Todo por el
La oscuridad estaba cerca de consumir todo lo que le quedaba a Kazuma.
Mientras más se centraba en su objetivo, más se alejaba de lo que alguna ves fue.
Aunque el no lo quisiera, el poder estaba consumiendo lo último que le quedaba de vida.
Kazuma estaba encerrado en un abismo sin fin, caminando a ciegas por un terreno sin visión.
En ese lugar no había nada más que oscuridad.
Pero ella volvió a aparecer, tomando su mano en ese camino tan oscuro.
Ella era Hanna, quien significaba la luz a la que Kazuma se aferraba para no perderse en la oscuridad.
Ahora ella estaba junto a él, iluminando todo su ser para poder ver en ese abismo.
Kazuma ya no caminaría solo y a ciegas en ese sendero tan oscuro. Ahora el y Hanna te correrían ese camino juntos, para así ella pueda ser el faro que lo guíe.
El abismo empezó a ser iluminado con un destello nacido de la misma oscuridad.
***
Kazuma estaba tapándose la cara, no quería ver a Hanna.
Su rostro estaba al tope de la vergüenza, esto por culpa de Hanna.
Ella había empezado a narrar y a contar toda la vida que había visto de Kazuma, causando así su vergüenza.
Por qué ella se estaba burlando a mas no poder de varias cosas que había pasado.
-Y cuando tu estabas encerrado en el mismo infierno, bajo la merced de un enemigo inmortal. Ahí gritaste : "¡No voy a caer! ¡No hasta poder verme con ella de nuevo!"
-Para...
-Luego cuando Megumin se te declaró, tu no correspondiste sus sentimientos y los pisoteaste ya que : "No me voy a detener hasta que pueda verte nuevamente."
-... Te lo ruego...
-¡En tu pelea contra Valac! Sucumbiste ante la muerte misma solo por que tu corazón te gritaba :... "¡Yo no moriré! ¡No me daré ese luja hasta que la pueda ver en vida nuevamente!"
-¡¡Te lo ruego!! ¡¡Detente por favor, Hanna!!
Kazuma había estrellado su frente en el suelo, suplicándole a Hanna de forma humillante.
Ya no podía aguantar la vergüenza de escuchar todas las cosas que había hecho. Peor aún, ya que estas estaban siendo dichas con un tono de burla.
El ya no se consideró una mala persona, no si conocía a Hanna.
Por su parte, Hanna sólo sonreía cada vez más en un signo de burla.
Quería recuperar todos los años perdidos, y que mejor forma que recuperarlos que haciendo eso.
Humillando a Kazuma hasta hacerlo llorar como hacia en el pasado, ya que ese era su último recurso actual.
Ella sabía que no podía volver a someter a Kazuma de ninguna otra forma, mucho menos de la sexual.
Esta era una forma de cobrarse todas las aventuras de Kazuma, que aunque ella sabía que no significaban mucho para el.
Hanna aún estaba algo molesta, por que Kazuma había tendió la buena idea de pensar en ella durante esas ocasiones.
Eso provocó que Hanna pudiera ver todas y cada uno de los amoríos que había tenido Kazuma.
La única forma de lograr aunque sea dañar a Kazuma en estos momentos, era avergonzarlo hasta más no poder.
-Huy. Eso que no es lo mejor que escuché de ti, un día tu fuiste a una dimensión paralela y viste a una variante de Mits...
-¡¡Todo menos eso!!
Kazuma se lanzó hacia Hanna, sujetando su boca con fuerza.
No creía poder aguantar más la vergüenza, siendo Hanna la única capas de lograr sacarla.
-¡Ah~! ¡Ahórcame más~!
-¡Estas enferma! ¡Maldita pervertida!
-¿Qué? Miénteme y dime que te gustan tímidas. De esas que demoran más de 3 años en siquiera aceptar que aman a alguien, para que luego pasen otros 2 para que se confiesen. ¡Todo para que al final gane la de la infancia o la waifu!
-¡Discúlpate con toda la industria del ROMCOM!
-¡Jamás lo haré! ¡Que se jodan todos los de la industria del ROMCOM! Por su culpa no gano mi quintilliza favorita.
-Hablando de quintillizas...
-Si se que dejaste traumadas a unas, incluso... ahora solo son cuatrillizas por que una...
-No me lo recuerdes... Ahora Fuu-chan me odia.
Kazuma suspiro bastante cansado, mientras se sentaba en el suelo sin dejar de mirar el suelo.
*Suspiro*
Su corazón estaba bastante tranquilo, las que cualquier otro momento desde hacía mucho tiempo.
Todo su ser ya había olvidado este sentimiento, solamente podía recordar dolor y ira.
Todo eso se iba gracias a Hanna, quedando solo el estrés que causaba el amor verdadero.
-Eres una maldita idiota.
-¡Me has insultado! ¡Hijo de la gran remparimpanp...!
Kazuma comenzó a atraer a Hanna hacia el usando "Autoridad del Gobernante".
Hanna aterrizó en los brazos de Kazuma, siendo abrazada por la cadera con bastante cariño y fuerza.
Ambos se acercaron para darse nuevamente otro beso, uniendo sus almas en un intercambio amoroso que reconforto ambos corazones.
Finalmente el corazón humano de Kazuma comenzaba a bombear y a latir con tanta intensidad, que Kazuma había recuperado algo perdido.
La humanidad de Kazuma había vuelto a su ser, alejando todo rastro de oscuridad.
La calma fue más allá de lo corporal o espiritual, incluso había logrado llegar a todo su dominio.
En el reino de la oscuridad, toda la "Legión de Sombras" pudieron sentir la calidez con la que su rey se regocijaba.
***
En el reino de la oscuridad, Beru estaba llorando.
A través de la visión de Kazuma, todo el ejército de sombras habían visto la hermosa escena entre Kazuma y Hanna.
Beru no podía dejar de llorar de la felicidad que sentía por su rey, no siendo el único.
Varios también lloraron de la alegría por la hermosa escena, aunque otros se hacían los fuertes.
-¡Estoy tan feliz de mi rey! ¡Kieeeehk!
-¡Entiendo tus palabras, Beru! ¡Nuestro rey es el mejor! ¡Buaaah!
Verdia se unió a Beru en lágrimas de felicidad, seguidos por varios soldados igual a ellos.
Ripper estaba encima de Kaisel, quien rugía de felicidad por su rey.
Ya que Ripper había sido buen amigo de Kazuma en vida, este estaba feliz por el rey que alguna ves considero como un camarada.
Alzando su daga hacia el cielo, señaló a Bakura.
-¡Bakura! Tu tienes buen ojo para los regalos, es costumbre humana dar regalos en momentos así.
-¿Enserio? Nosotros los elfos de hielo sólo consumamos el acto luego de ello, aunque no hay tanta interacción.
-Tienes un corazón de hielo, amigo. Los humanos no somos así, ¡hay que preparar un festín y regalos!
-¡Tiene razón!
Silvia apareció detrás de Kaisel, revoloteando el cabello de Ripper mientras sonreía.
-¡Hay que agasajar el amor! ¡Que viva el romance juvenil!
-¡Oahhh!
Varios soldados de sombra se unieron al festejo que estaban teniendo los generales, alabando en gritos.
Incluso las bestias y los monstruos que no conocían el amor se sintieron felices por su rey.
Aunque habían excepciones, aquellos que festejaban a su manera.
***
En lo que parecía ser un gran peñasco con forma de santuario, se podía ver a Igris parado en el filo de este.
El miraba el cielo con seriedad, sonriendo por debajo de su máscara de metal por la escena.
'Iron estaría feliz de ver esto.'
Igris recordó con nostalgia a su compañero de guerra, alguien a quien considero un camarada y posiblemente... su mejor amigo.
Extrañaba a su camarada Iron, pero estaba feliz por saber que él estaba cumpliendo una misión que no todos serían dignos de seguir.
-Felicidades, mi rey.
Junto a Igris estaba Tusk, quien estaba bastante emocionado por ver la escena.
Como orco, el jamás pudo conocer el afecto femenino fuera del acto sexual.
Por eso ver escenas así lo hacían bastante feliz, incluso acostumbrado a espiar a humanos así en vida.
Wolbach también estaba sentada en el suelo, a la derecha de Tusk.
-Los humanos tienen una forma tan única de ver el amor.
-¿Tu conoces algo sobre el amor?
-No. Jamás lo hice, soy una diosa. Nosotros nos salvamos en su mayoría de esa maldición.
-C-Claro...
Tusk sonrió nervioso mientras Wolbach miraba de forma perezosa el cielo. Luego se giro para ver a Igris.
-Supongo que algo bueno pasará ahora, ¿no crees, Igris?
-Si, yo...
Igris comenzó a sentir una incomodidad justo antes de responder, un cosquilleo por detrás de su nuca.
El miró hacia atrás, viendo cómo alguien más estaba junto a ellos a la distancia.
Ese era Greed, quien miraba con unos ojos diferentes a la felicidad o a la neutralidad hacia el cielo.
Igris sabía que algo pasaba, siendo uno de las sombras antes humanas más fuertes que había.
Luego de morir, Greed aún tenía culpa por sus acciones hechas en vida, sólo hablando bajo permiso de algún superior o del mismo rey.
Igris sabía esto, curioso por la extraña aura que había en Greed.
-Habla Greed, ¿pasa algo?
-Si... Es esa mujer...
Greed afilo su mirada una ves que miró hacia el cielo, concentrado en el rostro de Hanna.
En vida había sido una persona capaz de comprender el estado de ánimo de forma casi perfecta. Esto ya que tenía que estar al tanto de las emociones que sentía Thomas Andre.
El había visto el verdadero estado de ánimo de Hanna.
-Nuestro rey no se ha dado cuenta, pues está ciego de la felicidad. Pero esa mujer...
Greed camino hasta estar al lado de Igris, quien ahora estaba atento.
-Esta ocultando un gran dolor, pero no se por qué...
-...
Igris se quedó callado luego de escuchar eso, mirando hacia el cielo.
En el cielo, miró con preocupación la interacción que tenía Kazuma con Hanna.
'Algo mal va a pasar... Algo muy malo...'
***
Hanna estaba recostada en el pecho de Kazuma, sintiendo su espíritu junto al de ella.
La felicidad que estaba sintiendo Kazuma no era sólo mutua, era compartida.
Hanna también amaba cada segundo que pasaba al lado de Kazuma, dándole vida a su muerte.
Todo el tiempo que estuvo descansando en paz no se podía comparar a la armonía y felicidad que desbordaba todo su ser en este momento.
Es por eso que su mente ya estaba preparada, todo su ser sabia cual era su elección.
Al igual que Kazuma la había puesto por encima de todo, ella también lo haría con él.
-Amo tu cuerpo...
Hanna paso sus manos por todo el torso de Kazuma.
-Amo tu cabello.
Hanna empezó a acariciar el cabello de Kazuma, sintiendo como era este realmente.
-Pero sobre todo, amo quien eres tú en realidad.
Hanna recostó su cabeza encima del corazón de Kazuma, confirmando más su decisión.
Ella lo amaba, no sólo por lo que era por fuera, ella amaba a Kazuma por todo lo que fuera.
-No me importa en lo que te conviertas, yo jamás dejaré de amarte.
Hanna le regalo una sonrisa verdadera a Kazuma, quien también sonrió al verla.
Sus manos pasaron por su cadera, para luego acariciar su mejilla de forma afectuosa y delicada.
El estaba feliz de escuchar eso de parte de Hanna, ya que le temía a todo lo que había hecho en su pasado.
Temía que ella no lo fuera aceptar por quien es ahora, pero eso no sería amor verdadero.
El verdadero amor es aceptar a quien amas sin importar que o quien sea, aceptar incluso si este se aleja de quien fue.
Pues en el fondo, el amor cree en la oportunidad de retornar a quien alguna ves fue, ocultándose en el interior de aquello nuevo.
Hanna sabía eso, por eso jamás dejaría de amar a Kazuma con todo su corazón.
Por eso mismo, decir las siguientes palabras le pesaban en el alma.
Sus labios no eran capaces de articular la oración que iba a decir, ella no quería hacerlo.
Sabía que jamás se iba a perdonar por ello.
'Lo mejor para el... Lo mejor... para ti.'
Hanna comenzó a lagrimear un poco, cosa que preocupo a Kazuma.
-Hanna...
Kazuma limpio las lágrimas del rostro de Hanna, tocándola gentilmente.
Pero fue tu tacto tan cálido, que Hanna finalmente se decidió en seguir adelante con la decisión más difícil de su vida.
Pero era lo mejor para el.
-... Terminemos.
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