Kazuma no movió ni un solo musculo.

Frente a él, Aqua lo miraba con miedo en sus ojos.

Su cuerpo temblaba como nunca antes, debatiendo miles de veces en su mente si era buena idea hacer algo.

Ella no podía avanzar ni un solo paso hacia delante, incluso le costaba mantenerse en su posición.

Pero ella no sería la primera en responder de aquella calamidad.

—Tu... desde la primera vez.

Kazuma miró a Aqua con una mirada suplicante, queriendo aferrarse a su última oportunidad.

Con una voz casi quebrada, Kazuma le pidió una respuesta urgente a Aqua.

—Solo me viste como Percy... Todo el tiempo, incluso cuando te ganaste mi confianza y te confíe mis peores momentos... ¿Siempre fue así?

—...

Aqua se quedó callada, mordiendo su labio al saber que no podía mentir.

Kazuma sólo miró el suelo con decepción al no escuchar una negativa.

—Entonces es así...

—¡¡Te equivocas!! ¡¡No fue así!!

Aqua finalmente se puso de pie, acercándose a Kazuma mientras lo tomaba del mango de su camisa.

—En un inicio... admito que solamente quería recuperar a Percy... Pero ahora yo... ¡Yo sinceramente me olvide de eso! ¡Perdí junto a ti la noción del tiempo y de mis acciones! ¡¡Yo...!!

—No hace falta seguir poniendo escusas.

Kazuma cerró sus ojos lentamente.

—¡¡No son escusas!! ¡¡Te estoy diciendo la verdad!! ¡¡Kazuma yo...!!

—Te dije que...

—... ¡!

En un parpadeo, una acción inesperada se realizó entre ambos.

Un sonido fugaz viajo por el espacio hasta lograr ser percibido de todas las formas.

¡FUSH!*

Aqua se quedó en completo silencio.

Pues Kazuma había atravesado el pecho de Aqua con su mano estirada como la punta de una lanza.

Fragmentos de luz comenzaron a salir en forma de partículas desde aquella herida.

Aqua apenas pudo reaccionar para ver los ojos de Kazuma.

-K-kaz...

Cuando lo vio, Kazuma al mismo tiempo volvió a abrir los ojos.

En ese instante, una oscuridad sin fin fue liberada sobre la creación misma.

El abismo fue liberado en un solo momento, empezando a consumir todo a su alrededor en sombras.

El cuerpo de Aqua comenzó a brillar, siendo devorada por aquella oscuridad sin fin.

Pero no padeció... pues ella se volvió una pequeña gema que era sujetado por la palma de la mano de Kazuma.

En forma de una esfera del tamaño de una canica, en eso se había convertido Aqua.

Kazuma sólo miró directamente aquella esfera a través de los ojos del abismo.

—...

Nada de él se lograba ver, era sólo una masa de oscuridad pura en su estado más primordial.

Pero Kazuma sintió algo viniendo desde lejos, mirando hacia el cielo.

En un momento, un monstruo emergió desde las llamas.

***

De repente, un rugido se escucho por todos los seres vivos del espacio observable.

—¡¡¡MONAAAAARCA!!!

Con aquel estruendo, unas fauces monstruosas tomaron lugar por todo el cielo.

Un dragón gigantesco, tan grande o incluso más que el mismo sol apareció.

El extendió sus alas y se dirigió hacia el planeta con su mandíbula abierta.

—¡¡FINALMENTE TENGO UNA EXCUSA PARA ACABAR CONTIGO!!

Antares estaba desbordando felicidad, pues finalmente podía ir en contra de los deseos del Gobernante de la Luz.

Luego de tanto, el ya era capas de acabar con el ser que tanto odiaba.

El poder del absoluto y primordial de la destrucción se dejó sentir por todos los seres vivos en el sistema solar.

El gran dragón se preparo para devorar el planeta de un solo bocado.

—...

Pero Kazuma no reaccionó ante el, únicamente concentrado en la esfera celeste.

El dirigió su mano hasta apuntar al dragón, apretando su agarre como apretando algo.

La aterradora autoridad del abismo se dejó ver en un instante.

—¿¡Hkkk!?

De repente, el hocico del dragón fue aplastado por un peso inconmensurable.

El peso fue tanto que no podía ser comparado por todos los agujeros negros del universo entero.

La realidad y el espacio se distorsiono de una forma tan perfecta e impecable, que nada más que Antares fue afectado.

Antares fue retenido en su posición por aquel peso.

'¡Este maldito! ¡Quiere oponerse ante mi con aquel asqueroso poder!'

El primordial de la destrucción se sintió asqueado.

Recordó aquella autoridad que tanto despreciaba, la causante de sus horrores y dueño de sus pesadillas.

Su odio aumentó su ira como si fuera un combustible, ardiendo cada parte de su ser.

—¡¡MONARCA!!

El gran dragón rugió con poder, logrando sacudir el planeta entero.

Únicamente no se destruyó gracias a la presencia del abismo, el cual ya lo había tomado como parte de su "Territorio".

En un instante, Kazuma desapareció en el mismo espacio.

Antares se alertó por esto, sabiendo por experiencia lo terrible que podía ser perderle la pista al "Monarca de las Sombras".

'¿Dónde...?'

Antares busco por todas partes, pero no logro encontrar nada.

Pero mientras buscabas, todo su entorno cambió luego de parpadear.

De repente todo estaba oscuro, pareciendo estar rodeado de un encierro sin fracción de luz.

Aunque algo se logró ver desde lejos, siendo algo en forma de mano y creado a partir de cientos de estrellas.

'Una constelación.'

Antares reconoció el conjunto de estrellas, pues los mortales la llamaban la "Mano de Dios".

Pero eso no tenía sentido, pues se supone que esas estrellas no deberían verse desde su ubicación actual.

Habían zonas del universo observable que dependían de la posición actual.

Más extraño fue cuando siguió buscando, logrando ver otro conjunto de estrellas alrededor de lo que parecía ser una galaxia.

Está tenía forma de un ojo, siendo llamado por los mortales como el "Ojo de Dios".

'No... Eso no debería estar ahí.'

Antares se comenzó a desesperar cuando logró ver todo su entorno bien, logrando sentir aquello que lo rodeaba.

—¡No! ¡Todo esto es autoridad! ¡Yo...!

Antares cargo sus fauces con una llama primordial, liberando el "Aliento de la Destrucción" en dirección recta.

¡¡¡FUAAARH!!!*

Aquella llama nacida en la oscuridad avanzó, siendo capas de destruir todo lo que pasará delante de él.

Pero esa llama encontró su final antes de tiempo, dándole las respuestas a Antares.

—¡¡¡TE MALDIGO, MONARCA!!! ¿¡COMO TE HAS ATREVIDO!?

Antares libero un poder caótico hacia todas las direcciones, aunque este terminaba encontrando su final en aquella infinita oscuridad.

Pues Antares ahora estaba en el abismo, rodeado y consumido por un sinfín de oscuridad primordial.

***

Kazuma sentía el poder rebosante de Antares estallar dentro de sí mismo.

Imitó el hecho de enviar algo al "Inventario", logrando vencer en un parpadeo a aquel que se proclamaba como el absoluto del universo entero.

Pero eso no le interesaba en lo más mínimo, pues toda la atención de Kazuma se centraba únicamente en Aqua.

El volvió a mirar la esfera en su mano, sabiendo que eso era toda la existencia de la misma.

—...

Solo debía aplastar aquella esfera, y Aqua sería eliminada por toda la eternidad de cualquier rastro de lo que alguna vez fue.

Pero no lo hacía...

Kazuma en su estado actual era capas de pensar, comenzando a tener cientos de debates mentales sobre sus acciones y sus mejores opciones.

Al hacerlo, se dio cuenta de una verdad.

Ver a Aqua obsesionarse de aquella manera, únicamente le recordó a su misma imagen.

Si ese era el caso, y si el también estaba marcado a seguir aquel caótico destino, entonces...

¿Qué los hacía diferentes?

El se debatía si siquiera había un punto de diferencia entre lo que él hacía y lo que Aqua hizo.

Al darse cuenta de ello, sabía claramente que no tenía autoridad para elegir el final de Aqua. Esto ya que entonces de ser el caso, el también tendría que juzgarse por sus propias acciones.

—Que...

Finalmente el abismo regreso hacia el interior de su rey, oculto entre su sombra.

Kazuma recobro su forma natural, mirando de forma intranquila aquella esfera.

—¿Qué quieres que haga ahora? Ya no tengo nada... no me queda nada...

Si cobrará su venganza justo ahora, entonces que tocaría después.

Un nuevo temor nació para Kazuma, pues el ya se había hartado de las zarpas de la venganza y se había enfocado en aquella esperanza que Yunyun le enseñó a mantener.

Pero si le enseñaba a Aqua la muerte, entonces que sería de él después de hacer eso.

¿Qué motivo tendría luego de eso?

Ya no le quedaban más razones para vivir, pero incluso tampoco le quedaban motivos... para morir.

'Este es el precio... El poder de la muerte se debe pagar aceptando... ¿Debo aceptar que todo de mi conocerá la muerte? ¿Incluso mis ambiciones?'

Entonces fue en ese momento que Kazuma recordó la gran guerra.

¿Qué motivo tenía el primer "Monarca de las Sombras" para hacer lo que hizo?

Cuando se preguntó eso, ella apareció delante de él en forma de visión

La Monarca se mantuvo firme ante su mirada, notando la esfera que sostenía en su mano.

—Veo que ya lo has entendido.

—Lamentablemente...

—Este es nuestro destino, a nosotros no nos... queda jamás nada.

—Si hay algo entonces ese algo no llegará a durar por nuestra propia culpa.

—Solo aquello que camina a nuestro lado puede estar en la muerte, pero...

—Nada de eso puede estar vivo...

Kazuma miró con pena a la Monarca, logrando imaginar el sentimiento por el que ella tuvo que pasar durante tanto.

—Por eso te emocionabas de mi vida... Por que tenía una, y gracias a mi tu...

—Fui capaz de experimentar la de nuevo.

La Monarca se acercó a Kazuma para recostar su cabeza, usando su pecho como almohada.

—Gracias... y perdón por no advertirte de lo que pasas ahora.

—...

Kazuma miro hacia el cielo con melancolía, recordando las veces en las cuales no entendía nada de lo que sus ojos lograban ver.

Pero ahora entendía todo, sabía todo y podía lograr todo.

Con él poder que ahora poseía, incluso tomando en cuenta su reciente acción. Kazuma se dio cuenta que todo lo que observaba ahora estaba bajo su merced.

Entonces... ¿Qué haría ahora?

—No...

Un poco de esperanza se logró ver en los ojos de Kazuma, pudiendo brillar incluso la inmensa oscuridad que lo rodeaba.

—Aún queda algo más...

Kazuma se relajo, logrando iniciar algo que había estado escondiendo y postergando desde hacía mucho tiempo atrás.

En un instante, un gran número de timbres sonaron en su mente.

Tingling*

Tingling*

Tingling*

[El alma del "Jugador" ha aceptado la naturaleza de su existencia.]

[El "Jugador" ahora puede vincular su alma con el abismo.]

[¿Desea iniciar el proceso de evolución de rango?]

[Si/No]

Kazuma leyó atentamente cada palabra que dejaba ver aquellas pantallas.

El estiró su mano hacia el "Si", logrando aparecer otra pantalla.

Ring*

[¡Advertencia! Una vez que se inicie la evolución, el "Jugador" no podrá volver a desactivar el "Corazón Negro".]

[¿Desea continuar con la evolución?]

[Si/No]

Kazuma se acercó para aceptar todo eso, pero su mano fue detenida por la Monarca antes de hacerlo.

Ella lo miró con duda.

—¿Estas seguro?

—...

Kazuma cerró sus ojos para pensar en lo que iba a hacer a partir de ahora.

Pero el ya había tomado una decisión.

'Para que ella pague el precio... '

Kazuma decidió que el peor castigo para Aqua, sería hacerla presenciar como lo que más amo se volvía lo que más odio por su culpa.

Y solo había un camino para ello...

—"Si".

***

Varios días después.

Frente a una inmensa montaña, un grupo caminaba en línea recta.

A la cabeza estaba Kazuma, quien tenía una larga gabardina negra como vestimenta.

Junto a él estaban todos sus siervos.

A su derecha, estaban Wiz y Shinobu. Mientras que a su izquierda, estaban Chomusuke y Zell.

Antes de seguir avanzando, Wiz puso en duda la repentina toma de decisiones de su rey.

Debía estar segura que esto era idea suya.

—Mi señor... ¿Esta seguro de esto?

—Nunca has dudado de mis decisiones... y no debes hacerlo.

—P-per... Entendido, mi señor.

—Ahora... No hagan que los maten.

Kazuma camino hacia delante, logrando cruzar una barrera ilusoria del entorno.

Ahora frente a él había una fortaleza, tan grande como para cubrir todo lo que se lograba ver en el entorno.

Con su aparición, los soldados armados en la entrada se quedaron pálidos.

-¿A-h...?

-E-el... A-aquí en la brigada...

Con miedo, ellos se quedaron pálidos ante la presencia del grupo.

Pará su buena suerte, estos fueron ignorados para que el grupo siguiera su camino.

Cruzaron mucho, logrando ver cosas que sus antiguos aliados no podían más que soñar.

Todos los soldados de la brigada estaban listos para atacar, pero por alguna razón no podían.

De repente, una multitud aclamo su llegada.

-¡¡El Monarca ya ha llegado!!

-¡¡Nuestros horrores y pesares finalmente serán terminados!!

-¡¡Alabad al Monarca!!

-¡¡Bendito sea el Monarca!!

La multitud quiso avanzar para estar cerca de lo que ellos consideraban como el único y más grande rey.

Pero Kazuma no quería fastidios.

—"Surjan".

Con un susurro, todo el ejército de miles de sombras emergieron desde el suelo.

Estos se pararon en dos columnas hacia la entrada de la gran fortaleza.

Guardias que protegieron el camino directo del rey hacia su objetivo.

Kazuma solo siguió avanzando sin inmutarse o ganar interés en algún otro lado.

El siguió hasta entrar a la gran fortaleza, siendo seguido por sus instintos hacia una habitación.

Al abrir la puerta de golpe usando la "Autoridad del Gobernante", el fue recibido.

PLAM*

Frente a él estaba un trono, pero sus acompañantes su reaccionaron a lo demás.

Pues las fichas principales de la brigada estaban en esa habitación.

Yuu se alertó por la presencia de Kazuma, dando un paso adelante con su espada desenvainada.

-¡Tu...!

Pero al hacerlo, este solo fue detenido por el toque de Valac.

—Alto... No es...

Valac miró directamente a los ojos a Kazuma, logrando sentir sus intenciones.

Pero al hacerlo, Valac solo vio algo que le generó una sonrisa de oreja a oreja.

—En ese caso...

Valac hizo una reverencia, reconociendo a Kazuma como lo que era ahora.

Le abrió el paso, dirigiéndolo directamente hacia el trono.

Kazuma se dirigió hacia el trono, no sin antes detenerse al lado de Valac.

—No quiero mas juegos, acabaremos con esto, ahora...

—Como usted ordene.

Valac sonrió al ver que Kazuma se sentaba en el trono, recostándose en el.

Ya en su trono, Kazuma verifico la decisión que había tomado.

[Nombre : Kazuma Satou]

[Nivel : 352]

[Clase : Candidato a Monarca de las Sombras. ]

Con esa decisión confirmada, Kazuma finalmente se relajo.

—Bien, ahora...

Kazuma se inclino hacia delante, sentándose en aquel trono con melancolía.

Pues sabía que a partir de este punto.

—Solo falta un paso más.

...

...

...

*El siguiente será el arco final*