40. El diario del sabio
Ni muy lejos pero tampoco tan cerca del epicentro, Sage se desplazaba a su propio ritmo entre lo que quedaba de un centro comercial.
—... Es increíble que estas escaleras sigan funcionando tras todo esto.
En una situación bastante irónica, el tranquilo sabio se movilizaba en las escaleras eléctricas que proveía el centro.
'¿Qué es lo que estaba haciendo en primer lugar...?'
Milagrosamente, a pesar de que el lugar era un verdadero desastre, todavía conservaban su función principal.
Mientras ascendía lentamente hacia los pisos superiores del ayuntamiento, Sage no pudo evitar reposar su mirada hacia las afueras de aquel condominio.
'¿Toda esta destrucción es necesaria?'
Sabía muy bien que tenías ideales por cual cumplir, ¿pero no era demasiado extremista conducir a una civilización al borde del colapso?
—Pero...
Sage apretó fuertemente su bastón y endureció su mente, ahora que había llegado tan lejos, no podía que pensamientos tan intrínsecos como la duda y sus demás temores, nublaran su determinación férrea.
Con toda la tragedia de los eventos que desencadenaron por ser el vencedor del rey demonio en su mundo, a veces se arrepentía profundamente de no haber tomado la decisión de huir en primer lugar hacia un lugar lejano con sus amigas.
Sin embargo, eso ya no iba a ser posible.
***
Al principio de todo, el escenario estaba lleno de risas y gritos. Nos divertíamos a nuestra manera peculiar.
La fatídica diosa que nos acompañaba traía consigo más problemas que bendiciones, Aqua. Su voz estridente aún resuena en mis oídos, y aunque mis recuerdos de aquel día son un tanto confusos, reviven una incómoda molestia en mí cada vez que los traigo a la memoria.
Cuando comenzamos en este nuevo mundo, estaba en la parte inferior de la cadena alimentaria, por decirlo de alguna manera.
Estábamos en una misión bastante simple: matar a un conejo.
—Espera un momento, Kazuma, ahí está.
En medio de las llanuras de Axel, el sol se alzaba como una gran esfera amarilla en el horizonte. Aqua, sin cesar, detuvo mi mano en el proceso de desenvainar mi arco.
—¿Qué pasa?
—No es necesario que matemos a ese conejo.
—¿...?
En realidad, no entendía a qué se refería exactamente. Por lo general, estos conejos tenían la capacidad de devorar a un aventurero de nivel intermedio si uno se descuidaba y dormía cerca de ellos. Sin embargo, durante el día, eran criaturas bastante pacíficas.
Por eso, pensé que sería pan comido si solo me equipaba con un arco y algunas flechas.
—¿Ves a ese conejo allí?
El conejo estaba alejándose de nosotros. Fue entonces cuando Aqua, con su innata sabiduría, sugirió:
—Dejemos que camine al sol, ¡así se quemará y terminaremos con él de una vez!
—...
Pronto descubriría que Aqua resultó ser aún más inútil de lo que esperaba cuando llegamos a este mundo.
Con el tiempo, conocí a mucha gente, algunos se convirtieron en amigos queridos y otros... no tanto.
Una paladín pervertida, una diosa que llora mucho, y...
Ella.
Ella era mi todo.
Algo no tiene que ser grande para hacer un gran cambio.
Esa chica tan pequeña como una flor, era como un pétalo a la deriva en el viento.
Me atrajo a ella como la fuerza que ejerce la tierra.
... Caí en su sonrisa sin razón.
Tal como lo hizo la manzana de Newton, como un latido.
Esos hermosos ojos carmesíes que todavía cautivan mi ser.
Ella fue mi primer amor.
—Kazuma... ¿Podrías dejar de mirar bajo mi falda y ayudarme a levantarme?
Megumin yacía en el suelo, agotada después de su rutina diaria de lanzar explosiones. Quedaba completamente vulnerable al quedarse sin maná, por lo que hoy, yo era su "carguero".
Me llamo Satou Kazuma y acabo de cumplir 17 años.
—No sé a qué te refieres, Megumin.
Mi respuesta inmediata no implicaba que estuviera demorando a propósito para disfrutar de la vista. De ninguna manera.
Waos... Tiene pantis negras, ¡qué gangazo!
Las mejillas de Megumin se sonrojaron.
—Hasta aquí llega tu mirada lujuriosa... Si intentas algo más allá de lo moralmente cuestionable, contaré a todos lo que hiciste.
—Realmente tienes una mirada muy corrupta de mi, ¿eh?
—¡Perverzuma!
Sin embargo, ignorando las réplicas de Megumin, algo llamó mi atención en la fuente de aquel cráter propiciado por la explosión de ella.
—¿Hmm?
—¡Hey! ¿Qué demonios estás haciendo? ¿Me vas a dejar aquí sola?
—Solo dame un minuto, tonta. No tardo.
Cuando finalmente llegué al borde de aquel lugar, algo brillaba en el fondo del cráter.
Descendí con cuidado, y lo que encontré fue un misterioso bastón. No era como cualquier otro que hubiéramos encontrado antes.
Lo sostuve en mis manos, y una extraña sensación recorrió mi cuerpo. Era como si este bastón resonara con mi ser.
No tenía idea de lo que estaba sucediendo, pero sentía que tenía que llevarlo conmigo.
Meh, igual si no me sirve. Al menos servirá para amenazar a Aqua cuando se quiera pasar de lista.
***
Bzpt
Bzpt
Interferencia se hicieron ecos a través de los techos del gran centro, Sage alzó su mirada en consecuencia.
Los grandes megáfonos anunciando cada cosa que decían los antiguos anunciantes, se hicieron escuchar.
[—I just wanna tell you know i'm feeling, Gotta make you understand... ¡Never gonna give you up! ¡Never gonna let you down!]
*Suspiros*
'Estos niños y sus intentos de trolleos'
BOOM*
La puerta del cuarto de control se vino abajo por el propio Sage, con un aire de serenidad, pero seriedad emanando de su propio ser, volteó su cabeza en el lugar donde residía la silla con el montón de pantallas tras ella.
—¿Se te perdió algo, abuelo?
Vio a un joven castaño apoyado en silla. Sus ropajes no era nada fuera de lo común, un chándal deportivo.
Sage afiló su mirada, definitivamente este sujeto no estaba entre las filas de Apocalipsis.
'Un vanguardista...'
El joven, en un intento por evitar un conflicto innecesario, alzó las manos en un gesto de rendición y comenzó a hablar.
—Ehh... Mira, no soy de los que matan ni mucho menos actúa como edgy, ¿qué te parece si damos media vuelta y seguimos cada uno por nuestro camino? Así evitamos problemas innecesarios, ¿no crees? Hagamos como si no vimos nada.
El joven intentó entablar una conversación pacífica, con un tono desenfadado, y propuso que ambos pudieran retirarse sin enfrentarse.
Donde quiera que fuera, la estrategia predominante de todo Kazuma seria siempre; "Huir y nunca pelear"
Pero contrario a las intenciones de la variante, chispas revolotearon en el manto de Sage.
Las intenciones hostiles eran claras, la variante suspiro ante este hecho.
—Antes de que vayamos al grano, ¿puedo hacerte una pregunta?
Sage en respuesta, frenó en seco, y la variante continuó.
—¿Tu bebes viagr—
TROASH
El cuerpo de la variante salió despedido como un proyectil, atravesando muros y estanterías antes de estrellarse violentamente contra una pared distante.
El bastón de Sage chispeó con energía eléctrica, y su mirada estaba fija en el punto donde había arrojado al vanguardista. No perdía de vista el agujero que dejó en la pared.
El aire se llenó con un agudo ruido, seguido por un destello oscuro que surgía desde el punto donde Sage se encontraba.
FUUM*
—¡!
Instintivamente, el anciano se lanzó hacia un lado, esquivando por poco un corte de oscuridad que se abalanzó hacia él.
'Esta energía'
Un miasma oscuro comenzó a rodear los alrededores, reconociéndole donde fuera. Esta energía era la perdición para cualquier clase de archimago o aparato que funcionaba a base de magia.
PLAP*
Desde la densa nube de polvo que se alzó repentinamente, un brazo emergió con fuerza. La variante sostenía una espada llamativamente enorme.
Sage reconoció el arma de inmediato.
'Una espada de Anti magia'
Mientras destellos negros emergían de la piel de la variante, este sonrió de forma cansada.
—Maldito viejo senil, ¡Eso sí que me dolió!
No prestando atención a los alaridos de Antimago, se concentró más en una especie de libro maltrecho que sobrevolaba al lado de él.
'Noir también es poseedor de la Anti magia, pero ese libro... ¿Es un grimorio?'
Por cuestión de lógica, Sage sabía que la anti magia en este enfrentamiento le jugaría muy en contra, ya que invalidaba sus propios poderes mágicos.
—¡¡Oye viejo!!
Con su espada de antimagia en alto, Antimago osciló su arma en forma de hacha.
—Niño tonto, ten en cuenta que en una guerra...
Con su espada de antimagia en alto, Antimago osciló su arma en forma de hacha, con toda la intención de asestar un golpe devastador.
Sin embargo, Sage no se vio intimidado por el inminente ataque. Conocía bien el peligro que representaba esa arma y estaba decidido a evitar cualquier contacto directo con ella.
En un parpadeo, runas e inscripciones mágicas se desplegaron a su alrededor, formando una barrera protectora antes de que la espada de Antimago pudiera alcanzarlo.
Las palabras de un hechizo se manifestaron en su mente, sin necesidad de pronunciarlas en voz alta.
"Expulsión de flamígera".
—¡Vas a matar o serás asesinado!
Una potente ráfaga de fuego surgió del suelo, creando una barrera ardiente que separó a Sage de Antimago.
—¡¡!! ¡Carajo!
Este último trató de despejar el fuego con su espada, pero el intenso calor y la presión del aire lo obligaron a retroceder.
El retroceso de su oponente confirmó las sospechas de Sage.
Sage aprovechó la oportunidad, saltando hacia atrás y usando magia de viento para desplazarse hasta el primer piso del centro comercial en ruinas.
Desde allí, apuntó su bastón hacia Antimago, preparando su siguiente movimiento.
—"Dardo de trueno"
Chispas eléctricas cargadas de magia elemental salieron disparadas hacia su enemigo.
PRASH
PRASH
Anti mago rápidamente intentó repeler distintos dardos, moviendo su pesada espada, logró desviar unos cuantos.
CRISH*
—¡Tsk!
Sin embargo, algunos lo impactaron, causándole un doloroso cosquilleo y paralizándolo momentáneamente.
Cuando lo vio, la silueta de Sage se desplazó hacia propulsando a través de magia de viento.
Aunque Antimago tratara de moverse, la electricidad restaste de su cuerpo le impedía mover un musculo.
'¡¿Acaso él?!'
—"Corte de viento"
Con un movimiento de su mano, Sage creó una cuchilla de viento que cortó el aire con fuerza.
FUSH*
El viento cortante silbó mientras se abalanzaba hacia Antimago.
—¡[Metsuma]!
Pronunciando aquel nombre una nueva espada emergió del grimorio de Antimago, a lo que esta con solo tocar el cuerpo le permitió al chico nuevamente moverse.
Rápidamente y sin perder una fracción de segundos interpuso su espada a mitad del hechizo.
Fuuu~
Similar a una aspiradora, la espada cortó a través de ese viento fatal y absorbió la energía proveniente.
—¡¡Toma!!
Aprovechando la energía cinética de su propio cuerpo, lanzó el mismo corte de viento de vuelta hacia Sage.
La cuchilla de viento volvió rápidamente, como una aspiradora que devoraba su propia creación.
PRASH*
El hechizo se estrelló de lleno contra Sage, creando una nube de polvo a su alrededor que levantó varios escombros del suelo, esto alertó a Antimago.
'¿¡No lo esquivó!?'
Pero el destino le había contestado, como sí fuera un gesto, Sage apartó la cortina con una mano, mostrándose intacto.
—¿Pensaste que no estaba preparado contra algo como esto?
La ropa de Sage comenzó a brillar intensamente, ahí, Antimago lo comprendió a lo que se estaba refiriendo.
'Encantamientos rúnicos...'
Al dedicarse a la vida de un ermitaño en las lejanías, para nadie era una sorpresa que Sage aprendió mucho teorema mágico a lo largo de los años.
Verse así mismo de esa forma era extraño...
—Lo comprendí desde que me lanzaste tu primer ataque.
—Espera, no tenemos por qué... ¿¡!?
Antimago inconscientemente saltó lo más alto que podía, una densa neblina morada se alzó sobre lo que antes estaban posados sus pies, para posteriormente ver como el lugar se corroía.
'¿Gas venenoso? No está cantando para invocar hechizos'
PRASH*
Otro relámpago impacto de lleno en su cuerpo, pero al bloquearlo el impulso ocasionó que saliera volando nuevamente.
—¡M-mierda!
Por eso quería terminar este combate antes de que empezara.
Sí bien, Antimago posee una gran ventaja en cuanto a la anulación de hechizos y conjuros de alto nivel.
Su Anti-Magia se limita a lo que toquen sus espadas, además de que es menos efectiva contra magias amorfas que puedan volver a su forma original como gas o niebla.
Sage había demostrado que, con solo observar a su oponente en unos pocos movimientos, había diseñado una estrategia que, aunque no poseía el poder destructivo de otros hechizos, ponía en riesgo la vida de Antimago.
—Debo pensar... concentrarme...
Antimago era consciente de que, al tener un solo poder a su disposición, existían numerosas estrategias que podrían ser empleadas en su contra.
Trrrzzz
Trrrrzz
Un sonido peculiar resonó desde el manto de Sage.
Sin embargo, Antimago se dio cuenta demasiado tarde de lo que estaba sucediendo.
—"Patio de juegos sombrío"
Con el pronunciar de esas palabras, el suelo bajo los pies de Antimago tembló.
—¿Q-que diablos hiciste?
—Algo que solucionará el problema de tu fastidiosa habilidad.
Antes de que pudiera moverse, Antimago lo sintió.
—¿¡!?
Antes de que pudiera reaccionar, Antimago sintió cómo su capacidad de movimiento disminuía.
No entendía lo que ocurría, y trató de mover su espada apresuradamente.
GUASH*
Sin embargo, las sombras del entorno parecían cobrar vida, y látigos oscuros surgieron de diversas direcciones para aprisionar a Antimago.
GUASH*
Sus piernas, brazos y demás extremidades quedaron atrapados por el hechizo de Sage.
Como si estuviera siendo aplastado por una prensa hidráulica, las protuberancias oscuras comenzaron a ejercer una presión implacable sobre él.
Los látigos oscuros se enrollaron con fuerza alrededor del cuerpo de Antimago, apretando y asfixiándolo gradualmente.
—¡¡Arrrghhh!!
La mirada de pánico en los ojos de Antimago era evidente, y luchaba por liberarse de las sombras implacables que lo aprisionaban.
Sage observaba con calma cómo su estrategia funcionaba a la perfección, y habló mientras Antimago luchaba por respirar.
—Tus poderes de antimagia, aunque impresionantes, tienen sus limitaciones, muchacho.
—Guu...¡¡wthl...!!
Antimago intentó balbucear una respuesta, pero los látigos lo tenían atrapado con fuerza, y apenas podía emitir sonido alguno.
—Puedes negar la magia, pero no puedes negar del todo una magia tan amorfa como las sombras. Aproveché esa debilidad, y aquí estás, atrapado en tu propia incapacidad para lidiar con lo que no puedes tocar.
Sus pulmones ansiaban el oxígeno que se les negaba, y una sensación abrumadora de desesperación lo invadía.
—D-debo... ¡Escapar!
Cada segundo que pasaba, sus fuerzas menguaban, y los látigos oscuros apretaban con más fuerza, como si estuvieran decididos a aplastar no solo su magia, sino también su vida.
'Mierda, mierda, mierda, me quedé sin aire, me quedé sin energías, no tengo, ¡¡no tengo absolutamente nada!!'
El dolor, intenso y agudo, se apoderaba de su cuerpo. Los látigos apretaban con fuerza su carne y huesos, y podía sentir cómo estos se doblaban y cedían ante la presión.
CRUCK*
'Sí pudiera alcanzar mi grimorio... ¡alcánzalo!'
Los sonidos de crujidos y chasquidos se mezclaban con sus intentos desesperados de respirar. Cada suspiro se convertía en un gemido ahogado mientras la oscuridad lo envolvía poco a poco.
Sus manos tomaron el borde de aquel libro, pero su mente comenzaba a tambalearse, y las palabras de Sage resonaban como un eco lejano.
'Yo... No puedo... No puedo hacerlo...'
Sentía cómo la conciencia se le escapaba, y una sensación de rendición se apoderaba de él.
—¿...?
Sage sintió una oleada de maná que lo alertó, por lo que giró rápidamente y desplegó una barrera protectora a su alrededor.
Espadas de luz se manifestaron en el aire con un deslumbrante resplandor, antes de lanzarse ferozmente hacia Sage.
Las espadas chocaron contra la barrera mágica de Sage, provocando destellos brillantes y rebotes de los proyectiles.
De repente, las sombras que habían retenido a Antimago se desvanecieron como humo, y el joven cayó al suelo, tosiendo con fuerza y arqueando la espalda.
—¡Aaah! ¡Cof, cof, cof! ¡J-joder...! ¡E-eso fue horrible...! ¡Cof!
El hechizo que lo tenía atrapado se desvaneció por completo debido a la concentración de Sage en su defensa.
Ignorando al deplorable intento de oponente que tenía hace unos momentos, Sage volvió su mirada hacia la entrada principal.
—¡Oye, tú!
La voz infantil resonó por todo el complejo, tomando por sorpresa a Sage, quien frunció el ceño al escucharla.
—¿Una niña...?
'No... Espera un minuto, ¿ella es un...?'
—¡Cuando requirieron los servicios de la gran Komekko, pensé que era patearles las nalgas a tipos muy malos! ... Pero nunca me dijeron nada en pelear contra fósiles andantes.
Sage pareció molestar ante la presencia de esta chica.
'Demonios... ¿Cómo osan traer a niños a esta batalla?'
—¡Hey Gandalf! ¿Por qué estas atacando al negr...? Quiero decir, ¡a mi amigo!
Sage frunció el ceño y suspiró ante la falta de respeto, aunque entendía que Komekko no sabía lo que estaba sucediendo.
—No soy "Gandalf", y esta situación es más complicada de lo que parece, pequeña. Te suplico que te retires ahora, de lo contrario no voy a ser muy amable sí te metes en mi camino.
Komezuma por el contrario, no pareció impresionada por las explicaciones de Sage y se puso en guardia.
—Lo único que entendí fue; Ayuda al anciano a encontrar el asilo de vuelta.
La actitud desenfadada de Komekko solo aumentó la frustración de Sage. La niña no parecía tomarse en serio la situación, y su actitud descarada lo irritó aún más.
De repente, sables de luz y una flama se manifestó en las manos de Komezuma.
—¡Lo que sea, Gandalf! ¡Vamos a jugar a un juego de golpear!
***
Yo estaba...
Ah si, pensando en cosas triviales.
Después de evitar la muerte mil y una veces por qué Megumin quería quitarme el báculo...Lo único a resaltar es que potencia ligeramente mis hechizos básicos.
Realmente para alguien cuyo cuerpo no es de un mago, esta cosa no sirve para nada. Con solo un lanzamiento, ya puedo sentir como me transformo en Megumin al estar desmayado.
Pero ignorando eso...
Gracias a mis estrategias para nada injustas y para nada éticamente cuestionables en el arte de la guerra, nuestro grupo terminó venciendo uno a uno a los generales del ejercito del rey demonio.
Verdia, purificado por la propia Aqua.
Vanir, inmolado por la explosión de Megumin.
Hanz, igualmente inmolado.
Sylvia, baleada por un rayo láser inventada por un loco que creó a los magos carmesíes.
Wolbach...
Hmm, he de admitir que ella fue uno de los generales con las que las relaciones de nuestro grupo tomaron un giro bastante... Inesperado.
Imagina por un momento que estás en mi lugar: has estado persiguiendo el amor de alguien, o al menos intentando llamar su atención durante un buen tiempo, y de repente, una persona te declara su amor. ¿No te sentirías completamente desconcertado?
Es la sensación más realista que puedo describir al compartir estos pensamientos, aunque, por supuesto, esto es solo una pequeña anécdota comparada con lo que realmente marcó mi vida.
¿Quién hubiera pensado que un grupo en el que pocos confiaban lograría tal hazaña de vencer al rey demonio? Y todo por...
Mi sacrificio en una explosión junto a él. Pero gracias a la intervención divina de Aqua y Eris, regresé a la vida.
Las ovaciones y los aplausos en honor a nuestro grupo no se hicieron esperar. Mi relación con Megumin avanzó significativamente desde ese momento.
Sin embargo, Darkness estaba siempre al acecho, deseando ocupar el segundo lugar en mi corazón.
Su rechazo todavía resuena en mi alma, una herida que llevaré conmigo hasta que la memoria me falle.
—¿Te casarías conmigo?
Me incliné, y la mano de Megumin se unió a la mía. Sí, decidí dar el siguiente paso.
Ella... no paraba de llorar de felicidad mientras me abrazaba.
Hah~ aquellos eran tiempos hermosos que desearía poder revivir una vez más.
***
Usando magia de viento, tanto Komezuma como Sage salieron del complejo comercial para sobrevolar la cuadra.
—"¡Lluvia de luz!"
Nuevamente las espadas de Komezuma se materializaron alrededor de ella, orbitando gradualmente estas se precipitaron con la velocidad de una bala hacia la espalda del anciano.
CLANK
CLANK
Las espadas de luz impactaron con fuerza en la barrera de Sage, pero esta no cedió. Las runas mágicas que surgieron de su vuelo aéreo se entrelazaron, formando un escudo sólido que repelió el ataque.
Sage no pudo evitar soltar un comentario sarcástico.
—Sí solo tienes un truco de fiesta, no durarás mucho en la batalla.
En respuesta, Komezuma liberó un torrente de llamas ardientes desde sus manos.
El intenso calor y el fulgor infernal llenaron el aire mientras las llamas rugían hacia Sage. La expresión en su rostro reflejaba su frustración.
—¿Acabas de llamarme "maga de fiestas"? ¡¿Lo hiciste?!
Komezuma maniobró en el aire, esquivando las llamas que estallaban en violentas explosiones a su alrededor, creando incendios descontrolados en el suelo.
En un rápido movimiento, ella extendió su mano y lanzó una cadena de energía mágica hacia Sage.
—"¡Sello mágico!"
La cadena avanzó velozmente hacia su objetivo, pero Sage, canalizando su magia en la tierra, creó una lanza de tierra que interceptó el hechizo.
SLISH*
Un sonido metálico resonó cuando la lanza chocó contra la cadena.
Komezuma, envalentonada y con un espíritu combativo, no se detuvo. Intentó nuevamente romper la barrera de Sage con una furiosa embestida de llamas.
—¡Mira, viejo! ¡El futuro es hoy! ¿¡Oíste?! ¿¡WOAH!?
PRUUSH*
Una ventisca helada expulsó a Komezuma hacia un techo cercano, de no ser por que tuvo tiempo de estabilizar su trayectoria, a saber, dónde habría de parar.
Dentro del centro de ese vórtice helado, Sage permaneció inmóvil como una roca, mientras su magia emitía poderosas ráfagas heladas que se desplazaban a su alrededor como un torbellino gélido.
Komezuma lo observó con atención, su mirada evaluadora en el viejo que tenía delante.
—Este viejo...
Komezuma podía sentir la intensidad de la magia de Sage, tan densa como la niebla matutina en un bosque. La comparación que surgió en su mente fue espontánea.
'Es como un volcán dormido, listo para estallar en cualquier momento...'
Pero aparte del poder mágico que desprendía, gracias a que la sangre de los carmesíes recorría por sus venas, Komezuma fue capaz de captar algo que iba más allá del mero poder.
—Siento tristeza en él...
El vacío existencial, sin convicciones de vivir, perdido entre la melancolia de su propia existencia, era uno que otro aire que daba estar versión de sí misma.
Una matiz de sensación melancólica era emitida de la magia de Sage, era una sensación de pérdida y anhelo que parecía mezclarse con su poder.
Komezuma continuaba esquivando y lanzando ataques mágicos equivalentes a bombas mientras su curiosidad persistía. Inconscientemente, sus palabras brotaron de su boca.
—¿Perdiste algo... o alguien?
—...¡!
La pregunta tomó a Sage por sorpresa. Su concentración en la batalla se desvió por un momento, y Komezuma aprovechó para lanzar una serie de llamas en su dirección.
—¡Vamos, Gandalf, no te hagas el misterioso!
Sage, mientras se defendía de los ataques de Komezuma, finalmente respondió, aunque con un toque de amargura en su voz.
—... Sí.
La conversación momentánea durante la batalla pareció llevar a ambos a una breve pausa, en la que intercambiaron miradas cargadas de significado.
Sage, con pesar en su voz, continuó su explicación:
—Perdí a mi esposa, a mi hija y a mis amigos más cercanos. Todos ellos fueron víctimas de un trágico giro del destino.
Komezuma escuchó la respuesta del anciano y sintió una sensación de empatía y pesar en su corazón.
—Es por eso...
TROASH*
De repente, una ráfaga de viento rodeó a Sage, y cada rayo eléctrico que salía de su cuerpo fue disuelto y reducido a cenizas en el aire.
Glup*
—R-repampanos.
Komezuma por poco y tuvo el impulso de tragar saliva ante la muestra de poder.
—Sí uno de ustedes se interpone en mi camino para traerlas de regreso, lo pagará con su vida.
Sage, con un tono decidido, reiteró su amenaza.
Aun así, la niña carmesí. Sacudió sus dudas y se concentró lo más que podía para evitar toda costa los relámpagos que expulsaba Sage.
FUSH*
—¡¡Komekko piensa seriamente qué esa no es la forma correcta!!
Komezuma, rodeada por el fulgor de sus llamas mágicas, se precipitó hacia el suelo y, con un rápido manotazo, provocó la siguiente catástrofe:
—"¡Ola sísmica!"
Una onda titanesca surgió del suelo, devastándolo todo a su paso. Escombros y fragmentos de automóviles salieron disparados por los aires debido a la fuerza arrolladora del ataque.
El poderoso hechizo eléctrico de Sage fue anulado por completo por el terremoto, pero su rostro mostró un imperturbable estoicismo.
—"Tierra inmóvil."
Las palabras resonaron en el aire, y bajo los pies de Sage, la tierra se transformó en una masa densa e inexpugnable.
Cuando la ola sísmica alcanzó esa área, se desvaneció por completo, como si hubiera impactado contra una muralla de piedra infranqueable.
Komezuma casi quedó boquiabierta ante la defensa de Sage.
'¿¡Qué...!? ¿¡Cómo...!? ¡¡C-como hizo eso, Komekko también quiere hacerlo!!'
—Ya es suficiente.
—¡¡!!
Komezuma, a pesar de sus sentidos extrasensoriales, no logró captar el momento en que Sage se desplazó hacia ella.
BLAM*
—¡¡Kua—j!!
De repente, un impacto en el área de su esternón la envió volando, y sintió como sus jugos gástricos amenazaban con salir.
Debido a su corta edad, recibir un ataque físico de esa magnitud dejó a Komezuma luchando por mantener la conciencia, alternando entre la realidad y la inconsciencia.
Sage no perdió tiempo y lanzó su siguiente hechizo.
—"Rayo maldito."
Un rayo negro surgió de su bastón y se precipitó hacia Komezuma. Apenas recuperándose de ese brutal golpe, la joven maga tuvo escasos segundos para crear una barrera protectora.
—"B-barrera"
PROASH*
—¡Kyah!
Sin embargo, en cuanto el rayo la alcanzó, la barrera se desmoronó como si fueran fragmentos de cristal.
El cuerpo magullado de Komezuma se estrelló en la fragmentada calle, y rodó hasta detenerse en un montículo de rocas.
—Guh...
A pesar del dolor que la recorría, hizo un esfuerzo por levantarse y tratar de lanzar magia curativa sobre sí misma.
Sage se acercó a ella, el bastón en alto y destellando de forma amenazante. En ese momento, Komezuma, aún jadeante y herida, decidió hablar.
—P-para...
—¿Qué intentas decir?
Komezuma se esforzó por hablar, a pesar del dolor que sentía.
—Las acciones que estás tomando... No son las que tu esposa e hija aprobarían.
Sage la miró con un gesto severo, su mano aún sosteniendo el bastón con firmeza.
—Estás perdiendo la humanidad que les quedaba. No sé lo que te pasó, ni lo que perdiste, pero esto no es lo que ellas querrían de ti. ¿Es realmente esto lo que deseas?
—Es irrelevante. Lo que hago es necesario.
De forma obstinada, Sage mantuvo su terquedad hasta este punto, incluso sí sus acciones conllevaban mancharse las manos de infantes.
Él, haría todo lo necesario para cumplir con su meta.
Sin embargo, Komezuma expresó su preocupación y pesar con estas palabras:
—Mira... Komekko no entiende mucho de estas cosas de adultos, pero... Esto de la guerra es algo que me entristece. Estoy segura de que incluso muchos de nosotros tomarían el primer tren para irnos lejos si fuera posible.
Komezuma no se dejó intimidar.
—No tienes que hacerlo solo, sabes. No tienes que perder tu humanidad en el proceso. La gente que te tomó aprecio en su momento... Seguramente se sentirían culpables por verte en este estado.
Sage se mantuvo en silencio, su mirada perdida en la distancia. Parecía absorto en sus pensamientos, como si estuviera contemplando sus propios demonios internos.
***
Después de mucho tiempo de no haber interactuado tanto con Iris, quien estaba ocupadísima en su nuevo papel como reina.
Años habían transcurrido desde que derrotamos al rey demonio, pero en cuanto Iris se enteró de mi deseo de casarme con Megumin...
Ella pidió esperanzada casarse conmigo...
Esas palabras fueron suficientes para darme cuenta de lo que Iris había estado sintiendo.
Sabía que ella tenía sentimientos por mí, pero en ese momento, me di cuenta de que eran mucho más profundos de lo que había imaginado.
En ese tiempo, aún era joven y algo inmaduro. Me había dejado llevar por la idea de formar un harén y no había considerado seriamente mis relaciones con Iris.
Sin embargo, la responsabilidad de haber derrotado al rey demonio me golpeó con fuerza. Según la tradición, el héroe que derrotara al rey demonio tenía el derecho de casarse con la princesa.
El estrés de los preparativos para la boda y la presión de la responsabilidad me hicieron responder de una manera que no la alegró en absoluto.
Me negué, al igual que Darkness con su declaración, pensé que ella se lo tomaría bien.
No tenía pensado las repercusiones de mis propias palabras al hablar con esa chica.
***
El tiempo pasó y pasó... El fruto del amor entre Megumin y yo, fue una dulce niña de ojos rojizos y cabellos castaños al igual que el mío.
En una fría mañana de invierno, desde que Megumin y yo nos convertimos en padres, Aqua se volvió un poco más apacible, probablemente porque disfrutaba pasar tiempo de calidad con nuestra bebé.
La fiscal Senna junto a otros guardias preguntaron por mi nombre, estaba haciendo las compras de los víveres para esta semana. A lo que curioso alcé mi mirada.
Respondí con mi clásico saludo, después de que la fiscal dio conmigo ella me señaló.
Ella explicó, que por ordenes de la realeza, quedaba bajo arresto.
Mi expresión era de absoluta incredulidad, ¿arrestarme? ¿a mi? No lo comprendía en lo absoluto, mientras el guardia daba pasos de decisión hacia mi, retrocedí por acto de supervivencia.
Al menos sí me iban a arrestar, quería por lo menos una explicación valida.
"Su majestad, Su majestad Belzerg Stylish Sword Iris sospecha que has estado recolectando objetos peligrosos con el propósito de convertirte en el próximo Maou."
... ¿Qué?
Fue como un mazazo. La gente a mi alrededor empezó a murmurar, y yo me quedé paralizado ante semejante acusación absurda.
Un terrorista no puede pasar por alto en los tiempos de paz, y más cuando el rey demonio ha sucumbido por completo, por lo tanto. Iris decretó, que debian llevarme ya sea vivo o muerto.
Los guardias blandieron sus armas al par de ese anuncio impuesto por Senna, el aire que desprendían era tal que como sí estuvieran apunto de neutralizar a una monstruo peligroso.
Esto tiene que ser un error, ¿no? ¿Por qué Iris mandaría tal cosa? Yo no...
Pero entre toda esa desesperación del momento, apreté el báculo que hacía tanto tiempo lo había encontrado.
Un resplandor se apoderó de mi visión y...
Sin darme cuenta, activé el poder oculto del báculo, y una oleada de energía mágica se desató.
Hey... ¿Qué demonios estoy viendo? Las llamas devoraron a la escuadrilla de guardias reales, quienes gritaban de dolor mientras las llamas los envolvían.
Esto era demasiado serio, las llamas hirvientes quemaban las pieles y las telas por igual.
¿Yo acabo de hacer esto? C-como...
Me sentía culpable, había acabado no solo con la vida de uno, sino de cinco personas frente a mis ojos.
Senna... ¡Ella podría!
Pero todo lo que vi en los ojos de Senna fue el horror, con su mirada abierta de par en par.
Era demasiado para manejar, así que di media vuelta y corrí tan rápido como pude.
Quería deshacerme de esa maldita arma... Pero sentía que si lo hacía, algo malo me ocurriría en cuanto cruzara la esquina.
***
Yo maté... A seres humanos, escuchar sus gritos retorcidos mientras me maldicen.
Quería vomitar, el hedor a carne humana quemada se quedó atrapado en mi nariz, maldita sea.... ¡Maldición!
Pensé que solo me buscaban a mi, sin embargo. Por lo que he escuchado de unos cuantos transeúntes, Megumin también está implicada en cierta manera.
Iris, maldita sea. ¿¡Acaso perdiste la cabeza!? ¿Qué demonios tiene que ver mi esposa en este asunto?
La mansión ya no era un lugar seguro, salimos huyendo en cuanto pudimos.
Ahora estamos en la capital, escondidos en un pequeño recinto.
Afortunadamente Dust conocía mucha gente que nos podía ayudar para pasar desapercibidos. ¿La razón por la cual estamos en la capital? Hay un punto de transporte que sale hacia las fronteras de Bryndel, con eso. Cruzaremos la frontera y estaremos a salvo.
Pero estoy preocupado por un punto en concreto...
Darkness no ha aparecido desde que anunciaron "mi conspiración"
Traté de llegar hacia la casa de los Dustiness, pero en cuanto llegue... La policía real estaba desmantelando todo el lugar.
Maldición, maldición... No he sabido de ella por un largo tiempo y estamos apunto de partir, el estrés que estoy sintiendo ahora, no es normal...
Apreté mi cabello con fuerza, amenazando que quería arrancarme mi cuero cabelludo de raíz, pero Megumin tomó mi mano, ella me está apoyando en todo este asunto.
Agarré un respiro, Aqua está consolando a la niña. Realmente le agradezco por mantenga un bajo perfil en este momento.
No tuvimos otra opción, con el dolor de mi alma. Decidimos partir a la mañana siguiente.
***
Hah...
Voy a decir lo que sucedió hace unos días.
Los cuerpos de los que decidieron colaborar con Kazuma Satou, estaban en exhibición en la plaza de la capital.
Dust estaba entre ellos, y también me encontré con...
... ¿Darkness?
Estaba en un cepo, su rostro estaba totalmente desfigurado, no se podía distinguir su reacción. Pero la sangre manchaba lo que quedaba de lo que alguna vez fue su hermoso pelo rubio.
Ella... Estaba desnuda, la muchedumbre arrojaba sin piedad piedras a los cuerpos.
Todavía seguía consciente, las voces furiosas la llamaban "Traidora", mientras cada piedra impactaba de lleno, despellejando su carne y rompiendo sus huesos.
Las salpicaduras de sus órganos siendo destruidos por cada impacto sonaban exactamente cuando estrellas una toalla húmeda en contra de una pared.
No pude...
Por mucho que intenté controlarme, no pude...
Aqua y Megumin trataron desesperadamente de detenerme, pero ya había saltado a la acción.
***
Quemé...
Destruí...
Desaforé todo rastro de existencia ya sea de policía, guardia, transeúnte... Todos lo que se entrometieron.
Cada piedra que lanzaron, se la devolví con cada llamarada lanzada de este cetro.
Al diablo, ¡al diablo con este reino! ¡al diablo con Iris!
¡¡AL DIABLO CON TODO!!
Todos merecen arder.
***
Los años siguieron pasando, dejando a su paso un rastro de oscuridad y desesperación.
Me enteré, tiempo después, que Darkness había intentado abogar por mí ante los nobles y la realeza, sin embargo, Iris la arrestó de inmediato durante la reunión.
Le arrebataron el título de noble que llevaba desde su nacimiento, y la sometieron a días de tortura antes de su ejecución.
Ella murió desnuda y humillada, y la mera idea de su sufrimiento me llenó de una mezcla de tristeza y enojo.
Estudié incansablemente, mi magia se fortaleció gracias a este cetro. Pero la libertad seguía siendo un anhelo inalcanzable.
Hemos estado escondidos como ratas durante varios años, lejos de la vida que solíamos tener. Y nuestros amigos ya no están con nosotros.
Aqua... Su ausencia pesaba en mi corazón, su risa, sus quejas, todo lo que solíamos dar por sentado se había ido.
En una de nuestras tantas huidas, Megumin quedó atrapada en un derrumbe en nuestro refugio. Los magos bombarderos nos persiguieron sin piedad, ansiosos por inmolarnos hasta la muerte.
Aqua, con la bebé en brazos, corrió hacia Megumin y la liberó justo a tiempo.
Pero cuando estábamos a punto de desaparecer entre la espesura del bosque, un rayo, o algo divino, nos alcanzó.
Desde las filas de innumerables lanzas, arcos y báculos extendiéndose hacia nosotros, Rain se alzaba con una caja dorada en sus manos.
Vi a Aqua desvanecerse lentamente, mi impotencia ante lo que estaba ocurriendo me llenó de frustración. ¿Cómo podían hacer algo así?
La bóveda de los Belzerg albergaba una infinidad de artefactos y objetos con una variedad de usos. No era sorpresa que sellar el aspecto corpóreo de Aqua fuera relativamente simple.
Grité, deseando con todas mis fuerzas volverme y reducir a todos nuestros perseguidores hasta la muerte.
Sin embargo, sabía que estábamos en clara desventaja, y en lugar de ceder a mi ira, huí con Megumin y la niña entre mis brazos.
Aqua fue capturada, Eris explicó que ya no volvería a bajar a este mundo...
Ahora, solo quedábamos Megumin y yo.
La muerte de nuestros amigos había sido una causa totalmente injusta, llevada a cabo por alguien que poseía un poder desmedido.
Nuestra hija cumplió siete años, y anhelaba celebrar una fiesta con nuestros amigos. Pero ya no había nadie para asistir.
Megumin había logrado aprender una nueva magia, aparte de sus explosiones característicamente explosivas.
De alguna manera, había logrado establecer comunicación con Yunyun y Wiz. Aunque estas dos habían intentado pasar desapercibidas, ya que tenían cierta interacción previa con Iris.
Megumin propuso volver a Axel y buscar el apoyo necesario para salir del reino. Mis hechizos de teletransportación estaban limitados al limbo de Eris y al antiguo castillo del rey demonio.
Pero no tenía registro alguno de estar en una frontera cercana a Brydel.
Me quedé solo, observando mi reflejo en el espejo.
Estaba exhausto.
Cansado de mantener esta sonrisa falsa en mi rostro, sabiendo que si mostraba desesperanza frente a mi familia, estaría perdido.
Cansado de tener que consolarme constantemente.
Mientras miraba mi reflejo en el espejo, me di cuenta de que ya no era el joven pervertido y vago que solía ser.
Había cambiado, y no precisamente por elección propia. Esa transformación era irreversible.
Si alguna vez tuvimos una oportunidad de escapar de esta pesadilla, ese momento era ahora.
***
Fue una trampa desde el principio.
Yunyun, a quien forzaron a actuar bajo las órdenes de Iris, nos llevó a la emboscada.
Lo supe gracias a las revelaciones de uno de los soldados a los que enfrenté. Me confió parte del plan mientras luchábamos.
Corría con mi hija a través de las llanuras en dirección a Axel.
Destruí y asesiné sin piedad a cada caza recompensas y guardia imperial que intentaba interponerse en nuestro camino.
Incluso convocaron a varios reencarnados para intentar detenerme.
Pero en ese momento, mi única preocupación era reunirme con Megumin. No me importaba cuánta resistencia se interpusiera en mi camino. Estaba dispuesto a aniquilarlos a todos.
—¡¡Papá!!
PRASH*
Un héroe armado con lanza intentó interceptarnos, pero con un simple golpe del báculo su cabeza fue mandada a volar.
Cuando finalmente llegamos a la entrada de Axel, lo que vi me paralizó.
—¡¡No mires!!
Le grité a nuestra hija e inmediatamente le tapé los ojos.
Megumin, la mujer que amaba y la madre de mi hija, su cabeza yacía en una estaca. Mientras que cientos de personas celebraban alrededor de esa aberración.
Celebrando la derrota de uno de los conspiradores a ser el próximo Maou.
Mis lágrimas caían en silencio mientras sostenía a nuestra hija, tratando de protegerla de la horrible escena que tenía delante.
El mundo que conocíamos se desmoronaba ante mis ojos. Aquello que habíamos construido con amor y esperanza se desvanecía en un instante. Megumin ya no estaría con nosotros para ver crecer a nuestra hija, y eso me llenaba de un dolor inmenso.
Las palabras no podían describir la melancolía que me embargaba en ese momento. Sentía que la vida que conocía se desvanecía, dejando un vacío en mi interior.
Mierda...
Mierda...
—¡¡MIERDAAAAAAAAA!!
Mis emociones se desbordaron en un torrente incontrolable de tristeza y rabia.
En mi mano, el báculo que sostenía parecía arder con una intensidad descomunal, como si estuviera respondiendo a mi agitación emocional.
Sin pensar en las consecuencias, lo apreté con todas mis fuerzas, esperando encontrar algún consuelo en su poder.
Una onda de poder mágico, puramente destructivo, surgió del báculo y se propagó a una velocidad vertiginosa.
Axel tembló ante la llegada de esta ola de destrucción, y antes de que pudiera reaccionar, las construcciones que una vez llamé hogar comenzaron a desmoronarse.
El suelo bajo mis pies parecía moverse como si estuviera vivo, y una explosión de energía mágica arrasó con todo lo que se interponía en su camino.
Los gritos de terror llenaron el aire, mezclándose con el estruendo de la destrucción. La gente corría en todas direcciones, tratando desesperadamente de escapar del caos que había desatado.
Mi hija, a salvo en mis brazos, observaba estupefacta la devastación a su alrededor, ajena a lo que su padre había causado.
Fue un momento de locura, donde la ira y la tristeza se fusionaron en una explosión de poder incontrolable.
Había perdido a Megumin y, en mi desesperación, destruí el lugar que alguna vez llamé hogar.
***
Un momento de esperanza, una breve ilusión de escapar de esta pesadilla, se me escurrió entre los dedos una vez más...
Habíamos luchado durante lo que pareció una eternidad para cruzar la frontera, pero la cruel sorpresa que nos aguardaba era impactante.
Iris estaba allí, acompañada por un ejército reunido, lista para interceptarnos. La joven que solía ser una dulce niña ahora portaba una expresión madura pero llena de malicia, una versión de ella que no podía ni haber imaginado.
Iris no había desperdiciado el tiempo en estos años, y su poder se había incrementado de manera exponencial.
Infligió heridas graves en mi cuerpo, pero mi única prioridad era proteger a mi hija.
Corrimos juntos, tratando desesperadamente de alcanzar a Brydel, la última esperanza que nos quedaba.
Sin embargo, En un instante fatídico, mi pequeña tropezó y cayó al suelo.
Me volví hacia ella en un instante, pero antes de poder reaccionar, Iris me alcanzó con un golpe tan devastador que me arrojó lejos.
Mis costillas crujieron bajo la fuerza del impacto, y aunque luché por incorporarme, el dolor que se propagó por todo mi ser fue abrumador.
El maná imbuido en ese ataque no solo destrozó mi cuerpo, sino que también llevaba consigo el resentimiento que Iris sentía hacia mí.
Ella se acercó a mí, agarrando un puñado de mi cabello y tirando con fuerza, obligándome a mirarla directamente a los ojos.
—¿Recuerdas, Kazuma? ¿recuerdas ese mismo dolor que infligiste a mi corazón?
—E-eso fue... Hace tiempo... Debías haberlo superado...
Ella apretó aún más su agarre en mi cabello, haciéndome gemir de dolor.
—Oh, lo superé, pero no te preocupes. Lo que estoy a punto de hacer no es solo por ese rechazo. Al igual que yo, te quitaré las ganas por vivir. Al igual que tú hiciste conmigo desde ese día.
Ella procedió a chasquear sus dedos, ese acto fue mi mayor temor.
Rain y Claire aparecieron cuales verdugos, traté de levantarme, pero Iris ensartó una patada en mi mandíbula, ocasionando que rodara por el suelo.
Mis dientes se cayeron, mi consciencia sucumbió ante la perdida del conocimiento. Pero fue testigo de lo que hizo hacia a mi pequeña.
—Acábenla.
Claire y Rain asintieron a la par, mientras ambas extendían su lanza, la dejaron caer y...
CRUCK*
—Uu...h...
Mi mente se quedó en blanco, incapaz de procesar la escena que se desarrollaba frente a mí. Las palabras se atascaron en mi garganta, y mi voz se apagó por completo.
El gemido de mi hija atravesó el aire y me atravesó el corazón, causándome un dolor indescriptible.
Su pequeño cuerpo no resistió tal brutalidad, y vi cómo su rostro se retorcía de dolor. Sus ojos, llenos de lágrimas, me buscaron en busca de consuelo.
—Pap... Papá...
CRUSH*
Y Rain remató el cuerpo inerte de mi pequeña, no titubeó, no dudó, solo siguió ordenes de forma frívola.
Rain se acercó al cuerpo inerte de mi pequeña sin mostrar el menor atisbo de remordimiento. No titubeó ni dudó un segundo, siguió las órdenes de forma fría y despiadada.
Levantó su arma con decisión y, con un gesto rápido, remató lo que quedaba de la vida en mi hija.
Me levanté lentamente, mi cuerpo lleno de dolor y mi mente aturdida por la devastación que acababa de presenciar. Iris se acercó a mí, su mirada llena de rencor y triunfo.
—¿Ahora entiendes mi dolor?
Sus palabras resonaron en mi mente, y en un instante, un torbellino de pensamientos atropellados y precipitados inundó mi conciencia.
Recordé todo lo que había perdido, a mis amigos, a Megumin, a mi hija. El sufrimiento y el dolor que había experimentado en esos últimos años. La injusticia y la crueldad que había presenciado.
Sí ella me quitó todo... Se lo voy a quitar también, te haré pagar... Pagar...
Mis manos temblaron de rabia, y apreté con fuerza el báculo que aún sostenía en mi mano.
—¡¡TE HARÉ PAGAAR!!
Sin pensar en las consecuencias, golpeé el suelo con todas mis fuerzas.
En ese instante, una onda de poder mágico puramente destructivo surgió de la varita, y con un estruendo ensordecedor, barrió a todos a su paso.
Los soldados que se habían congregado en torno a mí fueron arrojados al aire como hojas en una tormenta, gritando de terror mientras eran consumidos por la vorágine mágica.
Compartiendo el mismo destino que estos estúpidos, Claire y Rain, tampoco fueron capaces de resistir la furia desatada y se desmoronaron bajo su poder.
Los bosques se retorcieron y las montañas se partieron en dos. El suelo tembló y se elevó en pilares de roca, mientras la magia arrasaba con todo a su paso
El mundo tembló con tal fuerza, y vi cómo la tierra se dividía en tres enormes fragmentos. El caos reinaba a mi alrededor, y el estruendo de la destrucción llenaba mis oídos.
Lo que había comenzado como un acto de desesperación se había convertido en una catástrofe sin precedentes.
Las consecuencias de mi ira se extendieron por todo el continente, y supe que nada volvería a ser igual. El mundo que conocía se había desmoronado, al igual que mi cordura.
***
Entre los escombros yacía Iris, malherida pero aún con vida. A pesar de la catastrófica explosión mágica que había desatado, ella había sobrevivido.
Me acerqué a ella con pasos vacilantes, mis fuerzas agotadas después de la explosión.
—Maldito... Maldito... Maldito... ¡¡¡MAALDITO!!
Iris me miró con una mezcla de asombro y enojo en sus ojos, sus labios temblando por el dolor y la incredulidad. Estaba herida, su cuerpo cubierto de cortes y magulladuras, pero seguía viva.
La tomé de su cuello, ella se confundió.
Y activé toque drenador.
—¿¡...!?
Los ojos de Iris se abrieron de par en par, llenos de terror, mientras su cuerpo se debilitaba a un ritmo alarmante. Cada parte de su ser parecía desmoronarse, y el dolor la hacía retorcerse y
Quería verla sufrir.
Quería verla retorcerse de dolor.
Hice que el proceso de drenación vital se desacelera por completo, ocasionando que la victima sintiera como sus huesos, sus músculos, sus órganos, perdían toda fuerza y se retorciera del dolor.
Mi rostro no mostraba compasión mientras mantenía mi agarre firme en su cuello, alimentándome de su vitalidad.
Había tanto resentimiento y odio acumulado a lo largo de los años que sentía que necesitaba desahogarlo de alguna manera. Y lo hacía a través de Iris.
Ella, que había infligido tanto dolor a aquellos que me importaban, ahora estaba experimentando una pequeña parte de ese sufrimiento.
La ironía de la situación no se perdió en mí mientras veía sufrir a la que una vez consideré una dulce niña.
***
En mi vejez, la vida ya no tenía el mismo significado para mí. Había vivido más de lo que jamás había esperado, experimentando altibajos que iban desde la comedia y la alegría hasta la tragedia y el sufrimiento.
Había perdido a las personas que amaba, había destruido el mundo que conocía, y el peso de mis acciones pasadas se había convertido en una carga insoportable.
Ya no me importaba la vida en el sentido en que solía hacerlo. Las risas y las aventuras de la juventud parecían tan distantes, y la eternidad que había buscado en un principio ahora se extendía ante mí como una condena.
Me retiré del mundo, buscando soledad en los bosques helados. Encontré una cabaña apartada, donde podía vivir en aislamiento, lejos de la humanidad y sus problemas.
El frío del invierno se convirtió en mi única compañía, y la nieve que cubría el paisaje parecía reflejar mi propia alma congelada.
Pasé mis días en silencio, reflexionando sobre los eventos que habían llevado a esta etapa de mi vida. Ya no tenía deseos, ambiciones ni objetivos. Mi existencia se había convertido en una espera, una espera de la muerte que finalmente me liberaría de la carga que llevaba.
Y así, en medio de la soledad y el silencio de los bosques helados, esperé el último capítulo de mi larga y tumultuosa historia.
***
Volviendo al presente, Sage se encorvó y miró a Komezuma una vez más.
"Papá..."
Era casi la viva imagen de su hija.
Sage se arrodilló frente a Komezuma.
—Me haz abierto los ojos, pequeña.
—...¿Uh?
Aunque trataría de traerlas de vuelta, ¿tan siquiera se puso pensar que esto era lo que querían ellas?
Mancharse de sangre inocente hasta este punto, ¿era necesario?
—Me prometieron traer a mis seres queridos de regreso, pero no creo que ellos sientan orgullo al verme de esta forma.
Komezuma simplemente permaneció en silencio, no dijo absolutamente nada.
Sage se volteó e n dirección contraria.
—Sabia qué puedo oírte, ¿verdad?
Las piedras del lugar se movieron y de estas emergió Antimago empuñando su espada.
—... No sé lo que ocurrió, pero supongo que... ¿Ya no nos mataras, verdad?
Antimago bajó su espada y se mantuvo en silencio, esperando la decisión de Sage.
— Ya he causado suficiente sufrimiento y muerte. Quiero buscar la redención de una u otra forma.
Komezuma sonrió e inmediatamente saltó de aquel lugar.
—¡Yipa! ¡El viejo se unirá!
—... ¿No estabas herida hace un momento?
—¿Eso a quien le importa? ¡Podré irme a cenar un banquete sí terminamos lo más rápido posible!
Antimago se confundió, pero este mufó.
—Cielos, esta guerra me tiene muy confundido... Ah, al menos puedo decir que robar ropa interior es lo más sano que he hecho.
—Corté un trozo de tela de las sabanas luego de tener mi primera vez con mi esposa, supéralo.
Antimago miró con horror Sage, quien este sin importarle sacó unas pócimas.
—Hmm, yo volví lesbiana a mi Iris. Actualmente estamos en una rela—
—¡¡Callate!! Eres un maldito enfermo, ¡hija de tu...!
Inmediatamente Komezuma fue silenciado por Antimago, los gritos de este ultimo no paraban de llenar de quejas el lugar.
Un cambio abrupto de bando había ocurrido.
Ahora Sage, buscando redención, alineó sus ideales con la compañía Vanguardista.
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