Seguramente ya leyeron la historia de como Darkness e Iris tuvieron un momento erotico mientras todos los demás estaban dormidos.

Al final se supo que todo esto fue culpa de un hechizo de las sucubos, el cual afecto a aquellas chicas que no estaban dormidas, pero para aquellos que si lo estaban, tuvieron sueños algo reveladores, en este capítulo podremos ver esos distintos sueños de las personas dentro de la mansion.

Empecemos con el sueño de Aqua, la cual en su mundo de fantasía siempre se ha visto como una mujer super madura qué cualquier hombre desearía, llevándola a unos extremos qué ninguna de sus compañeras llegaría en su vida.

Sueño de Aqua:

Mi nombre es Aqua, diosa del agua, adorada por cientos de miles de humanos que el solo pensar en mí belleza no pueden hacer otra cosa que desearme, pero no les es tan fácil el si quiera ser considerados para poder pasar una tarde conmigo, después de todo, solo los más valientes y formidables pueden pensar en siquiera besar mis divinos pies.

Claro que el deseo de los humanos es bastante simplistas y con el simple vistazo de alguna parte de mi cuerpo es suficiente para volverlos locos. Realmente es divertido molestar a varios humanos, mostrar parte de mis piernas volando la cabeza de todos, y de cierta forma comienzo a disfrutar las miradas sucias de los humanos.

Sé que al ser una diosa esos deseos inmundos no son algo que debería de sentir, pero incluso una eminencia como yo puede disfrutar de los placeres de la humanidad.

Es por eso que planee un pequeño regalo para mi. Invité a los hombres más guapos de la ciudad qué está bajo mi mando, eran tributos a la diosa Aqua para poder tener un año de prosperidad y lluvias abundantes.

Claro que ellos no sabían lo que harían ni el porque habían sido escogidos.

–Bienvenido hijos míos, yo, la diosa Aqua, les saluda y les brinda su magnífica presencia, así que pueden agradecerme.

Podía escuchar los gritos de todos los hombres, alabandome fascinados mientras me agradecían por dejarles ver mi figura. Estoy segura que morirán de la alegría cuando les diga porque los he invocado.

–Todos ustedes son los hombres más guapos de todo mi reino, aunque claro, preferiría que fueran un poco más bellos, pero con eso me conformo.

Nuevamente gritaban alborotados, esta vez mientras se disculpaban por no ser lo suficientemente atractivos para mi presencia.

–¡Pero no importa! Ya que yo, la hermosa diosa Aqua, los considera lo suficientemente bellos.

Todos me agradecían a gritos, era tan divertido, sin importar que les diga, todos me aman, y no puedo esperar para ver sus reacciones cuando les diga todo.

–Y al ser los más guapos, he decidido que los haré mis esclavos, su obligación será hacer todo lo que les diga, y complacerme en todo momento.

Me libre de mis ropajes quedando al completo desnudo de todos aquellos hombres, sus miradas estupefactas hacían qué mi cuerpo comenzará a calentarse en excitación. Pero lo que más me fascinaba eran los rostros de todos estos hombre, los cuales seguramente se han acostado con muchas mujeres, pero jamás han estado con una mujer como yo.

Muchos de ellos comenzaron a sangrar de la nariz, desmayandose uno tras otro, a excepción de unos cuantos, los cuales pudieron contener el sangrado a tiempo.

–Y bien mis queridos sirvientes, ¿me harán sentir bien?

Los pocos hombres que quedaban se arrodillaron frente a mi mientras tartamudeaban nerviosos.

Me senté sobre mi trono ofreciéndoles mis pies a esos sucios animales que se arrastraban para verlos de cerca, se peleaban entre ellos para poder tocarlos demostrándome qué me deseaban más que a cualquier otra cosa.

–Hijos míos, no hay necesidad de pelear, todos podrán tener una oportunidad conmigo –dije como la diosa piadosa qué soy.

Nuevamente volvieron a agradecerme mientras besaban mis pies con sus rugosos y ásperos labios, era una sensación extremadamente asquerosa a la vez que estimulante.

No podía evitar comenzar a tocarme en excitación, pensando en todo lo que haré qué estos hombre me hagan, podía sentir mi divina vagina pulsando mientras aquellos sucios hombres lamian mis pies desesperados.

Varios se desmayaban por la excitación, provocando qué quedarán cada vez menos tributos para mi.

Pero, tal vez esto pueda volverse divertido, el último que quede en pie tendría el honor de poder meter su diminuto pene en mi gloriosa vagina.

–Vamos, es suficiente con mis pies, el resto de mi cuerpo también necesita atención.

Abri los labios de mi vagina y apreté ligeramente mis pechos, indicándoles en donde debían continuar. Apresurados comenzaron a lamer todo mi cuerpo, aun eran más de diez hombres, así que estaba cubierta de pies a cabeza por las ásperas lenguas de todos ellos.

Aquella rigidez sobre mis pechos y vagina eran de las mejores sensaciones qué jamás haya sentido, no dejaba que ninguno de esos hombres se separaran ni siquiers por un segundo, pero como siempre, la debilidad de los humanos es el hecho de tener que respirar, por lo que aquellos terminaban desmayados antes de que si quiera pudiera terminar.

Hice qué los hombre que quedaban tomarán el lugar de aquellos tres qué habían perdido el conocimiento, ahora había 6 lenguas, 2 en cada uno de mis puntos más sensible, y una última que continuaba lambiendo mis pies.

No se sentía tan bien como con mi vagina, pero disfrutaba bastante qué mis pies volvieran loco a un simple humano, por lo que lo deje que continuará.

No tarde mucho en tener mi primer orgasmo, este cubrió el rostro de aquellos dos hombres que lamian mi vagina, desmayandose por el dulce y erotico aroma qué mi cuerpo producía.

Tan solo quedaban 5 hombres, pero aquel entusiasta de los pies parecía apegado a ellos.

A los cuatro restantes les di un premio por haberme hecho sentir tan bien, los deje desnudarse para mi para mostrar sus patéticos y atléticos cuerpos.

Frente a mi había 4 erectos penes listos para explotar, era una completa maravilla, toque uno de ellos con la punta de mis dedos y este al instante soltó aquel dulce líquido blanco sobre mi rostro.

Era tan cálido y pegajoso, se sentía tan bien el tenerlo sobre mi, pero lastimosamente aquel hombre perdió el conocimiento.

–Hmm, traten de durar más que él, después de todo, estoy segura de que no quieren decepcionarme.

Dije como una advertencia. Los tres hombres inflaron el pecho y mostrándome qué estaban preparados. Estaba contenta de ver que mis seguidores eran tan obedientes, por lo que de nuevo les di un premio.

Sostuve los penes de aquellos hombres con mis divinas manos y comencé a jugar con ellos, mientras que el tercero, bueno, diré que se saco la lotería, ya que comencé a lamer su jugoso pene con mi divina lengua.

Los tres soportaron bastante bien al inicio, pero se les notaba que podrían explotar en cualquier momento, por lo que jugué con más fuerza para apresurar la lluvia de aquel esquisto líquido blanco.

Comencé a meter el pene de los tres en mi boca, eran pequeños por lo que no tenía problema en engullir los tres al mismo tiempo, el sabor de los tres era muy distinto entre ellos, pero todos compartían un distintivo sabor cuando estaban a punto de terminar.

Ninguno pudo aguantar mucho tiempo a mi técnica mágica con mi lengua, por lo que terminaron en mi boca y un poco sobre mi, el sabor era tan salado, pero también delicioso, no podía dejar de lamer extasiada todo aquel jugo qué estaba sobre mi rostro.

Quería más, mucho más, pero esos tres hombres habían perdido el conocimiento, por lo que tan solo quedaba uno, el joven amante de mis pies qué seguía besándolos como si fueran sus amantes perdidas.

Levante mi pie y alce el mentón de aquel chico, su mirada perdida cuando vio mi cuerpo era fascinante.

–En hora buena, tienes el honor de poder tener sexo conmigo.

El no respondió nada, parecia demasiado feliz para siquiera hablar. Se levantó del suelo mostrándome aquella enorme erección qué ocultaba con su ropa, era mucho más grande que la de los demás hombres en este lugar, creo que me lleve el premio gordo.

–Primero prepararé eso por ti, no vayas a desmayarte o tu pueblo podría sufrir una inundación.

El joven acepto y siguio todas mis ordenes, se sentó sobre el suelo dejando expuesto su enorme pene, el cual comencé a pisar con los pies qué tanto amaba.

Mi pie era incluso más chico que aquel enorme monstruo, y por alguna razón eso me emocionaba. Colocaba la punta entre mis dedos provocando qué este no dejará de estremecerse con placer, gracias a esto no tardo en venirse con fuerza, llenándome por completo con todo su pegajoso jugo.

Pensé que esto había terminado, pero el joven seguía erecto y despierto, parece que realmente me saque la lotería.

Seguí jugando con su pene, colocándole entre mis pechos y jugando con la punta de este usando mis erectos pezones, incluso yo me sentía cada vez más excitada y no paraba de tener orgasmo tras orgasmo, en especial cuando el me cubría de su semen.

No recuerdo cuantas veces jugué con su pene antes de pasar al evento principal.

Me expuse ante él , mi vagina estaba completamente lista para él y solo debía de meterlo en mi.

–Vamos, lo quiero ahora, sacia mi lívido.

Podía sentir su ardiente pedazo de carne acercandose a las entradas de mi vagina, el como usaba la cabeza para frotar con mis labios y clitoris me hacía sentir cada vez más desesperada, estaba ansiosa por sentir aquello dentro de mi, y el no tardo en dármelo, solo que termino metiendolo en mi trasero.

–¡Haa, espera, ese es el agujero equivocado!

Grite por la sorpresa, pero no hice nada para detenerlo, lo deje continuar con lo que estaba haciendo ya que se sentía mejor de lo que podía imaginar. Era la primera vez que lo hacía por ese lugar, y creo disfrutarlo más que por mi vagina, la cual era penetrada por los enormes dedos de este sujeto.

Por horas siguió cojiendome hasta que perdí el conocimiento, no supe cuantas veces termine aquel día, tan solo sabía que había encontrado mi juguete favorito.

Fin del sueño de Aqua.