La capital del reino se encontraba en fiesta nacional, la guerra contra el Rey Demonio había llegado aparentemente a su fin. Se veía a la gente en las calles, bebiendo, cantando, con música por las calles y fuegos artificiales en el cielo; sin embargo, cierto castaño no compartía el sentimiento, en su lugar sentía dolor, como una punzada en el pecho.

- K-Kazuma *hip*, que te pasa *hip*, vamos a *hip* celebrar...

Megumin, con un garrafo de cerveza en su mano y sonrojada por la ebriedad, abraza a Kazuma en el balcón del palacio; sin embargo, el castaño se encuentra pensativo y algo deprimido.

- O-oye *hip* vamos a bailar

- Ahora no Megumin!

- Aún *hip* sigues vacilando con lo de esa tal Aqua, estas *hip* s-seguro que no es *hip* tu imaginación...

Como puedes hablar así de ella, era tu amiga, era parte de nuestra familia, era...

Kazuma decide apartarse de Megumin y salir a caminar por la ciudad.

Después de haber hablado con todos al despertarse, resulta que nadie recuerda a Aqua, es como, como, como si ella nunca hubiera existido, como si todas las aventuras que vivimos solo hubieran pasado en mi mente. Solo pensar eso me parte el corazón.

Al ver a la gente de la ciudad celebrando, sonriendo, con cerveza en mano, me recuerda a ella, por alguna razón, esto me hizo sentir aún más miserable.

Un momento, aún tengo el deseo de los dioses por vencer al Rey Demonio. Pensaba Kazuma mientras caminaba por las calles de la capital.

En ese momento Chris aparece detrás de él.

- Kazuma, ya es tiempo de cumplir tu deseo, héroe del mundo

- Eres justo a quien necesitaba ver ahora, voy a pedir mi deseo Eris

Kazuma y Chris son transportados al cielo. Eris está sentada en su silla, Kazuma está frente a ella.

- Mi deseo es traer de vuelta a Aqua

- Kazuma, lo siento, pero no es posible traer de vuelta a Aqua-Sempai

- QUÉ!

- Verás, cuando los mortales mueren, sus espíritus permanecen, ya sea en el cielo, o reencarnando en otro mundo, pero cuando un dios muere, no hay más allá, solo la nada, lo siento, pero ni siquiera los dioses más poderosos pueden hacer algo al respecto

Kazuma sintió como todo se derrumbó dentro de él, de que había servido salvar al mundo, de que servía ser un héroe, si al final no podía estar con ella.

Kazuma se dio cuenta de sus sentimientos, varios días antes de la batalla decisiva contra el Rey Demonio; en aquel balcón de la mansión, en aquella noche de luna llena, donde Aqua le confesó su amor.

En aquel entonces, Kazuma se sentía confundido, aún no sabía que era lo que sentía por ella, además de que tenía ya una "relación" con Megumin; lo que causó que Aqua tomara una decisión premeditada, abandonando al grupo, por ir a pelear con el Rey Demonio ella sola.

El objetivo de la diosa, era derrotar al Rey Demonio, volver al cielo, y permitir que el hombre que amaba y su mejor amiga de ojos carmesí tuvieran una vida feliz juntos, aunque esto le partiera el corazón y el alma.