*Autor : Recomiendo leer mientras escuchan "Ichiban no Tarakamoto".*

https://youtu.be/tm7Xf9818FM

Kazuma no podía creer lo que estaba mirando y sintiendo.

Sus sentidos se horrorizaron por poder percibir la situación que pasaba delante suya, pues Hanna estaba empezando a perderse en el olvido.

Hanna ya estaba satisfecha con toda su vida hasta ahora, sin ningún remordimiento, ella ya estaba lista para reencarnar y perder todo lo que alguna ves fue por algo que ahora será.

Pero Kazuma estaba horrorizado por esto mismo.

Intentó tomar a Hanna, pero su alma ya no se podía sentir ni tocar. Apenas podía ver cómo está se empezaba a fragmentar.

Poco a poco pudo ver con horror cómo ella se perdía cada ves más en el olvido.

Kazuma no podía aceptar esto.

-¡Escúchame, Hanna! ¡Sea lo que este pasando, no te preocupes! ¡¡Voy a solucionarlo!! ¡¡Puedo...!! ¡¡¡Puedo hacerlo!!!

Kazuma comenzó a concentrar toda su autoridad en el ambiente, comenzando a sentir las reglas del más allá.

Su mente estaba poniéndose en contacto con todo el protocolo que regia el más allá, aquel protocolo que regia la vida y la muerte.

-Tu...

Pero ahí se dio cuenta que era la misma Hanna quien estaba queriendo todo esto.

Kazuma perdió las fuerzas en sus piernas, cayendo arrodillado mientras que sus ojos comenzaban a mancharse de lágrimas.

Pero Hanna por podía permitir esta vista, acercándose para tocarlo con un suave tacto.

-No llores, Kazuma.

-Por qué... ¿Por qué haces esto...? Justo ahora que por fin...

Kazuma quiso abrazar a Hanna, sin poder siquiera lograr sentir nada más que su alma.

Poco a poco su alma se fragmentaba más y más, perdiéndose así en el más allá.

-Lo entenderás, puede que no hoy o mañana... Pero estoy segura que algún día entenderás porque hago esto.

Hanna si era capas de sentir a Kazuma, dándose cuenta que el no a ella.

Pero aún así ella quiso dejarle sentir su amor por una última ves, acercándose mientras mantenía el silencio.

Sabía que decir muchas palabras sólo empeorará todo, pues Kazuma jamás había sido comprensible.

Ese silencio fue su mejor forma de lo lastimar al terco de Kazuma.

-Como voy a.... Seguir sin ti...

Las lágrimas de Kazuma cayeron al suelo nublado del paraíso, causando que las nubes se dispersaran.

-Como diablos lo haré... ¡Si todo lo que he hecho hasta ahora había sido por ti!

Kazuma había dejado de lado la tristeza durante unos segundos, volviéndose en un rostro furioso.

-¡Por ti soporte tanta mierda! ¡¡Por ti trabaje más duro que cualquier otro!! ¡¡¡Por ti volví lo imposible posible!!! ¡¡¡¡TODO POR TI!!!!

La decisión de Hanna solo le dio impotencia a Kazuma, quien no era capas de aceptar su decisión.

Hasta el momento toda su vida había sido motivada por el retorno de Hanna.

Quedarse sin motivo era lo que le estaba causando tanta ira e impotencia.

-Por esto es que lo hago.

Hanna miró con tristeza a Kazuma, todo por la reacción que había tenido.

-Mientras más te acercabas a mí, más te alejabas de ti mismo. Ya no eres el Kazuma que alguna ves ame.

-¡Una mierda!

Kazuma apretó sus puños con impotencia, pero Hanna tomó sus manos para calmarlo.

Finalmente Kazuma pudo sentir algo, culpa del amor tan puro que le tenía Hanna.

-Pero yo te seguiré amando sin importar en que te vuelvas, por que yo siempre amare quien eres.

Hanna tomó ambas manos de Kazuma, finalmente logrando calmar su ira.

Pero con ello también devolvió la tristeza y el coraje, mientras que Kazuma volvía a poner su rostro afligido.

-N-no lo hagas... sin ti yo no... yo no...

-Kazuma... escúchame...

Hanna tomo el mentón de Kazuma para así hacer que ella lo mirara directamente, aunque más era Kazuma quien se dejó guiar.

Hanna miró a Kazuma con la sonrisa más hermosa que jamás había visto.

-Si yo no supiera que estarás bien si mi, jamás me iría.

Finalmente Kazuma lo sintió, pues Hanna ya estaba dejando de lado la muerte para volver a la vida.

Pero con el precio de perder todo lo que alguna ves había sido Hanna Miyamura.

Hanna miró a Kazuma cuando sintió que su conciencia estaba a punto de desaparecer.

Ella solo le sonrió.

-No importa que me vuelva o que tan lejos estemos. Solo quiero decirte que...

Kazuma intento tomar a Hanna, pero esta ya se había alejado de su rango de tacto.

Lo último que pudo sentir de ella fueron sus últimas palabras :

-¡¡YO TE AMO!!

Finalmente el final de Hanna había llegado, con ello también el peor momento que Kazuma había vivido.

-... ¡¡¡!!!

El intento tomar los fragmentos de luz que habían quedado del alma de Hanna, tomándolos con desesperación.

-No, no, no, no, no...

Cuando finalmente logró tomar algunos, estos solamente desaparecieron en el aire.

-¡No, no, no, no!

Al intentar sujetar las brasas de los últimos que quedaban, Kazuma dio un paso hacia delante.

Pero este se cayó por la poca fuerza que había puesto en ese avance.

-...

Frente a él, en el suelo, ahora estaba el último fragmento de luz que quedaba de Hanna.

-No...

El cual finalmente desapareció, dejando una sola respuesta para Kazuma.

Hanna se había ido.

***

Kazuma no pudo decir absolutamente nada.

No pudo reaccionar y por un segundo había dejado de sentir toda emoción posible.

Pues su dolor se estaba atorando por la puerta, pues este era demasiado, esperando momento para explotar.

Hanna había hecho la mejor acción que jamás había hecho por Kazuma, todo para que el pudiera vivir por el mismo.

Pero ella no tomó algo en cuenta...

Y eso era que ella era la única razón para vivir que tenía Kazuma, y sin ella... solo le quedaba morir.

Un ser como Kazuma no era mortal, algo que Hanna no comprendía, pues ella era mortal.

La vida de Kazuma no tenía sentido, pues el ya podía hacer todo lo que se propusiera.

Solo le quedaba vivir por alguien más, esa era su única razón para existir.

Ahora aquella razón ya no existía, dejado solamente una sola respuesta por parte de Kazuma.

Solo le quedaba morir.

Finalmente el algo que jamás iba a volver a pasar sucedió, algo que finalmente tenía que llegar a su fin.

Kazuma no pudo aguantar más el desgarrador grito de dolor que hizo mover el paraíso entero.

-¡¡HAAAAANNAAAAAAAAAAA!!

Sus lágrimas se volvieron violentas, junto a ello toda su autoridad había perdido el control de su propio regidor.

Kazuma había perdido todo control de sí mismo, ya no tenía conciencia en su límite.

Poco a poco la nueva vida de Kazuma atrajo algo mucho peor del mismo abismo...

La muerte había sido liberada por que su rey ya no podía controlarla, liberándose a través del cuerpo de Kazuma.

En un segundo todo el paraíso se vio bañado en oscuridad, liberando la muerte en todo este lugar tan hermoso.

Donde pasaba la oscuridad, se dejó de escuchar todo ruido y sentimiento.

Mientras que Kazuma seguía gritando de agonía, un sonido se escucho en su mente...

[¡Has subido de nivel!]

Pero ese sonido no se detuvo ahí, comenzando a repetirse una y otra ves.

[¡Has subido de nivel!]

[¡Has subido de nivel!]

[¡Has subido de nivel!]

Kazuma finalmente había alcanzado el nivel 200, pero el sonido no se detuvo ahí.

Pues Kazuma no era consciente del horror que había causado, ya que había liberado la muerte en el paraíso.

Aquel lugar... donde las almas de todo el universo venían a descansar.

Y todas esas almas habían obtenido el peor destino, ya que fueron devoradas por aquel abismo.

En ese segundo, Kazuma se alejo de su humanidad por completo...

[¡Has subido de nivel!]

[¡Has subido de nivel!]

[¡Has subido de nivel!]

[¡Has subido de nivel!]

[¡Has subido de nivel!]

[¡Has subido de nivel!]

No se podía escuchar nada más que el grito de Kazuma, el cual opacaba la agonía de todas las almas en pena del paraíso.

Incluso los ángeles guardianes fueron víctimas de la muerte misma, siendo devorados por la misma.

[¡Has subido de nivel!]

[¡Has subido de nivel!]

[¡Has subido de nivel!]

[¡Has subido de nivel!]

[¡Has subido de nivel!]

[¡Has subido de nivel!]

Aquella campana sonó tantas veces que incluso pareció no tener fin.

En un solo segundo... Kazuma había obtenido más de 100 niveles.

Su corazón oscuro comenzó a latir con tanta intensidad, que la oscuridad no paraba de salir desde su interior.

Badum*

Badum*

Badum*

Badum*

Badum*

La mente de Kazuma era un caos, pues no había nada parecido a alguna conciencia que pudiera detenerlo.

Esto era culpa de la verdadera naturaleza de Kazuma, el cual lo obligaba a obtener siempre el mismo resultado.

El era muerte, sin importar a donde fuera, seguiría siendo la muerte misma en presencia.

Saber que fue su culpa lo que provocó esto, lo destrozó.

Aquellas lágrimas contenían un dolor tan puro, que liberaron la tristeza de por vida del cuerpo de Kazuma.

Sin darse cuenta, aquella sería la última ves que Kazuma lloraría en toda su existencia.

Todo el paraíso había sido bañado en una pura oscuridad, devorando toda la vida para sólo dejar muerte.

El cuerpo de Kazuma también empezó a ser bañado por aquel toque, pero esto no pudo continuar.

Pues entre toda la oscuridad, una luz apareció.

***

De entre toda la oscuridad apareció Antares, entrando a través de un portal.

-De verdad...

Miró con asco toda la escena, viendo la principal causa de toda esta conmoción.

-Mira todo el trabajo que me haces hacer.

Antares levanto su mano, creando una llama tan candente y pura que incluso pudo iluminar toda la oscuridad que se miraba.

Ese era el poder de un ser Absoluto.

En poco tiempo toda la oscuridad que había liberado Kazuma fue destruida por aquella luz tan irradiante.

-Tu... solo causas problemas, Monarca.

Antares levantó su mano hacia Kazuma, enviando aquella llama de poder absoluto hacia el.

Kazuma no pudo esquivarlo por su trance, pero si la recibió de lleno.

-... ¡¡¡!!!

Toda su existencia comenzó a arder con pánico, tocando aquellas llamas que todo eliminaban.

Kazuma había sido expulsado del paraíso, mientras que su alma era enviado hacia un vacío bajo de las nubes.

Antares miró esto con tranquilidad, mientras se daba vuelta.

'Voy a tener que hacer tanto para crear tantas almas...'

Antares toco un fragmento de alma, la cual estaba desapareciendo por el toque de la muerte.

Pero Antares abrió sus ojos con sorpresa cuando tocó aquella alma, pues sintió su dolor.

Pudo ver lo que aquella alma había visto, desapareciendo al instante.

-... ¿¡!?

Antares miró hacia la dirección en donde Kazuma había caído, teniendo una mirada de incredulidad.

'Ese chico... no puede ser... '

Antares vio la verdad a través de esa alma, entendiendo lo que estaba a punto de pasar.

-Logró... el poder absoluto...

***

Kazuma caía hasta un vacío por debajo de las nubes, justo después de recibir el ataque de Antares.

Su alma estaba siendo consumida por aquellas llamas, siendo eliminada poco a poco.

Pero Kazuma no podía hacer nada más que mantenerse cabizbajo por aquello, ignorando aquel dolor.

Pues en su interior estaba viviendo un dolor miles de veces peor.

'Odio este sentimiento...'

Kazuma recordó a Hanna, entendiendo que jamás la volvería a ver.

Había perdido toda razón para seguir existiendo, solo quedándose con el dolor que le había dejado esa razón.

'No me gusta... Ya no quiero...'

Aquel dolor era tanto que Kazuma deseaba con todo su ser dejar de sentirlo.

Deseaba con todo su ser el desaparecer ese dolor, ya no quería sufrir.

'Solo por un segundo... Aunque sea un segundo...'

Kazuma extendió su mano mientras que está se perdía en las llamas de Antares.

Pero su brazo no se había eliminado, sino que había creado algo... que no debería estar entre la tierra de los vivos.

Pues el abismo obedeció el deseo de su rey.

-... Quiero perderme en la oscuridad.

Tan solo fue cosa de un segundo, pero eso fue suficiente para que finalmente pasara algo que llevaba mucho tiempo extenuándose.

Kazuma se acercó a su destino, ya no sólo trayendo el poder de la muerte en sí.

El abismo mismo había aparecido, tomando todo el ser de su rey para poder sacarlo de ese dolor.

Kazuma se convirtió en el abismo.