Hearth y Noir se desplazaban a casi que a zancadas a través de un páramo montañoso. 

La fría brisa de la montaña azotaba sus rostros, mientras sus botas pisaban el suelo irregular con firmeza.

—¡¡ACHU!! Chezz… Sniff… V-vaya ajetreo en él que me metí.

Hearth se quejó mientras luchaba con el resfriado en su nariz.

Luego de limpiar la mucosidad colgante de sus fosas nasales, Hearth escaneó el panorama de manera detallada.

Esto ultimo gracias a que sus habilidades draconianas estaban en su máximo punto.

Sus ojos avistaban cada detalle del terreno, buscando cualquier señal que los acercara a su objetivo actual. 

[Kazuma-sama, tenga cuidado. Las bajas temperaturas afectan drásticamente su estamina actual.]

Navi, el hada acompañante de Hearth, orbitó alrededor del cuerpo de su maestro para posteriormente lanzarle aquella advertencia.

El paisaje desolado se extendía ante ellos, con montañas imponentes que se elevaban hacia el cielo y valles profundos que se perdían en la distancia.

 La quietud del lugar solo era interrumpida por el sonido del viento y sus propios pasos resonando en el aire.

´Esto de la falencia elemental es una jodida mier—´

[Kazuma-sama, lenguaje. Lo estoy escuchando.]

—Disculpa, solo estoy algo molesto. 

[…Lamento de que mi poder no haya sido suficiente… Soy una pésima compañera.]

Fuera de la disculpa en su rostro, la voz de profundo pesar de Navi resonó en sus orejas. 

Después de todo, ambos estaban conectados en cuerpo y alma. 

Una mirada de compasión se trazó en el rostro de Hearth.

´No… No es eso, eres una excelente compañera. Diría que eres más que eso, solo que él enemigo excedió por completo nuestras expectativas…´

A pesar de sus palabras de ánimo para Navi, Hearth no pudo evitar perderse en sus propios recuerdos, sumergiéndose en pensamientos que lo afectaban profundamente.

—Hey, concéntrate. Es por aquí.

Antes de que pudiera sumergirse en la laguna de sus recuerdos, Noir lo sacó de su burbuja de pensamientos dando aviso que su objetivo estaba adelante.

 —… ¿Una choza en medio de las montañas?

Era ridículo pensar los gustos que tenían estas variantes por excluirse en el fin del mundo.

Noir al darse cuenta del gesto que colocó Hearth, suspiró de manera exasperada.

—Ya sabes como son las cosas por aquí. Oye tengo curiosidad de algo ¿se supone que somos la misma persona?

—¿Por qué la pregunta?

—No, no es nada. 

Hearth se confundió ante el repentino alejamiento de Noir. 

[… ¿No es algo melodramático de él?]

´Déjalo, literalmente vive en el pasado´

***

A medida que avanzaban, el destino parecía distanciarse cada vez más de su alcance.

El terreno presentaba una complejidad abrumadora en todos los sentidos, y Hearth consideraba la posibilidad de transformarse y surcar los vastos y helados paisajes.

Sin embargo, sabía que iniciar su transformación supondría un agotamiento desmedido de su resistencia y poder mágico en todos los aspectos.

Por lo que ambas variantes debían limitarse a sus limitantes físicas.

Noir y Hearth se encontraban en un paisaje desolado, rodeados por una densa niebla que parecía devorar la luz del atardecer.

Exhalando una buena bocanada de aire helado, Noir se quejó en voz alta.

—Diantres… Encima nos mandaron sin el equipo adecuado. 

—Tengo un frio de cojones.

De repente, ambos lo sintieron. El peligro llegó para ambos.

—¡!

—¡Atento!

Un escalofrío recorrió sus espaldas mientras percibían varias presencias amenazantes acercándose rápidamente.

Fue cuando ocurrió.

[¡Kazuma-sama, altos niveles de energía helada aproximándose a las 12 en punto!]

TRUASH*

Sin previo aviso, un camino de afilados picos de hielo emergió del suelo con violencia, apuntando directamente hacia ellos. 

El ruido del hielo crujiente llenó el aire, rompiendo el silencio opresivo que los rodeaba.

Fuash*

Ambos esquivaron el ataque mágico por los pelos, inmediatamente se pusieron en guardia máxima. 

Pistolas fueron desenfundadas y del humo que se levantaba, emergieron varias figuras con una tez pálida y estaturas más altas que la de un humano promedio.

[Son… Elfos de hielo.]

No hacía falta decir, que en tan solo cuestión de segundos una batalla sin cuartel dio lugar.

El campo de batalla se llenó de gritos de guerra, rugidos de dolor y el estruendo ensordecedor de una lucha encarnizada.

BANG

BANG

BANG*

En medio de aquel escenario, donde una danza de hierro se producía. Hearth y el elfo se enzarzaron en un forcejeo desesperado, cada uno luchando por ganar la ventaja.

—¡Hey! ¿Sabes por qué no me preocupa el frio extremo?

—No me interesa.

—Uh, un poco más y enfrió unas bebidas con esa bocotá tuya.

[… Kazuma-sama, eso fue un mal chiste.]

—Insensato, ¡pagaran por haber pisado estas tierras prohibidas! 

Energia helada empezó a emerger de los brazos del elfo, cosa que alertó a Hearth en lo absoluto.

—¡Mierda!

Intentó socavar su claro nerviosismo con algunos chistes, pero claramente las cosas habían escalado a niveles peligrosos.

SLAAAAAAASH*

Sin embargo, un tajo negro interrumpió él ataque cargado de magia.

—¿¡…!? ¿Q…que… es…?

El cuerpo del elfo se desplomó en el suelo, dividido en dos por aquel ataque misterioso.

 Los demás elfos, al presenciar la pérdida de su compañero, estallaron en furia y confusión. Apuntaron sus báculos mágicos hacia Hearth, preparándose para contraatacar.

—¿Qué ha sucedido? ¡Mi magia no funciona!

—¿Qué está pasando aquí? No puedo canalizar mi poder.

Hearth aprovechó la confusión de los elfos para tomar la iniciativa. 

Con rapidez y destreza, se movió entre ellos en un derrape bastante pronunciado, evitando sus ataques y contraatacando con habilidad.

Hearth  junto a su daga y pistolas lograron despejar el camino en fracción de segundos.

´A pesar de no estar transformado puedo sentir como el rebote de las bajas temperaturas empieza a ser contraproducente en mi interior…´ 

Aprovechando la desventaja mágica de sus oponentes, logró desarmar a uno de ellos y dejarlo indefenso.

—Parece que sus trucos mágicos no son tan efectivos ahora, ¿no? A ver, sácame un conejo del sombrero. 

Hearth le aventó uno de los gorros que usaba uno de los compañeros caídos de los elfos. 

—¡Esto no puede ser! ¡Nuestro poder mágico es supremo!

—Vaya, parece que su magia se ha congelado. Deben haber usado un hechizo "antielfo" en sus varitas, ¿no?

KATRUMP*

Los arqueros y magos enemigos no tuvieron tiempo de reaccionar, ya que fueron cortados rápidamente por la misteriosa figura envuelta en un miasma oscuro.

Esta fuerza oscura se desplazó entre las filas enemigas con una velocidad vertiginosa, como si fuera un meteorito devastador.

FUUUUUUUUUH

En un torbellino negro, la silueta giró con una velocidad impresionante, atrayendo a varios enemigos hacia ella. 

Los elfos no tuvieron oportunidad alguna de enfrentar a este enemigo superior y fueron lanzados en diferentes direcciones por el remolino.

Algunos cayeron por la ladera de la montaña, mientras que otros quedaron totalmente fuera de combate.

Cuando el torbellino finalmente se detuvo, la figura de Noir brillaba con destellos de relámpagos oscuros. 

Este sostenía en sus manos una especie de espada oxidada, que emanaba un aura poderosa.

—[Antimagia: Espada danma.]

Hearth, desde la distancia, suspiró con frustración al presenciar la habilidad y poder de Noir.

—Parece que la amargura viene como un bonus extra en su universo, ¿verdad?

[… Recuerdo estrictamente que hoy no comió payaso.]

La confusión reinaba entre los elfos, quienes no entendían cómo su poder mágico había sido neutralizado de manera tan efectiva. 

La presencia de Noir y su espada de oscuridad parecían haber anulado por completo las habilidades mágicas de los elfos de hielo, dejándolos completamente desorientados y vulnerables.

En tan solo cuestión de minutos, el lado victorioso se decidió en tan poco tiempo cuando el ultimo elfo en pie se estampó de manera abrupta contra el piso.

Hearth y Noir se miraron el uno al otro, para posteriormente observar hacia adelante y notar que la choza de su objetivo estaba aún más cerca.

[Aparentemente… Estábamos cruzando una zona de mana cuantiosa, lo que provocó que nuestros sentidos del entorno estén alterados.]

—¿Y lo vienes a decir ahora?

[Soy su compañera, pero no lo sé todo, Kazuma-sama.]

Mientras se acercaban a la choza, notaron que la atmósfera a su alrededor se volvía cada vez más densa y cargada de magia.

´La fuente de esta presión… Viene de ese lugar´

Ambos compartieron ese pensamiento, puede de actualmente esten “reclutando” sin embargo, cabía la posibilidad de que esta variante se muestre de forma hostil con ellos.

La choza misma emanaba una sensación de antigüedad su estructura de madera parecía haber resistido el paso del tiempo, aunque mostraba las marcas del clima implacable al que había sido sometida. 

El humo que salía de la chimenea ascendía lentamente hacia el cielo, formando figuras caprichosas en el aire frío.

Cuando lograron estar a las puertas de la cabaña, la madera crujió bajo sus pies. Tomó varios segundos para que agarraran valor.

Acto siguiente entraron.

El interior estaba sumido en una penumbra suave, iluminado apenas por el fuego que crepitaba en la chimenea. El aire estaba impregnado de un aroma a hierbas y… ¿sabiduria antigua?

—Wow, esto sí es muy isekai. 

—¿Ise… qué?

—Alto.

El sonido de aquella voz resonó en el aire, interrumpiendo el diálogo entre Hearth y Noir. 

Ambos se quedaron inmóviles, con los sentidos alerta, mientras trataban de identificar la procedencia de aquella misteriosa voz.

—Quienes osan perturbar mi morada. ¿Acaso habéis olvidado la etiqueta de anunciaros antes de entrar?

La penumbra de la cabaña pareció intensificarse, y los destellos del fuego en la chimenea iluminaron ligeramente la figura que se encontraba en el centro de la habitación.

Era un de aspecto sabio. Su cabello blanco como la nieve caía en cascada sobre sus hombros encorvados, y sus ojos brillaban con una sabiduría ancestral.

—… ¿Es él?

—Si, es él… Variante 304 J-01, apodado con el acrónimo de: “Sage” 

Cuando la figura se volteó en dirección a Hearth y Noir, pareció relativamente sorprendido ante ellos. Sin embargo, rápidamente recobró la compostura.

—… Es nostálgico verme tan joven y tan viril nuevamente. 

—Dejemos el cliché de las presentaciones de una vez por todas. ¿Supongo que ya tendrás una idea del por qué estamos aquí?

Ininterrumpidamente Noir espetó e inmediatamente fue directamente al grano.

—Las causas pueden ser muchas… Así como las causalidades que produce la vida a lo largo de la existencia, lo cual puede ser algo totalmente inesperado e incomprensible.

—¿Él para que cosa de qué?

De solo intentar analizar el pensamiento de esta variante, confundió por completo a Hearth.

[Pst… Kazuma-sama, guarde silencio.]

Sage analizó el armamento de los dos Kazumas, observando de reojo la puerta de entrada.

—Veo que pudieron cruzar a los problemáticos elfos… Que desdicha tratar con esos niños cada vez que intento dar un paseo.

—Nos estamos desviando demasiado del tema, hemos venido aquí para que gente como tú se nos una a nuestra causa.

—¿Y yo por que iría… ?

Mientras Noir y Sage sostenían su conversación, Hearth no pudo resistir la tentación de explorar el interior de la cabaña. 

Sus pasos crujían sobre la madera del suelo, y mientras avanzaba, sus ojos se posaron en unas estanterías donde se encontraban cuidadosamente guardados diversos utensilios.

Entre ellos, notó un sombrero de bruja con detalles intricados, una armadura adornada con un ala de ángel en el hombro, un báculo de arcipreste y una bufanda mágica que parecía brillar suavemente con el atenuante brillo del atardecer.

—…

Intrigado, Hearth extendió la mano para tocar la bufanda, sintiendo una suave brisa mágica acariciar su piel.

[Detecto energía divina proveniente de esa bufanda.]

Cada uno de estos objetos parecía contar una historia, un pasado lleno de aventuras…

La curiosidad le picó un poco y se preguntó cual era el significado de estos artilugios para que los guardara con mucho aprecio.

—Conocimiento no me hace falta, riquesas… ¿Para qué? Lo material es intrínseco en la vida. 

—Uy, este Gandalf me está sacando de mis cabales…

Negociar con él no era tarea sencilla, era un hecho.

—Mira, agradece profundamente de que hayamos venido nosotros. Sí te hubiera tocado con otro grupo de lo contrario ellos no habrían sido nada amables.

—La hora de mi muerte está dictada por el mismo destino, sin embargo. No parece ser el caso que mi tiempo llegue todavía.

Noir no pudo evitar arrugar la cara, Sage por el contrario simplemente se sentó y comentó.

—¿Seguramente ustedes hacen esto por voluntad propia?

Noir y Hearth no pudieron evitar mirarse las caras ante la pregunta de él.

—… Tengo un hijo en camino. 

Siendo de los primeros en confesar, Hearth se abrió hacia Sage.

—Quiero ser testigo de su nacimiento y verlo crecer, pero para eso… Tengo que arriesgar mi vida y buscar un futuro mejor.

***

CRASH*

Las casas en ruinas colapsaban sobre sí mismas, dejando a su paso un paisaje desolado y caótico. 

El humo de un incendio devoraba el horizonte, oscureciendo el cielo y agravando la sensación de desesperación en el aire.

—Gh…

Entre los escombros y el caos, Hearth luchaba por mantenerse en pie, su cuerpo parcialmente transformado y cubierto de heridas. 

[¡¡KAZUMA-¡¡SAMA, POR FAVOR!! ¡LEVANTESE! ¡No me haga esto!]

La voz de Navi en su cabeza angustiada se alzó por encima de los gritos y el bullicio de los transeúntes.

Estaba al borde del colapso, su resistencia y energía agotadas por la batalla encarnizada que había tenido lugar.

Los gritos de la gente sumida en la desesperación envolvían su cabeza, junto con una entre mezcla extraña de un bajo zumbido que perturbó sus tímpanos.

De repente las sombras de dos figuras se alzaron amenazadoramente sobre Hearth, proyectando una oscuridad que parecía devorar cualquier rastro de esperanza.

—Variante X-1051, el alias; Hearth. 

El semblante de Liche revelaba su desprecio hacia Hearth, quien yacía indefenso bajo la presión de su pie sobre su cabeza. 

Sus quejas se perdían en el aire, ignoradas por completo por Liche.

—¿Esa hada tuya da información útil aparte de decir; “Hey, listen”?

—¡M…ma…maldito…!

CRUCK*

—¡Ngh…!

La presión ejercida por Liche aumentó de golpe, provocando que un semi cráter empezara a destruir el terreno a su alrededor.

—Ah, ah… Espéralo ahí… Nunca tuve la intención qué llegásemos a esta escena innecesaria, ahora. Asume las consecuencias de tus actos.

En términos de fuerza y poder, Hearth lograba darle pelea a Liche. Sin embargo, hubo un factor externo que conllevó a su derrota.

—¿Tengo que pedirle a mi compañero que devore una de tus alas? O que se coma a alguien que aprecias.

—¡!

—Adelante, di algo. Pero el tiempo es oro, no puedo decir lo mismo por ese loco… Su comportamiento es como el perro llamado “Princesa” cuando lo dejas suelto en un parque.

Las burlas de Liche golpeaban de acá para allá, pero solo una persona se le pasó por la cabeza.

—L…Luna… 

***

—Al final… Tuve que unirme por la fuerza, pero ahora que lo pienso aún mejor… Ellos pelean por un punto concreto.

La vivencia de Hearth terminó, su rostro estaba totalmente devastado. 

Finalmente, Sage decidió hablar.

—Aquellos que quieren hacer un cambio, contra aquellos que quieren conservar lo que tienen en la actualidad.

Noir y Hearth asintieron en sincronía, mientras Sage parecía pensativo. 

—Ciertos Kazuma estamos condenados a vivir tragedia tras tragedia... Mientras que otros se regodean en la grandeza. Pero respondan a mi interrogante, ¿nuestras tragedias son necesarias?

El silencio se hizo presente en la habitación, dejando espacio para la reflexión y la respuesta que debía ser dada. Los ojos de Hearth se encontraron con los de Sage.

—… Sí existe un tipo de “paraíso” para evitar dichas tragedias, haré lo que sea necesario para que mi mundo permanezca.

Sage suspiró, al mismo tiempo que se levantó.

—No me obligaron por la fuerza, es un punto a favor. Después de todo, ustedes luchan para obtener un futuro mejor.

—¿Eso nos hace los buenos?

Ante la pregunta de Noir, Sage negó.

—No hay buenos ni malos, todo es neutral. Depende del punto de vista considerar a nuestros enemigos a aquellos que intentan interponerse en nuestro camino, lo mismo ocurre al revés.

Sage extendió su mano hacia Hearth, quien, al notar el gesto, hizo lo mismo hasta que finalmente estrecharon las manos.

—Somos Kazumas, siempre elegimos el lado que más nos conviene.

—Cierto.

Y a través del diálogo, sin necesidad de acciones aberrantes...

Un nuevo miembro se unió al Escuadrón Apocalipsis.