16 de junio de 1604

—Algún día serás una gran Sultana, confío en que así será —dijo Victoria abrázame

—Eso espero —dije correspondiendo su abrazo

—Prometo cuidar a Orhan de las dificultades de la cuidad —me susurró

—Por favor —le susurré deshaciendo el abrazo

—Espero lleguen con bien a España —dijo el Sultan

Le traduje a Francisco.

—Gracias por la hospitalidad, Sultan, también le agradezco por permitir que me lleve a mi hermana

Le traduje al Sultan.

—Un buen Sultan sabe lo que es mejor para su imperio

Le traduje a Francisco. Vi de reojo a Orhan, estaba con la mirada baja y a lado de él estaba Akile.

—Buen viaje a todos —les dije sonriendo

Vi como Orhan sonrió y tomó de la mano a Akile. Se veían muy enamorados.

Sin espera alguna, los españoles junto con Orhan y Akile partieron rumbo al nuevo hogar de los enamorados. Sentí que ellos se llevaban una parte de mi. Eso aparte de una pulsera que le regalé a Orhan para que nunca me olvidara.

—Hatice —me llamó el Sultan. Lo regresé a ver.

—Anastasia —lo corregí

El rió.

—Anastasia, acompáñame a mis aposentos —dijo empezando a caminar

Sin queja alguna lo seguí hasta llegar a sus aposentos. Una vez adentro, nos dirigimos a su balcón.

—Lograste tu cometido —dijo mientras veía el amanecer de Estambul

—¿A qué se refiere?

—Lograste que Orhan quedara en libertad

—Lo tenía que lograr de alguna forma

El rió para después voltear a verme.

—Pudiste haber pedido tu libertad pero, en vez de eso decidiste ayudar a Orhan

Era cierto. No lo había pensado antes, pude haber pedido mi libertad. Aún así, no lo hubiera hecho, primero estaba la vida de Orhan.

—La vida de Orhan estaba primero

—Al parecer sí lo querías

Sonreí.

—¿Cómo no quererlo? Es mi amigo

Él sonrió.

—Cuando dijiste que Orhan se iría con un acompañante, pensé que ese acompañante eras tú. —confesó

—Como si eso te importara —le dije en español

Él me miró confundido.

—Nada —le dije en griego

Él volvió su vista hacia la ciudad.

—Cuando pensé que tú eras esa persona, comprendí que no quería perderte, no por el momento. Amo a Mahpeyker, sin embargo, cuando estoy contigo mi corazón también se acelera, la voz me falta y mis manos empiezan a sudar. —me volvió a confesar

—¿También siente eso por Mahfiruze?

—No —respondió —Sólo por Mahpeyker y por ti

Al parecer no importaba en la época que estuvieras, los hombres eran unos idiotas.

—Decidí darte una oportunidad

Inconscientemente una pequeña sonrisa se formó en mis labios; había vuelto al juego. El Sultan volteó a verme y dejé de sonreír. No le mostraría mi felicidad, si lo hacía, él creería que me tenía a sus pies.

—¿Por qué sonríes? —preguntó haciéndose el inocente

—No sonreí

—Yo te vi

—Pues vio mal, Sultan

El rió.

—¿Me puedo retirar?

—Sí —respondió con una sonrisa en su rostro

Hice reverencia para después salir de sus aposentos. Al salir me encontré con Ismahan.

—¿Dónde andabas? —le pregunté —Ayer te iba a ir a ver pero me encontré a Orhan y ya no fui, por cierto, ya no te despediste de él

—Sí pude despedirme de él y de Akile. Le advertí lo mismo que tú; los peligros de españa. Al parecer te dijo todo, de qué también es un viajero.

—Sí, supuse que también sabías por ser su amiga

—Así es, te iba a decir pero no me correspondía

—No importa, lo importante es que Orhan pueda vivir feliz en un año que no es el suyo

—Tú lo haz dicho

—Y entonces ¿Dónde andabas?

—Estaba arreglando un problema —respondió

—¿Qué problema?

—Me encontré a Mahpeyker cuando fui a esconderme el día que llegó Francisco. Al parecer se dio cuenta que salimos del harem y nos siguió.

—No puede probar nada, no tiene ni idea que ideamos un plan

—Ella vio al eunuco y habló con él para que le dijera al Sultan lo que le pedí así que hice algo para que no hablara 

—Y ¿Qué hiciste? —pregunté preocupada

—Yo nada, sólo tuve que pagarle a alguien para que lo matara

—¿Qué? ¿Por qué lo hiciste?

—Por tú bien. Eres mi familia y ahora que estás tan cerca de vengar a Dorian y Cihangir no quiero que todo se vaya a la borda

—Eso no pasará —le aseguré —Sin embargo, podrían averiguar lo que hiciste

—No lo harán, después de matarlo tiraron su cuerpo al mar

—No vuelvas a hacer algo como eso, no quiero que te conviertas en una asesina —la regañé

—Ya lo soy

—Pero no en serie

Ella rió.

—Prometo no volver a hacerlo a menos que me des permiso.

—Estoy satisfecha con eso

—La Valide está orgullosa por lo que hiciste, cuando tengas tiempo debes ir a verla —dijo cambiando de tema

—Hay que ir ahora

—Vamos

Empezamos a caminar rumbo a los aposentos. Mientras caminábamos íbamos hablando sobre Mahpeyker y como le haríamos para separarla del Sultan.
Al llegar las criadas que estaban en la puerta nos dejaron pasar sin consultar a la Valide. Al entrar, la Valide dejó de comer para prestarnos atención.

—Anastasia —me dijo sonriendo

—Valide —dije haciendo reverencia mientras Ismahan imitaba mi acción

—Me da alegría verte

—¿A qué se debe eso, Sultana?

—Mi león me contó lo impresionado que estaba al saber que hablabas español y estaba agradecido por el hecho que tu amistad con la joven Victoria ayudó mucho para que no hubiera una guerra

Sonreí.

—Lo que aún no sé es cómo le hiciste para no dejar que el traductor llegara. Hasta donde sé, bebió mucho la noche anterior. Creí que tu plan era secuestrarlo.

—No tuve nada que ver en eso —mentí

—Esa ya no importa, lo importante es que Ahmed se ha fijado en ti. Lo convencí para que te diera una oportunidad y así lo puedas enamorar.

Esas palabras me dolieron. Sentí como mi pecho se estrujaba.

—El Sultan me dijo que me daba una oportunidad, creí que lo decía de verdad

La Valide cambió su cara feliz por una seria.

—Creí que no querías a mi león y que lo único que buscabas era vengar la muerte de tu hermano

—Sultana, pude haber pedido mi libertad cuando estaba Victoria, pude haber pedido que mataran a Mahpeyker o que la dejaran partir a España pero no lo hice. Decidí quedarme a pelear por el Sultan Ahmed.

—Lamento que no te haya dado una oportunidad porque en verdad lo quería

—No se preocupe, Sultana

—Si quieres puedes retirarte, en otro momento hablaremos de nuestros planes

Asentí para después hacer reverencia y salir. No sabía si lo que le había dicho a la Valide era verdad o no. Estaba empezando a confundirme y eso no me gustaba. Si no soporté que mi ex-novio se besara con mi "amiga", mucho menos soportaría que el Sultan pasara algunas noches con otras mujeres.
Sin darme cuenta estaba parada en la puerta del harem. Algunas chicas regresaron a verme y otras seguían con sus tareas.

—Anastasia —me habló alguien a mi izquierda

—¿Qué quieres? —le pregunté con fastidio a Mahpeyker

—No sueñes mucho, sé que el Sultan tiene la mirada en ti pero si logró perdonarme, significa que no durarás mucho siendo su favorita

—No cantes victoria, Mahpeyker. En cualquier momento el Sultan te puede olvidar y no por mi, si no por alguien más

Ella rió.

—Eso es lo que tú crees. Al menos yo no maté a mi hermano —dijo burlándose

Sentía como me hervía la sangre de coraje. Quería golpearla.

—Por lo menos no mataron a mis padres cuando mi mamá estaba embarazada —mentí refiriéndome a sus padres

Sin previo aviso sentí su puño en mi cara dando inicio a una pelea. Reí para después darle un buen golpe y ponerme encima suyo para empezar a golpearla. Intentaba quitarme de encima pero no lo lograba. Yo era más fuerte y tenía más práctica, aún así decidí que me golpeara un poco para que pudiera hacerme la víctima cuando pusieran el castigo. Me goleó varias veces y aún no me salía sangre. Ni siquiera me dolía. Decidí volverme a poner en ventaja y la puse abajo de mí para después golpearla en su labio de donde le salió sangre. Justo después de eso alguien nos separó a Mahpeyker y a mi. Eran unos aghas.

—¿Qué ocurre aquí? —preguntó una voz haciendo que todo el harem hiciéramos reverencia

—Mahpeyker y Hatice iniciaron una pelea, Sultan —le dijo la kalfa

El Sultan nos miró enojado.

—Estoy harto de peleas. A partir de ahora Mahpeyker y Anastasia tienen prohibido ir a mis aposentos —dijo para después irse

—Espero y ahora estén contentas —dijo la kalfa al terminar de hacer reverencia —Quiero que ahora se vayan a bañar para limpiarse la sangre que tienen y sí, lo harán juntas. Ya tienen un castigo así que no hay nada más que hacer.

Ambas nos miramos con odio para dirigirnos a los baños.
Al llegar nos quitamos la ropa y nos cubrimos con una toalla.
Había pasado un buen rato desde que entramos a bañarnos Mahpeyker y yo y lo único que se escuchaba era el sonido del agua caer.

—¿En verdad mis padres están muertos? —me preguntó Mahpeyker queriendo llorar

—No —respondí para que después se formara un silencio de unos cuantos segundos —Tendrás una hermana de nombre Ángela —le informé

Ella sonrió.

—Por suerte crecerá sin una hermana asesina —dije sin piedad

Ella borró su sonrisa.

—Vivirá feliz

•••

Era de noche y caminaba por los pasillos del palacio rumbo a la habitación de Ismahan cuando recordé que el anillo que me había regalado Dorian lo había olvidado en mi habitación así que decidí regresar. Por nada del mundo dejaría solo a ese anillo. Al pasar por los cuartos de las favoritas noté que una puerta estaba entre abierta así que quise cerrarla pero cuando estaba por hacerlo vi a Mahpeyker y Ahmed juntos. Él la abrazó. La había vuelto a perdonar.
Con lágrimas a punto de salir de mis ojos caminé con rapidez hasta mi habitación. Una vez que entré empecé a llorar. Estaba vez no eran lágrimas de coraje si no de tristeza. Lloraba por un amor qué tal vez no obtendría.

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BÚSQUEDAS DE KÖSEM VALIDE SULTAN

Kösem Sultan (5 de agosto de 1590-3 de septiembre de 1651), también conocida como Mahpeyker, fue la mujer más poderosa de la historia Otomana. Fue consorte del sultán Ahmed I. Alcanzó el poder e influenció el curso del Imperio otomano a través de sus hijos el sultán Murad IV e Ibrahim I y a través de su nieto menor Mehmed IV. Fue Valide sultan desde 1623 a 1651, cuando sus hijos Murad IV e Ibrahim I y su nieto Mehmed IV reinaron como sultanes otomanos. Fue una figura femenina prominente durante el sultanato. Fue una regente oficial dos veces y fue por lo tanto una de las dos mujeres que han sido regentes oficiales en el Imperio otomano.
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¡Hola, Sultanes y Sultanas!
Todo regresó a la normalidad entre Mahpeyker y Ahmed. 😱
El capítulo es largo por los 100 votos obtenidos en todos los capítulos subidos hasta el momento, ¡muchas gracias!
¡Nos leemos en el siguiente capítulo!
Pd: Les recuerdo que Mahpeyker regresó al cuarto de las favoritas cuando Ahmed la besó.