El rey estaba perplejo.

Durante todos sus años, jamás había habido un hombre que se atreviera a hablarle por debajo.

Ni siquiera lo Reyes de otras naciones tenían tal valentía.

Pero ese no era el caso con el chico que tenía delante.

Pues no sólo lo había mirado por debajo, sino que lo había hecho con mucha naturaleza y tranquilidad.

Eso se ganó una sonrisa del rey.

-Sabía que serias una persona curiosa, Kazuma Satou.

El rey se levantó de su trono ante la vista sorprendida de los presentes.

Camino para extender su mano hacia Kazuma, en modo de saludo.

-Mi nombre es Belzerg Stylish Sword Cainar, soy el actual rey de esta nación. Quería darte las gracias por todo lo que has hecho hasta ahora.

-Claro, un placer.

Kazuma estrecho la mano del rey, aunque noto que el estaba ejerciendo fuerza.

Pero está no era la suficiente para causarle siquiera una molestia.

-Tienes un cuerpo bastante fuerte chico, me gustaría tener esa sangre en mi familia, dime…

El rey paso a tomar a Kazuma de los hombros, todo mientras ponía una sonrisa.

-¿No quisieras casarte con mi hija?

-Ni loco.

-…

La respuesta tan rápida de Kazuma sorprendió un poco al rey.

Iris por su parte estaba golpeando su cabeza con el suelo, al punto de causar grietas.

-¿Estas seguro?

-Completamente.

-Serias un rey bastante respetado, ya eres temido por naciones enteras.

-No quiero tanta responsabilidad.

-Serias millonario y tendrías ingresos casi ilimitados.

-Ya soy practicante dueño de Elroad.

-Mi hija es bastante linda, será una belleza envidiable de adulta.

-Solo la veo como una hermana pequeña, además conozco mujeres más bellas.

-…

El rey suspiro derrotado ante las respuestas tan rápidas de Kazuma.

-Ya veo, es una pena, aunque no pienso rendirme.

-¡Padre!

Jatice se acercó intranquilo hacia su padre.

-Deja de insistirle al pobre de Kazuma Satou.

-¿Sucede algo con eso Jatice?

-Conmigo no, pero no creo que Iris resista otra contusión cerebral.

Jatice señaló a su hermana, viendo que ya había sangre en su cabeza de tantos golpes que se había dado.

Kazuma se acercó hacia Iris, dándole una mano.

-¿Estas bien Iris?

-¿¡Te parece que estoy bien!?

-Te he visto peor, así que supongo que si.

-¡Emocionalmente no! ¡No tenías que ser tan duro y directo con rechazarme!

-Oye, vamos…

Kazuma levanto a Iris, sacando un pañuelo del ‘inventario’ para limpiarle la sangre.

-No voy a esperar 5 años para eso, tengo necesidades.

-¡Podemos hacerlo ahora!

-No soportarías.

-¡Tengo un cuerpo fuerte!

-No soy un pedófilo.

Nuevamente los ánimos de Iris se fueron por el suelo, comenzando a balbucear en voz baja.

Kazuma se dio la vuelta hacia el rey, ya algo cansado de la situación.

-No sólo me llamo para agradecerme y ofrecer a su hija, ¿no es así?

-Eres bastante perspicaz joven, me agrada.

El rey volvió a su trono, teniendo al lado a Jatice.

-En realidad, quiero pedirte dos cosas.

-…¿?

-Quiero que luches contra mi hijo Jatice en una práctica.

Kazuma miró a Jatice analizándolo.

Intentó activar su ‘análisis’ en el, pero la respuesta lo sorprendió.

[-Nombre : Belzerg Stylish Sword Jatice.]

[-Títulos : No se cuenta con la autoridad suficiente.]

[-Rango : No se cuenta con la autoridad suficiente.]

[-Habilidades : No se cuenta con la autoridad suficiente.]

Kazuma se quedó callado para pensar sobre lo que había pasado.

Pero lo entendió rápidamente.

‘Siendo nivel 1 otra ves tiene sentido que mi autoridad sea demasiado baja.’

Kazuma volvió a mirar al rey, asintiendo ante su petición.

-Me parece bien, pero usted me pidió dos cosas.

-La otra te la pediré luego de ver el combate, ¿te parece?

-Por mi esta bien, ¿el esta de acuerdo?

-Estoy encantando.

Jatice sonrió, mirando a Kazuma retadoramente.

-De echo fui yo quien le pidió a mi padre que te hiciera esa petición, estoy bastante impaciente por medirme contigo.

-Bien, no soy nadie para negarle una paliza al príncipe.

Ambos sonrieron de forma retadora, incluso filtraron su intensión asesina y su mana.

La habitación tembló ante la presencia de ambas energías mágicas.

-Jatice, déjalo para después.

El rey miró juzgadoramente a su hijo, logrando que se detuviera.

-¿Qué estamos esperando?

Jatice llamó con la mirada a Kazuma, comenzando a caminar hacia la salida.

Todos los presentes se encaminaron en dirección de la sala de práctica.

***

-Aun estas a tiempo.

Kazuma estaba mirando unas espadas que habían para practicar.

Actualmente estaban en una sala de entrenamiento, protegida por gravados de resistencia con la marca de Rachel en ellas.

-Cada vez me entusiasmo más.

Jatice dejó a un lado su espada santa, tomando una espada de una mano en su lugar.

-Bien, como quieras.

Kazuma tomó una de las espadas de mano, intentando poner poder mágico en ella, pero se detuvo al instante.

‘Es demasiado débil, no resistirá la presión de mi poder mágico.’

Ambos se pararon uno frente al otro, ante la mirada expectante del público.

Junto al rey estaba Iris, Claire, Rain y Rachel. Aunque la última solo estaba por si había un gran daño en la zona.

Pero de repente Rain se tapó los ojos, llamando la atención del rey.

-¿Por qué te tapas los ojos, Rain?

-No quiero ver al chico que antes me gustaba siendo masacrado.

-Hoho, ¿acaso te gustaba el joven Kazuma?

-No, de pequeña me gustaba Jatice.

-…¿?

Rain solo señaló hacia el campo de batalla.

-…¡!

El rey se dio cuenta al instante, entendiendo las palabras de Rain.

Kazuma estaba conteniendo su poder mágico, pero aún así este se filtraba con una sed asesina gigantesca.

Quienes miraban en su dirección, notarían como Kazuma era devorado por la oscuridad de su propio poder.

‘¿Qué es este poder mágico?, no hay forma que un humano pudiera poseer tanto.’

Un rey sintió un sudor frío en su frente, sintiendo algo de preocupación por su hijo.

Por su parte Jatice también libero su poder mágico.

Este era tan santo que se manifestaba como una fuente de luz, una que brillaba con intensidad.

-Príncipe Jatice, deberías elegir mejor a tus oponentes.

-…¡!

Pero la luz de Jatice comenzó a ser devorada por el poder mágico de Kazuma.

-Que sea una lección de vida.

Kazuma desapareció, dirigiéndose a velocidad en contra de Jatice.

Este se cubrió con su espada, pero solo sintió un entumecimiento en todo su cuerpo.

Kashin*

De repente Kazuma apareció atrás de Jatice, enfundado su espada.

-¿Satisfecho?

-…

Jatice tardo unos segundos en entrar en razón, mirando su espada.

De repente vio cómo su espada se agrietada, para luego romperse por el lado del filo.

Krash*

Solo había pasado un segundo, pero aún así Jatice estaba confiado en su habilidad, pues sabía que no por nada se le llamada ‘el humano más fuerte’.

Pero ahora, frente a Kazuma aquel título parecía un simple chiste.

‘No fui capaz de seguirlo con la mirada, su velocidad va más allá de mi percepción del entorno.’

Jatice miró su espada, aún pensativo.

‘Si hubiera atravesado mi espada, esta hubiera salido volando al instante, pero no fue así…’

Dirigió su mirada hacia el filo roto, notando grietas en el.

‘El la golpeó y después alejo su espada, tuvo un control perfecto de su velocidad en tan poco tiempo.’

-Hey, no te deprimas, sin duda me hubieras ganado hace un año, tienes una buena postura incluso estando calmado.

Kazuma le dio una palmada a Jatice en su hombro, buscando animarlo.

-Buena pelea.

-…

‘Eso no fue una pelea.’

Pero Jatice ahora tenía los ánimos por el suelo, pues no sirvió ni como muñeco de práctica.

‘Esa hubiera sido una masacre.’

Suspiro derrotado, pues ya no había nada que pudiera hacer.

*Suspiro*

Kazuma camino hacia los observadores, dejando su espada en un portador.

Claire le tiro una piedrita cuando el se acercó.

-No fuiste enserio.

-Fui enserio.

-Mientes.

-No tengo habilidades, las perdí al morir.

-¿Enserio?

-Sí, por eso aún me quedaré en la capital un tiempo, al menos hasta estar preparado.

Rachel se dirigió hacia Jatice para darle algunos ánimos.

Mientras tanto, Kazuma fue hacia el rey quien lo miraba pensativo.

‘Este chico, si no tiene habilidades y aun así posee esa fuerza, fácilmente podría acabar con una nación.’

El rey comenzó a usar sus ‘Ojos reales’ para ver el poder mágico que contenía Kazuma.

En su lugar tuvo que pagar el precio, pues si vista se dirigió hacia la sombra de Kazuma.

‘Eso es… son criaturas, cientos de ellas.’

Comenzó a sentir la presión que estaba ejerciendo aquellas criaturas, comprendiendo finalmente los rumores.

‘El tiene los números para iniciar una guerra a donde vaya, finalmente entiendo el apodo del ‘ejército de un solo hombre’.’

El rey logró mantenerse neutral, cosa que fue gracias a sus tantos años de experiencia en batalla.

-Buena demostración de nivel, joven Kazuma.

El rey sonrió satisfecho, pues había visto lo necesario.

Pero Kazuma quería ir al punto.

-¿Y bien?

-La otra cosa que te quería pedir, es algo que sólo tú podrías conseguir.

El rey llamó la atención de Rain, quien luego le dio un documento en sus manos.

El rey extendió aquel documento hacia Kazuma, quien lo tomó y empezó a leerlo.

‘¿Nombres?’

-Esa es una lista de los nombres de aquellos que conocen como ‘reencarnados’, te quiero pedir que los convenzas de cualquier forma de ayudar en la guerra.

Kazuma comenzó a leer, notando varios nombres japoneses y estadounidenses en la lista.

‘No pensaba que serían tantos, varios lograron mantenerse con vida.’

Luego de ojear la lista, Kazuma la guardo asintiendo con la cabeza.

-Lo haré, pero quiero pedir algo adelantando.

-¿Qué sería eso?

-Pues es fácil, quiero…

***

Las cadenas resonaban en la habitación con eco.

Era un lugar vacío, con sólo aquellas cadenas que encerraban a una persona.

Un cabello castaño con unas ropas moradas, esta era la prisionera.

Wiz estaba con una vista muerta, sin gana alguna de moverse o reaccionar.

Su cuerpo estaba completamente sellado, sin el poder que antes circulaba en su interior ya no era capaz de liberarse.

En ese momento una gran puerta se abrió, aún sin llamar la atención de Wiz.

Ella escucho varios pasos y conversaciones, pero ninguna de su interés.

En eso escucho como una persona caminaba hacia su dirección.

Tap*

Tap*

Tap*

-Pensar que acabarías así, creo que no te eduque del todo bien.

-…¡!

Ella levantó su mirada al instante que escucho esa voz, pues no podía creerlo.

-M-m… mi señ… ñor…

Las lágrimas recorrieron su rostro, su corazón antes roto y muerto ahora estaba bombeando de alegría y tristeza.

-Ya no llores, no me gusta verte de esa manera.

Kazuma paso su mano por su rostro, limpiando las lágrimas que podía.

‘Que sea capaz de llorar me dice que aun posee parte de mi poder en su interior, sigue siendo una muerta-viva.’

Wiz movía su cabeza para sentir la mano de Kazuma, pues estaba desbordando felicidad.

Kazuma giro para ver a unos guardias.

-Libérenla.

-Pero señor Satou, no creo que sea segu…

-Dije que la liberen.

La intensión asesina de Kazuma se libero por todo el lugar, aterrando a los guaridas.

Rápidamente soltaron las cadenas y los sellos que habían alrededor de Wiz.

Ella no tardo ningún segundo en lanzarse hacia Kazuma en un abrazo con fuerza.

Kazuma solo acariciaba a Wiz, pues sentía el dolor que tuvo que haber pasado.

-¡Mi señor!

Wiz comenzó a besar con fuerza a Kazuma, aunque el le dejaba hacer eso.

De repente el cuerpo de Wiz comenzó a expulsar mucho poder mágico, conectando con su corazón.

Ring~*

[¡Enhorabuena!, has recuperado el lazo con tu ‘Siervo’.]

Wiz se separó jadeando intensamente, pues sentir el poder de su Señor nuevamente había sido un sentimiento agradable.

*Jadeo*

Ella cayó desmayada luego de eso, siendo tomada por Kazuma con cuidado.

Kazuma solo acarició su pelo con una sonrisa, pues estaba feliz de verla.

En eso unos pasos se escucharon, siendo los del rey, quien caminaba en dirección a Kazuma.

Tap*

Tap*

Tap*

El rey miró curioso aquella escena, teniendo algunas sospechas.

-¿Ella es tu amante, joven?

-No, ella es mi mano derecha.

-Con esto cumplí tu pedido, será liberada de todos sus crímenes y dejará de ser catalogada como un enemigo por ser un ex general del rey demonio.

-Gracias, aprecio eso.

Kazuma se levantó, cargando a Wiz en sus brazos.

-Cuando despierte, junto a ella comenzaré a cumplir su petición.

-Agradezco eso, tengo mi fe en ti joven.

El rey dio una señal con la mano, en eso los guaridas empezaron a dejar el lugar.

-Por lo que me contaste, prepare algunas cosas en tu habitación para que ella se quede ahí. Creo que no va a querer separarse de tu lado por un tiempo.

El rey se despidió con la mano, dejando a Kazuma solo.

Luego de unos segundos, Kazuma cargo a Wiz hacia la salida.

-Ya volví, Wiz.