Luego de un buen tiempo, Axel finalmente estaba volviendo a la normalidad.

Cuando los primeros mercenarios se acercaron para ver el estado de la ciudad, no quedaron más que estupefactos.

No sólo se había eliminado todo rastro de la colosal batalla que había tomado sus tierras hace medio año.

Sino que también estaba como si nunca hubiera pasado nada, incluyendo cada estructura y bien dentro de ella.

Los ciudadanos volvieron a sus hogares, sorprendidos cuando vieron todas sus cosas en ellas.

Pero no sólo los humanos habían vuelto, esto culpa de los rastros de mana natural que estaba rodeando la nueva ciudad.

Ya que él mundo estaba bañado en una batalla sin fin, en cada rincón del planeta. Todo el mundo se había vuelto un lugar peligroso.

El encontrar un santuario sin perturbaciones mágicas fue una bendición, atrayendo a todas las bestias mágicas del continente.

Pero Axel ya había logrado poner un puesto de defensa, encabezada por la actual cabeza de la familia Dustiness.

Los magos carmesí que lograron sobrevivir también se mudaron a Axel, aumentando sus fronteras más allá de los muros.

Solo el tiempo diría el destino de Axel hacia el futuro.

***

-¡Las bestias monstruosas ya pasaron el bosque!

-¡Levanten una barricada! ¡Que los magos de primera línea empiecen a cantar!

-¡Bestias monstruosas a las 12!

Un gran batallón de bestias mágicas asaltaban las fronteras de Axel, listos para tomar ese territorio como suyo.

Pará defender el territorio de Axel, estaban presentes los aventureros y mercenarios de la ciudad, listos para proteger su hogar.

La conmoción que sentían los presentes en sus corazones era suficiente para darles fuerzas, logrando repeler a todas las bestias.

Entre ellas habían algunas con apariencia de lobos, tigres, osos, simios. Todos de un gran tamaño y naturalmente fuertes.

-¡Disparen los hechizos de contención!

Un pelotón de magos dispararon hacia las bestias, encabezados por un mago carmesí.

-¡[Flamael]!

Desde la posición de los magos nació un mar de llamas, las cuales se dirigieron hacia las bestias como si fuera un tsunami.

¡¡Fursh!!

¡¡Fursh!!

¡¡Fursh!!

Con aquel hechizo finalmente murieron todas los monstruos, cayendo casi calcinados por la potencia de varios hechizos al mismo instante.

-¡Algo viene desde el bosque!

A través de los árboles se comenzó a escuchar un estruendo, acercándose cada ves más cerca.

Un gruñido atroz tomó eco en toda la salida del bosque, bajando la moral de los humanos.

'¡Esto es...!'

Uno de ellos, siendo un aventurero veterano, había reconocido aquel gruñido y sus efectos.

-¡¡Todos retrocedan!! ¡¡Es una bestias capas de intimidar!!

Al oír eso, todos palidecieron. Era sabido que las bestias capas de intimidar a varios objetivos a la ves eran no sólo poderosas, sino capaces de matar a grupos de aventureros por sí solos.

El miedo se hizo mayor cuando aquella bestia apareció, pareciendo un simio blanco de gran tamaño.

-¡Yeti!

-¡Imposible ¿Cómo puede en esta época del año?!

Pará la mala suerte de los aventureros, debido al reciente cambio en la flora y fauna nacional, un Yeti había bajado desde los nevados por una zona para habitar.

De un solo puñetazo, el yeti logró enviar un árbol varios metros a la lejanía, mostrando un poco de su fuerza.

-¡¡Corran!! ¡¡No somos rivales!!

-¡¡Lamen a la señorita!!

Los aventureros comenzaron a correr despavoridos, alertando más al Yeti.

Este cargo directamente hacia un mago que se había quedado atrás, levantando sus brazos para acabar con el.

-¡N-no!

El mago cerró sus ojos para recibir el golpe, pero este jamás logró llegar.

-... ¿Eh?

Cuando abrió los ojos, logró ver una figura cubierta de una armadura blanca como la porcelana.

Un cabello dorado caía en una cola de caballo, y en su hombro vio algo semejante a un ala de ángel.

-¡Señorita!

-Vete, estorbas.

El mago logró ponerse de pie para correr, viendo hacia atrás a Darkness. Ella había recibido el golpe del yeti de lleno, aunque sin recibir daño alguno.

El yeti se sujeto el puño con fuerza, adolorido por haber atacado a Darkness. Había sentido como si hubiera golpeado a un metal bastante fuerte.

Darkness dio un paso hacia delante, desenvainando su espada de la cintura.

Cuando el filo del arma fue expuesto, el yeti comenzó a sentir la abrumadora sed de sangre que se estaba ocultando en un rostro calmado.

-... ¡¡!!

Parecía un brillante y aterrador infierno, bañado en llamas que lo consumían todo hasta el carbón. Esa era la imagen que Darkness dejaba escapar, parecida a una ilusión.

Con un corte limpio de aquel metal caliente, el yeti terminó siendo asesinado por un solo ataque.

¡Cush!

-...

Darkness solo cerró sus ojos en calma, guardando su espada nuevamente en su cubierta.

Luego de casi un minuto de haber asesinado al yeti, un mercenario apareció para llamar su atención.

-¡Señorita Dustiness!

-... ¿?

Darkness vio como aquel mercenario se arrodillada ante ella, pareciendo algo nervioso por su forma extraña de sudar.

-¿Qué pasa?

-¡Un gran número de yetis están bajando por el sur! ¡Al menos unos 40!

-Bien, yo me haré cargo. Que todos mantengan un perímetro en la salida del bosque, guarden fuerzas.

-¡A la orden, señorita Dustiness!

El mercenario se fue corriendo a cumplir las órdenes de Darkness, mientras que ella solo se relajo un segundo.

'Que día~...'

Sin poder escapar de sus responsabilidades, Darkness se encaminó hacia el interior del bosque, planeando hacer una limpieza en la zona.

***

En el gremio de aventureros, la sede central de la ciudad luego de su reconstrucción.

El ajetreo, junto con la entrada y salida de aventureros estaba siendo cada vez mayor.

Por la situación actual del continente, varias personas habían optado volverse aventurero como laburo principal.

En su mayoría jóvenes, quienes buscaban hacerse un renombre aprovechando la guerra, o también intentar asegurar su vida económica entrando al ejército.

Uno de ellos ahora estaba que se registraba en el gremio, siendo un joven de buen aspecto, aunque bastante confiado.

-Oh, vaya. Tus estadísticas de velocidad son más altas que el promedio, felicidades.

Luna miro las estadísticas del chico en su cristal, subiendo el ánimo al recalcar su diferencia entre los demás.

-¡Por supuesto! Espero que no me vayas a comparar con un simple niño, tal ves estés frente a un héroe.

-Claro, como usted diga.

Luna ya estaba acostumbrada con tratar a gente así, simplemente manteniéndose en su papel como recepcionista.

'Créeme, niño, te faltan miles de números para sorprenderme.'

Pará Luna estas estadísticas no eran la gran cosa, aunque era tomando en cuenta su cercanía con el posible hombre más fuerte del mundo.

Luego de que el chico eligió su clase, siendo la de "ladrón", Luna le entregó su "Tarjeta de Aventurero".

Aunque no sin antes darle una corta explicación sobre los asuntos en el gremio.

-Y puedes recoger tu recompensa aquí mismo, presentándome una prueba de la misión completada.

-Bien, gracias por todo. Estate atenta de mi ascenso, dulzura.

-Si, como usted diga.

Luna mantuvo su cara imperturbable ante el coqueteo, sin reacción alguna.

Eso se debía por un asunto psicológico, el cual desbocada de una reacción por una acción pasada.

Luna había probado la cúspide de la humanidad, la única gran perfección del mundo. Era imposible poder comparar o disfrutar algo luego de haber experimentado algo como eso.

Por ello ahora Luna no sentía atracción alguna por ninguna persona, reacción normal debido a su situación actual.

-Me uniré al equipo de defensa durante la semana.

-El pago semanal es de 80 mil eris, si abandona antes solo se le pagará 10 mil por el día.

-¡Yo no soy ningún vencido! Ese trabajo será pan comido.

-Entonces le deseo suerte.

El joven escribió su nombre en la tabla de solicitud, uniéndose el grupo de defensa de Axel.

Este era un escuadrón creado recientemente para las defensas de la ciudad, encargándose de evitar la entrada de algún monstruo.

La paga era relativamente buena, ya que Lalatina Ford Dustiness estaba al mando de aquel escuadrón defensivo, junto a varios magos carmesí.

El joven se empezó a alejar, listo para salir a tomar su puesto en el escuadrón de defensa.

Pero antes de irse te tropezó con un cuerpo pequeño, cayendo en el suelo.

Poom

-¿Qué está...?

El joven levantó su mirada, viendo a una niña de pelo celeste en su camino. Pudo deducir que fue culpa de aquella niña que se tropezara.

-¡Oye, mocosa, ten más cuidado!

La niña miró al joven en el suelo, aunque después solo lo ignoro para acercarse al mostrador.

-Hola, Luna. ¿Me das un dulce?

-Awww~. Pará ti los que quieras, Kori.

Luna le entregó un dulce que había en el mostrador a Kori, quien empezó a saborearlo casi de inmediato.

El haber sido ignorado le causó un enojo al joven, quien se dejó llevar por su impulsos.

-¡Oye, mocosa!

El joven tomo a Kori por el brazo, siendo algo brusco en su agarre.

-¡Es de buena educación disculparse luego de hacer caer a alguien!

-¡Ay!

Kori dejo escapar un sonido leve de dolor, cosa que alertó a todos los miembros del gremio.

-¡Este idiota!

-¡No seas un imbécil con la niña! ¡Por tu propio bien!

-¿¡Huh!? ¡Esto es solo disciplina!

-¡No lo decimos por eso! ¡Suéltala o algo malo va a pasar!

-¡Ha! ¿Acaso piensas golpearme?

Una sonrisa confiada apareció en el rostro del joven, quien estaba seguro de su fuerza.

Tenía la velocidad suficiente como para asesinar a al menos 5 aventureros en un instante.

-¡No, idiota! ¡Es por tu seguridad!

-¡Enserio suéltala o...!

-... ¡¡!!

De repente un aire gélido rodeo toda la sala del gremio, generando un bloque de hielo de tamaño humano.

Kori se soltó de la mano del joven, la única zona de su cuerpo sin congelar.

Pero los aventureros se asustaron por una nueva presencia en la sala del gremio.

-¡Señorita Bianca!

***

Bianca miró por lo bajo al bloque de hielo humano, para luego dirigirse hacia Kori.

La niña empezó a temblar de tal manera, que parecía estar muriéndose de frío dentro de un monte nevado.

Los hombres del gremio también estaban paralizados, pero esto era culpa de la misma intensión asesina y aura que dejaba escapar Bianca.

-Kori Satou.

-¡¡Si!!

-¿Me puede explicar este ajetreo?

-¡No se nada! ¡Solo vine aquí por...!

Pero antes de responder, Kori entró en razón. Sabía que si le decía a Bianca que vino hasta el gremio por dulces, entonces iba a ser regañada.

Pero Bianca no era tonta, percatándose de algunos detalles. Calculando que Kori estaba frente al mostrador, y el recipiente de dulces estaba abierto.

La respuesta era una sola, dejando sin escapatoria a Kori.

-En la casa hablamos.

-¡¡Noooo!! ¡¡Kori no quiere hablar en casa!! ¡¡Kori quiere hablar aquí con muchos testigos!!

Kori empezó a rezar en el suelo, aterrorizada por la cara que había puesto su niñera.

-Vamos, no seas tan dura con ella.

Luna se acercó para evitar una dura reprimenda hacia Kori, pero Bianca se mantuvo firme.

-Usted sabe que la educación de la señorita Kori tiene que ser recta. Es la única heredera e hija adoptiva de mi señor. Sabe el valor que ella tiene.

-Aun es una niña.

-Una niña con tanto poder para devastar una ciudad. Espero que entienda por qué soy severa y recta.

-Vamos, déjale divertirse un poco. Apuesto que ha Kazuma le gustaría eso.

-La señorita Kori se pude divertir durante sus ratos libres, ahora debe estudiar.

Al escuchar eso, Kori se levantó ya en un berrinche.

-¿¡De qué me va a servir saber escritos runicos!?

-A no destruir otro mercado cuando tiene un resfriado o una tos.

-...

-Ella tiene un punto.

-¡¡Wuahhhhh!! ¡¡Kori no quiere estudiar!! ¡¡Whuaaah!!

Kori empezó a llorar en el suelo, iniciando un berrinche para evitar estudiar.

Varios intentaron ir a ayudar a la pobre niña, ya que tenían el corazón enternecido por lo adorable que era.

Pero la simple presencia de Bianca los detuvo, como si tuviera un poder sobre ellos. Aunque con las mujeres apenas se sentía, la presión sobre ellos eran abismal.

Esto se debía a que el poder de Bianca se había elevado de gran forma, debido a la pérdida de su virginidad.

Como hija de la reina de los demonios, ella ya tenía un gran potencial mágico en su sangre, detenido por su virginidad de súcubo.

Una ves que la perdió, tanto su poder de raza y su poder mágico se multiplicó de gran forma.

Y no sólo eso, sino que también se incremento por haber tenido relaciones sexuales con Kazuma, quien era un ser de gran poder.

Todo eso terminó en la expansión y aumento en sus poderes, dominando su seducción al máximo de su esplendor.

-Señorita Kori, ya nos retiramos a... hablar sobre su comportamiento.

-¡Esa pausa da miedo! ¡Sálvame Luna!

Kori dio un salto por encima del mostrado, abrazando los pechos de Luna como si fuera un pequeño koala asustado.

Pero Luna solo le dio una sonrisa de pena, acariciando su cabeza con cariño.

-Intenta sobrevivir, Kori.

-...

Kori cayó al suelo, arrodillada entre ambas mujeres. Con toda la fuerza y coraje de su corazón, cargo un grito desde el fondo de su alma.

Un grito que venía ya con su destino marcado.

-¡¡NOOOOOOOOO!!