Un equipo de investigación estaba en la isla Jeju.

Ya había pasado un tiempo desde la caída del rey hormiga, dejando paso libre para la recolección de materiales.

La gran cantidad de manatitas y coronatitas naturales de gran cantidad fue una gran ayuda, logrando reforzar y poner en marcha varias armas mágicas.

Rachel junto a Kojiro estaban encabezando este recolección, sirviendo también como un apoyo de defensa.

Eso por si la situación pudiera volverse peligrosa, mayormente por los residentes ataques de la brigada.

-¿Han tomado toda la frontera que tenemos con el reino demoníaco?

-Eso escuche del último grupo de exploración. Ahora estamos en una mala situación terrenal.

-Tienes razón.

Rachel pensaba en ello, pues el reino demoníaco ocupaba gran parte de los laterales de Belzerg.

La brigada ya tenía territorio en gran parte de Elroad, solo dejando la costa y los límites con Brydle libres.

-Vamos a tener que recoger todo rápido, y armar de una ves aquellos vehículos de guerra que decía el libro.

-Sin duda hay conocimiento exorbitante aquí dentro. ¡Es un gran logro para la humanidad!

Kojiro estaba animado por un libro que encontró entre el tesoro enviado por Kazuma.

Este contenía gran conocimiento militar y armamentístico. Desde tanques, hasta aviones de combate.

Usar esa maquinaria mejorada con mana sería un gran avance, podrían igualar el poder destructivo de la brigada.

Dicha tecnología moderna para la tierra, era un salto bastante amplio en la ciencia de ese mundo.

Era más de 500 años en el futuro, incluso más, tomando en cuenta que la Tierra se había centrado más en su conocimiento que en su cuerpo.

Aunque para interrumpir la charla, un minero apareció, dirigiéndose hacia el par.

-¡Señorita Alquimista! ¡El equipo de minería encontró algo!

-… ¿Huh?

La atención de Rachel fue captada por el minero, dejando de lado su conversación con Kojiro.

-¿Qué han encontrado?

-No lo sabemos. Tiene la apariencia de una compuerta metálica, pero con símbolos raros.

-¿Qué clase de símbolos?

-Estos…

El minero sacó un papel de su cinturón, mostrándoselo a Rachel.

-Esto…

-… ¡¡!!

Pero Kojiro se alarmó al ver esos símbolos, entendiendo el logo de marca en letras japonesas.

Era un kanji que se podía leer como : “Arquitecto”.

-¡Llévanos ahí! ¡Ahora!

-S-si… Por aquí.

El minero señaló hacia un lado, caminando para guiar a los dos hacia el origen del símbolo.

***

En lo más profundo del volcán inactivo, había un gran muro cubierto por rocas antiguas y minerales de gran valor.

Pero a través de la búsqueda y extracción de los mineros, se hallaba una puerta de metal.

Kojiro se acercó a ella, tocándola con la palma de su mano.

‘Este acabado… Sin duda es del viejo.’

Kojiro empezó a dejar circular su mana dentro de la puerta, logrando que esta brillará en los símbolos japoneses.

Una voz electrónica se escucho desde el otro lado de la puerta.

[Escaneando…]

[Escáner completado. Bienvenido de nuevo, “Artesano”.]

Rachel entendió la seriedad de Kojiro al escuchar ese apodo, ya que ella estaba al tanto de su procedencia.

-Kojiro…

-Sabía que me detectaría, ya que soy un clon del viejo.

Kojiro siguió adelante, abriendo la compuerta de metal con solo su tacto.

Rachel se quedó mirándolo algo preocupada, mirando de reojo al minero.

-Que el equipo minero mantenga una distancia, no quiero que nadie entre.

-¡Entendido, señorita Alquimista!

Rachel siguió a Kojiro a través de la compuerta de metal.

Un camino bastante angosto y sin mucha iluminación la recibió, viendo muchos cosas tapadas con mantas de tela.

Kojiro supo que eran sólo con su forma, comenzando a divagar.

-Es un almacén.

-… ¿?

-El viejo creaba tantas cosas peligrosas, que cuando se arrepentía las guardaba en almacenes por el mundo. Este es uno de ellos.

-¿Entonces puede que encontremos esa fantástica tecnología aquí?

-Quieres no alabarlo, por favor. Recuerda quien creó al “Destructor” y al “Rey Hormiga”.

-Bueno, no me vas a negar que son grandes armas mágicas.

-Que causaron muchas muertes.

-¡Siguen siendo fantásticos!

Kojiro rodo su mirada, tachando de loca a Rachel.

Aunque comprendía su admiración, pues ella se la vivió leyendo varios libros que él mismo le había entregado.

Al inicio sólo le dio las memorias del anciano para poder tener una excusa de olvidarse de su cumpleaños.

Pero al final Rachel le ganó interés a ellos, obligándolo a darle y buscar los demás.

Siguiendo su camino de largo, terminaron en lo que parecía ser una sala de control principal.

-¿Qué es eso en el muro?

Rachel miró una especie de cristal gigantesco plantado en la pared, rodeado de un metal oscuro.

-Es una pantalla, tal ves ese viejo si terminó ese proyecto.

-¿Proyecto?

Kojiro se acercó a la pantalla, viendo una repisa llena de polvo delante suya.

-¡Fuu!

Luego de dar un fuerte soplido, todo el polvo salió volando de aquella repisa.

‘Un teclado.’

Kojiro ya sabía que eso era una especie de computadora, entendiéndolo por su conocimiento tecnológico.

Aunque este era en su mayoría por las memorias genéticas del anciano.

Kojiro comenzó a teclear, logrando encender la pantalla que había pegada en el muro.

Ambos miraron la pantalla, viendo un título que decía : “Memorias”.

-¡Haha! ¡El viejo siguió marcando cosas vergonzosas!

Kojiro comenzó a reírse un poco, las memorias del viejo siempre le sacaban una sonrisa de burla. Ya que en su mayoría, era todo vergonzoso.

Pero Rachel tenía un mal presentimiento, tomando la manga de Kojiro.

-No creo que sea buena idea.

-¡Ha! ¿Por qué no? A ti te encantan las memorias del viejo.

-Si, pero no creo que sea el momento. Algo se siente raro.

-Será tu menstruación, yo me siento normal.

-¡Idiota!

-Di lo que quieras… bruja.

Kojiro ignoro a Rachel, preparado para iniciar una sesión de burla hacia el viejo.

Luego de seleccionar la carpeta, un video se comenzó a reproducir en la pantalla.

***

En la pantalla apareció el anciano artesano, feliz al ver que esta encendía.

[-¡¡HAHAHA!! ¡¡LO HE LOGRADO!!]

[-Finalmente he conseguido recrear una computadora en este mundo, enhorabuena por mi.]

[-Ahora podré ver todos los videos para mayores que quiera, incluso puedo venderla a millones y…]

Aunque de repente su sonrisa se perdió, dejando un rostro decaído.

[-… A la mierda.]

[-¿A quien quiero engañar? Ya no tengo ganas de hacer nada.]

[-Han pasado semanas desde la última ves que vi a Kojiro, tal ves meses.]

[-Me siento como la mierda, debí haber…]

Ligeras lágrimas comenzaron a caer por el rostro de Kojiro.

[-¡Si tan solo le hubiera dicho la verdad antes! ¡Si quería usar su cuerpo para mis propósitos!]

[-O al menos eso quería…]

El anciano comenzó a mirar directamente hacia la cámara, esperanzado por algo.

[-Kojiro, espero y quiero que alguna ves escuches esto, por favor…]

[-Perdón por haber querido usar tu cuerpo, yo solo quería vivir por siempre.]

[-Pero me di cuenta de algo más…]

Una pequeña sonrisa apareció en el rostro del artesano, recordando el pasado con cariño.

[-Al inicio solo eras un nuevo personaje para mi jugador, pero…, te terminé agarrando cariño.]

[-No recuerdo en qué momento fue, pero antes de que me diera cuenta yo ya te quería. Creo que entiendo…]

[-Eh sido un hombre solitario durante años, y tenerte junto a mi despertó… la paternidad.]

Al artesano saco una foto de su bata, mirándola con cariño.

En esa foto estaba el junto a Kojiro, trabajando en su avioneta.

[-Solo quiero decirte que… Te quiero hijo, y perdón por no haber sido un buen padre.]

El artesano se dejó caer en su silla, mirando con pena y nostalgia hacia el techo.

[-Se que jamás podré limpiar mis pecados, y ya no quiero seguir viviendo una vida así. Mi estupidez ha causado y causará mucho dolor, lo sé…]

[-Mis inventos jamás fueron para bien, todos son armas. ¡Por eso te lo pido Kojiro! ¡Vuélvete un hombre que pueda crear maquinas que yo jamás pude! ¡Máquinas para el bien!]

El anciano recogió un papel del escritorio, los cuales eran los planos del destructor.

[-Sabes… Acabo de ver que no diseñe una forma de salir o controlar al destructor, pero no lo voy a cambiar...]

[-Morir en soledad en una arma que yo cree. Ese es el castigo que me merezco por todo lo que hice, por todo… lo que te hice.]

Al artesano se resignó a su destino, sonriendo por última ves a la cámara.

[-Vive una buena vida, hijo.]

***

Luego de que la pantalla se apago, hubo silencio.

Rachel miró con impresión y preocupación el final de la grabación.

Con alió de precaución, Rachel quiso tomar la mano de Kojiro.

-Kojiro…

-¡¡JAJAJA!!

-… ¿?

Kojiro empezó a reír a carcajadas, tapando su rostro con la mano, mientras aún reía.

-¡Sabía que eras patético, viejo! ¡Pero está ves te pasaste! ¡JAJAJA!

Kojiro siguió riendo, preocupando aún más a Rachel.

‘Kojiro…’

Pero cuando Rachel intentó acercarse, Kojiro dio un paso adelante.

-Bueno, he terminado aquí. Llama al equipo de minería para que lleven todo aquí, yo veré si hay un plano o algo…

-Kojiro…

-¿Qué esperas? ¿Qué te de un beso o que hagamos costas?

-…

Rachel sintió como Kojiro había levantando una barrera, dándole la espalda.

-.. Bien.

Rachel sabía que era lo mejor en estos momentos, Kojiro sólo como la persona que era, necesitaba un tiempo a solas.

Pará dejarlo solo aunque sea por unos minutos, Rachel se dirigió a la salida en silencio.

Kojiro noto esto, acercándose hacia el tablero para tomar una hoja bastante vieja.

Estos eran los planos del destructor, la tumba del anciano artesano.

-De verdad que eras idiota, viejo…

Pero de repente algo cayó sobre la vieja hoja, manchándola.

Pudo haber sido por la humedad de la cueva, pero estaba tan bien sellada, que no había forma.

Después de todo, esa gota era una lagrima que Kojiro, quien mantenía una sonrisa.

-De verdad… Eres un imbécil…

Kojiro apretó la hoja con fuerza, a tal punto que esta se partió por la presión.

Un golpe con ambas manos resonó en la repisa, mientras que nuevas lágrimas caían.

¡Pam!

Kojiro apretó sus dientes para evitar soltar algún sonido.

Pero la verdad era que estaba enojado y dolido.

Enojado por haber sabido que el viejo jamás le contó esa verdad, pero no sólo con el. Pues su dolor fue por no haber pensado en esa posibilidad.

Pero por encima de todo, estaba furioso por tener que haber visto ese video.

Pudo haber seguido con su vida sin saberlo, pero tuvo la peor de las suertes al verlo.

Y ahora tenía que cargar con ese dolor en sus hombros.

‘¡Mierda…!’

***

Cerca de la frontera entre Belzerg y Elroad.

Una taberna estaba atendiendo a altas horas de la noche, sirviendo una gran cantidad de tarros de cerveza a una persona.

Claramente era una mujer de cabello blanco, bebiendo una gran cantidad de alcohol en sólo pocos segundos.

Los clientes de la taberna se le quedaron viendo con distancia, pues algo les decía que no debían estar cerca.

Pow

Cuando un tarro cayó al suelo, el dueño supo que debía rellenar más.

-Otro…

-S-señorita… creo que ya ha beb…

-¡Otro!

Cuando la mujer subió su tono de voz, varios en la taberna solo pudiendo temblar del miedo.

La sed de sangre que estaba dependiendo era absurdamente enorme, no era normal para un humano.

Pero mientras que aquella escena se repetía una y otra ves, dos personas entraron a la taberna.

Ambos estaban cubiertos por una gran capa, ocultando incluso sus rostros.

El mayor entre los dos se acercó a la mujer, sacándose su capucha.

-Hola, ha pasado un tiempo…

-… ¿?

Cuando la mujer volteo, logró reconocer el rostro al instante.

Un cabello marrón casi negro, con un rostro aún más maduro que la última ves que lo vio.

El no era nadie más y menos que Kazuma, aunque aquella mujer no quería verlo.

-Akayuki.

Akayuki tomó el mango de su espada por reflejo, dejando ver su rostro a través de su nueva cabellera albina.

Unos ojos casi muertos era lo único que se veía en aquella mirada que alguna ves desprendía alegría y inocencia.

‘Entonces era verdad…’

Kazuma pudo comprender la razón por la cual Akayuki estaba como estaba.

Pero cuando Akayuki se puso de pie, el supo que debía ir al grano.

-Debemos hablar.

-…