—Nay... ¿Qué tienes? —pregunta Jihyo mientras ayuda a la castaña a enjabonar al cachorrito. 

—Nada… ¿Por qué lo dices? —responde frunciendo el ceño.

—No has hablado en un buen rato, quita esa cara. —reclama pellizcando su brazo.

—No tengo nada, Hyo... —responde mirando al suelo.

—Mhm, nada. ¿Tal vez si querías ir con Mina a cenar?

—Sí… Tal vez. —dice apenada, se guarda para sí misma el hecho de que se encuentra un poco celosa, y no es porque desconfiara de Momo, ni de Mina. Ella sabía que solo eran amigas y confiaba plenamente en ambas. Solo que se sentía mal, con un hueco en el estómago y deseaba en ese momento estar en el lugar de Momo.

—¿Y por qué no le dijiste que si?

—No sé… Tenía que bañar a Kookeu.

—Sabes que lo pude haber bañado yo sola, Nay.

Y la castaña siente ese malestar de nuevo, ¿por qué se sentía así?

—Hyo... ¿Hice algo malo? —cuestiona preocupada.

Jihyo suspira y busca su mirada. —Nay, en verdad no me gustaría entrometerme en tu relación. Pero... ¿No crees que has estado ignorando un poco a Mina?

—¿Ignorando? No es así... —dice mientras enjuaga a Kookeu.

—Me refiero a que literalmente la acabas de rechazar. Y lo has estado haciendo desde que Kookeu llegó.

Nayeon mordió su labio inferior, consternada. —Pero...

—No pienso decir nada más... solo te recuerdo que tienes una novia celosa. —le mira divertida. Nayeon ríe y gira los ojos.

—Kookeulous —dice con una mala pronunciación del inglés.  

Ambas ríen, Nayeon pensando que Mina no podría estar celosa de un perrito. Y Jihyo pensando en que lo había dicho muy en serio.

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Momo suspira y gira los ojos al ver a Mina jugar con su comida, desganada.

—Oye, sé que no soy tu novia, ¿pero al menos podrías fingir que te agrado? —dice abultando sus labios en un puchero.

Mina la mira y se ríe un poco. —En realidad me estoy divirtiendo, ¿sabes? Creo que no era necesario arreglarte tanto. —menciona haciendo referencia al maquillaje que llevaba su amiga junto con su cabello arreglado.

—Que tú estés de mal humor, no le quita prestigio al lugar, aguafiestas. —dice después de reírse. —Obviamente, no te estás divirtiendo, ni siquiera has comido nada...

Mina suspira y suelta los palillos que tiene en la mano. —Solo... quería salir con ella... creí que no me rechazaría. Es decir, ¡me puse un traje! —se queja señalando su vestuario que se ve un poco desaliñado a esas alturas de la noche. 

—Minari... se le va a pasar. Solo está emocionada con el perrito, es todo.

—Lo sé... pero ya han pasado unas semanas y yo- uhg, me siento tonta diciendo esto, pero, la extraño...  —dice frustrada y sin entender sus sentimientos, se sentía tonta por estar celosa de Kookeu.

—Ya... anímate un poco. Convenceré a Jihyo y a Jeongyeon para que se queden con el cachorrito el sábado, para que puedan salir ustedes dos. Peeero, tienes que comerte eso ya. —condiciona señalando su plato. Mina sonríe y agradece internamente el tener amigas como Momo. Así que acepta y espera que Nayeon quiera soltar a Kookeu solo por un sábado.