Gracias a su viaje anterior a través del vacío, Kazuma estaba familiarizado con cuánto tiempo tardaba algo en suceder en el espacio. Incluso con la distancia relativamente (cósmicamente hablando) entre Belzerg y Eris(La luna), el tiempo de tránsito típico seguía siendo de unos dos días. Esto se debió en gran parte al hecho de que la mayoría de las naves grandes en realidad no aterrizaron en la luna o el planeta, sino que atracaron en una de las grandes estaciones espaciales. 

En el caso de la Luna, la mayor parte de la carga se transportaba hacia arriba y hacia abajo a través de uno de los ascensores espaciales gemelos en los polos, aunque había puertos para naves más pequeñas como el Faitfore . Para el planeta, había cuatro ascensores, espaciados a lo largo del ecuador.

Por supuesto, había estaciones y hábitats adicionales diseminados alrededor de la órbita de Belzerg, incluidos algunos que tenían el extraño nombre de Cilindros O'Neill, siendo el origen de su nombre un trasplante de épocas anteriores, cuando Belzerg había recibido visitantes más frecuentes de otros mundos. La mayoría de ellos, sin embargo, fueron abandonados o fracasaron, ya que inevitablemente eran imposibles de mantener. 

La vida nunca floreció ni creció en ninguna estación por razones desconcertadas que los científicos nunca habían podido explicar, sino que se atribuyeron a la radiación cósmica.

Gracias a que la mayoría de los highliners(¿destacados?) no estaban diseñados para entrar en la atmósfera, era relativamente fácil controlar el tráfico. Aunque los contrabandistas como Dust y su equipo eran comunes y en cierto modo ignorados, sobre todo porque a menudo realizaban negocios para varias corporaciones. Era casi imposible para un ciudadano privado conseguir una nave capaz de entrar en la atmósfera y, por lo tanto, Sylvia ignoró tácitamente a la mayoría de ellos a favor de imponer fuertes multas a sus patrocinadores.

En circunstancias normales, esto fue lo que permitió a Dust y su tripulación entrar y salir furtivamente de la atmósfera lunar. Si bien las fuerzas de seguridad de la Luna los verían claramente yendo y viniendo, sus sistemas de sigilo podrían ocultarlos durante unas horas, y podrían recoger su carga e irse. En el peor de los casos, si fueran atacados podrían declararse inocentes, y un barco ShopWiz probablemente se interesaría en disuadir a las fuerzas de seguridad de hacer demasiado. ShopWiz se enfrentaría más tarde a una multa elevada, pero no tan exorbitante como para que el contrabando no resultara rentable.

También había mucho tráfico de ida y vuelta en el que perderse. Normalmente, había docenas de llegadas y salidas cada hora, con cientos de barcos en tránsito. Sin embargo, éstas no eran circunstancias ordinarias. No había habido una orden de detener el tráfico a esta escala en la memoria de la mayoría de los seres. 

La última vez fue hace 89 años, y la guerra resultante provocó la destrucción de Elroad Entertainment y la muerte de su director ejecutivo, Ragecraft. Las circunstancias exactas de su muerte no eran muy conocidas, pero persistían los rumores de que había sido la represalia de Sylvia por el intento de Ragecraft de robarle algo bastante valioso.

Aún así, incluso al ritmo glacial con el que normalmente sucedían las cosas en el espacio, Kazuma se estaba volviendo rápidamente obvio mientras observaba el LADAR que las cosas se estaban desmoronando rápidamente. 

Los barcos en tránsito estaban disminuyendo su velocidad, lo que de por sí costaría incontables miles de millones de créditos por los retrasos. ¿Pero las naves detenidas en los puertos espaciales o las que hacen cola para descargar? Eso fue catastrófico.

Belzerg ya no producía ningún alimento digno de mención y dependía casi por completo de las importaciones de su luna para sustentar a su población. Cada momento en que se interrumpió esta línea de vida fue un momento en el que cientos o miles murieron de hambre. Los líderes corporativos ya se estaban agrupando y, basándose en las señales de radiación, se estaban preparando para un asalto. La mayoría de ellos estaban armados, algunos fuertemente armados. 

La última guerra corporativa no se había librado en el espacio, en gran parte porque Sylvia había controlado todo el armamento serio en la Luna o en el espacio. Esta vez, sin embargo, las otras corporaciones tenían sus propios barcos, y si bien pasaron la mayor parte de su tiempo como cargueros glorificados, no hizo falta mucho para agregar un cañón de riel montado en espiral, una batería de misiles nucleares o algunos cañones de energía que podrían destrozar una estación en unos pocos disparos y potencialmente devastar la superficie lunar.

Kazuma y Faitfore continuaron hacia el Guild Hauler , que como la mayoría de los highliners(destacados) tenía una forma cilíndrica larga, con leves protuberancias donde estaban las armas y los motores de popa, junto con algunos propulsores de maniobra. 

Actualmente giraba lentamente, los motores sólo brillaban suavemente al ralentí. Apagarlos por completo habría dejado a la nave totalmente vulnerable y, por lo tanto, mantuvo un pequeño impulso angular, orbitando a Eris en un patrón estable.

"¡Sólo unos minutos y estaremos libres en casa!" Dijo Dust alegremente, dándole una palmada a Kazuma en el hombro. Parecía estar de MUY buen humor después de ayudar a Rin a encargarse de su "problema", que Kazuma supuso que era algún tipo de condicionamiento biológico o conductual que se les implantaba a la mayoría de los esclavos tallados. Una parte de él estaba celoso de Dust, pero sobre todo solo quería que Alice y él estuvieran a salvo en algún lugar.

"¿Por qué confías tanto en Luna?" Kazuma preguntó nerviosamente por tercera vez.

"¡Ah, ella es genial! Además, ella lo sabe, ¿sabes?" Dijo Dust, guiñando un ojo y dándole un codazo a Kazuma.

Kazuma no lo sabía, pero estaba cada vez más preocupado de que si admitía eso, estaría en serios problemas. Observó con inquietud cómo Guild Hauler crecía hasta llenar toda la pantalla; Tenía dos kilómetros de longitud y una manga de poco más de 500 metros. El Faitfore desapareció en su bodega abierta con mucho espacio de sobra, aunque tenía 50 metros de largo y 30 metros de envergadura para ayudar a la atmósfera.

La bodega había sido despejada y el Faitfore había pasado volando junto a varios contenedores de carga a la deriva. Kazuma se estremeció al ver formas blindadas que se alineaban en el interior de la bodega, luego siguió a Dust de regreso a su propia esclusa de aire. Alice ya estaba vestida, junto con Rin y Lolisa.

 Kazuma selló su casco, habiéndose puesto ya el traje de vacío. Eran diseños simples, algo voluminosos, con botas magnéticas y placas frontales transparentes.

"¿Están listo?" Preguntó Kazuma, dándole a Alice una sonrisa nerviosa. Su traje era un poco grande para ella, con los brazos ligeramente caídos y las piernas con grandes bolsas alrededor de los tobillos.

"Sí, creo que sí. No he usado este 'traje espacial' antes. No estoy... segura de qué es el Espacio. No recuerdo haberlo aprendido, pero... hay muchas más cosas que no recuerdo".

"Lo estás haciendo muy bien, cariño", dijo Lolisa, acariciando la parte trasera del traje de Iris. El suyo encajaba un poco mejor, con algunos módulos de combate obvios. El combate espacial era mortal, ya que la mayoría de los cascos podían ser perforados por cualquier cosa más grande que armas pequeñas, y un traje perforado en el vacío casi siempre era mortal en poco tiempo. Sin embargo, eso no impidió que la gente intentara matarse entre sí, y existían trajes de vacío fuertemente blindados. Como el tipo que Kazuma había visto lucirse en su comité de recepción. Cualquier violencia probablemente sería breve y muy unilateral.

Tenía razón, aunque, como descubriría más tarde, por motivos muy equivocados.

"Oye, cariño, te extrañaré", dijo Keith, acercándose para poner una mano en el hombro de Lolisa. Parecía insoportablemente engreído y más que un poco posesivo, justo hasta que Lolisa se apartó de él y le dio un golpe en el brazo.

"No me mimes, humano. Fuiste un error. Estás tan vacío de maná como todos los hombres que he visto", escupió Lolisa. "Y ni se te ocurra intentar conseguir mi chip. Te mataré primero".

"¡Oye, vaya, pensé que lo disfrutabas tanto como yo! ¡Sé que me has estado mirando desde que te recogimos!" Dijo Keith, obviamente ofendido. Intentó agarrar a Lolisa, pero Dust se interpuso entre ellos y su pecho empujó al otro hombre más flacucho hacia atrás.

Aunque el traje de vacío de Dust le daba volumen, ya tenía hombros anchos, sin mencionar unos centímetros extra de altura. "Oye. Ella dijo que retrocedas. Ya conoces las reglas: las chicas deciden con quién se acuestan. No tú. Nosotros no podemos elegir. Ellas si pueden. ¿Me entiendes?"

"¡Solo dices eso porque te follas a Rin dos veces al día! Esa zorra finalmente se apagó, y yo no-"

El revés de Dust envió sangre y un diente a través del mamparo, y Keith se atragantó y jadeó, cayendo de rodillas.

"Tú quédate en el barco. ¿Taylor? Vigila a Keith. Creo que necesita una siesta", dijo Dust con firmeza.

"Que se joda, capitán", gruñó Keith, levantándose lentamente y limpiándose el labio ensangrentado.

"¿Oh? ¿Quieres regresar, Keith? Somos amigos, pero no te exiges a Lolisa. Ni a ninguna otra mujer. Incluso HUELES a Alice, y te mataré antes de que las chicas puedan", dijo Dust. su voz baja y peligrosa. "No lo olvides: YO SOY el capitán. Puede que seas mi amigo más antiguo, pero ahora no vamos a recoger polluelas en los muelles".

"Bien. Luna es una perra de todos modos", gruñó Keith. "Malditas mujeres". Se alejó y Dust se giró, sonriendo ampliamente.

"Yo, uh, no iba a intentar nada", dijo Kazuma, alejándose lentamente de Lolisa. "Sólo quiero llevar a mi hermana a un lugar seguro".

"Ah, eres un buen tipo, lo puedo decir. Keith también lo es. Él simplemente, bueno, no ha tenido sexo en mucho tiempo. ¡Está loco por Lolisa, siempre lo ha estado! ¿Realmente lo jodiste?"

El último fue para Lolisa, y ella se movió incómoda. "Pensé... pensé que olí maná. Supuestamente dejé ese hábito hace mucho tiempo... pero... no sé. No era mi chip. Quería... alguien. Él era el más cercano, ya que estás tomado".

"Y ninguno de ustedes lo olvide", murmuró Rin. Luego se enderezó. "¡Mira bien! ¡Abre la cerradura!"

Todos se volvieron hacia la puerta, incluso cuando la que estaba detrás de ellos se cerró con un silbido. Se succionó aire de la cerradura y luego se abrió la escotilla exterior, mostrando un comité de bienvenida de ShopWiz CorpSec fuertemente armados y con servoarmadura. Cada uno de ellos tenía armas pesadas, aunque parecían bastante inseguros. 

En el centro había una elegante armadura ejecutiva blanca, con la insignia de rango de capitán de barco.

Al igual que las armadas de todo el mundo, había un sistema de clasificación independiente a bordo del barco. El capitán de un barco en el vacío era el dueño de su dominio, y si un ejecutivo de tierra estaba a bordo, podía ser anulado. Un capitán de bajo nivel, como un pequeño barco de mensajería, tenía el rango corporativo equivalente a un gerente de nivel medio. Harían bien en no pisotear a un ejecutivo de alto nivel a bordo de su barco, ya que podría afectar su carrera. Pero estaban en su poder determinar el destino de su propia nave, especialmente en una situación de emergencia.

Un Capitán Senior de alto nivel como Luna, comandante de un highliner, era equivalente en rango a un Presidente Senior, o incluso a un Ejecutivo de Distrito. La única persona a la que respondía era la propia CEO Wiz, o quizás el comandante de una de las estaciones ShopWiz. A bordo de su propio barco, Luna era la voz de Dios. Y como todos estaban muertos, la responsabilidad recaía sobre ella.

(NT: En la novela, desde mucho tiempo antes de que Kazuma llegara a ese mundo, Wiz ya era amiga de Luna)

"Capitán Sheyka. Usted y su tripulación deben presentarse en mis habitaciones de inmediato", ladró Luna a través de una línea de comunicación abierta, mientras la bodega estaba expuesta al vacío. "¡Teniente!"

"¿Sí, señora?" respondió el oficial superior de CorpSec, y la docena de otros matones se pusieron firmes.

"Despejen los pasillos; los pasajeros ya deberían haber sido confinados en sus habitaciones, pero quiero que la tripulación también se vaya. Coloque dos guardias en este barco. Nadie entra ni sale. ¿Me entiende?"

"Como el crystal, señora", asintió el teniente y comenzó a hacer gestos. Dos guardias tomaron posición junto a la esclusa de aire del Faitfore , mientras otros dos saltaban a través de la microgravedad para despejar el camino. Otros dos se pusieron detrás de Kazuma y los demás, y Luna les indicó que avanzaran.

Tan pronto como atravesaron la esclusa de aire hacia la cubierta principal del Guild Hauler , Dust se quitó el casco y le dio a Luna una amplia sonrisa. "¡Luna, cariño, la encontré! Nosotros-"

"¡Silencio!" Luna ladró, sin quitarse el traje y avanzando.

"Pero, cariño, yo-"

"Cállate, contrabandista. O te ventilaré", gruñó uno de los matones cadáveres a través de un altavoz exterior.

Dust se volvió hacia él indignado, pero Rin lo empujó. Se calmó, luciendo hosco.

Alice, sin embargo, no lo hizo. Se quitó el casco y sacudió la cabeza, su cabello dorado cayendo por su espalda. "¡Capitana! ¡Exijo saber con qué propósito nos ha traído a bordo de este barco!"

De alguna manera, Kazuma pudo escuchar un capitolio en "Nos" y eso lo desconcertó.

"Niña, hablarás con la capitana con respeto", gruñó el mismo guardia, levantando la culata de un rifle de energía. "O yo-"

"¡Silencio!" Alice ladró. "¡Cómo te atreves a hablarnos de esa manera! Vuelve a tu puesto, soldado".

Los dos agentes de seguridad dudaron, hasta que Alice les hizo un gesto con la mano. " Dijimos que estás despedido".

"Sí, señora", murmuraron ambos, inclinándose levemente mientras retrocedían. Luego se congelaron, mirando a Luna, quien se había detenido, claramente vacilante.

"Tú... puedes irte", dijo Luna, aclarándose la garganta. Se quitó el casco y se inclinó ante Alice. "Mi... jovencita. Por favor... no diga nada más hasta que estemos en mis habitaciones..."

"¿No pretendes hacernos daño a nosotros ni a nuestro hermano, ni al noble Sir Dust y su tripulación?" Alice demandó fríamente.

"No, por favor. Ven por aquí", instó Luna.

Alice carraspeó, luego miró a Kazuma con sentimiento de culpabilidad mientras Luna se escabullía. "Lo siento, hermano. Yo sólo... estoy nerviosa. No me gusta el mar, ni los barcos, y este es... oh. No estamos en el mar, ¿verdad?"

"Uh, no", dijo Kazuma, poniendo una mano en el hombro de Alice. "Esperemos y veamos qué quiere Luna, nosotros- ¿Lolisa? ¿Estás bien?"

La súcubo respiraba con dificultad y tenía la cara sonrojada. Estaba arrodillada y sus ojos ligeramente desorbitados. "La Voz...tú eres-"

"Ahora no," siseó Dust, levantando a la súcubo. "¡Luna lo sabe!"

"¿Saber qué? Dust, ¿en qué nos metiste?" Rin demandó.

"Solo vamos, confía en mí", instó Dust, y todos siguieron a Luna. Los pasillos del barco eran mucho menos utilitarios de lo que Kazuma había esperado, con baldosas de colores colocadas en el piso con flechas que señalaban útilmente dónde estaban las diferentes partes del barco, como el área médica, la cocina, el salón y los vestíbulos de observación. Al parecer, el Guild Hauler llevaba pasajeros, y no baratos.

La puerta de la cabaña de Luna estaba hecha de imitación de madera, con extravagantes tallas de plantas en patrones retorcidos. El interior era cálido y hogareño, y bastante espacioso, con espacio para una sala de estar, un dormitorio y una pequeña cocina si Luna tenía ganas de cocinar ella misma, o tal vez para que un camarero preparara una comida privada. Aunque era pequeña para la habitación de tierra de un director ejecutivo, incluso en un gran edificio alto el espacio era escaso, y éste era el ideal de lujo. Pocos pasajeros, si es que hay alguno, tendrían habitaciones tan lujosas y tendrían que pagar millones de créditos para conseguirlas.

Tan pronto como se cerró la puerta, Luna rompió a llorar y se arrodilló, tomando las manos de Alice entre las suyas. "Mi señora... usted... ¡usted es real! Nunca pensé... esperé... ¡durante tantos años! Pero nunca... nunca pensé..."

Y luego la capitana se echó a llorar, sorprendiendo a todos los presentes, excepto a Dust, quien comenzó a resoplar y frotarse los ojos también. "La encontramos, Luna. He sacado a otros, dioses, muchos a lo largo de los años. Siempre oré, esperé, sería yo, pero..."

"¿¡Dust!?" Preguntó Rin, sonando medio asustada. "¡¿Qué está pasando?!"

Lolisa también había comenzado a llorar, desplomándose sobre manos y rodillas mientras temblaba. "Se acabó... se acabó... por favor... por favor... no quiero volver al infierno... este lugar es malo... ¡pero es mejor que el infierno!"

"¡Oye, retrocede!" Dijo Kazuma, alejando a Alice de Luna y retrocediendo con ella. "¿Qué le estás haciendo a mi hermana?"

"Dust, ¿quién es este hombre?" Preguntó Luna, secándose las lágrimas. "¿Por qué piensa...?"

"¡Señora, retroceda, se lo advierto!" Dijo Kazuma, mirando a su alrededor frenéticamente. Habían dejado sus armas atrás, pero tal vez... "¡ROBAR!"

Hubo un destello de luz y Luna chilló de pánico. Lolisa gritó como si tuviera dolor y cayó de bruces, mientras Rin chillaba y Dust se quedaba con la mandíbula abierta. Luna, sin embargo, se puso roja brillante y se llevó las manos a la entrepierna.

Kazuma se frotó la tela aún caliente en sus manos, una sonrisa lasciva se extendió por su rostro. Luego se sonrojó y rápidamente le arrojó las bragas a Luna mientras Alice lo fulminaba con la mirada. "¡Lo juro, estaba tratando de quitarle un arma o algo así! ¡Esos no!"

"Jatice, ¡cuántas VECES debo decirte que ese comportamiento NO ES DIVERTIDO!" Exigió Alice, golpeando con el pie la lujosa alfombra. "¡Padre se pondrá furioso! ¿¡Cómo puede un príncipe comportarse de esa manera!?"

"¿Yo que?" Dijo Kazuma, frunciendo el ceño.

Alice de repente parpadeó, su ira se convirtió en confusión, luego miedo y finalmente lágrimas. Kazuma la abrazó mientras ella lloraba, sintiéndose desconcertada.

"Él... él es... ¿qué es él?" Preguntó Luna, sosteniendo su ropa interior contra su pecho.

"Uh, sinceramente, no lo sé", admitió Dust. "Él hizo algo así antes. Pensé que ELLA era la diosa... pero no sé. Se supone que Eris es una ladrona o algo así, ¿verdad?"

"No, ella es la benevolente dama de la Luna, la Diosa de la Fortuna", corrigió Luna. Ella se inclinó sobre la alfombra. "Lady Eris, le doy la bienvenida a mi nave. Por favor, debemos llevarla de regreso a Belzerg. Todo depende de usted".

"Ella no es... ¿¡quién es Eris!?" Exigió Kazuma, aunque su corazón latía con fuerza en su pecho. Conocía ese nombre... por las historias que sus padres le habían contado cuando era pequeño. Apenas los recordaba, siempre los había susurrado con miedo, pero se suponía que Eris era una diosa. Y todos estaban muertos, ¿no? "¡Ella es mi hermana!"

Alice se desenredó lentamente de Kazuma, luego se acercó y puso una mano sobre Luna, levantándola suavemente. "Buena Capitana, no soy la Diosa. Soy simplemente... simplemente... ¿su sirvienta? Sí. Soy la Sierva del pueblo y la Espada del Reino, pero no soy ningún dios".

"Pero... pero tienes magia. Puedo sentirlo", dijo Luna, parpadeando confundida mientras Alice la ayudaba a levantarse.

"Ella no es un dios", dijo Lolisa, mirando lentamente hacia arriba. Kazuma se dio cuenta de que estaba encogida de miedo. Por miedo a Alice. "Ella es... ella es una Belzerg."

"¿Ella es un planeta?" Dust preguntó confundido.

"¡No, Dust, cállate y escucha!" Rin siseó. Corrió hacia Lolisa, se arrodilló y ayudó a su amiga a levantarse. "Lolisa... ¿qué quieres decir?"

"Mana. Ambos... ambos tienen maná", logró decir Lolisa. Kazuma se dio cuenta de que estaba babeando y tuvo que limpiarse la boca con el dorso de la mano. "Pero reconozco la Voz. Yo... luché... hace mucho tiempo... vi un Belzerg en el campo de batalla. Su nombre era... no importa. Pero ella era la Reina. Luchó junto a los dioses. Yo era joven Entonces, y me escondí. Puedo pasar por humano si... no importa. ¡Pero Alice, ella es una Belzerg!"

"Eso... eso suena bien", admitió Alice lentamente. "Yo soy...yo no soy...sólo soy la Princesa. No...el trono no es mío."

Luna y Dust intercambiaron miradas de pánico. "¡Pero se supone que debemos buscar a la diosa, o al menos a su avatar!" Dijo Dust, su tono horrorizado.

"Ella es la mejor opción", dijo Lolisa en voz baja, mirando a Kazuma y lamiéndose los labios. Ella se estremeció y bajó la mirada. "Ella prácticamente ES el planeta. Si tiene sangre real, entonces es la legítima Reina de Belzerg. La familia real había huido a la luna cuando los dioses fueron derrotados. Resistieron durante siglos allí, hasta que Sylvia construyó una gran flota e invadió ".

"¿Qué? Eso no tiene ningún sentido. Habría un reporte", protestó Dust.

Luna resopló. "Dust, las Corporaciones controlan la historia, qué información se permite, qué se enseña. ¿Crees que dejarían que se supiera la verdad de algo así?"

"Yo, um... sé un poco sobre eso", admitió Kazuma, y ​​todos los ojos se volvieron hacia él. Se arrastró incómodo, hasta que Alice vino y tomó su mano.

"Gran Hermano... ¿qué sabes?" preguntó, su tono suplicante.

"Lo sé... bueno, no es mucho. Pero mis padres... decían que éramos algo llamado japoneses. Que nuestros antepasados... venían de otro mundo. Que habían luchado en la Luna, y apenas escaparon cuando cayó, y el El último Rey murió y Eris fue asesinada y se convirtió en Discord. Pensé que probablemente era solo una historia... pero cuando murieron... pensé... que podría ir a la luna... y al menos moriría donde habían vivido mis antepasados. Pero Me acobardé. Simplemente conseguí un trabajo corporativo en lugar de pelear. Yo... soy tan cobarde..."

"¿Eres un reencarnado?" preguntó Alice, inclinando la cabeza hacia un lado. Cuando Kazuma la miró fijamente, ella aclaró: "¿Un héroe de otro mundo?"

"No soy ningún héroe, sólo soy un niño de Belzerg", dijo Kazuma, riéndose entre dientes.

"Un momento", dijo Luna de repente, poniéndose de pie y sacando un comunicador, con las bragas todavía en una mano. Ella lo levantó. "Capitana hablando. Más vale que esto sea bueno, Lan".

"¡Capitana! ¡QuimeraTech nos saludará!" Dijo Lan, su voz llena de pánico.

"Supongo que no nos están llamando para invitarnos a atracar y descargar nuestra carga", dijo Luna con la voz tensa.

"¡Están exigiendo que nos levantemos y estemos listos para ser abordados! ¡Aparentemente, le están haciendo eso a varios barcos, todos de diferentes corporaciones! Pero hay un montón de naves de sanguijuela y naves de ataque que se dirigen hacia nosotros, y NO suenan amigables. !" Lan balbuceó.

Luna miró a Alice y Kazuma, y ​​su mandíbula se tensó. "Estaciones de batalla de sonido".

"¿¡Capitana!?" Lan jadeó.

"¡Buen cuartel general!" Luna ladró. "Envíe una alerta general: ¡Orden 47! Todos los envíos de ShopWiz en nuestra ayuda".

"¡Capitana, eso es prácticamente una declaración de GUERRA! Y si empezamos a disparar-"

"Abre una línea general a mis habitaciones", exigió Luna. Caminó hacia su escritorio, donde había una terminal. Ella miró detrás de ella. "Todos ustedes, fuera del alcance de recogida. Por allí. Y guarden silencio. Ah, por favor, um, ¿su alteza?"

"Es su barco, capitana. Creo que se puede confiar en usted", dijo Alice, y se apresuró a ir a la esquina que Luna les había ordenado también.

Luna pasó un momento arreglándose el cabello. Cuando se encontró presentable, activó su terminal. "Todos los barcos, este es el Guild Hauler de ShopWiz. ¡Me han informado que ChimeraTech EXIGE abordar el barco soberano de ShopWiz para confiscar mis mercancías, mis pasajeros o mi tripulación! Esto es una violación directa de la política corporativa, y No lo toleraré. Si alguna nave ChimeraTech entra en mi rango de compromiso, abriré fuego. ChimeraTech no tiene derecho a violar nuestra propiedad corporativa. Todas las naves de ShopWiz: Como Capitana Senior en la órbita de Discord, inicio la Orden 47. Nuestra Aliados corporativos: Los animo a que se pongan del lado de nosotros. Ustedes serán los siguientes en buscarlos. ¡Durante demasiado tiempo, ChimeraTech ha exigido impuestos y aranceles escandalosos! ¡Ya no lo toleraré! ¡Mis ganancias son mías y de mi CEO, y no de Sylvia! ¡Capitana Luna del Guild Hauler, fuera!"

Luna respiró hondo y luego se dejó caer contra su escritorio, apoyándose con ambas manos. "¿Lan?"

"Sondeo del Cuartel General, Capitán", dijo Lan en voz baja. "Espero que sepas lo que estás haciendo..."

Las luces parpadearon repentinamente, luego se atenuaron hasta alcanzar el color rojo de emergencia y comenzó a sonar una alarma. Uno que no había sido utilizado con ira en ocho décadas...

CUARTOS GENERALES, CUARTOS GENERALES ¡TODOS ALERTA! ¡ESTO NO ES UN SIMULACRO! REPITO, ¡ESTO NO ES UN SIMULACRO! ¡MANOS A LAS ESTACIONES DE BATALLA! ¡PASAJEROS A SUS HABITACIONES! REPITA: ¡ESTO NO ES UN SIMULACRO! CUARTOS GENERALES, ¡TODOS A LAS ESTACIONES DE BATALLA!

"Entonces a la guerra," dijo Alice sombríamente. Ella dio un paso adelante. "Capitana, necesitaré armas y armaduras. Este es su barco y deberá luchar contra él. Pero yo tendré el mando de sus marines".

"De inmediato, alteza. Arderemos hacia el planeta. Es de suma importancia que lo lleven a un lugar seguro, o esto será en vano", dijo Luna, poniéndose de pie e inclinándose rígidamente. "Debo ocuparme de mis hombres. Alertaré a mis... ¿marines? Quienes están bajo su mando".

"Muy bien. ¡Señor Dust!" Alice ladró.

"¿Sí, mi señora?" Dijo Dust, instantáneamente al lado de Alice.

"Serás el capitán de mi guardia. ¿Eres un experto en armas?" Exigió Alice mientras caminaba hacia la escotilla, Kazuma apresurándose a permanecer a su lado.

"Sí, señora. Créame, Ole Dust es útil en una pelea", le aseguró él, luciendo absolutamente encantado. "Las chicas y yo no dejaremos que le pase nada".

"Muy bien. ¡Señorita Lolisa!"

"¡¿S-sí?!" Lolisa chilló.

Alice se giró hacia ella, mirando a la súcubo de arriba abajo. "¿Deseas abandonar el infierno y ponerte del lado de los hombres mortales?"

Pareciendo enferma, Lolisa asintió. "Yo... ahora soy leal a Dust, Su Majestad. Vanir traicionó a las súcubos... y... ¡y me gustan los humanos! Yo... ¡no quiero volver a ser lo que era! ¡Por favor!" Lolisa volvió a caer de rodillas, luciendo miserable. "Por favor."

"Muy bien. Protegerás mi persona. Pero mantente alejado de mi hermano", ordenó Alice con gravedad. "¡Sir Dust! Usted y la señorita Rin protegen a mi hermano. Vale más que sus vidas".

"Sí, señora", asintió Dust, saludando.

"Un paso adelante, todos ustedes", ordenó Alice. "Usted también, Capitana Luna."

Los otros cuatro lo hicieron y, ante un gesto de Alice, se arrodillaron.

"Otorgar estatus", dijo Alice, extendiendo sus manos hacia ellos.

Los cuatro se estremecieron y jadearon, y Lolisa gimió de éxtasis.

"Sir Dust, usted será un Caballero, el primero de nuestra Guardia Real", ordenó Alice. "Señorita Rin, ¿cuáles son sus estadísticas?"

"¿Mis estadísticas?" Dijo Rin, sosteniendo una pequeña tarjeta en su mano. Lolisa lo tomó con delicadeza y lo examinó.

"Tiene mucha inteligencia, bastante buena sabiduría, no mala destreza. Sería una maga o arquera decente. Allí... no ha habido magos en mucho tiempo..."

"Entonces ella será nuestra Archimaga Real", declaró Alice, y tocó una línea en la tarjeta. "¿Capitana Luna?"

Luna le ofreció su propia tarjeta, luciendo medio delirante de alegría.

"Hmm. Normalmente, diría que deberías ser una comerciante o una artesana con estas estadísticas... pero en estos tiempos, es necesario. Deberás ser un bardo, para ensalzar a tu tripulación a mayores alturas".

"Yo... lo haré, mi señora", prometió Luna.

"¡Ahora a tu puesto y asegúrate de que tu tripulación conozca su deber!" Ordenó Alice.

Luna se puso de pie, incluso mientras Dust y Rin miraban sus cartas desconcertados. Sin embargo, Lolisa se puso de pie y respiró hondo. "Los súcubos no son realmente luchadores de primera línea... pero puedo lanzar Charm(Encanto) y algunas otras magias... como... como Drain Vitality(¿Drain Touch?)..."

"Emplealo contra nuestros enemigos y no será pecado", dijo Alice con firmeza. Ella asintió hacia Kazuma. "Ven, hermano. Nos armaremos. ¡Dirige el camino hacia la armería, Sir Dust!"

"¡Sí, señora!" Dijo Dust con entusiasmo, y salieron corriendo cuando las luces del barco volvieron a encenderse y la alarma finalmente se apagó.

Mientras tanto, de vuelta en el Faifore, Tailor miraba sombríamente su pantalla. "No te ves bien, Keith. Hay mucha potencia de fuego dirigiéndose hacia aquí. Si esto se convierte en una batalla..."

"Oh, sé quién es el lado ganador", dijo Keith detrás de Taylor, levantando una pistola. "Qué pena que seas demasiado tonto para aceptarlo".

Sintiendo el peligro, Tailor se giró. "Keith, no, no-"

El arma ladró una vez y los sesos de Tailor se esparcieron por la consola. 

Haciendo una mueca, Keith empujó el cuerpo a un lado y limpió el panel. Luego abrió una línea. "¿Oye, ChimeraTech? Sí, este es Faitfor . Creo que sé dónde está lo que estás buscando".

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Esto es solo una traducción, si les gusta la historia pueden apoyar al autor original en el siguiente link, esto lo ayudaría mucho:

https://www.fanfiction.net/s/14148513/1/The-Last-Drop-of-Hope