Retorno
Camino, por aquel espacio detenido durante mucho tiempo.
La luz era algo que no se lograba mirar, únicamente iluminado por su sentido y percepción.
Su mente comenzó a jugarle malas jugadas durante mucho tiempo, sin saber que hacer.
Kazuma siguió caminando.
Luchando una batalla sin finalidad en contra de Kurumi, solo pudiendo usar sus puños como armas.
Pero su perseverancia logró prolongarse hasta tal punto… Que Kazuma no noto cuando pasó.
En un instante ya había estado hay 100 años.
Su cabello antes con cortos mechones, ahora era una larga cabellera que llegaba hasta su espalda baja.
Su ropa superior ya había sido destruida, dejando ver un cuerpo bastante dañado y lleno de moretones.
Durante los 100 años, su cuerpo finalmente había madurado. Este se había mantenido en el mejor estado y estancándose en la edad de 25 años.
Su musculatura era un poco más pronunciada, con un rostro maduro y que denotaba seriedad.
-… “Recuperación… Ilimitada”.
Pero de repente todo el cuerpo de Kazuma se rodeo de un aura verde, sanando todas sus heridas.
Las cientos de Kurumi se detuvieron al instante, apuntando con sus mosquetes a Kazuma.
-Has logrado aguantar con tu conciencia intacta, te felicito, Monarca.
Pero ella pasó a tener una sonrisa de oreja a oreja, preparando un aluvión de disparos.
-Veamos cuanto soportará esa mente humana tuya.
Una lluvia de disparos se dirigieron hacia Kazuma desde todas las direcciones, pareciendo un castigo de Dios.
¡Bang-!
¡Bang-!
¡Bang-¡
¡Bang-¡
¡Bang-¡
¡Bang-¡
¡Bang-¡
Pero todas y cada una de las balas no lograron impactar, cosa que llamó la curiosidad de Kurumi.
‘¿Qué sucedió?’
De repente todas las balas habían sido detenidas, estáticas justo antes de llegar a la piel de Kazuma.
Kazuma finalmente abrió sus ojos, mirándola con un ojo con brillo dorado.
-Veo que ya has aprendido a activarlo a voluntad.
Durante aquella larga batalla, Kazuma había logrado activar el ojo del administrador durante pocas ocasiones.
Todas habían sido involuntarias, ocasionadas únicamente por los sentimientos de peligro hacia el.
-Finalmente he comprendido que es… O más bien donde es.
La mente de Kazuma había logrado una calma después de tantos años, expandiendo sus sentidos hacia un punto que jamás había conocido.
Era el tiempo, una variante y una ley que gobernaba las leyes de la física y de la realidad.
Pará ser el ahora, antes se debe ser el pasado, solo así se sabrá que será en el futuro.
Pero los moldes que necesitaba el tiempo era la realidad, algo que gobernaba todo el espacio existente en el universo.
Luego de comprender la realidad sobre la misma, Kazuma finalmente pudo dominar la autoridad que había sobre el ojo del espacio.
Pero Kurumi sonrió, ya que esto no sería suficiente para erradicarla.
Ella estaba existiendo al mismo tiempo en este espacio ralentizado, no habría conciencia única entre un enjambre de células madre.
-¡Que iluso eres, Monarca! ¡No sabes ni la punta del iceberg!
Kurumi levanto su mosquete, disparando una bala con todo el tiempo congelado y acelerado en su entorno.
-… ¿?
Pero aquella bala jamás llegó a impactar en Kazuma, quien sólo se rascaba su larga cabellera.
-De verdad… Eres una perra escandalosa.
-…
Kurumi se sintió extrañada por el reciente tono en la voz de Kazuma, era más grave.
‘Algo se siente diferente en el, pero… ¿Qué cosa?’
Toda su aura había cambiado de golpe, incluso parecía una persona completamente diferente.
Kurumi no iba a dejarse llevar por su superioridad momentánea, ella lo sabía como alguien que regia el tiempo.
Y eso era que una batalla puede tornarse de cabeza en solo un momento.
‘¡No lo dejaré reaccionar!’
Kurumi cargo junto a todas sus copias temporales con mosquete en mano, preparándose para disparar hacia Kazuma.
***
Era demasiada calma.
El cuerpo estaba diseñado para acostumbrarse a algo repetitivo, mientras más se repita esta causa, el cerebro se volverá más y más conforme a la acción.
Kazuma llevaba 100 años luchando una batalla sin fin en contra de Kurumi.
Su cuerpo lo sentía, cada a célula y fibra muscular se había adaptado al entorno.
Luchar en contra del tiempo se había habituado, a tal punto que no se diferenciaba la realidad del tiempo estático.
Su mente había logrado un nuevo avance gracias a esa calma, una calma que le otorgó el suficiente tiempo para pensar.
Se puso a meditar desde que su cuerpo ya no requería sus órdenes para luchar, centrándose en otros temas hasta hallar algún cambio.
‘Mi mente… Esta en blanco…’
Sus instintos habían dominado su cuerpo, y su mente estaba trascendiendo a una nueva forma de conciencia.
Las costumbres o normativas que antes lo dominaban, desapareciendo por completo.
La forma normal de hacer las cosas cambió de forma drástica, junto a ello parte de su ser se alteró.
Y su mente trascendió a una nueva etapa en la evolución del conocimiento y la sabiduría, logrando un estado autónomo.
[Se ha conseguido una sincronía entre el cuerpo y la mente perfecta.]
[La habilidad pasiva “Heraldo de la Paciencia” ha trascendido a su categoría final.]
[Se ha obtenido la habilidad pasiva “Heraldo de la Sabiduría”.]
Y cuando Kazuma sintió la perfección entre sus pensamientos e ideas, algo nuevo nació desde sus ojos.
Un brillo oscuro comenzó a destellar con intensidad.
***
Kazuma detuvo las balas con su autoridad sobre la realidad, evitando que éstas lleguen.
Su mano estaba extendida, atrapando en un punto estático a toda copia de Kurumi.
-… ¡!
Kurumi intento zafarse, pero una autoridad aplastante la estaba sofocando.
A cada una de ellas.
Kazuma finalmente había descubierto el poder detrás de su autoridad, cosa que aún no ponía aprueba.
La autoridad que estaba usando en contra de Kurumi era la del ojo del espacio, sin ocupar su verdadera naturaleza propia.
-Tu ser es absurdo y irrelevante, sólo tuviste suerte de tener ese poder y te has alzado mucho.
El cuerpo de Kazuma se empezó a rodear de “Autoridad del Gobernante”, multiplicando de forma abrumadora su autoridad sobre Kurumi.
-¡Cuagh!
Todas sintieron como algo les empezaba a aplastar cada celular de su cuerpo, rascando la misma realidad que las rodeaba.
‘¡No puedo escapar!’
Kurumi se dio cuenta que su autoridad estaba siendo negada, no podía usar su ley sobre el tiempo.
-Pero gracias a ti logré comprender algo, por ello te agradezco.
Desde la mano de Kazuma un tatuaje empezó a salir, pero esta ves era diferente.
Una ves que su percepción sobre lo normal cambió, Kazuma se dio cuenta la escala de grises con la que había estado viviendo.
Los pecados no eran malos, sino era la libertad en su máximo expresión.
Negarse a los instintos era el mayor de los pecados, guardar todo en el interior y no dejarlo salir podría traer algo peor que la muerte.
Y una ves que su mente comprendió todo eso, los pecados jamás volvieran a tergiversar su mente.
Mientras que la marca se extendía, el sentimiento oscuro que nacía con ello dejó de aparecer.
Y tal y como dijo Vanir : “Una ves que actives todos los pecados en sincronía, obtendrás un poder sin igual”.
La marca empezó a salirse de su piel, comenzando a rodear todo su cuerpo como un manto.
De aquel tatuaje rojo apareció el rostro de una bestia demoníaca, la cual abrazo a Kazuma como si fuera parte de él.
Todos los pecados se habían activado en una sincronía perfecta, abriéndole pasó al nuevo estado que su moralidad no dejaba obtener.
La “Marca del Pecado” desapareció para siempre, convirtiéndose en el “Insignia del Tirano”.
-… ¡¡¡!!!
Cuando Kurumi sintió la nueva presión naciente de Kazuma, solo pudo dejar caer su mosquete.
Por unos breves instantes para delante, su humanidad había sido devorada por aquel demonio que ahora lo abrazaba.
Su poder empezó a aumentar a una manera alarmante, cosa que sólo la pudo llenar de terror y horror.
‘¡Debo huir! ¡El ya no es humano!’
Kurumi comenzó a concentrar su autoridad en el entorno, preparándose para romper la cúpula que ralentiza a él tiempo a su alrededor.
-¿Ya te vas?
Pero Kazuma no le dejó huir, usando su nueva autoridad y poder para aprisionarla en la cúpula que ella misma había creado.
-N-no… ¡Esto no tiene sentido! ¡Tu no puedes…!
En un abrir y cerrar de ojos, Kazuma había tomando el rostro de Kurumi con un brazo bañado en una aura carmesí y oscura.
Kurumi fue sujetada con tal fuerza y presión, que una onda eliminó a las cientos de copias a su alrededor.
¡Woash!
¡Fush!
¡Fush!
-¿Creías que yo no tenía autoridad sobre el tiempo?
Kurumi empezó a intentar sacarse del agarre, incluso mordiendo el brazo de Kazuma para lograrlo.
Pero no logró hacer nada más que causarse dolor propio.
-¡Ugh!
Kazuma miró con una sonrisa sin malicia ni bondad a Kurumi, dejándose llevar por su nueva etapa.
-Tonta. Yo solo usaba el ojo como un apoyo, ya que.. Yo soy el “Monarca de las Sombras”.
Kazuma comenzó a acercar su mano hacia el ojo izquierdo de Kurumi, posándolo alrededor de su cuenca.
-Y ahora voy a reclamar algo que ya no te pertenecerá.
-N-no… no…
Kazuma acerco más sus dedos, introduciendo la punta a través de la cuenta.
Provocando que Kurumi rompiera en un llanto de dolor y agonía.
-¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOO!!!
***
El tiempo estático empezó a avanzar nuevamente.
Todos recuperaron su visión normal del entorno, dirigiéndose hacia el objetivo al que querían atacar.
-¡Whoaaaaaah!
Pero su visión cambió en un solo instante.
La escena en la que Kazuma corría hacia Kurumi desapareció, viendo cientos de miles de flashes en un solo instante.
Ahora tenían delante a un Kazuma diferente, con el cabello largo y un cuerpo más grande con la ropa superior destruida.
En el suelo estaba el cuerpo de Kurumi manchado en sangre, la cual apenas podía respirar.
-…
Kazuma miró a Kurumi con una sonrisa, viendo que aún se mantenía con vida.
-Agradece que pensé en una forma de castigarte en estos años, por ello te dejaré con vida.
Desde la cercanía se escucho un llamado, siendo el de Wiz y Makima.
-¡Mi señor!
Ambas se dirigieron hacia Kazuma, quien giro para verlas después de un largo tiempo.
-… ¡!
Pero ellas se detuvieron en seco al ver su rostro, el cual ahora tenia dos brillantes ojos dorados.
-Usted…
Sus mentes tardaron en procesar lo ocurrido, pero al final entendieron.
-La autoridad para manipular el tiempo… ¿Cuánto tiempo…?
-No hacer falta hablar de ello, pero estoy feliz de verlas después de un tiempo.
Kazuma de acercó a Wiz para abrazarla con fuerza, mentiría si dijera que no la había extrañado.
-Mi señor…
Wiz tenía varias preguntas, pero decidió dejarlas para después. Aceptando y correspondiendo el cálido abrazo.
Cosa que se ganó una mirada oscura de parte de Makima.
-… Umu.
Makima hizo un puchero por la escena, aunque una figura la opaco.
Thomas André había desactivado su “Endurecimiento”, caminando hasta estar frente a Kazuma.
-Lo lograste… Entonces ahora…
-… Si.
Kazuma rompió el abrazo con Wiz, mirando hacia un punto plano delante suyo.
Lilith arqueo una ceja al ver que Kazuma la miraba, aunque este luego miró hacia otro lado.
-Es hora de irnos.
Kazuma empezó a acumular mana en la yema de sus dedos y en sus ojos, apuntando hacia delante.
De repente una ruptura en el espacio y tiempo apareció, abriendo un espejo hacia un bosque lejano.
-Mi señor…
Makima camino hacia Kazuma con una mirada gacha, pues ella sabía que no iba a ir con él.
-No te preocupes, vendré de ves en cuando. Aquí nacerá mi primera hija, así que has este mundo un lugar perfecto para ella.
Kazuma acarició el cabello de Makima, quien solo se resignó a alejarse de su señor por un buen tiempo.
‘También a ti, Alice. Espero que logres avanzar mucho…’
La imagen de Alice con una hija en brazos apareció en la mente de Kazuma, cosa que lo alegro.
Junto a Wiz, Kazuma empezó a caminar hacia la grieta entre ambos mundos. No sin antes ponerse una chaqueta larga sacada desde el inventario.
-¡Cuida este mundo por mi, Thomas!
-Ya lo hacía antes de que llegaras, Ashborn.
Thomas se despidió levantando su mano y una corta sonrisa, deseándole lo mejor a aquel a quien había considerado un enemigo.
-…
Pero Kazuma sabía que no era suficiente, dejando que Wiz entrará primero en el portal, quien tenía arrastras el cuerpo desmayado de Kurumi.
‘Hagamos algo antes…’
Kazuma concentró su nueva autoridad, poniendo a prueba su dominio sobre el tiempo en el destruido Japón.
-… ¿?
De repente todos los escombros comenzaron a flotar, creándose una cúpula de tiempo en toda la ciudad y expandiéndose hacia el país entero.
Todo el daño alguna ves ocurrido se retrocedió, empezando a anular toda la lucha.
Esa tierra de Japón jamás se iba a sanar el poder de la muerte, pero se podía evitar que esta alguna ves llegara.
En pocos segundos todo Japón había sido reconstruido, dejándolo unas horas antes de la llegada de Kazuma.
Con una sonrisa, Kazuma vio los rostros son prendidos de héroes y villanos.
‘Nos vemos luego, planeta Tierra.’
Kazuma atravesó la grieta, para que después está se perdiera en el espacio.
***
El cielo estaba nublado, iniciando una lluvia calmada.
Luego de la llegada de Kazuma a su mundo, el había decidido hacer algo.
En su inventario aún estaba el parche que Yumi alguna ves había tenido, recordando un lugar bastante bonito que conoció en sus viajes.
La ves que vio a una variante suya, un momento que siempre será recordado con alegría.
*Autor : Referencia a la historia “Mímica Empática”.*
Pero gracias a eso, ahora el conocía un lugar hermoso.
En una colina en la cual la naturaleza embellecía el lugar, Kazuma estaba rezando frente a una tumba.
En dicha tumba había un grabado que decía : “Aquí descansa en paz, Yumi Takanashi.”
Kazuma dejó de rezar, mirando a Wiz y a Chomusuke en su forma humana, quienes estaban detrás de él.
-¿Ahora que haremyos?
-Siento un aire raro… Es diferente y preocupante, debe estar altera, mi señor.
-…
Kazuma se puso a pensar en ello, calculaba que ya habían pasado 4 o 5 meses desde su partida.
Pero gracias a “Heraldo de la Sabiduría”, el tenia una respuesta a su nuevo objetivo.
-Wiz volverás a la capital, llévate contigo a Kurumi y has lo que te dije con ella. Apoya en todo lo que puedas.
Kazuma miró con un rostro serio a Wiz.
-Yo me iré con… la gata.
-¿¡QUE!?
-Nyao.
Kazuma pasó entre las dos antes de que iniciarán algo, mirando el cielo el cual ya daba por terminada la lluvia.
Un nuevo objetivo principal estaba en la mente de Kazuma, reforzado por la salvación de sus dos más grandes pecados.
-Yo…
Un flash de toda la vida en este mundo que tuvo Kazuma paso, recordando absolutamente todo en un instante.
-Protegeré este mundo, protegeré… mi hogar.
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