14 - Segunda interrupción
Después de lograr superar el reto que impuso el señor Nakano y lograr mantener su trabajo, Kazuma debía seguir estricto como tutor. Así que por eso se dirigió al apartamento de las chicas para lo que debería ser un día de estudios como ya habían tenido antes.
Pero como siempre, esta sesión de estudio se vería interrumpida por una tontería de las quintillizas.
- Buenas - Saludó el joven.
- ¡Hola, Kazuma! - Correspondió Yotsuba.
- Te estábamos esperando para comenzar - Dijo Itsuki.
- Sigo sin saber como me convencieron para esto... - Se quejó Nino.
- ¿Eh? ¿Donde está Ichika?
- Ella tenia una grabación hoy, así que no puede estar - Respondió la chica con dos estrellas - Igual no te preocupes, la ayudaremos para estudiar lo de hoy.
- Bueno, supongo que entonces podemos comen...
- Espera, Kazuma - Interrumpió Miku - Antes de comenzar, me gustaría que probaras estas croquetas, las hice yo misma.
La hermana del medio le enseñó una bandeja con bastantes coquetas, las cuales no tenia muy buen aspecto. Aun así y para comenzar de una vez, Kazuma tomó una y la comió... la cual resultó ser una muy mala idea.
- ... - La cara del joven decía todo, trataba de forzarse a sí mismo para tragar esa cosa horrible.
- ¿Y? ¿Qué tal está? - Preguntó ilusionada la chica.
- Están... muy ricas - Mintió el muchacho mientras lo tragaba.
- ¡Me alegra oír eso!
- Tsk ¿Es que no te das cuenta, Miku? - Cuestionó Nino - Claramente no dijo la verdad para no herir tus sentimientos
- Pues a mí me parece que estas celosa de que le haya gustado lo que hice.
- ¡¿Celosa, yo?! ¡¿Por qué lo estaría?! - Escuchar estas palabras provocó que se levantara de su asiento - Ademas, si probara uno de mis platos seguro le gustaría mucho mas que el tuyo ¡y siendo totalmente sincero!
- Con esa actitud solo estas demostrando que lo que digo es verdad.
- Eso es lo que crees entonces ¿Eh? ¡Bien! ¡Esto se decide rápido y sencillo! - Nino se dio la vuelta y se encaminó hacia la cocina - ¡Tendremos una competencia de comida! ¡El plato que mas le guste a Kazuma, gana!
- Entendido, acepto entonces.
- ... Oigan, estoy aquí para enseñarles, no para que me usen como juez - Protestó Kazuma, siendo ignorado completamente.
Y de esta manera la competencia entre las dos Nakano dio comienzo. Cada una preparó su plato, y se lo entregaron al chico para probar.
- Espero que te guste, Kazuma - Dijo Miku entregando su comida de no muy buen aspecto.
- Muy bien ¡prueba y veras lo que es verdadera comida! - Habló Nino, quien a diferencia de su hermana menor, su platillo lucia muchísimo mejor.
- Bueno, allí voy - Kazuma tomó el tenedor y le dio un pequeño bocado a la receta de Nino - (Diablos... no puedo admitir como si nada lo delicioso que está) Esta... bastante bien.
- ¡¿Solo eso?! - Cuestionó nerviosa la segunda hermana.
- A ver, probemos el de Miku... - Repitiendo la acción anterior, probó lo preparado por la otra chica. Lamentablemente, el sabor era idéntico a su apariencia - (No... puedo... ni comerlo. Pero no puedo decirs...)
Justo cuando estaba a punto de tragar, un fuerte dolor apareció el pecho de Satou. Esto provocó tambien que se ahogara con lo que estaba comiendo, así que esta situación solo podía significar una cosa: Estaba a punto de ir con Eris por morir.
El tiempo comenzó a ir lento, así como tambien el mundo perdía poco a poco el color. Su destino estaba sellado, y lo único que podía hacer era agarrarse el pecho con fuerza.
- ¡K-Kazuma! - Exclamó Itsuki acercándose a su amigo para ayudarlo.
- ¡Está atragantando! - Señaló Yotsuba imitando la acción de su hermana.
Con estas ultimas palabras y viendo como las hermanas lo salvaban de la asfixia, el mundo de Kazuma se oscureció completamente. La luz volvió a aparecer poco después, viendo a la diosa frente a él.
- He... muerto otra vez - Musitó incrédulo el chico - ¿Cómo fue qué...?
- Tuvo que ser algo horrible el ahogarte por eso - Apuntó Eris.
- Espera ¡¿morí atragantado?!
- No, me refiero a lo que pasó con las cinco recién, que te diera el ataque justo en ese momento - Explicó la diosa - Tu muerte fue mas bien...
Los recuerdos comenzaron a llegar a la mente del joven, visualizando lentamente lo sucedido.
- De verdad... ¿morí de esa forma?
- Lamentablemente, así es.
Esta vez, la muerte no podría haber sido mas peor: En una noche de copas en la mansión del grupo, un bastante borracho Kazuma intentó sacarle la botella a una Aqua que se encontraba en la misma situación. Hubo un gran forcejeo entre ambos, el cual podría haber sido detenido por alguna de las otras dos, pero Darkness se encontraba totalmente dormida, y Megumin estaba enojada por no dejarle beber alcohol, por lo que solo se quedó observando molesta.
La cosa es que durante esta disputa, Kazuma tiró con mucha mas fuerza, quedándose con la botella. Lo malo es que al no tener ninguna clase de equilibrio y compostura, dio bastante pasos hacia atrás, pisando otra botella vacía y resbalándose, con la mala de suerte de romperse el cuello en la caída.
- ¡Pero que muerte mas patética! - Exclamó el joven.
- Bueno, no es como si tus otras muertes sean mejores... - Susurró Eris - Como sea, por suerte Aqua ya te está reviviendo.
- Entonces, ya puedes llevarme devuelta.
- Antes de hacerlo... Tenemos cosas importantes de la que hablar.
- ¿Ah, sí? ¿De que se trata?
- Es sobre lo que me contaste, lo de que te llamaran por otro nombre - Mencionó la chica - Bien, esto será una explicación larga, pero espero que lo entiendas. Como sabrás, actualmente tu alma está dividida en dos: una parte está en Axel con tus compañeras de aventuras, y la otra ocupa el lugar de otra persona mientras vives su vida en el mundo real. El problema es que un alma no puede permanecer separada por mucho tiempo, ya que esta siempre buscará volver a unirse...
- Un poco mas rápido, Eris. No tengo todo el tiempo del mundo.
- Kazuma, esto no es ninguna tontería, así que escúchame bien. La razón por la que Ichika te llamó "Fuutarou" es porque ese es el nombre del chico al que remplazas, lo cual significa por un momento él volvió a aparecer. Esto es porque tu alma poco a poco está separándose de allí, y lo mismo pasa en el otro mundo, donde en ciertos momentos no podrán verte.
- ¿Qué... quieres decir con todo esto?
- Lo que trato de decirte es que poco a poco las dos partes de tu alma se separan de sus mundos y se acercan al lugar donde fueron separadas, osea aquí, para volver a unirse. Y cuando eso pase, no podré volver a dividirlas ya que automáticamente volverán a unirse.
- Entonces... eso significa que...
- Así es. Llegado el momento, tendrás que despedirte de algun mundo y quedarte en el otro para siempre... O por lo menos por bastante tiempo.
- ¿Y que pasara en el otro mundo del que me vaya?
- Bueno, en el caso de que decidas irte de Axel, tu cuerpo desaparecería sin dejar rastro ninguno. Y en el caso de que decidas dejar a las quintillizas, ellas te olvidaran y el otro chico volvería a aparecer, cambiando tambien todo lo que hiciste hasta ahora por lo que él haría.
- Pfff... ¿Y no puedo tomar la decisión ahora? - Dijo Kazuma mientras se cruzaba de brazos y piernas - Demasiado debería de pasar para que cambie de opinión.
- Te aconsejo aun así que esperes hasta que vuelvas a unirte de manera definitiva. Hasta entonces, piensa bien en que es lo que harás y como actuaras con las personas que dejaras atrás.
- *Suspiro* Esta bien, supongo que puedo esperar un poco.
- Bueno, ahora que ya te he informado sobre esto, supongo que ya puedes volver. Ten cuidado a partir ahora, Kazuma.
Eris chasqueó sus dedos, y una gran luz rodeó al joven. Él respiró profundo mientras se elevaba y la luz blanca lo cegaba.
Luego de uno segundo, comenzó a recuperar la vista. Se encontraba recostado en el salón de las hermanas, con un fuerte dolor en la cabeza y en el pecho.
- ¡Kazuma! ¿Cómo te sientes? - Preguntó preocupada Yotsuba.
- Como se sentiría cualquier persona que acaba de sufrir un ataque cardíaco a la par que se atraganta - Respondió mientras trataba de levantarse - ¡Agh! ¡Mi pecho!
El dolor era mucho mas fuerte que la ultima vez, impidiéndole hacer cualquier movimiento. Por lo que no tuvo mas opción que seguir recostado.
- Kazuma... - Dijo Itsuki mientras se sentaba a su lado sobre sus rodillas - Esta vez si que nos diste un buen susto.
- Y-Yo... lo siento, fue mi culpa por desafiar a Miku - Habló algo arrepentida Nino.
- ¿Donde está ella? - Cuestionó Kazuma.
- Fue a buscar algo para ti - Respondió la segunda mayor - Debería volver dentro de poco.
- Oye... ¿hay algo que puedo hacer por ti, Kazuma? - Preguntó la menor.
- No lo creo...
- ¿Y qué tal si sujetas su mano, como hacia mamá cuando estabas enferma? - Sugirió la del lazo - ¡Ese pequeño hechizo quizás ayuda a mejorar a nuestro Kazuma!
- ¿"Nuestro"? - Repitió el chico confundido, pero fue nadie le prestó atención.
- E-Em... B-Bueno, no c-creo que eso sirva, p-pero...
Itsuki comenzó a estirar nerviosa y avergonzada su mano para tomar la de Satou, pero repentinamente esta retrocedió bruscamente.
- En realidad no me importa, no es como si nos lleváramos bien o algo.
- ¿Eh? - Susurró extrañado Kazuma - (¿Qué diablos le sucede? ¿Como que no nos llevamos bien? ¡Si nosotros nos llevamos especta...! Un momento ¿Esta será por lo que me dijo Eris? ¿Me está viendo como "Fuutarou"?)
- Bueno, viendo que ya te encuentras medianamente bien y que dudo que puedas dar clases en ese estado, me retiro - Anunció Nino - Itsuki ¿vienes conmigo a comer?
- Em... claro - La pelirroja parecería que se habría percatado de lo que dijo, por lo que quedó bastante confusa por sus propias palabras - Espero que te mejores, Kazuma. Nos vemos mas tarde.
De esta forma, las dos hermanas se retiraron, dejando a solas a Yotsuba y a Kazuma.
- Bueno, supongo que volvemos a quedarnos a solas - Mencionó Kazuma.
- Sí, jajaja.
- ... Sabes, me sorprende que Nino se haya quedado para comprobar como estaba, y que tampoco me echara directamente como la ultima vez. Ademas de que hoy no me tratado demasiado mal.
- ¡Todas nos preocupamos por ti, Kazuma! Al fin y al cabo... Tú has provocado que todas ellas cambien y avancen. La única que no crece soy yo, incluso mis notas siguen siendo malas ajaja.
- Nah, tú tambien lo has hecho a tu manera. Asimismo, fuiste la primera en aceptarme en esta casa y colaborar conmigo, me ayudaste bastante con eso.
- ... - Yotsuba se acercó mas a Kazuma, arrodillándose cerca de su cabeza - ¿Sabes por qué te he ayudado?
- Pues no, no tengo la menor idea del porque.
La chica tomó con sus manos la cabeza del chico mientras acercaba su rostro al de él.
- Es porque me gustas...
- ¡...! Ah... (Espera... ¿Esto... significa lo que creo que significa? ¿Logre conquistar a una de ellas? Finalmente, mi momento de glo...)
- ... Je - Una sonrisa se formó el rostro de Yotsuba - Es broma.
Rápidamente, la chica del lazo se levantó para huir del lugar entre risillas. Pero sintió un fuerte agarron en su tobillo que provocó que se cayera. Cuando se fijó, pudo ver a Satou sosteniéndolo con una cara bastante seria.
- Yotsuba... No creas que puedes irte así como quieras luego de decir eso.
- ¡E-Eh! ¡Q-Que era solo una broma, d-de verdad!
- ¡No sabes decir mentiras, eres pésima! ¡La forma en la que lo dijiste, el tono de tu voz y tu mirada eran demasiado sinceros, a diferencia de los de ahora!
- Am... b-bueno...
- Tú, di la verdad ¿Qué es lo que...?
- No se como te pudiste olvidar la billetera, Nino - El sonido de la puerta junto a la voz de Itsuki llamó la atención de los dos jóvenes, los cuales desde el suelo miraban como entraba ella junto a sus dos hermanas - Menos mal que nos encontramos con Miku, y nos percatamos de eso.
- Sí, hubiera sido terrible llegar allí y no tener para pagar - Habló Miku - Ahora, espero que Kazuma esté... bien.
Las tres chicas se quedaron en silencio apreciando lo que estaban viendo, sin entender el porqué.
- Yotsuba... ¿Qué haces tirada en el piso? - Preguntó Nino - ¿Y por qué Trashuma te está agarrando el pié, como si te hubiera hecho caer?
- ¡E-Es que me tropecé sin querer y me caí! - Explicó velozmente la chica del lazo mientras se levantaba - ¡Y Kazuma quiso agarrarme, pero ya era demasiado tarde!
- (Yotsuba... que mala que eres mintiendo...) - Pensó el joven.
- Ah... ya veo - Respondió sin mas Nino - Como sea, iré a buscar la billetera con la tarjeta.
- Kazuma ¿te encuentras mejor? - Cuestionó Miku mientras se acercaba a él - Ten, compré esto para ti, te podría ayudar.
- Gracias - Kazuma tomó la pequeña botella que le entregaba la chica - (Esto no me sirve de nada. Al fin y al cabo no tengo ninguna enfermedad)
El chico giró la cabeza hacia la gran ventana, admirando las grandes vistas del exterior y pensando lo que le dijo la diosa de la fortuna.
- (Así que tengo que elegir un mundo para quedarme ¿eh?) - Pensó - (La verdad... es que no se muy que haré. Supongo que escucharé su palabra y aprovecharé este tiempo que me queda)
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro