ANTES DE COMENZAR, IMPORTANTE: Una vez terminen de leer este capitulo, vaya a leer el siguiente, "Epilogo". Allí hay algo importante que todos los que han seguido la obra deben leer sí o sí. Dicho esto, que comience el ultimo capitulo!

Un día mas comenzaba, el ultimo del campamento, para ser mas exactos. Luego de que en la noche anterior tuviera que lidiar con varios regaños y culpas por lo sucedido en el cobertizo, Kazuma se levantaba con un leve dolor en el pecho.

- (Diablos, últimamente se está haciendo costumbre que despierte así) - Pensó el joven mientras llevaba una mano a su corazón - (Hoy es el baile... Es el ultimo día.)

Mientras Satou se levantaba y cambiaba para empezar el día, en el cuarto de las chicas se encontraba Itsuki haciendo compañía a Ichika, ya que esta ultima se había enfermado por todo lo ocurrido la noche anterior.

- Lo siento... jajaja - Se disculpó entre risas la mayor - Pensar que me haya enfermado justo el ultimo día...

- Aunque fuera un accidente lo de anoche, tendrías que haber tenido mas cuidado - Advirtió Itsuki - Así que ahora descansa tranquila y reflexiona por tus actos.

- Está bieeen, si me siento mejor iré con ustedes - Afirmó con una sonrisa - Aunque... últimamente te veo algo rara. ¿Ha pasado algo con Kazuma?

- ¿E-Eh? ¿Cómo es que...? - Antes de que pudiera terminar su pregunta, Ichika la interrumpió.

- Hace unos días que los noto bastante alejados a ustedes dos. Y como esto me parecía raro, supuse que sucedía algo.

- Bueno... es que no se muy bien como explicarlo - Dijo la menor - Es que... tengo una sensación rara cuando estoy con él. Hasta ahora no tenia ningún gran problema con él, pero de repente es como si una gran duda me invadiera cuando le hablo. Una parte de mí confía mucho en él, pero la otra me grita que no lo haga. A veces incluso siento como si fuera otra persona totalmente distinta...

- Vaya, eso es bastante curioso y extraño - Señaló la otra chica - ¿Pero has hablado de esto con él? Quizás lo está pasando mal por eso.

- No... Y por mucho que quisiera, no puedo. Me cuesta mucho hablarle en esta situación de desconfianza. Siento... que no lo conozco de nada, mientras que él conoce bastante sobre nosotras.

- Je... así que has vuelto con eso ¿eh? - Dijo con una gran sonrisa - Tranquila hermana, Kazuma es distinto a nuestro padre. Tú solo ve a hablar con él sobre todo lo que sientes, y de paso disfruta del día de esquí.

Itsuki miró a su hermana mientras sonreía, al mismo tiempo que pensaba en como debía de abordar este confuso tema con su tutor.

Volviendo con Kazuma, él ya se había preparado para el día de esquiar en las montañas, aunque no sabia muy bien como hacerlo. Por suerte, en esta ocasión seria una de sus alumnas quién le enseñe.

- ¡Vamos, Uesugi! - Exclamó emocionada Yotsuba - ¡Yo te enseñaré como hacer esto! ¡Así que deslicémonos todo el camino!

- (Entre que me llama así y que la molestia del pecho no ha desaparecido, esto no me da una buena espina) - Pensó Satou mientras tomaba las mano de la chica para moverse - Oye, ¿donde están las demás?

- Itsuki está cuidando a Ichika ya que está enferma, Nino está esquiando por su cuenta, y Miku se suponía que vendría tambien para que le enseñe... Ah, ahí viene ella. Muy bien, ¡Ahora que están los dos, será mi momento que por una vez sea yo quien le enseñe a ustedes! 

Y así, los dos jóvenes novatos comenzaron con su aprendizaje para esquiar. Pero había algo que incomodaba a Kazuma, y es que Miku estaba bastante alejada de él desde que llegó, ni siquiera le dirigía la palabra o lo miraba.

- (¿Me pregunto que le pasará para que esté así?) - Se preguntaba Kazuma - (Tal vez tiene que ver con que cada vez estoy desapareciendo cada vez mas...)

Mientras que el chico estaba sumido en sus pensamientos, alzó su vista y vio que frente a él estaba otras de las hermanas. Y mayor fue su sorpresa al saber de quién se trataba.

- ¿Oye, quién se supone que eres? - Preguntó confuso Kazuma.

- Soy yo, Ichika - Se identificó la quintilliza mientras se bajaba su mascarilla.

- ¡¿Ichika?! ¿Qué haces aquí? - El chico estaba confundido ante la aparición de la mayor - Me dijeron que estabas algo mal.

Miku, quien estaba cerca del lugar, tambien se sorprendió al escuchar el nombre de su hermana, mientras que tambien se formaba una pequeña mueca en sus rostro.

- *Cough* Aun no estoy del todo bien, pero no tienes de que preocuparte - Afirmó la mayor - Ademas, es algo vergonzoso estar siendo cuidada todo el día por Itsuki.

- ¡Ichika! ¡Estos dos no entienden nada de lo que digo! - Gritó Yotsuba - ¡Por mucho que les enseñe, no me entienden ni avanzan!

- ¡Tienes bastante valor para quejarte! - Protestó Kazuma - ¡Eso es lo que yo siento constantemente con ustedes! 

- Bueno... entonces quizás hay que hacerlo algo mas emocionante - Ichika se colocó sus gafas para la nieve y tomó los palos de esquí - ¡Hagamos una pequeña persecución! ¡Que Yotsuba trate de alcanzarnos!

- ¡Me gusta esa idea! - Dijo emocionada la chica del lazo - Yo les daré un poco de tiempo, así que aprovechen ¿Sí? 1... 2...

- (Diablos, apenas se como controlar esto y me piden que trate de escapar de alguien que los maneja perfectamente...) - Pensó Kazuma - (Aunque esto podría ser una buena oportunidad para ir y hablar con Mi...)

Cuando el chico buscó a la tercera hermana, se percató que esta ya había comenzado a alejarse del lugar. Así que, como podía, trató de alcanzarla.

Aunque la situación no mejoraba demasiado. Sumado a la molestia del pecho que tenia, ahora se sentía mucho mas cansado que antes, así como tambien le parecía todo mucho mas pesado de hacer.

Al ver esta lentitud a la hora de moverse, Ichika, quien ya se había ido hace rato, volvió para acercarse a ver que tal estaba el joven.

- Oye ¿estas bien? 

- Mejor... que nunca - Respondió pesadamente.

- Pues no da para nada esa sensación... Oye, una cosa. No has hablado con nadie sobre lo de ayer ¿verdad?

- ¿Lo de... ayer? Por supuesto que...

Un dolor en el corazón y en la cabeza detuvo Kazuma. Al igual que en la noche anterior, el mundo nuevamente se había detenido. Todo se fundió a negro, y cuando se fue recuperando, se dio cuenta que estaba rodando montaña abajo hasta ser detenido por un árbol.

- (... Demonios...) - Dijo simplemente mientras se frotaba la cabeza.

- ¡Ue...i! - Escuchó apenas la voz de Ichika - ¿Es... b...?

Como el dolor perduraba, cerró los ojos hasta que se calmara. Poco a poco, fue menguando, hasta que desapareció. Así que lentamente empezó a abrir los ojos nuevamente. Pero, como la ultima vez, estaría en un lugar completamente distinto al de la ultima vez.

- ¿Eh? ¿Dond...? - Antes de que pudiera terminar de hablar, cierta chica que estaba a su lado le tapó la boca - ¿Miku?

- ¡Sshh! Si hablas demasiado fuerte, Yotsuba nos encontrará - Dijo la chica - Ella está justo afuera.

- Ah, cierto que estábamos con eso...

Un gran silencio se produjo en el pequeño y apretado escondite de nieve. Miku parecía bastante avergonzada por la cercanía con el chico, así como tambien no dejaba de darle vueltas a lo del baile y lo de la noche anterior.

- Oye... - Habló el joven - Desde anoche que quiero aclarar algo contigo.

- ¿S-Sí? ¿De qué se trata? - Preguntó nerviosa.

- Es sobre el baile - El corazón de Miku se aceleró al oír esto, y quedó expectante a lo que diría el chico - Miku... Creo que lo mas justo seria que esta noche baile contigo.

- ¿Q-Qué? ¿C-Cómo que justo? - El rostro de la chica era cada vez mas rojo, así como tambien estaba mas y mas nerviosa - ¡Kazuma! Lo mas justo seria que bailes con Ichika, ya que ella...

- Te equivocas - Interrumpió - Lo mas justo es que vaya contigo, ya que fuiste la tú la que me invitó directamente, aunque estuvieras disfrazada. Ademas... la misma Ichika me lo dijo, no hay ningún problema que cancele lo de ella, y teniendo en cuenta su salud ahora podría servir de excusa por si alguien pregunta.

- Pero... se supone que toda nosotras... debemos ser equitativas. No puedo simplemente aceptar...

- Miku, deja de decir estupideces. Está bien ser equitativo en varios aspectos, pero no se puede negar el esfuerzo que uno hace. Por ejemplo, podríamos ponerle algo pesado a Yotsuba para equiparar nuestras velocidades, pero al hacer eso estaríamos negando todo lo que hizo para llegar a ser tan rápida. 

Kazuma hizo un pequeña pausa para mirar a la chica a los ojos, la cual estaba completamente sonrojada, y prosiguió.

- Lo que quiero decir con esto es que mas que equidad, prefiero ser justo. Y es por eso que decido ir contigo a lo de la fogata. 

- ... - Nakano agachó la cabeza, mientras que una sonrisa se formaba en su rostro - Esta bien, vayamos a lo justo... Kazuma, acepto.

- ¡Bien! (Con esto ya me quito un problema... aunque ¿llegaré hasta ese momento?) Bueno, revisaré si ya se fue la otra.

Kazuma se asomó un poco y miró a su alrededor. Al ver que no había nadie ya, decidió salir del todo mientras tambien le avisaba a Miku que ya era seguro.

- Kazuma... Ichika me pidió que busquemos a Itsuki, ya que está sola - Mencionó la chica.

- ¿Ahora ademas de tutor tengo que hacer de niñero? - Preguntó retoricamente - En fin... vamos a buscarla a la cafetería.

Los dos se dirigieron hacia aquel lugar donde esperaban encontrarse con la menor, pero para su sorpresa no estaba allí. Comenzaron a buscar un poco por los alrededores para ver si la encontraban, pero no había ningún rastro de ella.

En la búsqueda, Kazuma comenzó a sentirse mal, hasta el punto que colapsó sobre sus rodillas, totalmente cansando.

- ¿K-Kazuma? ¿Estas bien? - Preguntó preocupada la joven.

- ... - Él solo asintió, ya que ni las palabras le salían - (Eris, solo dame un poco mas de tiempo...)

- Y... ¡Los atrapé, Miku y Kazuma! - Exclamó Yotsuba - Ahora solo me falta Itsuki... Oye, ¿que haces en el piso? ¿Estas bien?

- ¿Tú... qué crees? - Contestó mientras se levantaba poco a poco algo mareado - Y justamente tambien estábamos buscando a Itsuki.

- Parece que hay bastante ruido por aquí - Comentó mientras llegaba Nino acompañada de Ichika.

Al parecer, ninguno de los cinco presente había visto a la chica. Es por eso que comenzaron a pensar en lo peor: podría estar perdida en una zona peligrosa.

- Esta bien, yo iré a las cabañas a comprobar si no está allí - Dijo Yotsuba.

- ¡Lo mejor seria que vaya a avisarles a los profesores! - Mencionó Miku.

- ¡E-Esperen! ¡Quizás deberíamos calmarnos un poco y buscar mejor!

- ¿"Calmarnos un poco"? - Repitió Nino - ¡La vida de Itsuki está en peligro! ¡No me vengas con calma!

Kazuma pensaba en una posible respuesta mientras trataba de mantenerse en pie. Cuando justo en ese momento la respuesta vino hacia él automáticamente.

- Creo... que se donde podría estar ella... - Dijo el chico - Ichika, ven conmigo.

- ¿De verdad que lo sabes? - Preguntó extrañada y para nada segura la segunda hermana.

- Solo... confía en mí.

Dicho esto, Kazuma e Ichika se dirigieron hacia el teleférico para tener una mejor visión panorámica del lugar.

- ¿Realmente debíamos subir aquí? - Preguntó Ichika.

- ... Oye, creo que es esa de ahí - Señaló el chico - ¿O es que me parece? 

- ¿Eh? ¿Cual? - Kazuma volvió a señalar a la persona - Ah... no creo que sea ella.

- Por supuesto... ya que es un hombre - Dijo el tutor, sorprendiendo a la chica - Al fin y al cabo, la verdadera Itsuki está aquí.

Kazuma retiró su capucha y reveló que efectivamente, la que se suponía que era la hermana mayor de las quintillizas, era la persona a la que tanto buscaban.

- Podrás ocultar muchas cosas... pero tu mala visión siempre estará ahí.

- ¿Cómo...? - Preguntó avergonzada - ¿Cómo lo sabias?

- En parte fue una corazonada. Ichika no seria tan cabezona para venir a la nieve estando enferma... y mucho menos pediría tanta tranquilidad cuando su hermana podría estar perdida... Ademas, el como una me llama Fuutarou y la otra Ue... Bueno, eso da igual, no lo entiendes.

- Si... que nos conoces bien - Afirmó cabizbaja - Yo... lo siento por todo esto, y por dudar tanto de ti. Solo quería... estar segura, por algun motivo.

- Je... - Fue lo ultimo que pudo decir, ya que un golpe y un dolor en pecho fulminó a Kazuma, quien esta vez no tuvo ni siquiera tiempo a quejarse y quedó KO, apoyando así su cabeza sobre el hombro de la chica.

- ¿Eh? ¿Ues...? ¿Kazuma? - Preguntó preocupada Itsuki, mientras movía un poco al chico para ver si reaccionaba.

La luz comenzó a hacerse nuevamente para Kazuma. Efectivamente, estaba en aquel lugar donde había ido tantas veces, y frente a él tenia a Eris.

- Supongo... que ha llegado la hora ¿no? - Cuestionó Kazuma.

- Bueno, sí - Afirmó la diosa. Aunque parecía algo avergonzada con la situación - Pero digamos que viniste antes de tiempo.

Los recuerdos del mundo de fantasía llegaron a la mente del aventurero, y pudo ver a que se refería Eris con eso de "antes de tiempo".

Y es que justamente el otro Kazuma estaba con el grupo limpiando un gran cementerio que estaba repletos de no-muertos. Pero justo en medio de la batalla le dio un bajón de energía por la separación de su alma, bajando así la guardia. Esto fue aprovechado por un esqueleto gigante, que de un solo golpe con su martillo mandó a volar al joven contra un gran mausoleo que había allí, matándolo en el acto. 

- ... Que irónico que esto termine como empezó - Mencionó el chico.

- Bien, aun así ya era la hora. Así que aprovechemos esto - Mencionó seria - Dime, Kazuma Satou, ¿cual es tu decisión?

- *Suspiro* Supongo que la elección estaba claro desde el principio - Señaló el joven mientras se rascaba la cabeza - Yo...

Mientras, en el mundo real.

Kazuma fue llevado rápidamente a una de las habitaciones de la cabaña, siendo seguido por las cinco hermanas que estaban preocupadas por su bienestar. Todas las Nakano sentían algo de culpa de esto, pero sobre todo era la menor quien cargaba con todo.

Y por mucho que quisieran y protestaban, no permitieron que ninguna de ellas entrara con él a la habitación, y para asegurar que no se infiltrarían, uno de los profesores se haría cargo de cuidar del joven y serian castigadas si lo hacían de todos modos.

Las horas pasaron, y el momento mas esperado de la noche había llegado. Nino estaba enfrente de la fogata, enojada porque aquel chico la había dejado plantada. Ichika y Miku hablaron sobre sus sentimientos, y esta ultima le aseguró a la otra que, a partir de ahora, iría enserio por el corazón del chico que amaban, así que le pidió que no se contenga a partir de ahora. Y por ultimo, Yotsuba e Itsuki estaban en el cuarto del joven empacando sus cosas, cuando encontraron la pequeña libreta donde anotaba todo lo que fue sucediendo en este campamento.

Todas mantenían esa incomodidad y preocupación al no saber el estado de su amigo y tutor. Así que, pasase lo que pasase, irían a verlo. Todas se escondieron y esperaron en la oscura habitación a que saliera el profesor. Cuando lo hizo, cada una se acercó al interruptor para encender la luz. Y, sin planearlo, las cinco encendieron la luz al mismo tiempo, sorprendiéndose de la presencia de las demás.

- ¡¿Qué hacen todas ustedes aquí?! - Preguntó exaltada Nino.

- No esperaba que justamente tú, Nino, estés aquí - Dijo Miku, poniendo nerviosa a su hermana.

- Supongo que todas estamos aquí porque nos preocupa su estado - Afirmó Ichika.

- Jejeje, de alguna manera me alegra que todas nosotras hayamos pensado en lo mismo - Señaló contenta Yotsuba.

Itsuki sonrió al ver a todas sus hermanas juntas en esto, y comenzó a acercarse al chico hasta colocarse a su lado.

- Kazuma, todas queremos que te mejores pronto - Habló la chica - Sé que he estado actuando raro contigo últimamente, así que te pido perdón por todo eso. Aun así... quiero conocerte mejor. Así que cuando despiertes cuéntame todo sobre ti, ¿sí?

Itsuki comenzó a acercar su mano a la del chico, mientras el conteo para la finalización de la fogata comenzaba.

- Yo... volveré a Axel con las demás - Dijo seriamente el chico.

- Vaya... si bien en parte me lo esperaba, me sorprende un poco - Aseguró la diosa - ¿Podrías decirme el porqué de tu respuesta?

- Bueno... creo que es bastante sencillo. Por muy inútiles, odiosas, estupidas y molestas que sean las otras tres, son mis amigas, y como dijo Ichika, allí ya es como mi hogar. Ademas, mientras que las quintillizas van a tener a un buen tutor al irme, si yo desaparezco en el otro mundo probablemente no podrían hacer nada sin mí. Aunque tampoco te voy al mentir al decirte que hasta ultimo momento no estaba seguro de que decisión tomar.

- Es un buena y bonita respuesta eso... Bueno, si ya está todo dicho, supongo que es hora de devolverte al otro mundo.

- ¡Espera! Antes de irme... me gustaría despedirme de las chicas. Aunque ellas me olviden, yo no lo haré.

- Bueno, si ese es tu deseo, te doy un par de segundos.

Eris chasqueó sus dedos y toda la visión del joven se iluminó. Cuando empezó a ver nuevamente, pudo observar como en la oscura habitación, apenas iluminada por la fogata del exterior, las cinco hermanas tomaba cada una uno de sus dedos. 

- Chicas... Gracias por todo.

- ¡Kazuma! ¡Finalmente despiertas! - Dijo Yotsuba.

- Ya era hora, dormilón - Habló Ichika.

- N-No te hagas ideas raras con esto, ¿ok? - Preguntó sonrojada Nino.

- Jajaja... ¿Saben? Las voy a extrañar bastante...

- ¿Por qué hablas como si te fueras a morir? - Cuestionó Miku - Eres un exagerado.

- Él siempre a sido un bromista, no le hagas caso - Aseguró Itsuki - Aun así, es bueno verte despierto otra vez, Kazuma.

- Sí... aunque si no les molesta, creo que voy a descansar un poco mas...

Y así, Satou cerró sus ojos por ultima vez en este mundo. Las voces de las chicas empezaron a apagarse mas y mas. Todo ese mundo empezaba a alejarse de él.

- (Adiós a todos... sobre todo a ustedes, quintillizas) - Se despidió por ultima vez, antes de volver a Axel.

Kazuma empezó a abrir los ojos, y se vio rodeado por sus compañeras de aventuras. Con una pequeña sonrisa, se levantó tranquilamente y empezó a estirar su cuerpo.

- Que callado te despertaste esta vez - Señaló Darkness.

- ¿Y qué pasa con esa sonrisa? - Preguntó Megumin - Es raro verte así después de una muerte.

- No es nada. Simplemente digamos que me vino bien esa muerte - Respondió el aventurero - Como sea, será mejor que vayamos al gremio a reclamar la recompensa.

Las dos chicas quedaron confusas ante esta respuesta, pero no le dieron demasiada importancia y accedieron al pedido de su amigo.

- Quizás puedas engañarlas a ellas, pero no a mí - Dijo Aqua - Te noto... completo ahora.

- ¿Qué diablos quieres decir con eso?

- No se que escondas con la diosa con relleno, pero ten por seguro que si descubro que es lo que sucede te haré pagar.

- ... Diosa inútil, has estado a la defensiva desde hace demasiado tiempo, ¿no? Que tal si... no se ¡Dejas de dudar de mi de una vez por todas!

- ¡Nunca! ¡Eres demasiado sospechoso, Kazuma!

- ¡Oigan, ustedes dos! - Llamó la rubia - ¡Podrían dejar de discutir por una vez!

- ¡Sí! ¡Ya estamos cansado de oírlos! - Agregó la maga - ¡Busquemos la recompensa y volvamos a casa de una vez!

- Ya las oíste, ¿verdad? - Habló en tono molesto el muchacho - Ahora cállate de una vez y vamonos de aquí.

- ¡Agh! Te juro que algun día descubriré que es lo que escondías tanto...

Y así, las aventuras por el mundo real terminaban para Kazuma Satou. Volvería a las divertidas pero estresantes aventuras con sus tres estúpidas amigas. Aunque... quizás no quedaría todo así como así.

Unos días después, en el gremio.

- ¡Kazuma, Kazuma! - Llamó Darkness.

- Kazuma desu.

- ¿Qué tal si aceptamos esta misión? Mira, una jauría de lobos salvajes están rondando por la granjas... Me pregunto si estarán en su época de celo y si podría ser atacada por ellos... ¡De solo pensarlo... Ah!

- No, gracias - Rechazó al ver la reacción de la rubia.

- ¡Kazuma, Kazuma! - Habló esta vez Megumin.

- Hai hai, Kazuma desu.

- ¿Y qué tal esta? Parece las ranas gigantes siguen molestando ¡ya tenemos experiencia en cazarlos, sera fácil!

- Mmm... demasiado repetitivo... - Se quejó esta vez el chico - Pasando.

Mientras el grupo buscaba una misión ideal, las puertas se abrieron de repente, acompañado una voz bastante familiar para el aventurero que lo hizo congelarse completamente.

- Oigan ¿Seguras que es aquí? - Dijo una voz femenina.

- Ya te dije que sí, se supone que este es el gremio de aventurero - Contestó otra chica.

- N-No... no puede ser - Susurró Kazuma dándose vuelta lentamente.

Y efectivamente, allí vio que se trataban de nada mas ni nada menos que las cinco hermanas Nakano.

- ¿Kazuma? ¿Te encuentras bien? - Preguntó la maga explosiva.

- ¿Kazuma? ¿¡Eres tú!? - Se exaltó Yotsuba al verlo.

- ¡Espera! ¡¿Como diablos me recuerdan?!- Gritó el joven al ser identificado.

 - (Yo puedo explicártelo) - Dijo en su cabeza Eris - (Como estuve viendo que todavía una parte de ti las extrañaba, decidí traerlas a este mundo a través de un sueño, así como tambien darle momentáneamente los recuerdos que compartieron contigo. Pero no te preocupes, cuando despierten no recordaran nada)

- (¡No es eso lo que me preocupa en este momento, Eris!)

Las quintillizas se acercaron hasta el aventurero y su grupo para comprobar que efectivamente se trataba de él.

- Vaya Kazuma, veo que estas muy bien acompañado como siempre - Mencionó Ichika - ¿Quienes son estas chicas?

- ¡Hmph! ¡No me puedo creer que tenemos que estar con él incluso en sueños! - Se quejó Nino cruzándose de brazos.

- Oye Kazuma... ¿Conoces a estas chicas? - Preguntó extrañada Megumin.

- Eh... 

- Claro que nos conoce, somos sus alumnas - Respondió Miku.

- ¡No lo digas así, Miku! ¡También somos sus amigas! ¿Verdad? - Agregó Yotsuba.

- K-Kazuma... todo esto es demasiado extraño - Habló Darkness - ¿Podrías decirnos que significa esto?

- B-Bueno...

- No creo que haga falta explicar demasiado. Somos las quintillizas Nakano, y Kazuma es nuestro tutor privado - Explicó Ituski - Que bueno verte por aquí tambien, profesor.

- Kazuma... sera mejor que tengas una buena explicación para todo esto - Presionó Aqua. 

- Oh... por supuesto que existe una explicación, querida y gran Aqua. Veras... - Y dicho esto, Kazuma salió corriendo de ese lugar, tratando de huir de ella.

- ¡¿K-Kazuma?! - Se sorprendió Itsuki al verlo partir, y fue tras él.

- ¡Vuelve aquí ahora, Basuma! - Gritó la diosa yendo tras él.

- ¡E-Espera, Aqua! - Siguió Darkness.

- ¡No podrás huir de nosotras, Kazuma! ¡Yo te alcanzaré! - Dijo Yotsuba tambien corriendo a por el chico.

- ¡¿Qué diablos esta pasando?! ¡Explícanos, Kazuma! - Se sumó Megumin.

- Creo que esto es bastante extraño - Habló Ichika - Supongo que debemos ir tambien a por él ¿No?

Las dos hermanas restantes asintieron, y tambien comenzaron a perseguir a Kazuma por todo el pueblo.

- ¡Eris! ¡Te juro por lo que mas quiera que la próxima vez que vaya, me las pagaras! - Exclamó furioso Satou, siendo alcanzado por Yotsuba, la cual se abalanzó sobre él.

- ¡Te atrape! - Habló feliz la chica, mientras llegaban las demás detrás de ella.

- ¡¡¡Maldición!!! - Gritó a todo pulmón Kazuma, quien ahora tendría una laaarga tarde para responder varias preguntas y afrontar su castigo.

FIN.

RECORDATORIO IMPORTANTE: Nuevamente lo vuelvo a decir, vayan a leer el Epilogo! Hay una pequeña sorpresa ;)