Buenas a todos otra vez, el próximo será el ultimo capitulo.

Resumen: Nuestros aventureros se encontraron con un problema, unos monstruos que irrumpieron en el salón, el equipo los logra combatir, y salva el día, van hacia el estanque de patos, luego hacia el quiosco, donde Darkness y Kazuma se dan un beso, por ultimo llegan Aqua y Megumin, bailan y deciden volver a la mansión.

=========================

La fiesta ya estaba finalizando, todos los nobles comenzaban a despedirse. Los mayordomos comenzaban a arengar sus caballos, los guardias se posicionaban para cubrir los carruajes.
Nosotros nos acercamos hacia la mesa donde había diferentes comidas y bebidas. Tomamos unos vasos y nos servimos gaseosa. El padre de Darkness, luego de saludar a unas personas, se acerca a nosotros con una sonrisa.

- Espero que la hayan pasado bien - dice

Intentamos hacer una saludo de agradecimiento pero nos sale mal a todos, a excepción de Darkness.

- Gracias - dije - la pasamos bien

- Ustedes se divirtieron - dice con una sonrisa maliciosa

- Eh si.. - respondo sin entender

- Bueno, ya se van todos los nobles por lo que en unos momentos les daremos sus pijamas para dormir.

- Muchas gracias - respondimos

- Ven Lala, quiero que saludes a unos compañeros -

- Si padre - dijo Darkness asintiendo

Se marcharon y nosotros seguimos bebiendo, ya que estaba ahí tome un poco de comida. Fuimos hacia la ventana de siempre a apoyarnos al barandal, por el patio veíamos como se unían todos los carruajes y como comenzaban a partir.
Darkness y su padre estaban en la puerta despidiendo a los nobles. Entre ellos observe a Michael. Activo mi lectura de labios.

- Adiós mi querida Lalatina - dice Michael

- Adiós Michael, esperemos volver a encontrarnos - dijo Darkness con suma cordialidad

- Espero que cuando nos veamos dejes a ese grupo de plebeyos para que nos casemos - sonrió

En ese momento una vena de Darkness broto de sus sienes. No podía controlar su ira. Empero, atisbando una sonrisa, respondió.

- Muchas gracias por tu sugerencia Michael, pero mientras tu estabas desmayado mis compañeros plebeyos y yo vencimos a los monstruos - respondió con una sonrisa forzada

El padre de Darkness esbozo una pequeña sonrisa. La cara de Michael se desencajo.

- Si bueno, ya me están llamando, adiós - dijo con un saludo robotico

- Adiós - respondió Darkness con una sonrisa

Al verlos me reí. Michael se alejo trastabillando entre el sendero de tierra. Aqua y Megumin miraban como los carruajes se retiraban. Cuando se fue el ultimo nos dimos vuelta y miramos el salón. Suspire, por fin ya se termino todo esto. Ignis, Darkness y la mayordomo entraron al salón.

- Ahora si, ya termino - dijo

Nos acercamos los tres.

- Sin embargo todavía no pude bailar con mi hija - dijo el padre

- Pero no hay música - replico darkness

- Ven, Mircella - dijo el padre - ella es mi otro mayordomo

- Si - dijo se acerco hacia donde habían dejado todos los instrumentos y agarro un violín. Lo comenzó a tocar y comenzó a sonar una balada. Nos quedamos a un costado y observamos como Ignis pedía la mano de Darkness. Ella correspondió con una sonrisa y toco su mano.
En el centro del salón estaban danzando.

- Vengan a bailar - sonrió el padre de Darkness

Aqua y Megumin se dispusieron a bailar juntas. La mayordomo, Clarice, se me acerca, y con una cara seria me invita a bailar. Accedo contento.

- Ja, ja, ja - rió el padre de Darknes - no vayas a enamorar a mi mayordomo

Me reí. Ella sin embargo seguía indómita bailando. Cuando termino la balada cambiamos de compañeros. Me toco con el padre de Darkness. Darkness con Aqua y Megumin con la mayordomo.

- Dime una cosa Kazuma - dijo el padre de Darkness

- ¿Qué sucede señor? - intentaba ser lo mas formal posible

- ¿Recuerdas los códigos de los nobles? - pregunto - ya te lo comente, los nobles no pueden tener relaciones antes de casarse - dijo apretando mi mano mientras sonreía.

- Ay, eso me duele

- ¿Lo entiendes no?

- Si si lo entiendo

- Me alegro - sonrió

La balada finalizo y me tocaba con otra persona me dispuse a bailar, con Aqua, luego con Megumin.
Ahora finalizaba con Darkness.
El padre nos miro. Nosotros al vernos nos sonrojamos, tomamos ambas manos, sentí la delicada mano de Darkness y mi corazón comenzó a latir rápidamente. Puse mi mano detrás suyo y toque su espalda. Darkness pone una mano sobre mi hombro. Mire hacia mis pies, y comenzamos a danzar.

- ¿Que te dijo mi padre? - pregunto Darkness sonrojada

- Ahora ya se de donde viene tu fuerza

- ¿Que quieres decir?

- Nada...me contó las reglas de los nobles - respondí

- Ah bueno. Siempre habla sobre los hábitos de un noble. No te preocupes, yo no los sigo - sonrió

Esa sonrisa me devolvió a la vida. El baile finalizo.

- Bueno, es hora de ir a dormir, la mayordomo les traerá sus pijamas a sus habitaciones

- Espere, por favor - dije - gracias por defendernos frente a los insultos de los nobles

El padre de Darkness sonrió.

- No hay por que, hay nobles que siempre fueron arrogantes y siempre lo serán. Yo apoyo a mi hija y cualquier decisión que tome, al igual que no hago diferencias entre un noble y un plebeyo

El padre de Darkness se despidió, el salón donde antes estaba la comida y las bebidas ahora estaba siendo desmantelado, también los instrumentos musicales estaban siendo guardados.
Por nuestra parte salimos y nos dirigimos cada uno hacia nuestras habitaciones.
Al entrar en la mía vi la cama en frente que tenia, a mis costados una mesa junto con una biblioteca y a su lado una ventana que daba a la cama.
Me senté en la cama y me desabotone la camisa. Me quede ahí sentado. A los pocos minutos llego la mayordomo a dejarme el pijama. Toco la puerta.

- Pase

- Aquí tiene su pijama,¿ donde lo dejo?

- En esa silla - respondí

- Bueno. Que tenga unas buenas noches - respondió

Me cambie y me puse mi pijama. Me iba a acostar, hasta que oí la puerta sonar.

- Pase - dije sentándome sobre la cama.

Era el padre de Darkness. Todavía llevaba su traje.

- Kazuma, lo siento que venga a estas horas. Quiero charlar un momento

Esas ultimas palabras activaron mi alarma.

- Pase, pase

Cerro la puerta y se sentó junto conmigo en la cama. Se apoyo y se quedo un momento en silencio.

- Kazuma, hay algo que quiero decirte... - dijo mirándome fijamente y con cara seria

Aquí llego mi fin, perdóname Darkness.

- Si..si... que sucede - pregunte

Se quedo un momento en silencio, uno que se hacia imposible de detener, no se oía nada. La muerte perfecta, sin testigos. Toco mi hombro. Así me matara, primero me desmayara y luego me asesinara.

- Los vi en el quiosco - dijo seriamente

Trague saliva, mi corazón comenzó a latir frenéticamente. Todo mi cuerpo me estaba diciendo que escape, pero no podía soltarme de su garra.

- Al parecer ella siente algo por ti - sonrió - mi querida hija se enamoro, al observar como te veía lo note.

Me quede en silencio. No sabia que mas decir.

- Kazuma - apretó mi hombro - cuida de mi hija - dijo sonriendo

Todo el castillo de naipes que  mi cerebro armo cayo en un instante, todas mis maquinaciones solo fueron fantasmas. Me desaire en ese momento y me relaje.

- Ja, ja - rei - no se preocupe - dije sonriendo

El padre de Darkness volvió a poner su cara seria.

- No te pases - dijo serio

Perdón. Puse mi rostro hacia abajo y mire mis piernas.

- Bueno, era eso, que descanses. Ah, y recuerda el código de los nobles - dijo. Se levanto, luego cerro la puerta.

El padre de Darkness me estaba dando su aprobación para que este con ella. El calor invadió mi cuerpo. Me recosté sobre la cama, y me tape.
Ya habían pasado horas y solo me quede mirando el techo. Me era difícil dormir.
Escucho el sonido de mi puerta abrirse. Miro hacia mi costado y logro ver a una persona. De entre la oscuridad la noto, es Darkness. Vestia su camisón rosa, era tan transparente que se notaba que no llevaba sujetador. Al verla así un calor invadió mi cuerpo.

- Darkness - dije

Ella cerro la puerta y se acerca lentamente hacia mi cama. Noto que esta sonrojada.

- Kazuma, ¿puedo quedarme un rato contigo? - dijo acercándose

Me levante de mi cama y me apoye sobre mis codos.

- Si, ven - dije

Ella se sentó sobre la cama y me miro sonrojada. Agarre la sabana e indique que entre. Nos tapamos y nos quedamos callados un momento.

- Kazuma, ¿te acuerdas de la primera vez que nos vimos?

- Si - sonreí - querías unirte al equipo - dije

- Y tu no quisiste - dijo medio enojada

- Ja, ja si, lo siento

Darkness se rió levemente y luego sonrió. Un impulso me llevo a tomar sus manos dentro de la sabana, me devolvió con un apretón cariñoso. Me acerque y le di un beso.

En ese momento ambos nos miramos y nos abrazamos.

Esa noche dormimos juntos. Sentía el calor de Darkness emanando de su cuerpo. Su cabeza apoyada sobre mi pecho. Me dormí al rato.
A la mañana siguiente el sol ilumina sobre la cortina y esta luz llega al rostro de Darkness que comienza a despertarla. Se da cuenta de que ya es de mañana. Y se apoya sobre sus codos. Yo me despierto.

- Kazuma, ya me tengo que ir - dice Darkness

La puerta de mi habitación comienza a sonar. Alguien abre la puerta.

- Con permiso - dice. Esa voz era del padre de Darkness. Entra a la habitación. Darkness reacciona rápidamente y se oculta sobre las mantas. Yo me apoyo sobre el respaldo de la cama y con mis manos puestas delante.

- Espere espere, estoy desnudo - dije

El padre de Darkness se sorprende y da marcha atrás.

- Lo siento, pensé que ya estabas cambiado - dice

Cierra la puerta.

- Iré a buscar a Lala - dijo el padre. Se oyó como los pasos de sus zapatos se alejaban.

- Uff - suspire

Darkness se destapo de la cama mirando otra vez hacia la puerta.

- Ya me voy - dijo destapándose de la cama. En puntas de pie se fue de la habitación.
Menos mal, sin problemas, pensó Darkness. Miro a su derecha, por ahí se había ido su padre. Miro a su izquierda, se encontró de cara con una persona, la mayordomo, esta la miraba sin ninguna reacción, llevaba en sus manos la ropa de Kazuma.
Darkness se asusto al instante, ella le contaría a su padre.

- Yo no vi nada, señora Lalatina, solo vi a la hija del señor Dustiness Ford caminando por el pasillo - dijo

Darkness hizo un suspiro.

- Muchas gracias

- Denada, voy a dejar la ropa al señor Kazuma - toco la puerta.

Darkness aprovecho para ir a la cocina y luego a su habitación. Pudo arroparse sin ningún inconveniente. Salio y se fue a desayunar.
En el comedor ya estaban todos. Aqua y Megumin estaban comiendo unas facturas. Kazuma tomaba un café y al lado suyo, en la punta, estaba sentado su padre.

- Hola Darkness - sonríe el padre - te busque en tu habitación y no estabas, ven siéntate a desayunar.

- Buenos días, fui a tomar un vaso de agua - dijo sentándose en frente de Kazuma. Él bebía sin prestar mayor atención.

Darkness tomo una taza y se sirvió te, miro entre la mesa lo que podría comer. Vio un pan relleno, se lo sirvió en su plato y comió. Kazuma por su parte estaba comiendo una factura de membrillo. Cuando hubieron terminado de desayunar se dispusieron a salir.
El padre de Darkness estaba fuera junto al recibidor con la mayordomo. El grupo comenzó a salir y a despedirse del padre. Aqua y Megumin ya habían pasado y se dirigían hacia el carruaje. Kazuma se despidió del padre de Darkness estrechándole una mano.

- Adiós señor - dije

- Adiós Kazuma, recuerda lo que te dije 

- Claro - replique

Luego me fui. Darkness se quedo junto con su padre, le estrecho un abrazo.

- Mi hija ya se volvió tan grande y no me di cuenta - dijo el padre

- Papa, que te sucede - dijo Darkness

- Nada nada - dijo secándose las lágrimas - cuídate siempre, ¿me escuchaste?

- Eh, ¿por que lo dices? Bueno, ya me voy, adiós - dijo Darkness

El padre se quedo observando como se alejaba el coche y volvió a entrar en su mansión.

==================