Hoy me desperté un poco cansada y fastidiada. Mi cabeza realmente me dolía como si fuera a estallar, todo por aquello que dijo Megumin el otro día. Y pensar que existe algo tan poderoso como para llevarte a otro mundo, algo además de los dioses… eso no debería ser posible.

No sé qué mago tan genio, o tan loco, fue capaz de crear semejante cosa… aunque tal vez solo estoy pensando de más y ese objeto realmente no existe, tan solo es la locura de Megumin por no ver a Kazuma. He escuchado muchas cosas raras que hace con las cosas que él dejo en este mundo, todo de boca de Darkness.

–Haa, creo que necesito tomar un baño para relajarme.

Me dirigí a mi baño, sintiendo mi cuerpo cortado como si estuviera enferma, pero era imposible enfermarme ya que era una diosa. Me quite mi ropa lentamente y me mire al espejo mientras lo hacía, mis ojos estaban rojos e hinchados de tanto llorar estos últimos días, de tan solo pensar en no poder verlo me siento destrozada.

–Todo por ese tonto deseo… ¡Hubieras pedido quedarte conmigo idiota!

Grité con fuerza y frustración, agachando la mirada por la repentina acción que realice, cuando mire devuelta al espejo comencé a alucinar… la persona que estaba en el espejo, era mi contraparte Chris.

–Oh, así que la perfecta diosa se está derrumbando.

Escuche una voz muy parecida a la mía hablando, la voz provenía de mi reflejo en el espejo.

–T-tu no eres más que una alucinación. Cre-creo que necesito dormir un poco más.

–Claro que necesitas dormir, después de todo, no duermes por la culpa.

–¿Cu-culpa? N-no se a que te refieres, ¿de que debería sentirme culpable?

Al escucharla no pude evitar sentir escalofríos recorriendo mi espalda y hombros… como si alguien estubiera justo detrás de mí.

–Vamos, no te mientas a ti misma, después de todo, ya has mentido suficiente, ¿no lo crees?

–………

Comencé a sentirme nerviosa, esa imagen frente a mí parecía verse cada vez más realista, es como si… si tocará el espejo, si lo hiciera realmente podría tocarla.

–Vamos, tocame, te mostraré que soy real.

Temerosa por lo que dijo aleje mi mano, pero en el momento en el que lo hice… la mano de ella se acercó a mí y me jalo dentro del espejo, fui jalada con tal fuerza que termine en el suelo.

–¿Do-donde estoy?

Cuando me levanté de este me di cuenta, ya no estaba en mi baño, estaba rodeada de una horrible oscuridad que parecía no terminar, la única luz provenía del espejo del que venía.

Corrí al espejo para intentar salir de este lugar, pero la luz en él había desaparecido, volviendo a ser un simple espejo que mostraba mi reflejo… ya no era Eris-sama, ahora yo era Chris.

–Asi está mucho mejor, tu no te mereces el glamour de una diosa, tu mereces verte como una sucia ladrona y mentirosa.

–¡N-no se de qué hablas, ¿Por qué soy una mentirosa?!

Esto se ponía cada vez más raro, una figura representandome como Eris estaba parada justo frente a mi, pero no era la típica imagen dulce que suelo regalar a la gente, la mirada de esta chica era más sombría.

–

He escuchado que los ladrones siempre cumplen con el pecado de la avaricia, pero tú me sorprendes, tú no te detuviste ahí, ¿cierto? También tenías que ser envidiosa y perezosa a la hora de hacer tu trabajo.

–¡Yo nunca he sido perezosa, siempre cumplo con mi trabajo!

–Oh, ¿en serio? Entonces explícame, porque le mentiste a Megumin a la hora de cumplir su deseo.

En ese instante sentí como mi pecho se comprimía, como si mi corazón tratará de salirse, todo por aquello que dijo.

–Y-yo jamás, jamás le menti… s-su deseo, lo cumpliré, lo cumpliré en un año como acordamos.

–¿Cómo acordaron? Si mal no recuerdo, tu fuiste la que le dijo que debía esperar un año, todo porque querías alejarlo de él, ¿no es cierto?

–¡N-no es así, ya expliqué que era por...!

–Si, si, esa tontería que inventaste de la diferencia de tiempo, esa estupidez es poco creíble. ¡¡Vamos, admite que la razón por la que le dijiste eso a Megumin es porque querías que le quitará sus garras de harpía a Kazuma!!... Oh, claro, casi lo olvido, también le mentiste a Kazuma, no es así.

–¿Eh? N-no se de qué hablas.

–¡Vamos, pensé que ya habíamos pasado ese punto, yo sé que le mentiste, desde el inicio lo hiciste!

Cubría mis oídos para evitar oír aquellas palabras que tan solo me hacían sentir cada vez más culpable.

–¡Pero no tenía otra opción! S-si le decía que podría irse cuando quisiera… ¡Yo estaba preparada para su partida ese día, si hubiera sido cualquier otro! Si hubiera sido cualquier otro… no lo hubiera podido soportar.

–Vaya que eres una envidiosa, nada digno de una diosa. ¡Alejar al chico que amas porque no estaría contigo nunca, ¿acaso ese no fue tu verdadero objetivo?!

–¡¿Eh?! ¡Pe-pero Kazuma fue el que decidió volver a su mundo, ¿por qué hablas como si yo le hubiera dado la idea?!

–Oh, no lo sé, tal vez solo quiero volverte más loca de lo que estás… o, ¿tal vez realmente fue tu culpa? Vamos, recuerda todas esas ocasiones que le recordabas de su mundo, ¿acaso no fue esa tu forma de hacerlo sentir nostalgia?

Mi corazón latía cada vez más fuerte, cortando sus latidos en ciertas ocasiones haciéndome sentir un horrible dolor en el pecho, culpa era lo que sentía.

–Al ver tu expresión veo que estoy en lo cierto… ¡¡¿Y te haces llamar diosa? Tu no mereces ese título si piensas solo en tí, arruinar la vida de una pobre chica porque era la favorita del chico que amabas, que bajo has caído!!

Lo había visto antes, había visto a Kazuma y a Megumin juntos, parecían una dulce pareja cada vez que los veía… ¿Por qué me beso entonces? Realmente estaba molesta con Kazuma por aquello.

–Recordando ese beso, ¿cierto? Realmente lo disfrutaste, pero estabas confundida, ¿Por qué actuaba tan dulce contigo si ya tenía a Megumin? Te hiciste esa pregunta miles de veces y nunca te diste cuenta que el solo gustaba de aprovecharse de ti.

–N-no, Kazuma no es esa clase de chico. ¡Puede que sea un perdedor y un Neet, pero no es un patán!

–Oh, ahora lo estás defendiendo… veamos, ¿entonces ya olvidaste todas las demás mentiras que le dijiste?

Conmocionada di un paso atrás, tratando de escapar de la pregunta.

–Y-yo no le dije más mentiras, e-eso que hice era necesario.

–¿Necesario? ¡¿Acaso era necesario mentirle? ¿Decirle que lo llevarías al punto en el que murió? ¿Por qué no solo le decías, soy una inútil que no puede cumplir tu deseo correctamente?! ¡¡¿Por qué tenías que implantar esas memorias falsas en su cerebro?!!

Sudor frío recorría todo mi cuerpo, el miedo parecía invadirme de pies a cabeza, mis piernas se rindieron de tanto temblar y ya no pude mantenerme en pie.

–N-no había más opción, e-el poder de los dioses no era tan fuerte… las memorias, fueron las mejores que pude darles para cambiar si vida.

–Si claro, ¡Cómo si ver la muerte de tu mejor amiga imaginaria sea buena memoria!… Oh, espera, cambiaste la memoria de la muerte, ¿cierto? La pobre Yamada, ¿O mejor la llamo la copia de Megumin?… Cómo sea, cambiaste su muerte por un coma, solo porque Yamada volvería a la vida después de unos años de su muerte y eso sería raro… además, ¿por qué tomaste la imagen de Megumin?

No podía hablar, mi garganta me dolía y hacia que un sabor a sangre llegará a mi boca. A cada palabra que decía me daban ganas de vomitar por todo el estrés que acumulaba.

–Lo único que se me ocurre. Tomaste la imagen de Megumin para matarla y en algún punto hacer que se olvide de ella, pero tú plan fallo cuando ella pidió su deseo. ¿Me equivoco?

Trague saliva de forma dolorosa, incluso si ese no fue mi verdadero motivo para modelar a Yamada como Megumin, una parte dentro de mi hizo que la idea surgiera.

–Veo que tengo razón. ¡Y es gracias a tus deseos egoístas que mereces quedarte aquí, sola y encerrada en la oscuridad por toda la eternidad! Pero descuida, yo tomaré tu lugar y arreglaré todos tus errores. ¡¡Ya no es necesario el servicio de una maldita mentirosa!!

Mentirosa, soy una mentirosa. Lo único que hago es mentir. Este mundo, ya no necesita a una diosa como yo.

–Bueno, dejado todo eso en claro, espero que disfrutes la oscuridad.

Fui empujada al abismo, callendo por la infinita oscuridad en un agujero sin fondo… era el fin de una horrible mentirosa como yo.
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–…ris, hris, despierta Chris!

–¡Ah!

Repentinamente me había despertado de lo que parecía haber sido una horrible pesadilla, sentía el sudor caer por todo mi cuerpo y el horrible temblór en mis manos que no parecía cesar. La que me despertó fue Darkness… había olvidado que estábamos en medio de un viaje.

–Oye, ¿estás bien?

–S-si, solo fue una pesadilla… una horrible pesadilla.

–Bueno, me alegra que estés bien. Te vi moverte de forma muy brusca mientras dormías, tenía que te estubiera dando un ataque.

Mire mis manos fijamente, el temblor de estas no parecía parar pronto, y menos porque ese sueño aún continuaba presente en mi memoria.

–Darkness, ¿tu qué pensarías si… si Eris-sama te mintiera?

–¿Hmm? Vaya, que pregunta más rara, déjame pensar… bueno, si Eris-sama me mintiera, que lo dudo mucho, seguro lo haría por mí bien, después de todo ella es una diosa realmente bondadosa. ¿Por qué preguntas?

–Por nada, por nada.

Al escuchar eso me sentí un poco mejor. Sí, todo lo que hice por Kazuma fue por su bien, incluso lo que le dije a Megumin. Hacerla esperar un año era darle tiempo suficiente a Kazuma para disfrutar su vida normal…, pero algo muy en el fondo de mi aún me dice que soy una mentirosa egoísta.

Tal vez no fue la mejor opción mentirle a Kazuma sobre regresarlo a su mundo, pero se le veía tan contento que no podía decirle que ese tiempo jamás podrá recuperarlo, la única opción era plantar recuerdos falsos a él y a todos los que lo conocían…, pero hacerlo conocer a una chica similar a Megumin y despues hacerle lo que le hice… tal vez fue solo yo queriendo vengarme de alguna forma... Ya no se qué pensar de mí.