Tierra de Bestias y Elfos
Unos árboles gigantes protegían el bosque, expulsando una barrera de mana natural.
Este era la primera defensa del reino de los elfos y las bestias, protegidos por el árbol del mundo.
Kazuma miraba aquellos muros con curiosidad, sentía el gran mana que se desbordaba de ellos.
Mientras analizaba y pensaba en una forma de atravesarlos, Chomusuke salió desde su sombra.
La gata dio un salto hacia el hombro de Kazuma, recostándose en el.
-Tu sombra nyo es cómonya.
Kazuma acarició a Chomusuke por instinto, aún pensativo en sus posibilidades.
Destruir la barrera con Tusk podría alertar a los habitantes del bosque, viéndolo como una amenaza.
Kazuma quería entablar una buena relación con ese territorio, el cual incluso era considerado una nación entera.
El bosque de los elfos y las bestias eran inmenso, tanto, que incluso podría abarcar varias ciudades en su interior.
‘Puede que eso vaya a funcionar.’
Kazuma recordó en unas de sus últimas autoridad obtenidas, siendo aquella que le permitió recobrar la lealtad de sus tropas.
Era el ‘Territorio’, aunque no había tenido la oportunidad de usarla hasta el momento.
‘Esto… ¿podría funcionar?’
Una pantalla apareció frente a Kazuma, siendo la descripción de su ‘Territorio’.
[Territorio : Expande tu reino hacia donde vayas, crea y ordena tus propias reglas.]
[La palabra del rey en su dominio absoluta. Se consumirá 1500 de Mp por segundo. ]
La habilidad sin duda era bastante poderosa, siendo la que consumía mayor cantidad de Mp en su arsenal.
Mantener algo así lo pondría en riesgo, actualmente tenía una buena cantidad de Mp, pero no sabría cuando podría durar.
Kazuma se concentró en su Mp, viendo que valía la pena el riesgo de desgaste.
[Mp : 67.958]
Calculo su tiempo aproximado, sin usar ninguna otra habilidad, llego a una conclusión.
‘Puedo mantener el ‘Territorio’ por un tiempo máximo de 45 segundos, solo eso.’
Era una apuesta arriesgada, mientras más lo mantuviera su peligro aumentaba.
-Oye gata, ¿tu tienes habilidades de lucha, no?
Chomusuke abrió uno de sus ojos con curiosidad, pensando en ello.
-Nyaro que si, recupere mucho poder al robarte mana de ves en cuando, además que por ser una extensión de tu ser como Wiz, fui bendita por una habilidad.
Kazuma se sorprendió por ello, no recordaba que le hubiera otorgado una bendición a Chomusuke.
Pero pensó en ello, recordando que Wiz tenía la capacidad de adaptarse a cualquier entorno a una velocidad inigualable.
-¿Enserio?
-Creo que es unya cosa ‘Devorador’.
Kazuma se concentró en esa frase, llegando a pensar en alguna posibilidad con esa información.
Chomusuke era actualmente una semi-diosa, la cual comía para recuperar poder.
Teniendo eso en cuenta y juntando las capacidades ya conocidas de Wiz, Kazuma llegó a una conclusión.
‘Ella puede robar el poder de todo lo que ingiera.’
Una idea paso por la mente de Kazuma, buscando algo en lo profundo de su ‘Inventario’.
-¿Puedes comerte esto?
-… ¿?
Chomusuke miró las manos de Kazuma, mirando una especie de aparato que emitía una luz tenue.
Este era el ‘Rompe Barreras’, objeto que había obtenido luego de eliminar a Silvia en el pasado.
Nunca pensó que pudiera tener utilidad, ya que cualquier barrera era destruida con su presencia en el pasado, al menos hasta ahora.
[-Nombre : Rompe barreras]
[-Rango : A]
[-Tipo : Herramienta Mágica]
[Un aparato creado por magos, tiene la peculiaridad de poder romper sellos mágicos de tipo bloqueo.]
[Destruye barreras mágicas con su activación.]
Chomusuke sacó la lengua, sintió asco del sólo pensar en comerse un objeto.
-Nyo quiero.
-Sí, sí quieres.
-… ¡!
Chomusuke sintió como Kazuma la agarraba de la cola, impidiendo que ella pudiera ocultarse o escapar.
-Espenya Kazuma… mi señor ¿así te gustaría que te dinya?
-… No sabrá tan mal, lo juro.
Chomusuke trago duro, estaba sudando a cantaron por el miedo.
Kazuma tenía una sonrisa tétrica, demostrando todas sus intenciones con movimiento de mano.
Chomusuke solo pudo chillar un grito ahogado, siendo víctima de la brutalidad de Kazuma.
-¡¡NYOOOOOOO!!
***
-Te dije que no sería tan malo.
Chomusuke estaba escupiendo con fuerza, forzando un vómito que jamás llegó.
Kazuma miró satisfecho hacia la gata, sentía como su poder mágico revoloteaba en constante cambio.
-Manyo.
-¿Huh?
-¡Que eres manyo!
-Nyo hablo tu idiomya.
-…¡!
Chomusuke comenzó a gruñir en dirección de Kazuma, sin embargo, Kazuma sólo reía por ver molesta a la gata.
Lo calmaba un poco, tal ves era el afecto por los animales que tenía, o más bien solo una forma de gusto por molestar a la gata.
-Bueno, es hora que te comas un hueco de la barrera.
-Hmm. Tienyes suerte que me gusta el manya.
Chomusuke comenzó a caminar hasta estar parada frente al bosque, sintiendo el borde de la barrera mágica frente a ella.
Respiro profundamente, concentrándose en todo el mana que había, centrándose sólo en un espacio pequeño.
-¡Buen probenyo!
Chomusuke dio un gran mordisco en la barrera, logrando sacar unos colmillos hechos de mana que sobresalían por su cabeza.
Gracias a estos colmillos, Chomusuke fue capas de dar un mordisco más grande que podría lograr sólo con su mandíbula.
Kazuma miró el resultado, quedando algo asombrado y interesado en las posibilidades que tendría la habilidad de Chomusuke.
Tenía la seguridad que jamás podría superar a Wiz, ya que ella estaba en otra liga, pero aún así podría llegar a acercarse.
-Bien hecho gata.
Kazuma entró al bosque, sintiendo el mana rebosante en cada esquina.
Los árboles, plantas, frutos y toda clase de vegetación natural estaba emanando grandes cantidades de mana puro.
Kazuma entendió la razón por la que los elfos eran tan reservados, aunque no tanto como los hombres bestias que también vivían en el bosque.
El bosque entero, además de ser gigantesco era poderoso, teniendo plantas que posiblemente pudieran llegar a ser catalogadas como frutos santos.
Pará Kazuma esto era un desperdicio, aunque no se marchitaban por su naturalidad con el mana, de todas formas eran inútiles.
Si estaban tan cerca de la entrada, Kazuma pudo deducir que nunca habían recolectado hasta aquí.
La nación de los elfos y las bestias era pacífica, por lo cual cultivar estos frutos no eran de importancia para ellos.
-… ¿?
Kazuma miró hacia un lado, viendo cómo Chomusuke estaba devorando varias plantas.
No mentía cuando dijo que le gustaba comer mana, comer había sido su primera acción apenas entrar, atraída por el mana natural.
-… ¡!
Sin embargo, algo alertó a Kazuma en la lejanía, moviéndose entre las ramas de los árboles.
Las objetivos estaban ocultado su presencia, pero para los sentidos de Kazuma, detectarlos era un juego de niños.
-Gata, ocultate dentro en mi sombra.
-.. ¿?
Chomusuke dejó de comer, viendo que rostro serio que había puesto Kazuma.
Con su buen odio, fue capas de escuchar el revoloteo de las hojas al caer.
-Enseguinya.
Sin dudarlo, Chomusuke se oculto dentro de la sombra de Kazuma, quien estaba alerta.
Estaba en una pose relajada, eso era para no considerarlo una amenaza, pero aún estaba listo para cualquier ataque.
Kazuma sintió las presencias, calculo alrededor de 10 entidades que lo habían rodeado.
Cada una poseía una cantidad considerable de mana, concluyendo que eran elfos.
Kazuma fijo su mirada en la mayor cantidad de mana, logrando asustar al elfo.
-… ¡!
No podía creerlo, Kazuma lo había visto directamente a los ojos.
Los elfos notaron esto con sorpresa, pues tenían desplegado ‘Sigilo’ para evitar ser descubiertos.
Pará su mala suerte, el ‘Sigilo’ era inservible ante los ojos de Kazuma.
-No vengo con malas intenciones, solo quiero hablar con el rey de los elfos y las bestias.
Kazuma alzó sus manos, dando a entender que no quería iniciar una pelea.
Los elfos dudaron un poco, comenzando a hablar entre ellos en un idioma peculiar.
Sin embargo, esto no era una barrera para Kazuma.
[‘Soberano del Dialecto’ ha sido activado.]
De repente las palabras de los elfos se volvieron claras, haciendo que Kazuma entendiera su conversación.
-.. No podemos iniciar una batalla con ese humano, no tenemos posibilidades contra alguien que posea tal mana.
La elfa líder, quien había anulado su ‘Sigilo’, miró a Kazuma con sospecho.
Sin embargo, no tuvo otra opción que correr el riesgo para evitar el conflicto.
-Sí es un enemigo, entonces el rey se hará cargo de él.
Los elfos se pusieron de acuerdo en escoltar a Kazuma, siendo una elfa quien se paro delante de él.
Ella tenía un cabello rubio y piel blanca, característico de los elfos, junto a unas ropas que se camuflaban con la naturaleza.
-Mi nombre es Ryuu Lion, seré tu escolta hacia su majestad.
-Encantando.
Kazuma camino siguiendo a Ryuu, notando que los elfos seguían en alerta máxima.
‘Espero que no todos sean tan agresivos y desconfiados.’
***
El camino hacia la ciudad principal tomó su respectivo tiempo.
Kazuma pudo ver como hombres Bestia y Elfos convivían en armonía, ya acostumbrados a este estilo de vida.
Eso llamo la atención de Kazuma, ya que los elfos eran conocidos por ser elegantes y puros, mientras que los hombres bestias como seres salvajes y imprudentes.
Sin embargo, en su camino noto a jóvenes elfos jugar en el barro, también a hombres Bestia vistiendo de forma educada.
Esto era resultado de la fusión de las dos culturas, logrando una armonía natural entre los la raza humanoide más natural y los humanoides animales.
Una ves que llegó al centro de la ciudad, pudo ver un árbol que casi rozaba las nubes con sus ramas.
Este era el árbol del mundo, la primera vegetación del mundo y aquel que poseía el mana desde su núcleo.
Sus raíces ancladas al centro del planeta, sus frutos nacidos de la fuente de vida más viva.
Kazuma entró dentro del árbol, viendo que este parecía un palacio tallado a través de su interior.
Entró hacia la habitación real, rodeado de varios hombres Bestia y elfos que poseían una buena cantidad de mana.
‘Ese es… el rey de estas tierras.’
Kazuma miró hacia el trono, notando claramente la presencia de un rey en el.
Tenía un aspecto salvaje, pero a la ves un rostro tranquilo, irradiaba autoridad con solo su presencia en el trono.
Si Kazuma tuviera que calcular su cantidad de poder mágico, lo compararía a Hockwan, el caído rey de los elfos de hielo.
Ryuu se postró delante del rey, casi tocando el suelo con su cabeza.
-Mi rey, hemos traído al humano que logró atravesar la barrera mágica.
-Buen trabajo, puedes descansar.
-¡Si!
Ryuu se paro en pose militar a la derecha de Kazuma, causando impresión en el por el entrenamiento militar que tenía.
-Así que tu eres el humano que rompió la barrera ¿no es así?
El rey dejó escapar algo de su poder mágico, causando que Kazuma lo llegará a conocer bien.
Sin duda era el ‘Rey de las Bestias’.
El ‘Rey de las Bestias’ tenía unos dientes afilados, un cabello salvaje con piel bronceada y unos ojos amarillos.
Además de poseer un atuendo que dejaba exhibir su presencia como hombre Bestia.
-Sí, vengo a su reino como representante de Belzerg y posiblemente de la humanidad.
-¿A que te refieres con eso, humano?
-Le explicaré la situación actual del mundo…
El ‘Rey de las Bestia’ escucho atento a Kazuma, el cual explicó a detalle la situación de la guerra actual contra la ‘Brigada de la Resurrección’.
Exceptuó algunos detalles que no eran de importancia en este momento, logrando que el ‘Rey de las Bestias’ entendiera la situación.
-¿Quieres que mi reino sea neutral?
-Sí, no queremos obligarlos a luchar una batalla que no es suya. Solo pedimos que no interfieran en ningún bando.
El hombre Bestia se quedó unos segundos en silencio, pensando sobre ello.
Mientras lo hacía, Kazuma logró diferenciar una figura entre la multitud.
Chomusuke también la había sentido, gruñendo con felicidad en la sombra de Kazuma.
(-Es ella… es Wolbach.)
Kazuma decidió mandar un soldado hacia su posición, para poder marcar su ubicación.
Pero esto fue captado levemente por Ryuu, quien no entendía lo que había visto.
‘¿Las sombras del suelo se acaban de mover?’
Culpo a su mala vista, concentrándose nuevamente en la respuesta de su rey.
-Y si no aceptamos ¿Qué pasará?
El ‘Rey de las Bestias’ miró de forma retadora a Kazuma, el cual ni se inmutó por la sed de sangre que desprendía.
-Pues…
Una sonrisa apareció en el rostro de Kazuma, quien finalmente dejó escapar su poder mágico.
-… ¡!
Los elfos y los hombres bestias sintieron terror, el poder mágico que estaba expulsando Kazuma sólo les dio una idea en su mente.
“Muerte.”
Solo podían pensar en la muerte al sentir aquel poder, no había forma de que un ser humano podría ser contenedor de aquella fuerza tan abismal.
Incluso el ‘Rey de las Bestias’ se estremeció al sentir aquel poder mágico, sus reservas quedaban opacadas en su contra.
Kazuma se sintió satisfecho con las expresiones que había logrado sacar.
-¿Eso te da una idea?
-… Si.
El ‘Rey de las Bestias’ lo había sentido, no era buena idea ser enemigo de ese hombre.
Aunque en su juventud fue conocido por ser un salvaje que sólo pensaba en luchar, el tiempo le había dado sabiduría.
Luego de que tomará el lugar de su mejor amigo, el cual murió en la sublimación de Kamish, ganó la sabiduría respetada de un rey longevo.
-Acordaremos los términos del tratado el día de mañana, debo informar a mi consejo sobre esta situación, te pido que te quedes como mi invitado personal hasta entonces.
-Aceptó su propuesta.
-Bien, Ryuu será la encargada de tus necesidades hasta entonces.
El ‘Rey de las Bestias’ ladeo su mano, haciendo que Ryuu a sintiera firme ante la orden del rey.
Kazuma se dio la vuelta, listo para salir de la sala real, sintiendo el temor de los elfos con su simple mirada.
***
Kazuma había sido guiado por Ryuu hacia una casa de paja hecha por encima de un árbol, era bastante naturalista.
Su habitación tenía lo necesario, aunque no había ningún lujo típico de los humanos.
Kazuma dedujo que esto era por la diferencia de culturas, notando que incluso la cama era diferente.
Ryuu se paro en la entrada, esperando a que Kazuma terminará de ver.
-Puedes pasear libremente por la ciudad si gustas, tendrás una escolta de soldados cuidándote.
-¿Cuidándome o vigilándome?
-Ambos, si deseas algo solo di mi nombre y vendré a ti.
-¿Me vas a acosar? Normalmente me quejaría, pero si viene de una elfa tan linda como tu… lo podría pensar.
Ryuu tuvo un leve sonrojo al escuchar eso, dándose la vuelta para irse sin más.
Kazuma río un poco por esa reacción, era bueno darse un tiempo para descansar.
Sin embargo, cuando cerró sus ojos para concentrarse, un sentimiento nostálgico lo golpeó de lleno.
-… ¡!
Comenzó a sentir un mana especial, el ya lo había sentido en el pasado.
Tardó unos segundos en recordar, pero gracias a ‘Heraldo de la Paciencia’ logró dar con el dueño.
‘Hockwan.’
Una imagen del caído ‘rey de los elfos de hielo’ apareció en su mente, ya que el mana que sentía era parecido al de él.
Kazuma salió de su habitación en dirección a la caseta de al lado, recordando las palabra de la ciudad de los elfos de hielo.
“La señorita Cleo será el pilar para que nuestro reino vuelva a nacer.”
Recordó ese nombre, el cual era como se referían a la hija de Hockwan.
‘Fui un estúpido, si Wolbach esta aquí… entonces ella también.’
Una ves estuvo fuera de la caseta, se tomó su tiempo para pasar dentro.
No sabía cómo reaccionaria la que estaba dentro al verlo, eso lo tenía inquieto.
Pero antes de poder tomar una decisión, una mujer de pelo blanco y largas orejas apareció.
Era ella, la hija del rey de los elfos de hielo…
-Disculpa ¿Puedo ayudarte?
La princesa de los elfos de hielo.
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