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Triada De Dragones

En las montañas que separaban la cordillera de la costa, en Brydle.

Unas potentes llamas inundaban el cielo, mostrando con furia su poder.

El ejército de dragones marinos y aéreos luchaban en conjunto, se enfrentaban a un enemigo en común.

Pues una gran cantidad de dragones negros asediaban los cielos, atacando a todos por igual.

Un gran dragón marino, miró la escena desde la distancia, sentía una gran ira.

‘¿Cómo puede estar pasando esto? A nosotros, los dragones que gobiernan estas tierra.’

Su mente tan sabia no era capaz de comprender, de repente un ataque amenazó su hogar.

Estaban siendo atacados, sentían la fuerza opresiva de su intruso. Pero lo que más molesto al dragón fue u detalle, que esa persona era un humano.

Kazuma estaba sujetándose de un gran dragón en el aire, usando la ‘Mano del Soberano’ para no caer.

El rey de los dragones marinos lo vio, miró a aquel humano con todo el odio de su corazón.

¡RUAAAA!*

-¡Maldito seas, humano! ¡Tu no saldrás vivo de aquí!

El mar comenzó a generar potentes torbellinos, esto era obra del rey de los dragones marinos.

Unos potentes torrentes de agua salieron disparados, teniendo a Kazuma como objetivo.

¡FUSH!*

Pero estas fueron impactadas por unas potentes llamas, logrando evaporar los chorros.

WOASH*

WOASH*

WOASH*

Un dragón de gran tamaño detuvo aquel ataque, vio al rey de los dragones marinos con sed de sangre.

Pero el rey de los dragones marinos se dio cuenta de la identidad de aquel dragón.

-¡ifftir! ¿Eres tu el rey de los dragones de fuego?

‘¿Por qué posee una apariencia oscura?’

Fifnir, reconoció el llamado de su antiguo nombre, mirando al rey de los dragones marinos.

-Ese soy yo, pero no deberías sentirse angustiado. Rey de los dragones marinos, Giftar, pronto gozarás del regocijo de formas parte del ejército de las Sombras.

Giftar rugió de ira al escuchar eso, como era posible que un su hermano, un hijo de Kamish, le hablara de esa forma.

¿Cómo podría un rey dragón, degradarse a servir a un humano?

-¡Malditos insolentes, sometidos! ¡Ninguno de ustedes se merece llamarse dragón!

*Rugido*

El dragón anciano, cargo una gran cantidad de mana alrededor suyo, con intensión de acabar con todo.

SWUSH*


***


Hace unos momentos.

El rey de los dragones de agua, Giftar, había sido visitado por un viejo hermano.

Este era el rey de los dragones de aire, Wiffnar, que venía por un tema urgente.

Al iniciar de su charla el tema urgente fue tocado casi de inmediato, no había tiempo para perder.

Giftar se entero de la muerte de su hermano, Ifftir, quien era el rey de los dragones de fuego.

Esto lo sorprendió, ya había sentido varias explosiones potentes de mana en el continente de Belzerg, pero no esperaba que la guerra humana llegara a tal punto.

Había escuchado el rumor que su padre, Kamish, había luchado una batalla justa y casi igualada contra un humano.

El no creyó en esta historia, era imposible que un simple humano, quienes eran conocidos por ser las razas más débiles del mundo, pudiera derrotar a alguien de la escala de su padre.

No veía un escenario donde un mortal pudiera luchar contra un dios.

Pero al pasar del tiempo, las palabras de Wiffnar pasaron a dejar de tomarse a broma.

Pues se su boca, entendió que el mismo humano ya había acabado con una gran cantidad de reyes.

¿Cómo un humano podría luchar contra los reyes del mundo?

Eso no tenía sentido, no había forma que Hockwan fuera derrotado por uno.

El sabía que el ‘rey del hielo’ estaba débil desde su batalla contra Kamish, ya que sacrificó su alma y se volvió un espíritu con forma física.

Pero aún así poseía un gran poder, por lo que la noticia lo aterro.

Ellos habían sentido el nacimiento de un rey, quien tomaría el lugar de la caída ‘reina de las hormigas’.

Sin embargo, se entero que aquel humano también había asesinado a aquel rey. Incluso se decía que había puesto de rodilla al ‘rey de los demonios’.

Cada vez su curiosidad por aquel humano se convertía en temor.

-¿Qué vamos a hacer con aquel humano?

Esa era la pregunta que estaba molestando al ‘rey marino’.

-No lo sé, si es capas de reyes con su poder tan abrumador, entonces no creo que haya mucho que podamos hacer.

-…

No había forma de hacer nada contra el, esto era un hecho.

Los orgullosos dragones, aquellos que eran temidos y respetados por todo el mundo…

¿No podían hacer nada en contra de un humano?

-Solo nos queda rogar por qué no nos volcamos sus enemigos.

El ‘rey marino’ tenía el mismo pensamiento que su hermano, prefería mantenerse al margen.

Si Kamish seguía con vida, eso significaba que sólo el sería capas de mantener una lucha en contra del humano.

No iban a atacar, a menos que el mismo Kamish los apoyará en aquella batalla.

-A todo esto, ¿sabes la apariencia del humano?

-Sí, el posee una cabellera marrón oscuro, junto a un manto de oscuridad a su alrededor.

-¿Oscuridad?

-Eso es lo que he escuchado, tampoco entendí a lo que se refería.

-¿Sabes algo más?

-…Si.

-… ¿?

-Un ejército oscuro que devora incluso a la luz.

Eso había llamando la atención de Giftar, pero no pudo continuar con sus dudas.

De repente un dragón adulto se acercó a gran velocidad hacia su posición.

-¡Mi rey, estamos siendo atacados! ¡Toda la cordillera está bajo…!

De repente unas ráfagas de sangre salieron desde aquel dragón, el cual terminó cayendo muerto en la orilla.

-… ¡!

Ambos reyes miraron la situación, estaban bastante alerta luego de aquella escena.

‘¿Un dragón adulto había muerto en un segundo?’

Cuando centraron su mirada en aquel dragón, notaron una silueta.

Está era una hormiga humanoide, la cual grito una ves que sacó sus garras de la Hormiga.

¡KIEEEEEHK!*

-¡Los enemigos de mi rey morirán por mis garras!

Beru dirigió su mirada hacia los reyes, quienes se pusieron alerta al verlo.

-Insensatos que se hacen llamar reyes… ¡el único rey que hay, es en mío!

Beru no la pensó dos veces, se lanzó hacia la batalla en contra de los reyes.

El cielo y la tierra se llenaron de varios soldados de sombras, dando inicio a la pelea por el territorio.


***


Kazuma apretaba con fuerza el cuello del rey de los cielos.

Su piel era bastante dura, al igual que Nifnir, pero eso no era problema para Kazuma.

[Has equipado ‘Dagas del rey demonio’.]

Agarro las dagas con fuerza, empezando a clavarlas en las duras escamas del dragón.

KUSH*

KUSH*

KUSH*

KUSH*

KUSH*

Varios cortes empezaban a aparecer en el cuerpo del dragón, causándole un dolor infernal.

-¡Como te atreves a hacerme daño, humano insolente!

Varias chuchillas de aire empezaron a generarse alrededor del dragón, dirigiéndose hacia Kazuma.

Pero este solo las corto con sus daga, sujetándose con ‘Mano del Soberano’ para evitar caerse.

‘Es bastante molesto, debo hacerlo descender para poder tener libertad.’

Kazuma fijo su vista en las alas del dragón, viendo su oportunidad cuando esté empezó a generar otro ataque.

Potentes tornados se generaban a su alrededor, pero estos no tenían la fuerza para atraer a Kazuma.

Kazuma se lanzó hacia una de las alas del dragón, logrando destrozarla.

BISHUN*

Crick*

Crick*

El dragón empezó a caer por la falta de unas de sus alas, logrando planear con su cuerpo y su otra ala.

Sin embargo, esta también fue destruida por unas garras bastante poderosas.

-¡Argh…!

El miró hacia su nuevo enemigo, viendo que era aquella hormiga que había iniciado todo.

-¡Tu…!

-¡Yo soy Beru!

Beru comenzó a rasgar a gran velocidad todo el cuerpo del dragón, logrando hacerlo descender lo suficiente.

-¡Beru, quítate del camino!

-¡Como usted diga, mi rey!

Kazuma y Beru se alejaron del dragón en ese momento, el cual se quedó confundido por la acción.

Pero de repente sintió una potente ráfaga de llamas destructivas, bañándolo en su poder destructivo.

Esto era obra de Tusk, quien había utilizado el ‘Himno de la Destrucción’.

¡Woash!*

¡Woash!*

¡Woash!*

El dragón cayó al suelo herido, había recibido un daño bastante mortal.

Ya no tenía fuerzas para levantarse, sus enemigos sabían eso.

-Ahora.

Kazuma se lanzó junto a Beru en contra del dragón, con intensión de acabar con el en un segundo.

-‘Mutilar’.

[‘Mutilar’ ha sido activado.]

Un sin fin de cortes a gran velocidad iniciaron, cortando y rebanando el cuerpo del rey del cielo.

Doo*

Doo*

Doo*

Doo*

Doo*

Doo*

Doo*

Doo*

Una ves que los cortes se detuvieron, se vio como todo su cuerpo había sido separado.

Los cortes de Kazuma y Beru tenían tanta precisión y velocidad, que ni siquiera un rey pudo resistir aquel poder.

El rey de los dragones del cielo había muerto.

Ring~*

[Has derrotado al dragón del aire : ‘Wiffnar’.]

[¡Has subido de nivel!]

[¡Has subido de nivel!]

[¡Haz subido de nivel!]

Kazuma se levantó, limpiándose la sangre del dragón con el brazo.

-Uno menos.

Dirigió su mirada hacia el cielo y el mar, viendo que aún quedaban bastante dragones con vida.

-Mi rey, por favor déjeme hacerme cargo de ellos.

Kazuma vio a Beru, notando que estaba bastante emocionado por recibir una orden.

-Adelante.

Beru extendió sus alas contento, sentía felicidad de recibir las órdenes de su rey.

-¡Muchísimas gracias, mi rey!

Beru se alzó con gran velocidad, gritando un sonido de batalla que llamó a todas las hormigas junto a él.

¡KUUUUUEK!*

¡KUEEEEEEEK!*

¡KUUUUUUK!*

-Claro…

El estaba algo extrañado, pero Beru era un caso especial entre los demás soldados.

Aunque no le dio más vuelta sal asunto, decidiendo descansar por el momento.


***


El rey del mar estaba siendo suprimido.

Ya de por si luchar contra alguien de su nivel era difícil, teniendo como enemigo a su antiguo hermano.

Pero la dificultad aumentó de sobre manera cuando varios soldados de sombra se unieron al combate.

El que mas problemas le daba, era un espadachín negro, el cual liberada relámpagos con su espada.

Igris estaba asediando al dragón, mientras montaba a Kaisel.

En conjunto con las potentes llamas de Fifnir, su supremacía se mantenía al margen.

El dragón estaba siendo oprimido por una fuerza de ataque superior, sin tener oportunidad se siquiera concentrar mana.

Varios torrentes de agua y torbellinos arrastraban a un gran número de soldados de sombra.

Pero los más molestos no se inmutaban ante su ataque, pues eran superiores.

Ya había recibido mucho daño entre las llamas y los relámpagos, pero sus posibilidades estaban apuntó de bajar.

Escucho un potente grito resonar en el cielo, llamando a varias hormigas.

¡KUUUUUEK!*

¡KUEEEEEEEK!*

¡KUUUUUUK!*

Una hormiga humanoide apareció a gran velocidad en su contra, este era Beru.

Beru impacto en contra del dragón, iniciando una rápida serie de cortes y arañazos.

Su piel fue rasgada por aquella hormiga, perdiendo toda defensa que había estado manteniendo.

Pero mientras rebanaba, una potente ráfaga de relámpagos se dirigió hacia su posición.

¡Truar!*

TROSH*

TROSH*

-¡Aaaagh! ¡Kieeeeeehk-¡

El grito del dolor cuando recibió el relámpago, siendo acompañado por los jadeos de dolor del dragón.

*Jadeo*

Estaba perdido, sus tropas caían desde los cielos muertos.

Su última vista fue de su antiguo hermano, pues otra figura se paro a su lado.

‘¿Este será nuestro destino?’

Sus dos hermanos ahora tenían una apariencia oscura, el sabía que también se uniría a ellos pronto.

‘Tal ves, no sea tan malo como parece…’

Aceptó su destino con los ojos cerrados, pues ya se había tendido a luchar.

Había conocido a un humano, aquel humano superaba la fuerza de los reyes.

No había nadie en este mundo capas de hacerle cara, ese era su pensamiento.

La mejor opción era unirse a él, junto a toda la eternidad.


***


Luego de un rato después de que la batalla terminará.

Beru estaba enojado.

-¡Maldito seas Igris! ¡Me atacas te! ¡Atacaste a tu comandante!

Estaba fastidiado por haber recibido fuego amigo, pero eso no era lo que lo fastidiada.

Lo que lo molesto, fue que a Igris no le importaba aquello, ya que el solo lo ignoraba y dejaba escapar uno que otro suspiro.

*Suspiro*

-¡No suspiré maldito! ¡Mi rey, deme el permiso de castigar a este insolente!

Kazuma miraba esto algo divertido, no era común ver problemas entre soldados de sombra.

Está era una vista inusual.

‘Parece un niño, pero uno con mucha fuerza.’

Kazuma solo sonrió, dándose la vuelta para ir hacia la posición de las nuevas adquisiciones del ejército de sombras.

Beru tomó esta señal con alegría.

-¡El dijo que si! Ahora vas a ser castigado por actuar tan arrogante, Igris.

-…

Igris solo se fue, no le dio importancia a Beru, no lo veía necesario.

Esto solo fastidio más a Beru, quien gruñó ante el espadachín.

-Keeeeeh-k

Ante todo el espectáculo, Iron se quedó mirando curioso con un grupo de soldados.

Beru se dio cuenta de su presencia, fastidiado por haber tenido público.

-¿¡Que me ven!?

-… ¡!

Iron y el grupo de soldados se alejaron asustados, no querían tratar con Beru.


***


Kazuma miró su nuevo grupo de dragones.

Le dio más importancia a los nuevos dragones anciano, pues conocía el poder destructivo de cada uno.

[¿? nvl 13, grado general.]

[¿? Nvl 12, grado general.]

Ahora tenía 3 de ellos.

‘Ambos poseían un nivel parecido al de Fifnir, es bastante alto para recién haber iniciado.’

Se puso a pensar en los niveles, ahora que tenía un comandante, se dio cuenta del poder que albergaba cada rango.

‘Están a 2 o 3 niveles para que les permita subir de rango, Igris esta a solo 1 o 2 de ello.’

Giro para mirar a Beru, quien seguía gruñéndole a Igris, aunque este lo ignoraba completamente.

‘Beru ya es nivel 6, y eso que apenas iniciamos a luchar hace tres días.’

Kazuma se puso a pensar en sus números, dándose cuenta que había aumentado en gran nivel.

[Sombras : 1984/800]

Ahora sin el modo tutorial, su capacidad de soldados por nivel había aumentado exponencialmente.

Calculaba que para el final de la semana ya sería capas de tener 1000 soldados al mismo tiempo.

Miró a los dragones anciano que había obtenido, pues ya era hora de nombrarlos.

-Antes eran ‘Giftar’ y ‘Wiffnar’, ahora serán ‘Gifnir’ y ‘Wiffnir’.

‘Será más fácil recordar sus nombres si les pongo ‘Nir’ al final, igual que a ‘Fifnir’.

Los dragones asintieron, agradecidos por haber obtenido un nombre.

Ahora habiendo nombrado a sus dragones, Kazuma se dio la vuelta hacia su ejército.

-¡Atención todos! Terminamos de recolectar los materiales y nos iremos a seguir con el trabajo.

Las sombras gritaron en afinación ante la orden de su rey.

¡WRUAAAA!*

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