Sus pies retrocedieron ante la amenaza inminente que se cernía frente a ella.

—¿¡Como es qué...!?

Sin poder creerlo, sus palabras en su boca la abandonaron.

Su objetivo a matar, el chico que se suponía que había asesinado con sus propias manos, se hallaba en una pieza.

Contrario al caos mental que pasaba por la cabeza de Seresdina, Kazuma tronó su cuello y descendió de aquel pedestal.

En un instante fugaz el chico evaluó su apariencia en el reflejo del agua cristalina.

Sin quemaduras, sin cicatrices, nada fuera de lugar.

Estaba entero, sin daño alguno.

Sus iris, que antes irradiaban en un verde eléctrico poco a poco pasaron a un bello rojo carmesí.

[—¡¡Carajo, eso fue absurdamente temerario!!]

La voz de anular resonó en su cabeza, era un hecho que podía protegerse con el programa control.

Es que lo que hubiera hecho en circunstancias normales, pero era mejor anular los efectos dañinos de golpe.

Al estar bajo la vista perturbada de Seresdina, Kazuma la vio por encima de su hombro.

—Cae.

—¡!

TRASH*

El cuerpo de Seresdina colapsó en un instante, sin que mediara perturbación externa. Magia, maldiciones o talismanes, no se le ocurría nada en lo absoluto.

¿Entonces era su propia alma obedeciendo la voluntad de Kazuma? La confusión se apoderó de ella mientras una multitud de pensamientos pasaban a toda velocidad.

Debía parar esto, debía salir de esto, debía hallar una forma de huir.

Pero fue demasiado tarde; la bota de Kazuma ahora estaba reposando en su cabeza.

—En el tiempo que llevamos conociéndonos, nunca he conocido a una mujer tan doble cara como tú.

El tono de Kazuma era tranquilo, pero cargado de un resentimiento profundo.

—Pero eso es tu trabajo, después de todo. No puedo culparte.

El pie de Kazuma empezó a ejercer presión, aplastando la cabeza de Seresdina contra el suelo. Ella no podía gritar, su mente estaba nublada por el dolor y la impotencia.

Sus temblorosas manos, con la única fuerza que le quedaba, intentaron sacarse la gran roca de encima. Sin embargo, en su desesperación, sus dedos se convirtieron en una pistola.

—¡[Death]!

Zap!

Una vez más, la maldición de muerte instantánea golpeó a Kazuma, esta vez en su corazón.

—...

El cuerpo de Kazuma permaneció inmóvil, paralizado por unos instantes, o tal vez más. La mente del chico parecía estar apagando sus funciones vitales antes de colapsar hacia el suelo.

Seresdina pensó que su teoría de que había fallado en el primer ataque era válida.

—Eso es, trata de hacerlo otra vez.

—¡!

Sin efecto alguno, las palabras calmadas de Kazuma seguían resonando en este mundo lleno de mortales.

Su alma, aparentemente, era inmune a la maldición, incluso después de dos impactos.

Este hombre había sobrevivido una vez antes, después de todo. Había emergido sin heridas luego de caer en una piscina de veneno hirviente.

—Ahora, como venía diciendo...

GUASH*

—¿¡!? ¡¡Aaaaaaah!!

El cuerpo de Seresdina fue arrojado como una muñeca de trapo hacia un tronco cercano.

SLISH*

Cadenas mágicas surgieron acompañadas de un siseo amenazador, reteniendo cualquier movimiento de escape por completo.

PRASH

—¡Gy...ah!

El golpe contra el tronco hizo que un quejido ahogado escapara de los labios de Seresdina.

El dolor se reflejó en su rostro mientras las astillas se clavaban en su espalda, provocando una incomodidad adicional.

Ahora con Seresdina a su merced, Kazuma fue directamente al punto.

—¿Cuál era tú verdadero objetivo? ¿qué planeabas hacer en Axel?

Bajo el control de Kazuma, Seresdina no pudo resistirse a responder. Sus labios temblaron mientras pronunciaba palabras que no quería revelar.

—Mi objetivo... Era infiltrarme en Axel y provocar una guerra civil, por medio de mi bendición llamada "Marioneta".

La confesión de Seresdina resonó en el aire, revelando sus verdaderas intenciones y su traición.

—Con ella, podía controlar sutilmente a las personas una vez que se sintieran en deudas conmigo Lo mismo hice en Baldoa. Ya había un gran número de gente siguiendo mis órdenes sin siquiera darse cuenta.

—¿Por qué Axel? Estamos demasiado lejos de la capital y de la frontera con el territorio demoniaco. No hay sentido alguno para que vengan y nos causen problemas.

—Axel era un objetivo estratégico porque, aunque esté lejos de la capital y la frontera con el territorio demoniaco, es un centro neurálgico para una futura resistencia. Sabía que, si podía sembrar la discordia y el conflicto aquí, se extendería como un cáncer por todo el reino. Además, quería demostrar sin importar cuán lejos estuvieran. Todos caerían tarde o temprano al no diferenciar quien era aliado o enemigo.

—...

'Espera, esto...'

[—... Lo he escuchado en alguna parte.]

En lo más lejano de su mente, el baúl en los recuerdos de Kazuma se abrió.

Un futuro disonante, una pesadilla viviente, su propio infierno personal en una sola realidad.

Axel destruida completamente, el reino de Belzerg sucumbió ante la gran invasión que asoló hace mucho tiempo.

Aquel mundo él cual fue condenado por la falta de su presencia e intervención.

Había olvidado por completo este gran peso de culpabilidad el cual lo había azotado una y otra vez cada noche.

Las heridas mentales jamás fueron curadas, permanecieron como cicatrices en lo más profundo de su alma.

—Ah...

Sus manos temblorosas y la percepción del mundo para él comenzaron a alterarse debido a que nuevamente la herida había sido abierta.

¿Por qué de todos los lugares ahora se estaba sintiendo más vulnerable que antes?

[—Ah... Ella...]

A su vez, ambas almas eran afectadas por aquel trauma por lo que la perturbación resonante dentro suya comenzó a resonar una y otra vez en su mente.

Finalmente lo recordó;

—"Una clériga de cabello negro llegó a Axel predicando su palabra"

Las palabras de una Faitfore sumida entre la oscuridad de la sumisión fue el único eco que escuchó en ese momento.

—...¿Eh?

Seresdina saliendo del trance al que fue sometida, solo vio como la sombra de Kazuma se cernía más cerca de ella.

—"Una guerra civil estalló de la nada. Y el ejército del rey demonio atacó"

Pero irónicamente, esa figura envuelta en las sombras lo trajo a la luz iluminando y esclareciendo las respuestas que necesitaba.

—¡Espera! ¡Detente!

Seresdina viendo que su vida estaba en peligro inminente, comenzó a desesperarse.

—"Ella fue la culpable del todo"

Kazuma, con los puños apretados y la ira aun ardiendo en su interior, dejó ver su faceta más oculta.

Una energía maldita, oscura, comenzó a ascender desde las suelas de sus zapatos, envolviéndolo en un aura tan siniestra que parecía que los mismos abismos del infierno se habían desatado a su alrededor.

—Antes no estaba seguro del proceder de mis acciones hasta el día hoy.

[—Pero...]

Sus ojos, una vez carmesíes, ahora brillaban con llamas amarillas que parecían brasas incandescentes, y esa mirada penetrante se clavó en la desesperada expresión de Seresdina con una intensidad aterradora.

—Todo eso terminará.

—¡¡...!! ¡Por favor, escúchame! Si me matas, perderás la oportunidad de obtener información sobre el Maou y sus planes.

Sus palabras salieron apresuradas y entrecortadas, como si estuviera luchando por encontrar una razón convincente que pudiera frenar la ola de ira y poder oscuro que emanaba de Kazuma.

—¿N-no quieres saber las ubicaciones de exactas de Lilith-sama? ¡Oh, ya sé! E-el dónde está oculto él dragón de la calamidad que va despertar pront-

—No me interesa.

No había intención alguna de ceder ante las súplicas de Seresdina.

Ya estaba decidido.

Y nada podía cambiar su opinión.

Con paso decidido, la espada de Kazuma se materializó en su mano. Dispuesto a dar el golpe de gracia que pondría fin a ella.

—¡¡Incluso sí muero, de alguna forma no quedaras impune!!

*Sonidos electrónicos*

[El objetivo escaneado tiene una maldición de activación tipo suicida. Sí la vida del huésped se ve comprometida, la maldición se activará y acabará con la vida que le rodea en un radio de 5 millas.]

—... ¿Crees que ha estas alturas algo tan estúpido como maleficios pueden acabar conmigo?

Más grave que antes, la voz de Kazuma le dejó en claro con el tipo de persona que se había metido.

—Si me matas aquí, nunca sabrás cómo revertir las bendiciones de Marioneta. Puedo enseñarte cómo liberar a las personas bajo mi control. ¡Eso te dará un poderoso ejército de aliados en esta lucha!

A pesar de sus súplicas, Kazuma no mostraba signos de ceder. Seresdina, sintiendo que su tiempo se agotaba, intentó una última estrategia:

—Incluso si no me crees, piensa en Aqua-sama y en lo que ella te diría. ¿Realmente quieres manchar tus manos de sangre sin necesidad?

—...

Había demasiado en juego, y dejar a Seresdina con vida podría desencadenar un desastre aún mayor.

Por encima de todo, ya él estaba manchado con sangre inocente hace mucho.

Kazuma alzó su espada. Sus manos temblaban ligeramente, no de miedo, sino de una intensa mezcla de emociones que bullían en su interior.

—¡¡No, no, no, no!! ¡¡ayudaaaa!!

Se tomó un momento, respirando profundamente mientras la espada se mantenía en alto. Endureció su corazón ante los gritos desesperados de Seresdina y mantuvo su visión en aquellas futuras atrocidades.

Las vidas perdidas, el sufrimiento causado por las acciones de Seresdina.

—No mereces un final rápido y sin dolor

[—Pero es lo único que puedo hacer ahora.]

Rápidamente y con un silbido la espada de Kazuma descendió con desdén.

***

¿Cómo puede ser tan feliz? ¿Cómo puede ser tan cruel? ¿Cómo puede ser tan falso?

A pesar de su apariencia humana, sus acciones han dejado en claro que es capaz de hundirse en la oscuridad más profunda.

No lo reconozco. No es el mismo que conocí. No es el mismo que amé.

Es un impostor. Un traidor. Un monstruo.

Pero, a pesar de su poder, sé que sigue siendo mortal, vulnerable a la muerte como cualquier otro. Y en este momento, soy la única que tiene el poder para poner fin a su existencia.

Siento un nudo en la garganta. Siento un fuego en el pecho. Siento un odio en el alma.

Mientras sostengo la radio en mis manos, mi corazón late con fuerza. La ironía de la situación no se me escapa.

Yo, que alguna vez fui una de las personas más cercanas en su vida, ahora me encuentro maquinando su muerte.

Quiero gritar. Quiero llorar. Quiero destruirlo.

Pero me contengo. Me calmo. Me preparo.

Sé que este no es el momento. Sé que este no es el lugar. Sé que este no es el final.

Todavía tengo una oportunidad. Todavía tengo una esperanza. Todavía tengo una misión.

Debo ser paciente. Debo ser inteligente. Debo ser fuerte.

Kazuma Satou...

Todo esto es culpa tuya.

Tú eres el responsable de que el futuro se sumiera en el caos.

Tú, aquel que provocó el cataclismo, el que alteró el equilibrio.

Cuando desapareciste... Dejaste un vacío en mi corazón, pero también en los que proclamabas proteger.

Confiamos en ti, pero tu naturaleza cobarde fue más grande que nuestra confianza.

Y traicionaste esa misma confianza que te teníamos.

—Ellas murieron esperando por ti...

Mi susurró casi efímero se perdió con el centenar de pasos militares frente a mí.

Sin ti, el reino se desmoronó.

El mal se descontroló y finalmente los demonios invadieron.

Dragones asolaron, los dioses enfurecieron.

Sin ti, el tiempo se dislocó, el espacio se fragmentó.

La realidad que anhelaba compartir contigo... se desvaneció.

Ahora el futuro es un infierno, un lugar donde no hay esperanza, donde no hay paz, donde no hay amor.

Un lugar donde solo hay dolor, donde solo hay odio, donde solo hay muerte.

Pasos sincronizados comenzaron a escucharse al frente de mí.

Un ejército.

Una resistencia.

En mis manos, el báculo de Aqua-sama. Cuarto-sama confió en mi fervor justiciero y me lo confió. Ahora, blandiendo esta guadaña, esta hoz de muerte danzante, siego sin piedad a mis adversarios.

Todo para arañar los vestigios de lo que queda de un futuro "prometedor"

Estos preparativos, son para poder detenerte.

Tu... No mereces un final feliz.

Tú nos arrebataste nuestro final bendito.

Por último, pero no menos significativo.

—Su propia capa...

La envuelvo en torno a mi cuello, como un manto del pasado.

Ese hombre, lo veneré, lo amé con toda mi esencia.

Mas, entre incontables pérdidas en mi vida, ya no puedo evocar lo que una vez fui hace una década.

Tomé la radio, mi corazón late frenético.

Voy a hacer que comprendas lo que padecí en tu ausencia.

El agotamiento mental.

El temor de ser acechado y cazado.

Que vivas en las sombras, como el paria más vil, reptando para subsistir.

Eso, y solo eso, es tu merecido destino.

Tomé la radio y di la orden para que la justicia cayera sobre él.

—Que dé comienzo a la Operación PiracyBlocker.

***

[¡Peligro, fuente de energía hostil sobre el portador!]

—¿¡!?

Zziiing!

Un repentino torbellino de flechas hizo que se separara de Seresdina.

Las flechas chispeantes atravesaron el aire con un resplandor deslumbrante y un zumbido penetrante, creando una barrera de luz que lo rodeó y lo protegió de cualquier intento de avanzar hacia Seresdina.

Kazuma, sorprendido y desorientado, se tambaleó hacia atrás bajo el impacto de la inesperada embestida. Inmediatamente reflejó el sinnúmero de proyectiles usando una barrera de aire como escudo.

Klank, klank, klank

Klank, klank, klank

Klank, klank, klank

Miró a su alrededor, tratando de identificar la fuente de las flechas mágicas, pero todo lo que vio fue un resplandor cegador y un murmullo de energía en el aire.

—M... ¡Mi oportunidad...!

Seresdina, por otro lado, había aprovechado el momento de caos causado por la lluvia de flechas de energía para liberarse de sus ataduras.

Con movimientos rápidos y desesperados, se arrastró lejos de su captor y se alejó de la espada mortal que había estado a punto de caer sobre ella.

GUASH*

El temblor por el repentino ataque cesó, y Seresdina se encontró a salvo por el momento.

Sin embargo, la sorpresa no terminó ahí. Cuando la confusión comenzó a disiparse, dos siluetas se manifestaron, una a su izquierda y otra a su derecha, apareciendo de la nada.

—¡!

Kazuma dio un paso atrás, alerta y preparado para defenderse.

KLANK

En un instante, Kazuma atrajo su espada utilizando el programa Control para protegerse de un posible ataque desde su derecha, mientras que al mismo tiempo activaba una barrera mágica para defenderse de la otra silueta a su izquierda.

Ahora estaba en forcejeo por ambas partes.

—¿¡Qué cojones están haciendo!?

Motoyasu, con furia en los ojos, le espetó a Kazuma:

—¡Tú dilo! ¿¡No sentiste nada cuando acabaste con esas personas!?

—¿¡Qué!?

Kazuma, más confundido opuso más fuerza de la necesaria para evitar ser atravesado y decapitado.

—¡No podemos permitir que pases más allá! ¡Eres una amenaza!

Kazuma, forcejeando para liberarse, respondió con vehemencia:

—¡No entienden nada! ¡Estoy tratando de salvar este mundo! ¡¡Sí la dejo con vida, nos condenaran!!

Solo pudo limitarse a observar cómo Seresdina se perdía entre la espesura del bosque. Cosa que lo enfadó bastante.

—¡Dije, que... ¡¡DEJENME!!

La explosión de energía que emanó de Kazuma fue como una manifestación de su enojo y su deseo de liberarse de sus atacantes.

—¡Tsk!

—¡Mierda!

Motoyasu y Ren fueron arrojados en direcciones opuestas por la onda expansiva, sus cuerpos tambaleándose y luchando por mantener el equilibrio en medio del caos.

A pesar de haber sido lanzados a la distancia, Ren y Motoyasu se pusieron en pie rápidamente, sus armas en alto mientras vigilaban a Kazuma con cautela.

*Sonidos electrónicos*

[Escaneando... Escaneando... 3 objetivos se detectan en la zona... El arquero con el nombre de "Itsuki" se encuentra distanciado, actuando como francotirador.]

[Se detectan... Movimientos hostiles hacia el usuario, portador... Sus intenciones radican en apuntar en dirección a sus puntos vitales.]

Kazuma, con la adrenalina aún corriendo por su cuerpo, intentó calmar la situación y encontrar una solución pacífica.

Sus ojos pasaron a un verde eléctrico, tratando de apelar a su lado más diplomattico.

—Escúchenme, por favor. No soy su enemigo. Estoy tratando de hacer lo correcto aquí.

Motoyasu y Ren lo miraron con recelo, sin bajar sus armas.

—No estamos aquí para escuchar tus excusas. Sabemos lo que has hecho.

—Eres una amenaza.

Kazuma intentó mantener la calma, a pesar de la tensión en el aire.

—Cometí errores en el pasado, si. Mate a esa gente, si. pero estoy tratando de enmendarlos. Dejarla con vida es crucial para evitar un desastre aún mayor.

—No creas que podrás persuadirnos tan rápido. Las pruebas están en la mesa, ¿qué te hace pensar que hay una excusa valida para matar a 20 mil personas?

La voz de Motoyasu fue diferente a las veces anteriores, no era un odio o irritabilidad de siempre. Su rabia estaba totalmente justificada.

Kazuma observó a Ren, este al ser consciente de su mirada habló.

—Te dije exactamente que estaba aquí por un trabajo, no puedo dejar que sigas comprometiendo la vida tal cual la conocemos.

—¡...!

'Una misión así...'

—El ejército de liberación...

Ante el murmullo de Kazuma, Ren asintió firmemente.

Ya había entendido lo suficiente, razonar con estos sujetos extremistas era imposible. Era el equivalente a hablarle a una pared.

Siendo comandados por el cuarto programa, fueron los que casi matan a Ameli en pleno mes de gestación.

—Sí no entienden por las buenas de dejarme pasar...

Ren y Motoyasu apretaron sus empuñaduras, dispuestos a lanzarse en cualquier momento.

—Entonces les haré entender a las malas.

Los ojos de Kazuma se tornaron en un rojo carmesí acompañado de chispas eléctricas.

*Listo, con estos capítulos me tomaré otro hiatus de 1 año entero, Okno*

*Ya, hablando enserio. Las siguientes 3 semanas son de hartos examenes, así que me tomaré el tiempo de escribir con más calma... Y no actualizar al año siguiente ~~*

*En fin, Paska dice chau*