¡Tienes razón! Pero, yo prefiero a Jungkook-oppa, es tan sexy. -contestó con picardía la rubia.

-¿Jungkook-oppa? ¿No te parece un poco borde y arrogante?

- ¡Por eso mismo! Esa aura de bad boy lo hace ver tan misterioso y frío, como un príncipe de hielo.

- Es cierto, su actitud llama la atención, pero yo me quedo con mi TaeTae. -concluyó la castaña con una sonrisa enamorada.

Debates como esos se escuchaban todos los días a lo largo de los pasillos, siempre hablando de cuál es mejor, si Jungkook de 1ro o Taehyung de 3ro.

¿Y cómo no hacerlo? Ambos eran por mucho los más populares de la escuela, y siendo totalmente opuestos, las personas tendían a compararlos.

Jungkook que pasaba cerca del lugar y escuchó la conversación de las 2 chicas, pensó que estaba totalmente de acuerdo con la castaña. TaeTae era tan lindo, y encima de todo dulce.

Aunque Jungkook sabía que también podía llegar a ser bastante sexy y masculino. Como cuando jugaba fútbol y quedaba sudado y agitado; o aquel rostro serio que ponía cuando se concentraba; y como olvidar la forma en que su lengua pasaba por sus labios en un gesto nervioso.

Aquella acción iba a acabar con su cordura.

Y por si no se han dado cuenta, Jungkook tiene un crush con Taehyung.

El castaño suspiró y siguió su camino, estaba algo decaído, no le gustaba que las personas lo compararan, y menos con Taehyung.

Pensando en todos sus problemas ingresó a su clase.

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Jungkook y su mejor (y único) amigo Jimin, estaban almorzando en la cafetería.

El menor (en estatura) estaba hablando de algo que sinceramente Jungkook no tenía idea. Estaba muy ocupado observando al amor de su vida a.k.a. Kim Taehyung, que se encontraba al otro lado del local.

- ¡Jungkook!

El mencionado pegó un salto cuando sintió el grito de su acompañante.

- ¿Qué? ¿Qué pasó?

- Nada, solo me preguntaba si la baba que sale de tu boca es por la comida de la cafetería o por Taehyung.

Jungkook avergonzado y un poco sonrojado se limpió la comisura de sus labios, de verdad que por poco babea.

- Deberías acabar de ir a hablar con él, desde la distancia no conseguirás nada.

- ¿Estás loco? Él ni siquiera debe saber quién soy.

- El loco eres tú, ¿no? La escuela entera se pasa la vida comparándolos, es imposible que no te conozca.

- Con más razón, puede que incluso me odie por eso. -habló cabizbajo Jungkook.

- ¿A dónde se fue tu actitud de "el mundo me vale verga"? ¿A dónde se fue mi Jungkookie seguro y arrogante que se cree mejor que los demás y tiene su autoestima por el cielo?

- Basta, sabes cómo me pongo cuando hablamos de Taehyung o cuando él está cerca.

- Tu dualidad en serio me aturde, no sé si eres un activo o un pasivo dominante.

- ¡Yah! ¿Podemos cambiar de tema?

- ¡Aish! No puedo contigo cuando estás de este modo. Pero hablando en serio, ¿por qué no te le confiesas? ¿Qué es lo peor que podría pasar?

- Pues que me rechace y todos se enteren y me hagan la vida imposible por saber que encima de ser gay, me gusta uno de los chicos más populares de la escuela, nada serio. -habló sarcástico Kook.

- Sueles olvidar que tú también entras en esa categoría de chicos populares. Bueno, JK, ya no diré más nada, pero recuerda que podrías estar perdiendo un amor increíble por cobardía y miedo de lo que él podría hacer si descubre que eres homo y sales con un chico. No me tomes por tonto que te conozco bien. -habló Jimin antes de levantarse y salir del lugar, dejando a un Jungkook pensativo, confundido y por sobre todo triste.

Cosa que un par de ojos notaron a la distancia.

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Unos días después de aquella charla, Jungkook se encontraba recostado con los ojos cerrados a la sombra de un roble en el patio trasero del instituto.

El lugar era perfecto para descansar y tener un poco de paz.

Esa mañana lo habían perseguido diferentes chicas por toda la escuela tratando de tener al menos una cita con él. Sin embargo, Kook llevaba varios días de malhumor, provocando que las rechazara de una manera más cruel de la usual.

Sinceramente se sentía un poco mal por su actitud, pero no lo podían culpar, las palabras de Jimin habían calado muy profundo en él.

Y lo peor era que tenía razón.

Más que al rechazo, más que al que dirán, Jungkook tenía miedo de lo que su padre podría hacer si de casualidad él empezara a salir con un hombre.

- ¿Qué haces aquí? Las clases aún no terminan.

Pero incluso ese temor tan grande, pareció desaparecer al escuchar esa profunda y gruesa, pero suave voz.

- Ya terminaron para mi. -habló Jungkook sin abrir sus ojos, utilizando un tono de voz arrogante y lleno de tranquilidad (la cual obviamente no tenía).

- Eres divertido. -habló el contrario antes de soltar una pequeña risa.

Kook abrió los ojos desconcertado, ¿habría escuchado bien? ¿Qué estaba mal con ese chico?

- Tú eres raro. -respondió genuinamente extrañado.

Taehyung sonrió con aquella sonrisa cuadrada que lo caracterizaba antes de preguntar:

- ¿Me puedo sentar contigo?

- ... Haz lo que quieras. -flaqueó un poco el menor, o sea, el amor de su vida estaba sonriéndole, hablándole dulcemente y a menos de un metro de él. ¿¡CÓMO QUIEREN QUE MANTENGA LA CALMA!?

Jungkook volvió a cerrar los ojos, escuchando los movimientos del mayor al ubicarse a su lado.

Realmente tenía unas inmensas ganas de observar, aunque fuera solo por un rato, al hermoso chico junto a él.

Sin poder evitarlo, abrió sus ojos, encontrándose con la sorpresa de que el peli gris también lo estaba observando.

- ¿Tienes pareja? -habló de repente el mayor.

- No. -contestó algo sorprendido por la pregunta.

- ¿Y tienes alguien que te guste, JK?

- Eso no te importa, ¿por qué me llamas así?

- He escuchado a Jimin llamarte así, ¿te molesta que yo lo haga?

- ... Supongo que no.

Estuvieron un rato en silencio, solo se escuchaba el sonido de los autos a la lejanía y las voces de algunos alumnos en la escuela. Jungkook estaba bastante confundido, su TaeTae se estaba comportando extraño, demasiado extraño.

- ¿Por qué será que eres tan dulce, Jungkookie? Mi corazón no puede con tanto.

Ahora si que Jungkook estaba completamente perdido, ¿qué demonios estaba pasando? Se acercó al mayor y colocó una mano en su frente para comprobar que no tuviera fiebre. Todo era demasiado raro.

- ¿Sabes? Si te acercas tanto a mi no sé si pueda contenerme. -susurró algo ronco Taehyung.

Jungkook pegó un salto y se arrastró por el césped cerca de un metro.

- Ya basta. ¿Qué mierda te sucede hoy? Tú no eres así.

- Heh. -contestó sonriendo ladino Taehyung- Entonces dime cómo soy, Kook.

- P-Pues, eres el chico dulce y adorable al que todos aman porque es d-demasiado bueno y t-tierno y ... y ... -contestó completamente nervioso, siendo imposible terminar su frase.

- Así es como me describen todos, Kookie. -habló arrastrándose hacia el menor, mientras que este iba retrocediendo- Es como si ahora yo dijera que tú eres frío, arrogante, insensible, cruel y maleducado. Pero ambos sabemos que no es así. -finalmente acorraló al menor contra el roble, estando casi encima de él- Ninguno de nosotros es lo que parece, Kook. -habló a milímetros de los labios de Jungkook.

El castaño tenía la cabeza hecha un lío, ¿ese era su Tae? ¿Así es como era realmente? Contrario a lo que cualquiera pensaría, a Jungkook le empezó a gustar aún más Taehyung luego de ver esta faceta de él.

- T-Tú, ¿qué es lo que pretendes hacer?

- ¿Yo? Nada, solo ... me gustaría ser uno de tus pretendientes, me gustas mucho, ¿sabes? ¿Tendré alguna oportunidad contigo? -habló el mayor susurrando mientras se acercaba aún más al contrario.

Sus labios se rozaron quedamente, provocando un estremecimiento en ambos.

Jungkook empujó al mayor con la poca fuerza que le quedaba y salió huyendo del lugar.

Taehyung sonrió ladino mientras recordaba el fuerte sonrojo de su menor.

- Vaya ... parece que asusté al conejito.

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Más tarde ese mismo día, Jungkook se encontraba en la sala de su casa con su madre, la cual tenía un nuevo moretón en su delicado cuerpo. Su padre no estaba, seguro andaba borracho por algún bar de mala muerte. Se sentía impotente, detestaba que su madre fuera tratada de esa forma.

- Mamá, ¿en serio quieres ir a esa reunión con tus amigas? No me gusta que te critiquen.

- No te preocupes cariño. No tengo golpes en lugares visibles y, la verdad, no duelen tanto. Además, me divierto mucho con ellas.

- Está bien, si tú eres feliz, yo también lo soy.

Jungkook deja un cálido y dulce beso en la frente de su madre y la acompaña hasta la puerta. La señora abraza a su hijo mientras le asegura que las cosas cambiarán. Jungkook asiente sin mirarla, sabe que eso no sucederá a menos que se deshagan de ese hombre. Con un gran dolor en su corazón, se despide de su progenitora.

JK sube hacia su cuarto y se acuesta un rato en la cama. A él le gustaba dormir, ya que dentro de sus sueños no tenía problemas y sus padres vivían felices.

Sin embargo, un ruido en su ventana interrumpe su intento de conciliar el sueño. Se siente extrañado ya que Jimin no le había avisado que iría esa noche.

Entre la casa de Kook y la de al lado había un gran árbol, y una de las ramas de este daba a su ventana. Generalmente Jimin le avisaba que estaba ahí lanzando piedras al cristal de su ventana, luego escalaba por el árbol y entraba a su cuarto. Era la única forma de que se vieran en la noche, pues a su padre no le agradaba Jimin y Jungkook quería evitarle problemas.

La cara de Kook era un poema cuando al abrir las cortinas descubrió que quien lanzaba piedritas no era Jimin, sino alguien que se encontraba en una ventana en la casa de al lado, justo en frente del cuarto de Jungkook.

- ¿Taehyung?

- ¡Sorpresa!

- ¿Qué? ¿Cómo? Yo ... -al pobre Jungkook no dejaba de enredársele la lengua, estaba en Jungshook.

- Seguro tienes muchas preguntas. Espera, voy para allá.

- ¿¡QUÉ!?

Taehyung apoyó un pie en el marco de su ventana y se impulsó para alcanzar la rama del árbol que daba a esta. Kook tenía tanto miedo de que le pasara algo a Tae que tuvo que cubrir sus ojos.

El mayor avanzaba lentamente a través del árbol, en un par de minutos ya se encontraba sentado junto Jungkook en su cama. Cuando JK estuvo seguro de que su mayor estaba bien, le pegó con el puño en la cabeza.

- ¡Auch! ¿Por qué hiciste eso?

- ¡No me asustes así! ¿Y si te pasa algo? Hoy no hay nadie en casa, no era necesario que entraras igual que Jimin.

- Perdón, perdón. Espera, ¿es Jimin el que entra aquí así? Wow, y yo pensando que sería un novio secreto o algo.

- Idiota, ya te dije que no tengo novio.

- Podrías estar mintiendo. Además, con lo popular que eres no sería raro que tuvieras 2 o 3 amantes.

- Lo mismo digo. ¿Acaso tú los tienes?

- No.

- Pues yo tampoco.

Hubo silencio por algunos minutos, hasta que Jungkook volvió a hablar.

- ¿Y desde cuándo vives ahí?

- Desde hace 3 meses.

- Ya veo ... ¿y es una especie de hobbie tuyo el espiarme?

- Tampoco fue así, un día lo vi de casualidad y me dio curiosidad.

- ¿Y desde entonces me espías?

- Se podría decir que si, suerte que rara vez cierras las cortinas. -Taehyung sonrió ladino al recordar las vistas que había obtenido del escultural cuerpo de Jungkook.

El menor al darse cuenta de sus palabras, se cubrió su rostro avergonzado. El mayor rió ante la acción.

- ¿Sabes Jungkookie? Lo que dije hoy era cierto.

Kook descubrió un poco su rostro para observar al mayor.

- Realmente me gustas, Jungkook. -habló serio el peli gris observando fijamente al contrario.

- T-Tú también me gustas, hyung.

- ... Ya lo sabía. -respondió sonriente.

- ¿¡Qué!?

- Pues claro. Tus miradas en la escuela, ninguna de ellas pasó desapercibida para mi. Eres realmente tierno cuando te sonrojas.

- ¿Y-Y qué hacemos ahora?

- Depende, ¿eres virgen?

- ¡Taehyung! -chilló avergonzado el menor.

- Solo responde.

- ... S-Si.

- Entonces tendremos que dejar el tema de hacer el amor para otro momento.

- ¿H-Hacer el amor?

- ¿O acaso quieres hacerlo ahora?

- Y-Yo ... si ... -susurró el menor.

Taehyung estaba genuinamente sorprendido, no lo había preguntado en serio, pero le gustó la respuesta de su menor.

"Realmente debo gustarle si está dispuesto a darme su virginidad"

- ¿Estás seguro, Kook? No quiero que te sientas presionado. -habló esta vez más serio el mayor.

- E-Estoy seguro. Igual eres el único con el que he deseado hacerlo.

El peli gris sonrió feliz, le gustaron aquellas palabras. Se acercó lentamente al menor hasta rozar sus labios.

El castaño pegó un brinco ante el repentino acercamiento.

Tae lo sujetó de la barbilla y le susurró:

- Tranquilo, no tengas vergüenza, haré que lo disfrutes como nunca.

Y luego terminó de unir sus labios, comenzando un vaivén lento, guiando a su inexperto dongsaeng.

Jungkook, nervioso, llevó sus brazos alrededor del cuello del contrario, colocando sus manos en la nuca y jalando de sus cabellos levemente.

Taehyung rodeó su cintura y lo acercó más a él. Se apoyó en el respaldar de la cama y subió a Jungkook a su regazo.

Se separaron del beso y Taehyung dirigió su boca al cuello del menor y sus manos a sus glúteos, apretando levemente. Succionó dejando algunos chupones, unos más visibles que otros.

Jungkook jadeaba ante las nuevas sensaciones que experimentaba su cuerpo, le gustaba.

Taehyung retiró la camisa de Kook y comenzó a lamer y morder sus pezones mientras que el castaño empezaba a soltar sus primeros gemidos.

El mayor quitó su propia camisa y se separó del menor para recostarlo suavemente en la cama, con una delicadeza que le encantó a Jungkook.

El peli gris comenzó a descender por el torso del contrario dejando besos y lamiendo cada uno de sus marcados abdominales, hasta llegar al inicio del pantalón.

Con una mirada pidió permiso para retirar la prenda, a lo que un agitado Jungkook asintió.

Cuando los pantalones y el bóxer estuvieron fuera, Taehyung se alejó un momento para observar la hermosa obra de arte que tenía frente a él.

Porque eso era Jungkook: arte.

El maravilloso contraste de su piel blanquecina con su cabello castaño; los gruesos muslos, abdominales marcados y fina cintura; y sus ojos, tan pero tan oscuros, y con suficientes estrellas para iluminar el cielo nocturno y opacar a la luna.

- Eres increíblemente hermoso, demasiado para ser real.

- Ese serías tú, Tae. -contestó avergonzado el menor, la mirada tan intensa de su mayor lo hacía sentir cohibido.

Taehyung sonrió antes de quitar sus prendas y quedar igual que Jungkook. Se recostó apoyando sus antebrazos a los lados de la cabeza del castaño y lo besó suavemente, con todo el cariño que le tenía a ese chico debajo de él.

Kook se removió avergonzado, provocando que sus respectivas erecciones se rozaran, sacándole un jadeo a ambos.

Taehyung se alejó un poco y extendió tres dedos hacia el menor, Jungkook sin saber muy bien que hacer, los introdujo en su boca.

Los lamió, chupó y ensalivó, eran bastante largos los dígitos del peli gris.

Cuando Taehyung los sintió suficientemente húmedos, los retiró de su boca y los dirigió a su entrada, introduciendo el primero.

Kook se sobresaltó, sentía una molestia pero no llegaba a ser doloroso.

Un segundo dedo fue puesto en su entrada y el menor soltó un quejido de dolor, no le gustaba esa sensación.

Taehyung continuó con su trabajo separando, uniendo y retorciendo sus dedos con sumo cuidado. Cuando ya lo sintió más dilatado, agregó el tercero.

Para ese momento la molestia era mínima y el placer era mayor, y sin embargo, Jungkook deseaba más.

En seguida, Taehyung entendió la mirada del castaño, así que retiró los dedos y alineó su miembro, entrando lentamente.

Sinceramente, a Kook le dolió con los mil demonios, el mayor no tenía un tamaño exagerado ni nada, pero era su primera vez y sentía que se estaba rompiendo.

- E-Espera, n-no te muevas.

El peli gris acató el pedido del contrario, deteniéndose cuando solo tenía la mitad adentro.

Luego de algunos segundos, terminó de meter su pene, sacándole un quejido al castaño.

- Tranquilo, no me moveré hasta que te acostumbres.

Un par de minutos después, el peli gris notó que su dongsaeng había relajado sus músculos, por lo que comenzó un lento vaivén. Maldijo en voz baja, estaba realmente apretado.

Kook se sentía de cierta forma asfixiado, sentía que se quedaba sin aire, y sin embargo resultaba tan placentero.

Las embestidas del mayor fueron subiendo de intensidad, hasta que llegaron a ser rápidas y muy profundas, pero sin llegar a ser brusco.

El castaño soltó un fuerte gemido y múltiples jadeos cuando la erección del contrario rozó un punto dentro de él.

- Con que aquí es, ahora empieza la diversión. -habló Taehyung sonriendo ladino.

Sin disminuir la intensidad, comenzó a arremeter contra ese lugar sin piedad. Los gritos del castaño eran música para sus oídos.

El pequeño estaba abrumado por tantas nuevas sensaciones, sentía un placer tan grande que quiso llorar.

Minutos después, Kook se vino sobre su abdomen con un fuerte e inolvidable gemido, y luego de un par de embestidas el mayor se corrió en su interior.

Agitado, el peli gris retiró su pene, ahora flácido, de la entrada del castaño y se recostó junto a él.

Ambos estaban exhaustos pero con grandes sonrisas en sus rostros.

- La mejor noche de mi vida. -habló Taehyung.

- Totalmente de acuerdo.

- JK, ¿serías mi novio?

- Se supone que eso se pregunta antes del sexo, no después.

- Es que quería estar seguro de que eras bueno en la cama. -contesta el mayor bromeando.

- No sabes lo feliz que me haces, Tae. Claro que acepto, pero estoy un poco preocupado.

- ¿Por tu padre?

- ¿Cómo sabes eso?

- En mi casa se escucha todo. Tranquilo, yo te apoyaré. Resolveremos esto juntos. Si estás conmigo no me importa más nada.

- Gracias. En serio, te quiero mucho, Tae.

- Yo también, Kookie.

Ambos se abrazaron para luego quedarse dormidos, siendo esa la primera de muchas noches que estarían juntos.

Fin