En aquel páramo donde todo se veía negro y denso.

Kazuma estaba inmóvil en un espacio fijo, sin poder reaccionar por completo.

Todos en su universo habían muerto en sólo un instante, no había quedado nadie.

Delante de él, Leisha comenzaba a concentrar la oscuridad de toda la muerte que había causado.

Pero está jamás terminó llegando.

—¿Huh?

Ella buscaba la muerte que había provocado, pero está jamás llegó a sus manos.

En ese instante, una risa se escucho.

—Hehehe...

—... ¿?

La Monarca se confundió al ver a causa reír por lo bajo, incluso después de todo.

El ya no parecía tan afectado incluso a su oscuridad, parecía ni siquiera sentir su propia autoridad.

Leisha se acercó a él dudosa, pero este se levantó para reír con más fuerza.

—¡FUHAHAHA!

—¿Qué tienes...?

—¡Es increíble que de verdad te lo trataste todo!

—... ¿?

La Monarca comenzó a pensar en las palabras de Kazuma, logrando notar que algo no andaba bien.

Por primera vez, ella extendió su autoridad por todo el universo.

Ahí fue cuando lo noto...

—¡¡Tu...!!

—¡¡Estoy orgulloso del punto al que llegué con mi "Territorio"!!

Kazuma comenzó a mover sus manos logrando así deformar todo a su alrededor.

En un instante todo el universo pasó a ser nada más que una larga plataforma debajo de ambos.

La Monarca se dio cuenta del engaño de Kazuma, entendiendo que lo debió hacer incluso antes de que apareciera.

Se preguntaba cuando paso eso, logrando con la respuesta.

'¡Cuando escapaba del corazón y con esos portales!'

Leisha mordió su labio del enojo, haciendo que Kazuma viera su rostro.

—Veo que ya lo has entendido. Pare ser sincero... solo quería ver que tanto soltaba la sopa.

—No importa... Solo corregiré el error con el verdadero.

La Monarca comenzó a llamar relámpagos negros en su mano, logrando llamar algo desde lo más profundo del abismo.

Oculto incluso para Kazuma en un espacio sin final.

Trosh*

En la mano de la Monarca una larga espada oscura apareció.

Esta parecía devorar todo a su alrededor con sólo existir, dejando rastros de rayos oscuros en su hoja.

Kazuma vio esa espada, recordando lo que era en aquellos cuentos que escuchaba.

—Ya planeas ir enserio... Aunque es algo decepcionante, no siento el poder que tanto presumirse en esa arma.

—Acabo de morir otra vez, pero incluso así... esto es más que suficiente.

—¡Y con eso se confirma mi duda!

Kazuma hizo una pose de eureka en las manos, confundiendo a la Monarca.

Ella quería entender por qué y cómo era que Kazuma podía mantenerse tan confiado incluso ahora.

—... ¿?

Pero Kazuma la miró directamente a los ojos aún con su sonrisa.

—Eres nivel 1, ¿no?

—... ¡¡!!

Lo sabía...

Ese fue el pensamiento de la Monarca cuando Kazuma dijo aquella verdad.

Por instinto empuño su espada, así dándole la respuesta definitiva a Kazuma.

Este solo suspiro al ver que así era.

*Suspiro*

—Vaya... Lo que sería de mi si no fuera así.

—¿Cómo...? ¿Cómo lo sabes?

—Tuve una epifanía cuando apareciste y me puse a pensar... ¿Yo no pase por algo igual?

—... ¡!

—Exacto... tu y yo somos Iguale, ¿no?

Leisha se dio cuenta del cómo Kazuma había dado con aquella respuesta.

Pues al igual que ella, Kazuma había desaparecido por completo y al volver había perdido su poder y autoridad.

Estadísticas de la carne entre otras cosas se mantuvieron, pero esa verdad era clara.

La Monarca había vuelto hace menos de una hora. Ella no había matado a nadie realmente, por ello... no había poder de la muerte que la hiciera fuerte.

Sin importar que tan fuerte sea su vínculo con el abismo, ella no había hecho de puerta con las existencias.

Todo eso le daba una respuesta a Kazuma, ella tenía un poder limitado justo ahora.

Por muy grande y disparejo que sea, este poder tenía un límite.

Pero al recordar la separación entre ambos, Leisha se relajo.

—¿Y? No es como si pudieras hacer algo con esa información.

—Justo ahora no...

—Te di una oportunidad y espero que no me hagas preguntar una tercera vez por que no la habrá.

La Monarca comenzó a acercarse a Kazuma a paso lento, mientras que el filo de su espada chocaba con el suelo de la plataforma.

Srhkkkkk*

—Ven conmigo y siéntate a mi lado.

—Si, sobre eso...

—...

La Monarca logro sentir algo que detuvo su avance.

Algo que comenzó a expulsarse de Kazuma

Kazuma comenzó a concentrar aquello oculto dentro de su, dejando escapar una frase.

—Gracias... Valac.

En un abrir y cerrar de ojos, en menos de un instante siquiera.

Un poder como nunca antes recorrió el cuerpo de Kazuma.

'¿Cómo...? ¿¡CÓMO!?'

Leisha no entendía como Kazuma había llegado a tal nivel en sólo menos de una hora.

El poder y autoridad que liberaba Kazuma ya igualaba su estado de abismo o al menos a la primera vez que lo hizo.

Una torrente de estelas negras comenzaron a sobrevolar a Kazuma.

Una larga capa y una corona oscura se formaron de entre las sombras a su alrededor.

Esta apariencia era la falsa forma de un "Monarca de las Sombras".

Pero todo ese poder dejó de ser liberado para entrar nuevamente dentro de Kazuma.

—Fuu~.

El último regalo de Valac.

Aquello que se le dio con su muerte, la intención que jamás oculto Valac.

El quería hacer fuerte a Kazuma, quería darte todos los niveles necesarios y que se le pueda dar.

Al final el logro su objetivo con su propia muerte.

Pues la muerte de Valac rompió cada barrera y límite dentro de Kazuma sin que éste perdiera quien es.

Valac creo un Monarca sin título.

[Nivel : 999]

***

La Monarca de mantuvo sería delante de Kazuma.

Pero está no vaciló.

—La diferencia sigue siendo demasiada, Kazububu.

—Si... Recién lo noto...

Kazuma hizo una mueca al ver que incluso con todo el poder dado, el apenas era una cuarta parte de lo que liberaba la Monarca.

Con su poder actual, Kazuma sabía que podría haber derrotado por su cuenta a Valac.

Lo peor era que sabía que eso no era nada en comparación a lo que alguna ves fue Leisha como "Monarca de las Sombras".

Pero incluso así, el se mantuvo sereno luego de unos segundos.

—¿Ya has aceptado la muerte?

—No, de hecho me he dado cuenta de que tu no la entiendes.

—Que estupidez dices ahora.

—De hecho es lo más inteligente que he dicho en muchos años.

Kazuma comenzó a generar una flama oscura en su mano izquierda.

—Tu vez a la muerte como desesperación y un final, me he dado cuenta.

—¿Acaso alguien ha escapado de mi muerte?

—Eso es por que tu no lo quieres así, por eso fue la guerra. ¿No te das cuenta?

—...

—Todo esto... Es un ciclo.

La flama en la mano de Kazuma comenzó a dar vueltas hasta formar un circuito cerrado.

—Tu matas y arrebatas, pero al igual que con Percy... Debes dejar que eso vuelva a ser.

—Y por eso mismo eres débil.

—Qué importar no ganar poder con eso, es ganar tu lugar en la creación. Usaste a la muerte como un arma, eso enojo a esta misma.

—¡Yo soy el rey de la muerte!

—¿Y quien carajo te dio ese título? ¿Crees que naciste así?

—... ¡!

—No, nunca pensaste en eso. Ahora yo estoy logrando entenderlo.

Kazuma cerró su puño para intentar poner fin al ciclo, pero eso causó la desaparición de toda la flama.

—Nos dieron la luz y luego la oscuridad no para buscar venganza, sino para poder ver a través del abismo.

—Lo que dices no tiene sentido, ¿por qué nos darían poder entonces?

—No nos dieron poder, lo que tenemos es simplemente lo que hay dentro de la misma muerte. Por que te diré...

Kazuma abrió la palma de su mano derecha, logrando dejar escapar algo diferente.

Algo que puso en alerta a la mismísima "Monarca de las Sombras".

—¡¡Tu...!!

En un instante todo su cuerpo fue rodado por su armadura tan característica.

La imagen del gran "Monarca de las Sombras" apareció en un segundo cubriendo su vestido.

Pero ya había sido demasiado tarde...

Kazuma en su mano ahora poseía luz, una luz que logró cubrir toda la oscuridad a su paso para dejar un jardín hermoso.

Esa fue la respuesta de Kazuma a la mismísima Monarca.

—"La luz siempre brilla más intensamente dentro de la oscuridad".

***

—¿¡Como tu tienes eso!?

La Monarca había reconocido al instante el fragmento de luz brillante.

Kazuma solo lo movía en su mano como si de un juego se tratara.

—¿Esto...? Esto se lo debí devolver a mi amigo hace rato, me olvide.

En la mano de Kazuma ahora estaba en fragmento de luz que poseía Mitsurugi.

El poder del gobernante comenzó a quemar todo el brazo de Kazuma, dejando que este tomará un tono brillante y dorado.

Pero Kazuma aguanto el dolor y decidió ignorarlo.

—Dijiste que no igualaba tu poder, bien... Entonces solo debo reducir lo que eres a mi nivel.

Todo el cuerpo de Kazuma de vio cubierto por su armadura negra, aunque con la diferencia que su mano derecha estaba de un tono dorado.

¡Bliaaash!*

¡Beam!*

La Monarca ya estaba enojada, enojada por toda la mierda que Kazuma estaba hablando desde hace rato.

Ella ya le había dado una oportunidad, sus ojos de amor fueron reemplazados por su casco oscuro.

Leisha miró a Kazuma decidida.

—Bien, ahora me importas una mierda. No quiero a la asquerosa luz del gobernante cerca de mí.

La Monarca extendió su espada para apuntarla hacia Kazuma.

—Si no te tengo, entonces tomaré todo de ti.

—Huy, que forma tan pervertida de decirlo.

Kazuma zarandeo sus manos de arriba abajo como un látigo.

En estas aparecieron un par de dagas, una negra y otra dorada.

¡Wooosh!*

Sin dar permiso o alguna señal, ambos ya estaban uno frente al otro.

Sus armas fueron lo primero en chocar causando un choque inmenso que resonó en todo alrededor.

Toda la creación escucho aquel retumbar.

¡¡¡KASHIIIN!!!*

¡¡¡PLOOOOOOOM!!!*

***

Luego de la colisión, todo el entorno cambió.

—... ¿?

Kazuma lo noto, viendo que ahora estaba en el "Origen" nuevamente.

El se dio cuenta de lo que había causado el choque de sus armas.

'¿El choque fue tan poderoso que terminamos aquí?'

Diferente a como lo hizo con Valac, ahora Kazuma estaba ahí de forma fácil.

La diferencia y el crecimiento de su poder se hizo ver de forma inminente.

Logró notar que la Monarca tomó distancia entre ambos para ver el entorno.

—Fue aquí... Aquí fue donde perdí a manos del "Gobernante de la Luz".

La Monarca comenzó a mirar el lugar con bastante nostalgia, pero a la ves que escuchaba molestia y asco en su tono de voz.

Pero todo esto no le importaba en lo más mínimo a Kazuma, quien sólo se puso en pose de combate para estar listo.

—Si, si. Habrá más cacareo, ¿o ya quieres seguir?

—También me encanta esa forma de ser tuya, ya lo habías dejado a un lado.

—Era para mí teatro. Tomé clases creyéndome actor con música metálica religiosa de fondo.

—Si, estas mal de la cabeza.

—¡¡Si no soy el peor!!

Una inmensa cantidad de oscuridad nació desde los pies de Kazuma para extenderse a todos lados.

Unas manos gritaron ansiosas por salir y ayudar a su rey.

—"Surjan".

Ahí fue cuando toda la "Legión de Sombras" emergieron para asistir a su rey en esta disputa.

Cientos de miles eran los que quedaban luego de la guerra, sumando que millones cayeron ante Valac.

Pero todos los que estaban ahí eran la fuerza de ataque principal de Kazuma, comandando a por Beru quien se mantenía a la cabeza.

<¡¡Kieeeehk!!>

*Usaré <> para soldados de sombra.*

<¡¡Ya no tolero a esta perra que se proclama por encima de mi rey!!>

Beru estaba ansioso por salir a luchar junto con todos los miembros de la legión, aguantando un grito de guerra y cantos infernales.

Pero la Monarca solamente miró por lo más bajo a la legión de Kazuma.

—¿Debería impresionarme?

Una densa cantidad de oscuridad nació en la mano de la Monarca para extenderse en todo el cielo del "Origen".

Kazuma se puso en alerta máxima luego de ver eso, pues no pensaba que podría hacer algo así justo aquí.

'¡No tiene sentido! ¡Se supone que no puede usar autoridad aquí!'

Kazuma no llamo a su ejército desde la dimensión oscura, este los había guardado en su sombra pues sabía que en el "Origen" no habría forma de llamarlos.

Por ello mismo el no entendía como unos portales directos a lo más profundo del abismo estaban saliendo a flote.

—Estúpido si pensaste que solamente tenía una forma de llamarlos... Me insultas, muchos ya han intentando lo que tú acabas de hacer.

Aquellos portales gigantes liberaron cantidades de energía a las cuales no se podía competir ni con el soldado más fuerte de Kazuma.

Ahí fue cuando la Monarca llamó a sus soldados.

—"Surjan".

Con esa simple y poderosa palabra apareció, saliendo por delante de todos los portales.

Un soldado alto y con 3 pares de alas en su espalda, una armadura decorada junto con una espada larga en su mano.

Su mirada desprendía respeto y autoridad con su mera presencia, cosa que Kazuma y todos los de su legión entendieron.

Ellos ya sabían quien era el.

—B-Bellion...

Si Valac es la mano derecha del Monarca, entonces Bellion era su mano izquierda.

El segundo al mando y el soldado más poderoso que jamás existió en el ejército inmortal, asesino de seres absolutos.

El gran almirante, Bellion.

<Ha pasado mucho tiempo, mi rey.>

Bellion bajo hasta la altura de la Monarca mientras que detrás de él todos los demás miembros restantes del temido ejército inmortal venían.

Sus números eran asquerosamente demasiados, cubriendo incluso el infinito horizonte.

Kazuma no miraba más que una eternidad de oscuridad moverse hacia delante, soldados de toda raza y de todos los tamaños.

La Monarca sonrió al ver un poco de preocupación en cara de Kazuma.

—¿Asustado, Kazububu?

—...

Kazuma vio de reojo a sus soldados, notando que estos no se habían asustado en lo más mínimo.

En los ojos de Igris se logró ver determinación a volver a morir por su causa, entendiendo que todos estaban listos para desaparecer de ser necesario.

Al ver esto, Kazuma supo que no había forma de que él sintiera preocupación o miedo frente a sus tan leales soldados.

—No...

Con esa determinación fue que Kazuma volvió a preparar todo su poder encabezando toda su armadura en contra de un enemigo que no podía perder.

Pues el estaba decidido a ganar cueste lo que cueste.

—Ni un poco.

—¡Tu de verdad...!

La Monarca sonrió por debajo de su casco por la emoción de volver a tener un combate en tantísimos años, pues ella amaba la desesperación que venía después de una batalla.

En su mente no había más que miles de imágenes de Kazuma pidiendo misericordia, eso la emocionaba a más no poder

—¡¡Enserio me encantas!!

—¡¡Espero que te encante cuando mis armas te corten el cuello!!

Así fue como dio inicio, con ambos reyes del mismo territorio yendo uno en contra del otro.

Pues ese combate sería visto y sentido por cada ser entre la vida y la muerte.

Un sonido que resonó como un cataclismo en toda la creación.

¡¡¡SHIIIIIINK!!!*