Un sudor frío recorría la frente de Kazuma.

Aquel hombre oculto por una gabardina de cuerpo completo estaba expulsando una gran sed de sangre.

Pero lo que más alertaba a Kazuma era la energía que desprendía, pues está lo repelía.

La Monarca se encargo de aclarar todas sus dudas, mediante telepatía mental.

(-Lo que está sintiendo ahora es como la luz devora a la oscuridad de tu alrededor, el es un ‘fragmento de luz brillante.)

(-Eso no… tiene sentido.)

(-Al igual que el ‘Monarca de las Sombras’ divide su poder en sus ‘siervos’, el ‘Gobernante de la Luz’ puede dividir su poder en fragmentos.)

(-El es uno ¿verdad?)

(-Si, me remo que si, el poder de la Luz de ese bastado es el único contra perfecto de la oscuridad infinita.)

(-No tengo posibilidades de ganar ¿verdad?)

(-Te he dicho que no hagas movimientos agresivos, en tu estado actual un fragmento puede acabar por sellarte… no quiero eso.)

(-Bien.)

Kazuma trago saliva, para luego girar despacio en dirección de aquel hombre.

Gulp*

Las emociones de aquel hombre estaban demasiado ocultas, tanto que ni usando sus ‘Sentidos’ era capaz de sentirlas.

-¿Tu eres…?

-Mi nombre no es algo de tu incumbencia niño, la voz en tu cabeza ya te debe haber hablado de que soy y con eso basta.

-…

Kazuma estaba serio, pero a la ves con algo de temor.

No tenía ninguna habilidad, inclusive en una pelea de resistencia mental es cedería ante un demente.

Era una gran arma en malas manos, sin poder usar todo su poder.

El hombre se acercó hacia el irradiando luz.

‘Quema.’

Kazuma sintió como su cuerpo empezaba a repeler aquella luz de manera desesperada.

La energía de aquel hombre era tanta que estaba generando un gran dolor en Kazuma.

Pero el solo optó por mantener su rostro serio, evitando mostrar debilidad.

-Vine a darte un mensaje de los cielos, así que escucha atentamente.

-…

Kazuma solo vio como aquel hombre se dirigía hacia la ventana, sin prestarle atención.

-El ‘Gobernante de la Luz’ ha puesto su fe sobre ti.

-…¿?

Al escuchar eso Kazuma sintió curiosidad, pues ya sabía quién era aquel ser que había mencionado.

Pero la Monarca había hecho una mala reacción a eso.

(-Diga lo que diga no le creas, ese maldito arrogante no sería capas de confiar ni en sus hermanos ‘Serafines’.)

-Pará qué confíes en mi, solo con dejarte vivo es más que suficiente prueba, ya que en lo personal…

-…¡!

Kazuma se quedó estático cuando una daga se quedó a 1 milímetro de cortar su cuello.

Aquella daga expulsaba tanto poder, que la equiparo con la espada de Valac.

-Quisiera matarte y ahorrarle una futura amenaza a la existencia, pero esas no son mis ordenes.

El hombre guardo su daga, mostrando que en su cinturón tenía otra del mismo porte.

-Iré a pelear contra el ‘Demonio del poder, Valac’. Esas son mis ordenes, después de que te llegara el mensaje.

El hombre camino hacia la ventana para retirarse.

-¿Por qué?

Pero el llamado de Kazuma lo detuvo.

-¿Por qué confiar en mí?

-…

El hombre se quedó pensando en ello unos segundos.

-No lo se, a veces todos actúan de forma misteriosa, pero no debes dudar de ellos solo por lo que escuchaste de terceros.

El hombre sacó una llave de su abrigo, lanzándola hacia Kazuma.

-Pero al final somos nosotros quienes forjamos nuestro destino, podemos crearlo o cambiarlo. Solo tu puedes decidir que camino tomaras.

Kazuma miró la llave con curiosidad.

-¿Cuál es?, he escuchado de aquella profecía… pero no se cual es.

-¿No la habías escuchado hasta ahora?

-No.

-Bien, entonces te la diré…

“La oscuridad amenazara con devorar a la luz una ves que los pilares de fuego se alcen sobre el cielo.

Una valquiria será la detonante del inicio del fin, una ves que inicie… no habrá nadie que pueda detener al ‘Monarca de las Sombras’ hasta que cumpla su cometido.”

-…

Kazuma se quedó pensando en lo que había escuchado.

‘Valquiria, he escuchado ese nombre antes, ¿pero en donde?’

-Te deseo la mayor de las suertes, Kazuma Satou.

El hombre salto por la ventana, cuando Kazuma se acercó para ver no lo divisó por ningún lado.

Ya bastante cansando solo optó por sentarse en la cama, junto a la dormida de Megumin.

Se quedó varios minutos analizando la llave, hasta que el anuncio apareció.

[Nombre : Llave del templo de Cartenon]

[Rango : ??]

[Tipo : Llave]

[Una llave que te permitirá entrar al templo de Cartenon.]

[Cumple los requisitos para poder tener una audiencia con el ‘Administrador’.]

‘¿Administrador?’

(-¿Sabes algo al respecto?)

(-Todo a su tiempo, no creo que te sirva de algo saber su utilidad por ahora. De momento solo céntrate en tu meta actual.)

(-Bien, terminaré con mis asuntos pendientes antes de que termines con lo que haces.)

(-Dame solo dos días más y estará hecho, espera hasta entonces Kazububu.)

Kazuma sólo suspiro cansando, había pasado por mucho en la noche.

*Suspiro*

Se giro para ver a Megumin dormida, cosa que se ganó su sonrisa.

Calmándose, solo decidió dormir al lado de ella por el resto de la noche.

***

Con el sol empezando a tomar su lugar en la mañana.

La capital estaba en bastante movimiento, pues el comercio fue algo que se empezó a recusar en estos momentos de guerra.

Kazuma caminaba por las calles para relajarse, pues se había escapado del castillo cuando lo llamaron.

No tenía ganas de hacer mandatos en estos momentos, quería darse un respiro.

Pero al doblar la esquina se encontró con una escena particular.

Pues Kojiro y Akayuki estaban ocultándose, mientras miraban en la esquina de la calle.

-¿Qué diablos hacen?

Kojiro al escuchar su voz lo jalo hacia el, haciendo una seña de silencio.

Shhh*

-Mira.

Señaló hacia la calle, para que Kazuma viera en esa dirección.

Al ver, noto que Tatsumi estaba hablando con una linda chica de pelo rosa.

Akayuki llamó la atención de ambos con unas señas.

-Y si hacemos eso, ya saben.

-Hmm, interrumpir la vida privada del niño…

-¿Enserio lo estas pensando?

-¿Tu no deberías estar culpándote o temiendo a la muerte?

Pero Kazuma solo levantó los hombros.

-Al carajo, hagámoslo.

Kojiro comenzó a correr con Akayuki luego de la señal, aunque Kazuma se quedó atrás.

Ambos corrieron con velocidad hacia Tatsumi.

-¡Tatsumi-kun!

Fingiendo una voz chillona, terminaron llamando la atención de Tatsumi.

-¿Eh?

En ese momentos ambos se lanzaron encima de Tatsumi.

-¿¡Quién es ella!?

-¡Pero entonces, que con la ves que dijiste que era la única compañera que necesitabas en tu vida!

-¡Dijiste que tus mejores años fueron conmigo!

Tatsumi se puso rojo al escuchar eso.

-¿¡De qué demonios hablan!?

-Quieren quitarle las manos de encima… ¡gatas rompe hogares!

Todos dirigieron la mirada hacia esa voz, notando que era Kazuma.

Vieron que este tenía una camisa de seda, junto a unos lentes negros.

-El pequeño Tatsumi-chan tiene clases de esgrima conmigo, vamos chico, hoy aprenderás a dar…

Kazuma movió su cadera hacia delante.

-Estocadas.

-Q-que…

Finalmente la chica de pelo rosa dijo algo.

-Q-q-q-q-q-q-q-q-q-q-q-q-q-q-q-q-q-q-q-q-q-q-qu… ¿¡QUE!?

Ella rápidamente tomó a Tatsumi del cuello de la camisa.

-¿¡Que diablos hiciste mientras estaba en la academia mágica!? ¡Maldito perro infiel!

Ella empezó a agitar a Tatsumi con fuerza, ahogándolo por su fuerza.

-M-min… nerva ell-llos son… mis e-estupi… pidos amigos…

-¿Enserio?

Tatsumi asintió con sus pocas fuerzas.

-¿¡ENSERIO!?

Miró con seriedad al trío, los cuales también a sintieron.

-Entonces dime que es eso, ya había pensado otras cosas.

Ella solo a Tatsumi provocando que caía el suelo, casi desmayado.

-Huy, se murió.

-Llamen a Aqua-sama, ella le hace un sana que sana y como nuevo.

-Yo tuve sexo con Rachel.

-…¿?

Ambos miraron a Kojiro, algo extrañados.

-No tenía que ver al caso, pero quería presumir con alguien. Hey, hey.

Kojiro alzó su mano esperando un choque.

-¡Hey!

Akayuki fue quien terminó chocando los cinco con el.

-Oye… Tatsumi no está respirando.

Kazuma se quedó viendo como Tatsumi había tomado un color morado.

-¡Tatsumi!

Minerva se lanzó hacia el para empezar a patear su pecho.

El pobre Tatsumi tuvo que ser llevado de emergencia con Eris para que lo sane.

***

Ya en la iglesia de Eris.

Luego de sanar al pobre de Tatsumi, el trío se ponía al día.

Kazuma estaba bastante curioso de lo que estaba sucediendo.

Luego de enterarse de todo, se quedó con algunas dudas.

-¿Y que harán Dark y tu?

-Pues saldremos de viaje, intentaremos limpiar la zona de la presencia de la brigada, nunca fuimos buenos de movernos en grupos grandes.

-¿Algún destino en especial?

-Dark dijo que quería ir por el territorio del antiguo ‘señor del cuerpo de hierro’, ‘rey de los humanos monstruosos’.

-Oh. Recuerdo haber leído de él, ¿uno de los antiguos reyes, no?

-No lo se, no soy erudita.

Akayuki solo comenzó a jugar con su espada, todo para pasar el rato.

-¿Y tu, señor me tire a Rachel?

-Tus insultos suenan como halagos.

-Perdón, deja acomodo el transmisor que me dio Rachel.

Kojiro palideció al escuchar eso

-¡Ni te atrevas!

-¡Hahaha!, ya enserio.

-Maldito, te prefería en una cama como inválido.

Kojiro suspiro del cansancio, para luego tomar un cigarrillo.

*Suspiro*

-Rachel y yo comenzamos a armar un arma voladora, nos tomará un rato.

-¿Voladora?

-Será una sorpresa.

Kojiro expulso humo de su boca, relajándose en las bancas de la iglesia.

-¿Y t…?

-Qué bonito es ver cómo fuman en tu iglesia.

Antes de poder preguntar, Eris apareció en la sala.

Está estaba junto a Tatsumi y Minerva.

Kazuma sólo saludo con la mano.

-Al menos dame un abrazo de saludo, santo cielo... me entere que volviste apenas en la mañana, pero estoy tan cansada como para andar de arrastrada...

-...

-Al menos por hoy.

Eris se miraba cansada y bajo algo de estrés.

-No me den más trabajo, ya tengo suficiente con tener que bendecir cientos de armas al día.

-Se te da bien el trabajo, ya tenias siglos de estar sentada sin hacer mucho.

-Cierra la boca.

Eris se acercó a Kazuma y le dejó algo en sus manos, luego se retiro de la sala.

Al verlo, Kazuma solo sonrió un poco.

‘Es lindo ver que aun usa las blancas.’

Guardo las bragas en su ‘inventario’ y luego se levantó.

-¿Minerva, no es así?

-Sí, es un gusto, Tatsumi me ha hablado mucho de usted señor Kazuma.

Ambos se dieron un saludo con la mano, el entorno era bastante relajado.

-Estos son mis amigos.

Kazuma se puso a pensar sobre algo que lo molestaba.

-Y yo pensaba que Tatsumi era homosexual.

-Yo perdí la apuesta con Rachel.

-¡Mis mejores amigos!

Tatsumi se miraba fastidiado, pues intentaba impresionar a Minerva.

Pero algo en la espalda de la chica llamó la atención de Kojiro.

-¿Eso es un arma mágica?

-¿Eh? ¿Esto?

Minerva sacó una especie de fusil de asalto, pero más grueso y con conductores de mana.

-Lo hicieron en la academia mágica de Brydle, fue molesto buscar los materiales.

-Esta muy bien hecho, ¿Puedo echar un vistazo?

-Claro.

Kojiro empezó a revisar el arma de inicio a fin, quedando algo asombrado por lo bien hecha que estaba.

‘La mayoría son cristales de dragón, común en Brydle.’

-¡Eso es, cristales de dragón!

Kojiro tuvo una gran idea al mirar aquel arma, sin decir nada más salió corriendo de la iglesia.

-¿Qué le pasa?

-Ni idea.

Vieron como Akayuki se acercaba a la puerta por donde había salido Kojiro.

Pero esta se abrió de golpe mandándola a volar.

Iris era quien había abierto la puerta, caminando directo hacia Kazuma.

-Hermano Kazuma, mi padre quiere verte.

-¿Enserio?

-Sí, es enserio, tenemos que hablar de unos temas importantes en el palacio.

-Bueno…

Kazuma se levantó y se estiró un poco, luego se despidió de ambos.

Este se dirigió junto a Iris al palacio Real.

***

Frente a la puerta de la sala del trono, Iris estaba algo inquieta.

Intentaba enseñarle ética de forma apresurada a Kazuma.

-Recuerda, aunque sea más débil sigue siendo el rey y mi padre, trata lo con respeto.

-Entiendo, humillarlo de la peor forma posible.

-¡Hermano Kazuma, habló enserio!, es la primera ves que tienes una sesión con el rey… uno que si se hace respetar.

-Que molesto.

-Hermanito Kazuma.

Iris comenzó a hacer una tierna mirada, pero Kazuma sólo río.

-Tus encantos no funcionan en mi, debes tener al menos la edad para considerarte una mujer hermosa y no una niña para eso.

-…¡!

Iris comenzó a expulsar algo de sed de sangre al escuchar eso.

Solo suspiro cansada, para luego acomodar la ropa de Kazuma.

-Aunque sea hazlo por mi, ¿vale?, es muy importante… quiero que dejes una buena imagen con mi padre para…

-No me voy a casar contigo.

-¡Al menos déjame terminar!

-Ibas a decir eso.

-¡Ese no es el punto!

Iris comenzó a hacer varios pucheros molesta.

-Solo entra y comportante, ¿si?

-Cómo digas.

Kazuma y Iris finalmente entraron a la sala del trono real.

Está ves el entorno era diferente, todo por la presencia del rey.

A su lado estaba su hijo mayor, Jatice, quien fue considerado como el hombre más fuerte antes de Kazuma.

Ambos quedaron delante del rey, aunque Iris dio una reverencia.

-Hermano Kazuma, el saludo.

Iris intentó susurrar a Kazuma.

-Heh…

‘¡Hay no!’

Iris maldijo a los cielos cuando vio la sonrisa de Kazuma.

-¿Por qué debería arrodillarme ante un ser tan miserable y inferior a mi?

-…¿¡!?

Las palabras de Kazuma sorprendieron a todos los presentes.

Pero Iris solo se levantó cerrando los ojos con fuerza.

-¡¡Lo sabía!! ¡¡Sabía que esto iba a suceder!! ¡¡Maldita sea, ya sabia!!