Capítulo 1 : ¿Qué Nos Pasó?
Era una situación difícil de creer.
Y aunque lo estuvieras viendo, aún así sería difícil de entender el cómo y el por que.
Expresiones de confusión eran las que tenía la pareja de tres mirándose unos a otros.
Pero Megumin fue la primera en ignorar todo eso, pues cuando miro a Darkness sana y salva no pudo contener sus lágrimas.
Solo pudo correr a los brazos de su amiga y compañera para un abrazo intenso, mientras lágrimas salían de su rostro a cantaron.
La escena enterneció el corazón de la paladín, y sin poder negarse sólo correspondió el abrazo.
-Dark-arkness… maldita estúpida vieja boba, ¡por qué me das ese susto! ¿¡Por qué!?
Megumin intentaba sonar fuerte, pero su voz estaba reflejando los sentimiento de alegría que sentía en ese momento.
Darkness también compartió ese sentimiento y solamente pudo dejar escapar un par de lágrimas.
‘Gracias, gracias por darme más tiempo junto a ellos.’
Ambas comenzaron a llorar en silencio, todo mientras que Kazuma se mantenía atrás de las dos.
Aunque en realidad debería estar llorando de la felicidad, el si había conseguido hacerse el fuerte.
Pues luego de tantos años, en los cuales varios de sus conocidos más queridos habían partido de este mundo, ocultar su llanto era una habilidad que había obtenido con la experiencia.
-De verdad, ¿Qué tan extraño puede ser este mundo?
‘Debería haber muerto poco después de ellas, deberíamos haber estado con un pie en la tumba… pero míranos.’
Mientras se mantenía en sus pensamientos miró como Darkness hacia unas señales con su mano.
Dichas señales lo llamaban, así que haciéndole caso a su esposa de tantos años, Kazuma solo fue hacia ella.
Los tres se unieron en un cálido abrazo, los ojos de Kazuma y Darkness sólo se unieron con ese brillo que había sido levemente perdido por la edad.
Y luego de tantos años la pareja se beso nuevamente, en ese beso se compartió los recuerdos de toda la vida que habían compartido.
-No entiendo y no quiero entender, lo único importante es que ahora puedo estar con ustedes.
-Si, aunque yo creo que solo hay un punto malo.
-¿Malo?, que podría haber de malo en volvernos jóvenes otra ves, ¡no hay!
Megumin negó lo dicho con entusiasmo, pero Kazuma sólo sonrió por esto.
Puesto luego de tantos años, su peor enemigo en todo el mundo había vuelto.
‘Maldita bandera.’
¡Ploom!*
Repentinamente un fuerte golpe se escucho cuando la puerta se abrió con fuerza.
De repente un Arthur había entrado junto a varios otros a la habitación.
-¡Padre, no encuentro a mi madre en su…!
Aunque se todos detuvieron se avance cuando miraron la escena.
Eran unos rostros que solo habían visto en pinturas del pasado, y siendo Arthur el mayor de todos logró reconocer a la mujer rubia.
-H-hola Arthur, creo que debemos hablar.
Darkness hablo al instante que vio a su hijo menor entrar a la habitación.
Arthur miró dicho rostro impactado, pues no era nada más y menos que su madre, un rostro que reconocería durante toda su vida.
Solamente pudo tener una sola reacción ante esto…
Desmayarse de golpe.
¡Plom!*
-¡Cariño!
La mujer a su lado reaccionó de golpe y se preocupo al ver a Arthur con unos ojos pálidos en el suelo.
Ninguno de los niños dijo algo, pues no podían creer ni entendían con sus jóvenes mentes lo que pasaba.
Al final Kazuma fue el que tomó la palabra final.
-Creo que tenemos mucho de que hablar…
***
-Así que eso pasó.
Había pasado un rato y finalmente se habían calmado las cosas, aunque sea un poco.
Todos los residentes de la casa, tanto familia como empleados se encontraban reunidos en la sala por la escena tan imposible que habían escuchado.
Pero no podían negar lo que sus ojos miraban, por muy imposible que sea.
-Así es, no se como pero solo se una cosa. Ahora Darkness, Megumin y yo somos jóvenes otra ves.
Arthur quién ahora estaba echado en el sofá descansando luego de su desmayo, solo pudo mirar el techo aún en un estado de confusión.
-Así que ahora mis padres son más jóvenes que yo, eh.
Mientras seguía mirando el techo su esposa tomó su mano para intentar calmarlo.
-Gracias Alice.
Ya ahora reconocida como Alice sólo dio una sonrisa hacia su esposo.
Mientras todo esto pasaba los niños habían rodeado a Darkness, sin dar intenciones de alejarse.
-Pequeños, se que les alegra que esté aún aquí… pero creo que están muy cerca.
Pues todos los niños estaban trepados de la paladín, aunque gracias a su fuerza no sentía su peso.
Dicha acción no pasó fue pasada de los ojos de Kazuma.
-¿Tu fuerza regresó?
-Si, ahora que lo dices siento como mis estadísticas están en su máximo otra ves.
-Hmm.
Kazuma se quedó mirando a la paladín unos segundos, aunque después chasqueo los dedos llamando la atención de un mayordomo.
-¿Desea algo, Kazuma-sama?
-Si, puedes traer una barra de Adiamantita del almacén.
-Enseguida se lo traigo, Kazuma-sama.
El mayordomo asintió y salió de la habitación dejando algo confundidos a los presentes.
Aunque no pasó mucho rato hasta que este volvió con una barra blanca.
El solo le entregó la barra a Kazuma el cual la tomó y se quedó mirándola unos segundos.
-Gracias Sebastián.
-A sus órdenes, Kazuma-sama, y por cierto mi nombre no es Se…
-Si, si como digas.
Kazuma se quedó callado unos segundos sintiendo la barra, aunque después de abrirlos solo suspiro.
*Suspiro*
Se levantó de su lugar y camino hacia Megumin, la cual se miraba en un espejo.
-Oye, ¿podrías encantar la barra con algo que la haga más dura?
-¿Un hechizo de solidificación?
-Eso servirá, úsalo al máximo.
-Bien…
Kazuma le pasó la barra a Megumin, la cual solo la mantuvo en sus manos unos segundos.
-[Solidify].
Un ligero brillo gris rodeo la barra por unos segundos, al término su color paso a ser uno más oscuro.
-Ten…
Kazuma asintió mientras tomaba la barra y la balanceaba un poco.
Esto confundió a los que se quedaron mirando la acción, todo hasta que Arthur habló.
-¿Qué harás con eso, padre?
-Un experimento.
-¿Y cuál sería ese experimento?
-Pues, esto…
Agarro la barra con fuerza y hacía Darkness golpeándola en la cabeza con dicha barra.
Al ver esto Arthur se alertó por presenciar como su padre golpeaba a su madre, y sin pensarlo dos veces se tiro encima de Kazuma.
-¡Papá, que demonios! ¿¡Que haces!? ¡No lastimes a madre!
-Mejor preocúpate por la pobre barrita y por que tendremos que reponer el inventario.
-¿El que? ¿Qué estas…?
Confundió miró la barra con la que Kazuma había golpeado a Darkness, pero al verlo solo miro como esta estaba doblada.
Sin entender miro a Darkness, pero su confusión aumentó más cuando miro como ella seguía tranquila y sin rastro de alguna herida.
-¿Qué demonios?
Al ver toda la escena Megumin terminó entendiendo las intenciones de Kazuma.
-Ohh, ya entendí… ¡Bueno muchachos, todos hacemos un perímetro alrededor de Lalatina!
Ella se dirigió hacia Darkness y comenzó a alejar a los niños de ella.
Aunque el rubio más pequeño de todos intentó volver, pero fue detenido por Kazuma.
-¿Por qué no me dejas ir con la abuela, abuelo?
-Mira pequeño Jacob, te contaré un cuento ¿vale?
-¿Cuento?
-Si. Había una ves un ogro que era capas de destruir montañas con su fuerza abrumadora, pero un día conoció a una paladín la cual invadió su campo, este al verla se lanzó y la atacó sin dudarlo.
-Y la paladín fue derrotada por la fuerza que podía destruir montañas.
-No, más bien el ogro se rompió cada hueso de su cuerpo simplemente por el golpe hacia la paladín, aunque la peor parte es que la paladín ni siquiera lo sintió.
El niño no comprendió muy bien la razón del cuento de Kazuma.
-¿Por qué me dices ese cuento, abuelo?
-Por qué no es un cuento, eso pasó cuando tu papá era un bebé y tu abuela lo llevaba de paseo por un campo… ¡que específicamente le dije que no cruzara!
Ante el grito de Kazuma, Darkness solo pudo mirar hacia otro lado.
Aunque Megumin terminó acariciando la cabeza de Kazuma el cual estaba inclinado mientras miraba a Jacob.
-Mejor intentemos ver que podemos hacer ahora.
-Si, tienes razón.
***
Luego de un rato, nuevamente todos estaban sentados en la sala de estar.
Aunque había que resaltar que Kazuma estaba apoyando su cabeza en las piernas de Darkness mientras ella acariciaba su cabeza.
-Que recuerdos que me trae esto~.
Kazuma se sintió en el cielo, pues habían pasado tantos años desde la última ves que se echo en las piernas de una de sus dos mujeres.
Al verlo poner un rostro tan infantil, Darkness solo pudo dejar escapar una risita.
*Risita*
-Me gustaría hacerlo luego con Megumin, me gustaba cuando leíamos de esta forma.
Aunque esa frase solo provocó una pequeña depresión en Megumin.
-Perdón, no sé va a poder…
-¿Eh?, ¿por qué no?
-Por qué…
La mirada de Megumin sólo se oscureció y decaía hacia el suelo, todo mientras se pasaba las manos con sus pechos.
-Perdón, tengo mi cuerpo de niñita otra ves.
-¡…!
Kazuma al ver dicho rostro recordó el pasado, y todo lo que le había costado subirle el ánimo luego de ella se pusiera así.
‘¡Maldición! ¡No de nuevo!’
-¡No, tranquila Megumin!, también me gustas así, a mi y Darkness ¿no es así?
-Esto… Si, ¡si, Kazuma tiene razón!, no te deprimas por eso Megumin.
-Recuerdan…
Megumin solo se giro aun con su rostro decaído mientras miraba al par.
-Cuando di a luz y los médicos dijeron que mi hijo podría morir de hambre por… falta de alimento.
Ligeras lagrimas salieron de sus ojos mientras ella aún se sobaba sus pechos.
-Darkness tuvo que darle de amantar a Yunpa hasta que bebí una poción que me hizo crecer el pecho.
-…
Luego de la revelación del pasado un incómodo silencio se apoderó de la sala.
¡Pfff!*
Pero este se detuvo cuando Kazuma tuvo que batallar por contener la risa, al igual que Darkness.
-Les da risa…
Megumin finalmente se echo en el sofá bastante deprimida mientras aun se sobaba los pechos.
Aunque Arthur se levantó de golpe algo avergonzado por todo lo que había escuchado.
-¡Ya está bien, no quiero escuchar más historias vergonzosas de mis padres por hoy!
-Le quitas lo divertido a la vida, pero tienes razón.
Kazuma entendió que su hijo estaba en lo correcto y solo se quedó pensando unos segundos en el sofá.
Una leve idea de lo que le había sucedido a los tres paso por su mente, aunque sin poder asegurar nada.
-Con el golpe me di cuenta que nuestro cambio es interno y externo, también me estoy sintiendo muy excitado así que es hasta mental.
-Completamente innecesario lo último, pero continúa.
Alice sólo respondió aún manteniendo su sonrisa calmada.
-Entonces lo mejor sería que no salgamos hasta confirmar lo que nos pasa, o por lo menos tener una idea.
Al escuchar eso, Megumin finalmente se sentó normalmente en el sofá y pasó a mirar a la mujer de pelo negro que estaba a su lado.
-Oye Momoi, ¿Crees poder llamar a tu esposo urgentemente?
La ahora reconocía como Momoi, la cual tenía pelo negro y ojos rojos, con un rostro que aparentaba unos 30 o 35 años.
-Pues, creo que podría llegar mañana temprano si le envío una carta hoy.
-Entonces hazlo, mañana veremos que nos paso.
-Bueno ya con todo resuelto…
Darkness al escuchar su plan terminado solo se levantó y tomó del brazo a Kazuma comenzando a camina a la salida.
-Si nos disculpan quiero pasar tiempo de calidad con mi esposo, así que…
-Oye maldita, ¿A dónde crees que vas?
Antes de poder seguir fue sujetada del hombro por Megumin.
-A beber té y…
-¿Me ves cara de idiota?
Darkness solo miró hacia otro lado ante la mirada acusadora de Megumin.
-Hay niños aquí, es temprano aún, ¡así que no harás nada, contrólate maldita pervertida!
-Pero…
Darkness se giro para mirarla mientras hacía un puchero.
-¡Pero han pasado muchos años, tu también quieres! ¿O no?
-¡Por supuesto que fue lo primero que se me vino a la mente! ¡Pero también soy responsable y mejor lo dejo para cuando todo se calme!
Ambas comenzaron a jalar a Kazuma de un lado a otro, todo mientras a sus espaldas los adultos tapaban los oídos de los niños junto a los empleados.
-Oigan…
Kazuma decidió hablar finalmente mientras era jalado de lado a lado.
-¿Puedo elegir?
-¡No, no puedes!
Ambas respondieron al unísono causando que el solo suspirara.
*Suspiro*
‘¿Qué será de nosotros ahora?’
…
…
…
Fin del cap.
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