Si se preguntan que ha sucedido desde que me convertí en angel, pues realmente no ha pasado gran cosa, todo simplemente parecía haber vuelto a la normalidad y mi vida llena de desventuras continuo junto a mi disfuncional equipo.

En esta ocasión íbamos en camino a la aldea de magia Carmesí por alguna clase de festividad a la cual Megumin quería asistir. Normalmente estaría en contra de venir y dejaría que ella viniera sola, pero mi misión en este lugar era cuidar que está chica no se convierta en la nueva reina demonio.

–Bien, finalmente estamos aquí, la aldea de magia Carmesí.

Después de dos días de viaje llegamos hasta la aldea, completamente decorada en preparación para el festival que se aproximaba. Al ver las decoraciones, linternas de calabazas, calderos de Brujas, telarañas falsas y algunos esqueletos que parecían ser lo único real, no pude evitar compararlo con una celebración similar en mi mundo, la noche de brujas.

Aunque es cierto que yo no llegaba a celebrar mucho está festividad por la zona en la que vivía, si había estado en muchos eventos especiales en los videojuegos que usaban está misma decoración.

–Oi, Megumin, ¿como empezó está festividad?

–Oh, pues, según las leyendas los primeros usuarios de magia Carmesí crearon está festividad cuando leyeron un pergamino prohibido de un sabio. En ese pergamino aparecían muchas clases de monstruos que desconocían y creyeron que al imitar lo que decía el pergamino podrían invocar a aquellas bestias y hacerlas sus familiares.

–… Ha, haa~.

Estoy seguro de que aquel pergamino era un manga, y que aquel sabio solo era un chico japonés que era bueno dibujando, estas personas si que malinterpretan todo lo que han creado los japoneses.

–Megumin, Megumin, Megumin, parece que no conoces el verdadero punto de está festividad, verás, está festividad originalmente fue creada en el mundo de Kazuma, y esta noche todos los niños del mundo salen a las calles a pedir dulces y hacer bromas.

–No-nosotros hacemos lo mismo, pero solo los niños pequeños… ¡¿Por qué me ves como si hubieras descubierto algo?! ¡Venimos no para pedir dulces, vengo para visitar a mis padres! So-solo es una coincidencia que esté el festival presente.

Sin decir nada fuimos en camino a la casa de los padres de Megumin, creo que de todas las casas decoradas está era la que mostraba un esfuerzo mayor que las otras, parecía que a su familia le había tocado ser la casa embrujada de este año, claro, si es que siguen las tradiciones al pie de la letra debe de haber una casa embrujada.

Telarañas que mostraban ser reales con arañas aún más realistas que parecían que se movería en cualquier momento. La madera estaba en gran parte rota o con manchas de moho negro, también había una parbada de cuervos sobrevolando la casa.

Megumin se acercó a la puerta sin siquiera admirar la decoración que sus padres habían colocado, tocó la puerta un par de veces y de adentro se lograba escuchar como la madera crujía como si estuviera podrida.

–¿Quien es? Solo déjeme advertirle, si es un ladrón en esta casa no tenemos nada, solo con ver el exterior de la casa debería darse cuenta.

… Así que no son decoraciones, siento pena por los padres de Megumin.

–Soy tu hermana mayor.

–Lo siento, pero no le creo, mi hermana mayor está llorando porque su novio la abandonó.

–¡¡¿Tú cómo sabes eso?!! ¡¡Además, el no me abandono, está conmigo en estos momentos!!

–Buen intento, pero si fueras mi verdadera hermana habrías venido llorando buscando el consuelo de tu dulce hermana menor.

Megumin volteó a verme molesta diciendo con su mirada de que esto era mi culpa, yo intenté no verla directamente a los ojos ya que no quería confrontarla.

–¡Komekko, dejaté de bromas y abre de una vez la puerta!

–¡Si realmente eres mi hermana entonces dime algo que solo ella y yo sepamos!

–Ughh, bien. Cuando eras más pequeña preguntaste que era la marca que estaba en mi… en mi…

–En tu trasero. –termino la frase Komekko.

–S-si, la marca en mi trasero, y yo te dije que se trataba de un sello para un demonio que está dentro de mi y desde entonces has tratado de quitarmela.

Ahora yo era el que miraba a Megumin, juzgandola por haberle mentido a su hermana menor como lo hacía casi siempre.

–¡Hermana, realmente eres tú! ¡¿Eh, realmente es el novio de mi hermana?!

La pequeña Komekko, la cual ya no era tan pequeña como la recordaba, salió de la casa con una sonrisa en su rostro por poder ver a su hermana una vez más.

–¡Y-ya te dije que no es mi novio! Bu-bueno, por lo menos aún no.

–No, dudo mucho que lo sea algún día.

Eso es lo que dije, o lo que pensaba decir ya que Komekko me robó las palabras de la boca.

–¡Eh, ¿por qué dices algo como eso?!

–Porque hay una chica detrás de ustedes que te está viendo molesta.

Tanto Megumin como yo volteamos rápidamente a ver de quién se trataba, era Eris-sama en su alter ego conocido como Chris, solo que estaba disfrazada con un disfraz naranja con negro, intentando aparentar un disfraz de Halloween.

–¡Chris, ¿que haces aquí?!

Gritó Megumin antes de que yo pudiera hacerlo, vaya, parece que yo no soy el protagonista en esta historia en lo absoluto.

–Ah, jeje, parece que me descubrieron, vine al pueblo de magia Carmesí porque disfruto está festividad más que cualquier otro.

–¿Incluso mas que el festival de Eris-sama?

Finalmente logré decir algo antes de que alguien me ganará la palabra, aunque parece que hice enojar a mi superior con ese comentario.

–¡Bueno, no importa, me alegra de que no estaré sola este año!

Gritó Komekko con alegría, aunque siento que cada persona aquí presente vino por algún motivo oculto.

Dentro de la casa estábamos sentados frente a una pequeña mesa cuyas patas parecían rendirse en cualquier segundo, tomando un té hecho con agua lodosa que felizmente Komekko preparó para nosotros.

Komekko había ido con su vecino que continuaba siendo un HikiNeet para pedirle algo de comer para ofrecernos, realmente me siento mal cada que vengo a este lugar.

–Bien, ustedes dos, digan la verdadera razón del porque están aquí –pregunte sabiendo que finalmente estábamos solos.

–Y-yo, vine a pedir dulces con Komekko para que tenga algo para comer unos días –dijo Megumin.

Realmente esperaba algo como esto y para ser sincero, creo que es una dulce acción lo que está haciendo.

–Ya te dije porque vine aqui, esta es una de mis festividades favoritas –dijo Chris, no le creo nada.

–¿Una festividad dónde festejan a los monstruos y en ocasiones demonios?

–¡¿Qué, festejan demonios?!

Sí, sabía que ni siquiera conocía de que trataba esto.

–Bien, ahora dime, ¿cuál es la verdadera razón de que hayas venido?

–Pe-pero… Ughh, bien, vine porque… porque estaba celosa de que pasarías estos días solo con Megumin.

Creo que no lo había dicho antes, pero Aqua y Darkness estaban viendo el resto del pueblo ya que no querían pasar la noche en la casa de Megumin por lo que fueron a buscar un hotel para nosotros.

–Sabes que Aqua y Darkness vinieron con nosotros, ¿cierto?

–Bi-bien, me sentía sola de que los cuatro viajarán juntos.

–Falso, tu jamás has viajado con nosotros ni una sola vez.

–¡¿Podrías creerme por lo menos a alguna cosa que te digo?!

Gritó ella finalmente desesperada, respirando pesadamente Chris se quedó callada unos segundos hasta que alguien entro nuevamente a la casa.

–¡Conseguí algo delicioso, un guisado de pasto!

–¿Eh?x2

–¡Muy bien Komekko! Cómo siempre digo, ante la hambruna el pasto siempre es buena opción.

–¡Yay, pude seguir los pasos de mi hermana!

Realmente estoy preocupado por la salud de Komekko ahora.

–¡N-no puedes comer eso, es malo para ti! Mira, traje algunos alimentos, déjame preparar algo para que almuercen bien.

Y con esas palabras Chris comenzó a preparar la cena para todos… empiezo a creer que perdí el punto de está historia hace tiempo, así que me adelantaré a un tema que concuerde con lo que estaba hablando.

Después de que cenamos fue el momento de colocarnos nuestros disfraces para salir a pedir dulces.

Yo me disfrace de un ángel, después de todo ya tenía las alas, aunque fueran más pequeñas de lo normal, Chris ya venía disfrazada, Komekko estaba disfrazada como un pequeño fantasma utilizando una sábana sucia a la cual le abrió agujeros para sus ojos y finalmente Megumin, su disfraz fue realmente impactante.

–¿Qu-qué? ¿A-acaso no me queda bien?

–N-no es eso, es solo que, te ves realmente bien.

Megumin estaba vestida con un traje escolar típico de mi mundo, me sorprende que esa clase de ropa exista también en este mundo… aunque, seguramente alguien de Japón les dió la idea en algún otro manga.

–Gr-gracias… ¡Bien, vayamos a pedir dulces!

Era la primera vez en mi vida que iba a pedir dulces, realmente fue algo divertido ir de casa en casa, de negocio en negocio pidiendo dulces… lo único que no me gustaba es que tenías que decir una frase ridícula correspondiente a tu disfraz, y entre mejor era más dulces conseguías.

Tras terminar la noche regresamos a la casa de Megumin, decidimos quedarnos la noche para no dejar sola a Komekko. La pequeña niña estaba contenta viendo todos los dulces que habíamos conseguido para ella, celebrando que tendría suficientes dulces para un tiempo.

Finalmente fuimos a dormir tras una larga noche, Chris y Megumin dormían en la alcoba de Komekko mientras yo dormía en la alcoba de Megumin.

–Haa~, finalmente un momento de relajación, con Eris-sama cuidando a Megumin no es necesaria mi presencia.

Me recosté sobre la cama mientras veía el techo, no sentía la necesidad de dormir ya que estaba aún preocupado por toda esta situación, no puedo creerle completamente a Megumin con su razón para venir a su pueblo, y sus padres, es extraño que aún no hayan regresado a casa.

–Ka-Kazuma.

–¿Huh? Ah, solo eres tú Megumin, ¿qué pasa?

–Bu-bueno, Chris y Komekko ya están dormidas, así que creí que podríamos hablar a solas.

–¿De que quieres hablar?

–Bueno, acerca de lo que pasó cuando te fuiste.

Megumin se sentó en la cama al lado mío, manteniendo un aire serio que la rodeaba y la hacía verse más madura, por poco y olvidó que ella ya no es la misma niña que conocí cuando llegue a este mundo.

–¿Acaso quieres que te cuente todo lo que pasó cuando estaba en mi mundo?

–Sí, pero también quiero que hablemos de como viví yo esos días.

Con su cabello largo cubriendo su rostro no supe que clase de expresión tenía Megumin, pero sin pensar en eso comencé contándole todo.

Toda la noche nos quedamos hablando sobre aquello que sucedió hace no más de unas semanas, jamás creí que Megumin realmente había sufrido tanto por mi, tal vez debería darle una oportunidad a Megumin.

–Entonces, me di cuenta, la razón por la que hice todo eso es porque, realmente me gustas.

Dijo con una suave voz mientras se acercaba lentamente a mi, planeaba besarme y no estaba en contra de aquello, tal vez un poco no está mal, tal vez enamorarme no está mal tampoco.

–¡No dejaré que ese hombre toque a mi hija!

Fuera de la casa se escuchó un grito, interrumpiendo el beso voltee a ver de qué se trataba, eran los padres de Megumin… algo huele mal aquí.

......

–Asi que déjame entender, me trajiste aquí para poder estar solos y tu madre te ayudo en tu plan durmiendo a tu padre y llevándoselo a la casa de tu vecino.

–Bu-bueno… sí, me descubriste.

–Megumin, ¿por qué hiciste eso?

Estábamos en la sala junto con sus padre, o por lo menos la madre, ya que su padre fue mandado a dormir con un hechizo más fuerte está vez. Su madre simplemente nos veía como si viera una telenovela, fascinada y nerviosa por lo que puede suceder.

–¡N-no me malentiendas! N-no es como si quisiera engañarte ni nada por el estilo, es solo, quería tener a un tiempo a solas contigo y desde que llegaste no hemos podido pasar ni un minuto solos… ¡Y todo lo que dije, todo aquello que hablamos era lo que siento en verdad! A-así que, cuando dije que me gustabas, estaba siendo sincera.

No puedo creer a esta chica, haciendo tanto problema por algo como esto… como fue que ella terminó siendo mi primera opción.

Sin decir nada me levante de dónde estaba sentado y me pare frente a Megumin, sin decirle nada continue con aquello que nos fue interrumpido. Bese a Megumin dándole a entender que no estaba molesto.

Su madre nos veía con una felicidad extrema al ver que el final era el que ella quería.

–¡Bien, en honor a la nueva pareja podrán dormir juntos! Tranquilos, mi marido no estará despierto para interrumpirlos está vez.

–… tu madre si que es extraña.

–Lo sé, recuérdame no ser como ella cuando tengamos hijos.

Megumin soltó aquello tan naturalmente que incluso a mi no llego a molestarme, tener una familia con Megumin, eso es algo que no había pensado antes, pero, ahora no suena como una gran locura.

–Parece que al final si tuve mi deseo verdadero.

–¿Hmm, y cuál era?

–Estar por siempre a tu lado.

Y con aquello el fin de la noche llegó, dormimos juntos, pero nada más allá sucedió, después de todo, solo era el inicio de nuestra relación.

//Hola sé que me he tardado un poco en sacar esto, y que ya no es Halloween ni noche de brujas, pero quería hacer esto ya que lo había prometido, pero solo para que sepan, este no es el último capítulo especial de esta saga, el próximo continuaremos con esta mini historia. Nos vemos.//

//Solo quiero recordarles, este fic no está dirigido a ninguna protagonista en específico, así que no se sorprendan de lo que leyeron//