- ¡Bienvenido al gremio! Si va a comer tome asiento, si viene a inscribirse como aventurero, acérquese a los mostradores de aquel lado.

Una amable mesera me recibió al entrar en el gremio. Era realmente linda y vestía un uniforme que le quedaba muy bien.

Seguí su indicación y atravesé el salón hasta el mostrador. Mientras caminaba noté algunas miradas curiosas y otras que irradiaban sospecha. Supongo que mi aspecto de forastero me hace ver sospechoso.

Me acerque al mostrador más cercano, que era el único con un asistente hombre.

- Buenos días.

- ¡Ah! -dejó su revista a un lado nerviosamente- Buenos días, soy Liam ¿En qué puedo ayudarte?

- Quiero conseguir un trabajo ¿Qué debo hacer?

Afiló su mirada con satisfacción ante mi incógnita. Lo que me pareció cuanto menos raro.

- Jujum... Bien. -su sonrisa brillaba levemente a causa del sol o su malicia- querido joven, para tener un trabajo solo debes inscribirte en el gremio como aventurero. El costo es de 1000 Eris.

¿Eris? Deben ser la moneda que se maneja aquí. Tal vez parecidas a los yenes por el monto elevado.

- ¿Para cuanto valdrían 1000 Eris?

- Serían lo mismo que 10 bolsas pequeñas de agua

Si, son lo mismo que los yenes. El problema es como pagar la inscripción, no tengo nada de dinero.

- ¿Y es obligatorio pagarlo ahora? La cosa es que no tengo dinero.

- Ooh~ -su sonrisa se amplio y sus ojos se ajustaron- Antes se debía pagar obligatoriamente, pero ahora hay una forma: formar un contrato de exclusividad conmigo.

(Imagen de referencia e ignoren el tazón)

"¿Trato de exclusividad? Esa es la razón de su sonrisa ¿Eh?"

- ¿En qué consistiría ese contrato?

- Tendría algunas condiciones como: No podrías recibir misiones o encargos de otro que no sea yo, te daré misiones especiales que solo nosotros tenemos acceso, recibirás una posada por 3 días y armas provisionales, te aconsejaremos sobre las misiones, recibiré el 5% de las ganancias de todas las misiones.

Liam sacó inmediatamente una hoja de papel y empezó a dibujar unos símbolos extraños que no sabia entender. Después de unos minutos me lo dio con una pluma y un bote de tinta.

- Si te parece bien, podemos firmar ahora.

Tome la hoja y trate de leer, sin embargo no entendía nada. Parece ser el idioma que manejan.

- Con esto puedo inscribirme sin pagar en el gremio ahora ¿cierto?

- Así es.

Sin más remedio lo firme.

- Bien, entonces llene esto. Es una tarjeta de aventurero.

En la ficha me pedía anotar mi nombre peso edad y talla. Como Liam no entendía el japonés le dicte mi nombre para que el lo copiara.

- Ahora. -saco una herramienta extraña- pon tu mano aquí.

Hice lo que me pidió y, cuando puso la tarjeta debajo, aquel artilugio empezó a moverse brillar y tirar rayos.

Tras unos segundos la máquina se detuvo y Liam tomó mi tarjeta.

- Veamos... resistencia, fuerza y e inteligencia dentro del promedio, en cambio tu resistencia es algo baja y tu suerte es muy alta. Creo que es la primera vez que veo una suerte de tres dígitos.

¿Mi suerte es tan impresionante? Yo siempre creí ser desafortunado.

- Son embargo no es importante para ser un aventurero. - Sino fuera nuestro convenio le recomendaría ser comerciante.

Ash... y yo que ya me estaba emocionando.

Suspire decepcionado ante tal desperdicio.

- Esto significa que la única ocupación disponible es... aventurero.

Su sonrisa decayó levemente y me entrego mi tarjeta.

- ¿Quiere empezar una misión ahora?

- ¿Qué misiones hay?

- Veamos. -saco varios panfletos debajo de su mesa y los leyó hábilmente.- Para tu nivel en este momento tendríamos: Caza de sapos gigantes, recolección en solitario y guardia en el banco de ropas.

- ¿Cuál me recomiendas?

- La caza de sapos gigantes no estaría mal, especialmente por que no suelen andar en grupos grandes y son algo torpes.

- Si tu me la ofreces me parece bien empezar por ahí.

- Bien, para esos sapos necesitas armas, deja que te consiga unas.

El joven anoto al misión y luego me pidió que lo siguiera. Salimos del gremio con rumbo a un callejón cercano.

-¿Dónde estamos yendo?

Realmente esperaba que me las diera en el gremio.

Su andar no se detuvo y, nerviosamente, me explico que me daría armas de mejor calidad para esta misión.

Eso es demasiado raro. Solo es una misión para principiantes ¿Por qué tanta preparación?

- Hola Greimdall ¿Qué tienes para mi hoy?

Al entrar en aquel callejón un hombre de ropa andrajosa, barbas largas y un parche en el ojo izquierdo nos recibió.

Era un parche rojo, de bordes dorados y una cruz blanca. Algo desgastado debo decir.

- Necesito un arma para sapos.

El hombre se agachó y desenvolvió uno de las mantas que tenía, en ella conjunto de espadas, dagas y puñales aparecieron. Parecía haber otro parecido, un poco más largo y atado más fuerte.

Del primero tomó una espada con una curva pronunciada. La pulió con un trapo sucio y se lo entrego a Liam.

- Con esto queda pagado lo que te pedí.

- Así es.

Liam, entregándome la espada me guió hasta la salida del pueblo y me indicó hacia donde ir.

...