Capítulo 6: Alabanzas para este grupo.

Vendedora de boletos: ¿Desea algo más señor?

Kazuma: No, ésta bien así. Eso es todo.

Deje el dinero en la mesa de la recepción pagando mi boleto para viajar a Alcanrretia en carruaje.

Luego de salir de la mansión, no perdí ni un segundo más y fui al puesto de teletransporte para teletransportarme lo más cerca con la frontera con el país vecino, el reino de Brydle (1)

Grande fue mi sorpresa al enterarme que el centro de teletransporte se encontraba cerrado debido a la gran cantidad que personas que querían teletransportarse a la Capital para asistir a la fiesta y ver a los héroes de la Nación.

Por eso no tuve más opción que ir mediante en carruaje. Tomaría unos cuantos días, pero al menos estaría lejos de ellas cuando fueran a buscarme para seguramente ejecutarme o antes torturarme.

Estaba vestido como comúnmente lo hago, pero esta vez me había quitado mi capa y la había guardado en mi mochila, eso hacía que me reconocieran y podía generarme problemas a futuro que no quería, pero me daba la apariencia de un habitante más que no tenía nada que ver con aventuras.

Ahora, los precios de los boletos de carruaje hacia otros pueblos o ciudades que no fueran la Capital eran bajos. Esto se debía a que ahora muchas personas estaban intentando viajar a toda costa al lugar en dónde se celebraría la muerte del Rey Demonio.

No llevaba ningún arma, ya que todas habían sido destruidas en la última batalla contra el Señor de los Demonio, y no me dio tiempo para buscar mi primera espada con la que empecé a hacer misiones, así que estaba desarmado, ni siquiera había traído mi arco. Pero no los necesitaba, después de todo, aventureros iban a escoltar los carruajes protegiéndolos de cualquier monstruo.

Anunciante: ¡Todos los que se dirigen a Alcanretia, favor de tomar asiento! ¡Todas las carrosas con dirección a Alcanretia están por partir!

La voz de uno de los anunciantes se escuchó en el lugar avisando que muy pronto partirían las caravanas con dirección a aquella ciudad lleno de locos religiosos.

"Solo espero llegar lo más antes posible".

La razón por la que había decidido ir a aquella ciudad era debido a la falta de personas que había. Ya que la mayoría de sacerdotes y cultistas habían ido a asistir en la batalla para defender la Capital del ataque de la Princesa Demonio que ahora se encontraba desaparecida. Incluso Zesta no debería estar ahí sino en la Capital para estar en el banquete y fiesta que se celebraría como representante y patriarca del mismo.

Esta vez había pedido el viaje rápido, que a diferencia de la primera vez que fui junto a ellas a la Sede de Axis, ésta era mucho más rápida llegando mucho más antes.

Suspiré pesadamente y fui a tomar asiento en la caravana que me tocaba. Era una con asientos cómodos y dentro de ella había algunas personas que también tenían como destino aquella ubicación. La cara de algunos era de temor, tal vez por miedo a ser acosados para que se unan a su culto.

Solo esperaba que nadie me reconociera. Odiaba admitirlo, pero debido a mi apariencia y forma de vestir, no llamaba mucho la atención de los demás que me veían como una persona cualquiera más que un aventurero si no llevaba mi capa puesta. Pero a pesar de eso, recibí algunos cumplidos de personas qué si me reconocieron qué, por cierto, no era pocos. Pero todo esto se iba a terminar pronto.

Planeaba tomar otra carava una vez llegue a Alcanretia sin perder el tiempo. Quería irme lo más antes posible de este país para que no me encontraran.

Conductor: ¡Vamos partiendo! -Su voz anuncio fuertemente y ordeno a los caballos correr. Una vez fue moviéndose el carruaje, las demás caravanas empezaron también a seguirle el paso.

Kazuma: -Mi mirada se dirigió a la puerta de entrada a Axel que poco a poco se iba alejando más y más y murmure para mí mismo-. Solo será hasta que ellas ya no tengan rastro de mi...

El sentimiento de melancolía me abrazo. Estaba abandonando aquella ciudad en la que tanto tiempo viví y que protegí de todos los males que le llegaran, incluso si eso debía generarme deudas o meterme preso en la estación de policía.

Es lugar al que tanto tiempo consideré mi hogar ahora se alejaba de mi vista a medida que el vehículo avanzaba más, hasta que finalmente ya no pude divisarla.

***

Mitsurugi: ¡Aqua-sama! Si llego, es un honor volver a verla. La estaba esperando.

El grupo fue recibido por Mitsurugi, que saludo a la Diosa de la cual estaba enamorado.

Aqua: ¿Are? Ah, tú eres el de la espada mágica que ayudo en la pelea final.

Mitsurugi. ¡Ese mismo! Otra vez ésta haciendo ese tipo de bromas...

Mientras el Espadachín se deprimía, sus dos compañeras de ropa corta miraban a Aqua celosamente sin hacer nada.

El lugar al que entraron estaba situado antes de pasar por las puertas de la Capital.

Pero de un vistazo a otro, Mitsurugi noto que faltaba alguien de quién intento hacerse amigo, pero que falló. Así es, faltaba aquella persona que lo llamaba mal siempre por su nombre a propósito.

Mitsurugi: ¿Huh? ¿Y dónde está Satou Kazuma?

Su mirada paso de un lado mirando a Megumin y Darkness saludándolas en el proceso, que estas solo miraron a otro lado con amargura.

Rain: Si... He de informar que Satou-sama no pudo venir a tiempo y que ya se encuentra... en camino.

Yunyun: ¿Entonces sí estará a tiempo para ver al Rey?

Darkness: Eso esperamos, caso contrario tendremos que decirle que lo tendrá que ver después. Solo espero que no le den un castigo por su insolencia.

Megumin: Ese tarado se lo merece. -Hablo de manera dura para luego inflar las mejillas y mirar a otro lado enfadada. En verdad le preocupaba Kazuma.

Rain: -Miro al grupo y embozo una sonrisa antes de hablar tranquilamente-. No hay porque preocuparse, su Majestad, el Rey, es una persona comprensiva. Bien, como todos ya están juntos, puedo llevarlos ante su Majestad. Son las ordenes que me dio Claire-sama.

Cuando termino de decir eso, unos sonidos se escucharon venir de detrás de ella.

Por uno de los pasillos, vinieron caballeros reales que traían caballos blancos bien decorados y a la vista eran majestuosos.

Esto atrajo la atención de todos los aventureros presentes en el lugar.

Megumin: ¡Whoaaaaa! ¡Son geniales! -Los ojos de Megumin se iluminaron y maravillaron al ver a los corceles que los llevarían al castillo, ella se dirigió a uno de ellos al que le pareció mejor y lo acaricio desde la cabeza.

El caballo, al ver el acto, solo bufo finamente y bajo la cabeza. Parecía aceptarla

Las demás chicas expresaron su agrado al verlos y Rain puso una sonrisa para presentarlos.

Rain: Estos son los caballos encargados para cada uno, aunque... uno está de sobra por ese inconveniente...

Para la maga y guardaespaldas de la hija del Rey, pensar en Kazuma le causaba siempre escalofríos desde aquella vez que recibió la carta diciendo que había recuperado sus recuerdos.

Aqua: Eso es lo de menos, más importante aún -, ella se acercó rápidamente a un caballo para verlo de cerca y acariciarlo, pero antes de intentarlo el caballo se negó y relincho fuertemente cuando Aqua se le acerco.

Aqua: ¡Whuaa! ¿¡Qué le pasa a este caballo!? Debería estar agradecido de que pueda ser montado por una Diosa verdadera y pura.

Aqua lo miro con enojo ante el rechazo del corcel que eligió. Darkness se le acercó y puso su mano en su hombro y con una voz comprensiva le hablo.

Darkness: Tranquila, Aqua, no tienes que preocuparte, puedes elegir otro. Yo me quedaré con este para que no mo-moleste a nadie~.

La Mirada de Darkness pronto se sonrojo y sus pensamientos se descontrolaron y el caballo puso una mirada de confución al verla.

Por otro lado, Yunyun se acercó a uno de los caballos que habían llegado con una pequeña sonrisa de felicidad, tal vez y solo tal vez este también podría ser un amigo para ella y no como los que había obtenido siendo ese demonio manipulador o ese delincuente borracho.

Pero cuando intento acariciarlo diciéndole "lindo caballito", el caballo solo la ignoro y se volteó a otro lado para no mirarla.

Yunyun: ¡¿Ehhhhh?!

Rain: ¡! Je, je, je... Qué raro, estos caballos fueron especialmente adiestrados para esto, es extraño que no aceptaran a la primera a las personas que los escogieron.

Rain miro a uno de sus guardias que, al notar su mirada serena con una sonrisa, este se alarmo y fue corriendo para juntarse con otro de sus compañeros el cual se rasco su cabeza en la que estaba puesto un casco de metal en señal de extrañes.

Los caballeros, mirados por la noble de familia de rango bajo, se apuraron a calmar y hacer obedecer a esos dos caballos que estaban actuando de otra manera de la que fueron entrenados.

Mientras, las compañeras de Mitsurugi no tuvieron problema alguno con los corceles que escogieron y hasta expresaron su emoción a Mitsurugi el cual solo prestaba su atención a Aqua lo que provoco celos en las dos hermanas.

Rain por fin dio el aviso de que saldrían pronto y que debían montar a los animales.

Mitsurugi: Aqua-sama, deje que le ayude a montar a su noble corcel elegido para que la escolte al palacio.

El Héroe de armadura azul se ofreció para ayudar a Aqua a subir a su corcel...

Aqua: No, está bien, yo puedo sola.

... pero solo recibió una respuesta seca de parte de la persona que trataba de ayudar.

Darkness: Bien, ya estoy lista para salir... O-Oi, ¿qué pasa? ¡E-espera! ¡No me digas que estoy pesada! No te atrevas. -Un sonrojo surgió en el rostro de la paladín, era de vergüenza, puesto que el caballo al se subió mostro un poco de problemas con el peso que soporto, definitivamente no se esperaba que una mujer pesara tanto.

Uno de los guardias expreso en susurro a su compañero de alado "Oye, ¿ese no es el caballo débil o es que en verdad ella pesa tanto". Su compañero respondió sin dejar de su posición "Eso no puede ser, el débil está siendo montado por la maga de sombrero rojo".

Darkness escuchó eso y sus mejillas sonrojaron aún más al punto de estar completamente roja de vergüenza, ese no era el trato que le gustaba sentir.

Megumin solo hecho una risita al verla tan vulnerable, los momentos cómicos que su equipo pasaba no terminaban aún si habían derrotado al Rey Demonio.

No tardo mucho antes de que el último se subiera a uno de los dos corceles restantes.

Aqua: ¡W-Whoaa! ¡Quédate quieto! ¡¿Da-Darkness cómo se controla esto?!

Aqua por un lado estaba teniendo problemas en controlar y manejar a su caballo. Pero luego de un rato y de ser ayudada por los caballeros esta logró por fin controlarlo.

Ya todos estaban listos para salir afuera y ser recibidos por todas las personas que mostrarían su agradecimiento a los héroes del mundo. Era bien sabido que un gran cumulo de gente se estaba reuniendo en la calle principal en donde pasarían los héroes, también habían venido gente de otros pueblos y ciudades, e inclusive reinos, para ver en persona a los salvadores del reino y el mundo.

A vista de esto, la emoción de los integrantes se alzó una vez más y Yunyun estaba algo avergonzada por que la vean tanta gente, pero al mismo tiempo, estaba feliz.

Rain se posiciono a un costado y todos los guardias presentes se formaron en dos filas indias a los lados de los caballos, estaban bien formados y coordinados. Iban a escoltarlos.

Rain: Bien, no podemos seguir haciendo esperar a su Majestad y a las personas fuera.

Con una mano dio la señal para que abrieran la gran puerta del cuarto con pasillos en el que estaban.

Megumin: ¡Mi momento ha llegado! ¡Mi nombre es Megumin, la archimaga más poderosa del Mundo!

Megumin hizo su típica presentación en el momento en el que se estaban abriendo las puertas lentamente, pero su tono de voz sonaba algo diferente. Darkness noto que ella en el fondo estaba preocupada, pero intentaba actuar normal. La mujer caballero de pelo rubio iba a decir algo, pero se calló; no quería decir algo que la hiciera preocupar más.

Y finalmente las puertas gigantes de madera se abrieron majestuosamente dejando entrar la luz del sol.

-¡¡Los aventureros que se enfrentaron al Rey Demonio han regresado victoriosamente~!!

Inmediatamente a eso, un estruendo de voces se escuchó. Incluso se podría decir que la capital entera exploto en gritos de las personas que esperan poder ver finalmente a los héroes de la Nación.

No paso mucho antes de que estos empezaran a marchar directo a la gran fortaleza que era el castillo. La gran masa de gente estaba acomodada a los costados del camino, y delante de toda la multitud que se dividía en dos partes, estaban caballeros que no dejaban que las personas se acercaran demás y no les dieran paso para que crucen. Estos estaban ubicados cada cierto paso del siguiente.

Mitsurugi y sus compañeras, Cleo y Fío, saludaban con sonrisas en sus rostros, y el héroe lo hacía a un más e incluso agradeciendo por su apoyo, no cabía duda alguna que de verdad era un héroe.

Megumin: ¡Megumin es mi nombre! ¡Y soy la maga número uno del Clan de los demonios Carmesí!

Megumin, llevada por la emoción, levanto su bastón declarándose. Ella solo siguió continuando con su presentación ante todas las personas que no paraban de amontonarse solo para ver a los salvadores del mundo.

Alabanzas eran lanzadas al grupo felicitándolos y hasta llorando de felicidad, ese era un momento histórico. Los magos que asistieron veían a Yunyun y, en especial a Megumin, con ojos de admiración emocionados de verlas, pues ya con anterioridad había hecho logros en la Capital y también en la Fortaleza en el frente de batalla. Más conmovidos por su poder e historias de sus logros no podían estar.

Por otro lado, Yunyun miraba todo esto con una sonrisa. Realmente se sentía bien que todos la felicitaran y la elogiaran. Tan extraño le parecía por dentro que no sabía si en realidad aquello que veía y escuchaba era en realidad un sueño, pero aun así no dejaba de disfrutarlo, era una sensación tan cálida la que sentía, igual a la que sintió la vez que volvió a Axel, luego de que Kazuma haya derrotado al Rey Demonio y apareciera bajo una luz junto a Aqua, cuando celebró en el gremio aquella victoria junto al grupo de Kazuma y Mitsurugi y los demás aventureros que defendieron el pueblo de los subordinados del Rey Demonio. Aquella vez sintió que encajaba en el lugar, tal vez perdió parte de su tímides, aunque no toda, gracias a ese demonio sospechoso y a ese delincuente borracho.

Yunyun, llena de energía y con abundante felicidad brotando dentro de ella, agradeció y saludo a las personas que vinieron a ver a los héroes. Megumin no tardo en notar esto, pero en vez de burlarse o sentirse molesta, ella solo la miro con satisfacción, ella también merecía disfrutar. Después de todo, Yunyun era la líder del Clan de los Demonios Camesí.

Ante todo, esto, luego de un rato, se empezó a escuchar explosiones cerca del lugar en el que se estaban llevando a cabo la entrada los héroes a La Capital. Pero no eran explosiones que fueron lanzadas por enemigos, al contrario.

En el cielo se prendieron varios juegos de luces. De diferentes colores y, cautivantes al ojo de quien los mirará, eran Magos de Detonación que fueron contratados para dar ese espectáculo para recibir a los héroes Nacionales. Esos fuegos artificiales mágicos eran maravillosos.

"Esas excusas de magia no sé comparan en nada con la legendaria magia de Explosión", pensó Megumin mirando al cielo y viendo como lanzaban hechizos para decorar el cielo a su alrededor. Los niños gritaban de asombro y se maravillaban son eso, después de todo no era muy frecuente esos sucesos, salvo cuando el Rey volvía junto a Jatis de excursión cuando todavía la guerra prevalecía.

Y antes de que el grupo se diera cuenta, música se empezó a tocar.

A los costados, y separados de cierta distancia, había grupos de músicos tocando al unísono con grandes tambores, trompetas y entre otros instrumentos. Todos al mismo tiempo con una gran sincronización anunciando la llegada de los héroes. Parece que querían que este momento fuera lo más grandioso posible.

La gente alrededor incluso lloraba de felicidad ante este momento histórico, pues por fin la paz parecía haber llegado al mundo.

Mitsurugi junto a su equipo también regresaban el saludo hondeando la mano de un lado a otro en alto con una sonrisa cautivadora en el rostro. Algunas chicas no podían evitar sonrojarse y avergonzarse cuando Mitsurugi las miraba agradeciendo que hayan venido a recibirlos. Todo un digno héroe de fantasía.

Aqua y Darkness hacían lo mismo, Darkness por su lado era más reservada manteniendo la postura, pero aun así con una sonrisa agradable. A su lado, Aqua era la más animada de todo el grupo. Casi llegando a caerse de su caballo en más de una ocasión debido a que, en son de agradecimiento, ella hacia uso de su habilidad de Belleza Natural encima del caballo blanco que montaba.

Pero... a pesar de toda la felicidad y agradecimiento que les era lanzado, el rostro de Megumin, Darkness y Aqua pareció decaer por un momento. El pensamiento de dónde estaría su amigo las hizo absortarse de su alrededor por unos instantes.

"¿Y... y si Kazuma no viene...?", fue un de las preguntas que se hizo una de las tres.

De ropa llamativa de color rojo y un gran sombrero de bruja que parecía dar la visión de que tenía una sonrisa, Megumin se estremeció al pensar en que el hombre que había conquistado su corazón podría estar ahora en problemas. Era una preocupación amorosa.

Flores y pétalos eran lanzados por donde pasaba el grupo. Todo era tan bueno que no parecía real.

Pero ante todo esto, el recuerdo de una de las mayores características de Kazuma se hizo presente en la mente de Megumin y este era: que, ante todo; Kazuma siempre salía de cualquier problema o estaba ahí para solucionar el de alguien más.

La cálida sensación abrazo el corazón de Megumin al recordar eso, pues Kazuma siempre encontraba la forma de solucionar un problema por más grande que fuera y, conociéndolo bien, ahora mismo podría estar buscando la forma de llegar a la Capital para ser recibido como el héroe que era.

Una sonrisa se postro en el rostro sueve de la Maga de gran sombrero, aquel pensamiento, aunque divertido, la había calmado.

Con eso solucionado, Megumin volvió a realizar su presentación cuantas veces le sea posible sin dejar de hacer sus raras y cómicas poses que la caracterizaban como Demonio Carmesí.

Megumin: ¡Admiren a la maga número uno del Clan de los Demonios Carmesí! ¡Megumin es el nombre de la nueva leyenda entre los magos! ¡Archimaga dominante de la mágia más poderosa que conoce la humanidad, la magia de Explosión!

Levantando su báculo, y teniendo cuidado de no accionar por accidente, Megumin señalo el horizonte del cielo resplandeciente.

Miradas de admiración crecían entre los magos que asistían a la entrada de los héroes a la Capital, su nombre ya era muy conocido entre los aventureros como la maga más poderosa que había ayudado a derrotar al Rey Demonio. Pero eso no solo quedo ahí, algunos Magos Carmesí que ayudaron en la defensa de la Capital para repeler el ataque masivo de la Hija del Rey Demonio, que pasaban por ahí o que había ido a ver a los héroes, miraron con asombro las figuras de Megumin y Yunyun, pues no creían que en verdad lo habían logrado, y más de Megumin, de la que en alguna vez se burlaron por haber desperdiciado su gran talento para la magia en aprender y dominar un solo hechizo que, a sus ojos, les era inútil.

Pero de entre todas las personas, solo unos cuantos notaron la falta del aventurero principal. Estos eran algunos de los aventureros de Axel que habían venido a celebrar en la Capital la caída del mal del mundo.

"¿Y dónde se supone que esta Kazuma?", fue la pregunta de algunos que notaron su falta dentro del grupo, y más de ese trio de chicas que parecía causarle problemas al pobre chico cada vez que podían.

Por otro lado, Darkness no había llegado a pensar mucho en aquel joven que había robado su corazón luego de tremendo golpe a lo que iba a ser su boda con el gobernado Aldarp. Su mirada a veces iba de lado a lado entre las personas buscando a Kazuma inconscientemente, pues su preocupación persistía y algo le decía que algo no andaba bien con él.

La caballero de pelo rubio había convivido el suficiente tiempo con el joven castaño para saber que el comportamiento que había estado presentando últimamente no era normal de él. Desde esta mañana lo había notado más raro que las anteriores veces y eso hacía que su pobre corazón de doncella mesclado con perversión se estremeciera al pensar que algo le había pasado a Kazuma.

- ¡Abran las puertas! ¡Los héroes han llegado!

Todo se detuvo cuando se dio cuenta de que había estado absorta en sus pensamientos el tiempo suficiente para que hayan llegado por fin a las puertas del castillo.

Con grandes muros que lo rodeaban que se veían a simple vista imponentes y la puerta principal gigante y reforzada de varios materiales duros para que no fuera derrumbada en ningún momento. El castillo era el lugar en donde se llevaría acabó la ceremonia de premiación para luego dar una fiesta a su nombre como nunca antes se había dado.

Asistirían gran parte de los aventureros que habían ayudado en la última batalla para defender La Capital antes de la derrota del Señor de los Demonios. Entre ellos, los Cultistas de Axis y los magos del Clan de los Demonios Carmesí que acudieron a la defensa luchando espléndidamente.

Aqua paró lo que estaba haciendo para ver como las puertas se abrían de par en par majestuosamente.

Aqua: ¡Chicos, por fin! ¡Por fin seremos premiados como merecemos! Puede que Kazuma llegue tarde, así que le sobrare un poco de comida y tal vez algo del vino lujoso que van a servir en el banquete.

Aqua pronuncio emocionada por lo que le esperaba una vez que cruzaran esas puertas. Ante eso, la mención de Kazuma hizo sentir un peso en el pecho de Megumin y Darkness, pero luego se calmaron, pues confiaban en su amigo y camarada con que vendría justo a tiempo, pues era en los momentos más críticos en donde no había persona más confiable que Kazuma.

Pero si había alguien que más anhelaba volver a ver a Kazuma más que cualquier otra cosa era: Iris.

***

(1) El Reino de Brydle es un Reino vecino que proporciona Caballeros Dragones al esfuerzo de guerra contra el Rey demonio y proporcionar a la humanidad un poder aéreo significativo. Tienen una buena relación con Belzerg y han enviado múltiples delegaciones.

Vaya... si que ha pasado un buen tiempo desde la última vez que actualice, en fin, aquí estoy de vuelta.

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