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Mi traición

En lo largo de un pasillo oscuro y sin iluminación alguna.

Al final de este largo corredera, había una salón real que dejaba ver un trono iluminado por la luz de la luna.

Esta luz no solamente iluminó el trono de la habitación, sino que también dejaba ver entre sombras al rey que se postraba en aquel lugar.

Con unos ojos oscuros y carentes de cualquier clase de emoción, ahí yacía Kazuma.

Luego de haber subido de rango, finalmente se podía ver como lo que alguna vez fue se perdía completamente del rastro.

El solo permaneció en aquel trono, sentando con los brazos cruzados.

Cuando un viento azotó el exterior del castillo, las cortinas dejaron entrar más de la luz de la luna.

Gracias a eso se logro mostrar a los acompañantes de Kazuma.

Actualmente solo estaba Wiz a su derecha, mientras que varias sombras se revolvían alrededor suyo.

Kazuma sintió el mensaje.

—Beru, reporte de la misión.

De entre las sombras que dejaban el trono se mostró Beru.

-Es tal y como se esperaba, mi rey, todos los soldados de sombra han retornado bajo su ala.

—Bien hecho.

Kazuma tenía la intención de cortar toda línea con los que alguna vez fueron sus amigos y aliados.

Ahora con una nueva meta en mente, Kazuma se comenzó a centrar y mentalizar en lo que haría a partir de ahora.

Cuando comenzó a pensar en ello, una mueca apareció en su rostro.

'Es la única forma...'

Kazuma logró ocultar sus emociones, mirando de reojo a Wiz.

—Llámalo, ya estoy listo para hablar con el.

-Como diga, mi señor.

Wiz dio un paso hacia delante para iniciar su trayecto y salir de la habitación.

Pero un crujido se escucho de forma repentina, trayendo consigo una voz.

—¡Eso no será necesario!

De repente, Valac comenzó a salir de lo que parecía ser una grita dimensional justo frente al trono de Kazuma.

Crash*

Crash*

Crash*

Valac camino hacia delante, se detuvo una vez que el se pudo dejar caer en el trono de Kazuma.

Kazuma solo ignoro esto, centrándose en sus motivos actuales.

—Ya estoy listo para toda esa... palabrería que tanto decías.

—Oh, sin duda en mente ya estas listo.

—En ese caso...

—¡Pero...! Lamentablemente no estas del todo listo.

—... ¿?

Kazuma se confundido por aquellas palabras, pues no había mucho sentido en ellas.

El tenía entendió que Valac movía incluso un objeto sin fricción de movimiento con tal de poder cumplir su meta.

Por esa misma razón no te sentido que este no la acepte, peor incluso ahora por la situación.

Pero Valac tenía un par de motivos para esto.

—Pará iniciar, negarte a esto durante mucho no te hizo nada bien. Puedes comprobarlo, creo que ya te has dado cuenta de que tus habilidades incrementaron.

—De hecho... lo note.

Aquel crecimiento tan repentino era algo que sólo vivió una vez en el pasado, curiosamente por el mismo motivo.

La mayoría de todas sus habilidades habían sido mejoradas a grandes escalas.

Incluso una que otra se vieron potenciados por el poder de Antares y Aqua, los cuales ahora yacen dentro del abismo de diferentes formas.

Valac camino nuevamente de donde había salido.

—Te haré una prueba, usa la materialización.

—...

Kazuma sabía a que se refería Valac, así que prosiguió a iniciar con ese pedido.

Concentro lo que para otros sería un mar de mana, aunque para el no era más que un par de gotas.

Otra cosa que noto con su evolución, era que sus reservas habían aumentado de forma desmesurada.

Tal vez por haber empezado a extraer energía de la muerte misma, y ya no gastar la suya para mantenerla.

Con todo eso, el logro generar entre fraguas oscuras una especie de esfera de tierra.

Pará cualquiera, eso no era más que sólo tierra.

Pero Valac pudo saber que era justo después de que el sostuviera la esfera en su mano.

—Oh... Veo que no te costó nada crear un planeta entero, calculo que es un rango B como este en su inicio. Cuenta con todos los lujos de uno en versión miniatura.

—Sabiendo donde estamos, no me gustaría crear algo tan grande. Pero con eso ya respondo tu duda.

—Si, de hecho, si lo hace.

Valac sonrió satisfecho con el resultado mientras observaba la esfera.

'Bien, tanto su poder y autoridad ya está al nivel de un absoluto sin tener que depender del abismo.'

Valac se quedó analizando por completo a Kazuma, pudiendo darse cuenta del por qué el aún no terminaba su proceso de evolución.

'Veo que aún hay algo en vida que no está dispuesto a dejar atrás.'

Sabiendo todo esto, Valac destruyó el planeta en sus manos y se acercó hasta estar frente a Kazuma.

—Con tu nivel actual ya estás bien, únicamente... ¿Sabes la razón por la cual sigues en vida?

—... ¿?

Incluso con todos sus conocimientos, Kazuma no entendió la frase de Valac.

Pero por su suerte, el mismo dejaría los misterios a un lado.

—Pará ser el "Monarca de las Sombras" le debes dar la espalda a todo lo que sea vida. Ya le disté la espalda a varias cosas, pero por alguna razón... aun siento algo de vida en ti.

Valac comenzó a meditar sobre eso unos momentos, tratando de buscar la razón.

—Ya dejaste tu alma, tu vida mortal, tu cuerpo, tus sentimientos, tu esperanza y determinación. ¿Qué te podría quedar?

Kazuma sólo movió los hombros en señal de ignorancia, cosa que hizo suspirar a Valac.

*Suspiro*

—Me lo temía... Entonces vamos a tener que atrasar todo hasta que sepamos que es.

—¿Entonces que haré hasta ese momento?

—Me da igual, conoce el lugar o algo... Pero te debo dejar con alguien.

—¿No confías en mi?

—No confío en nadie que este asociado con la vida, ni me has dado razones para confiar en ti. ¿Qué me hace pensar que esto no es sólo un engaño para atacar por sorpresa?

Valac arqueo su ceja, cosa que dejó callado a Kazuma.

Esto fue por que Valac tenía razón, no había forma actual de confirmar lo que sus palabras decían o lo que sus acciones hacían.

Por ahora, debía aceptar todo lo que decía Valac por el bien de todos sus nuevos aliados y incluso el mismo.

—¿A quien dejaste a mi cargo?

—Tenía pensado en dejarte a Anna.

—¿La chica con máscara de gato?

-Tuche. Pero ella... esta haciendo algo hasta mañana, así que por ahora...

Valac salió de la sala del trono para irse a los pasillos.





***

Luego de un minuto, el volvió a aparecer ahora con un soldado con armadura de metal junto a él.

Kazuma pudo notar que el soldado era rubio de ojos celestes, cosa que le recordó a Mitsurugi.

El soldado por su parte estaba temblando, bastante considerable teniendo en cuenta su posición.

-Y-yo... Y-y-yo...

Estaba siendo sujetado por el líder de la "Brigada de la Resurrección" y frente al posible "Monarca de las Sombras".

Sentía tantos sentimientos en sólo segundos que su cuerpo no fue capaz de asimilar todos.

-Yo creo que... me iré a dormir un...

—Nop.

Antes de que el soldado cayera dormido, Valac lo aturdido con una especie de descarga en su columna vertebral.

Por esto, el soldado se puso más tenso que nunca.

-¡Kih!

—¡Este se aquí te acompañara por el día, así que disfruta!

Valac le dio un empujón en la espalda al soldado, quien cayo delante de Kazuma.

Al levantar su vista, el se pudo dar cuenta de la forma en la que lo veía.

Era como ver un abismo oscuro sin fin, algo capaz de tocar su alma y enviarlo directamente a la nada misma.

El horror no pudo esperarse.

-Y-yo...

Por consecuencia, el vómito.





***



En el palacio de Belzerg.

Un dolor repentino sacudió todo el lugar.

De repente, una honda de oscuridad enorme consumió todos los exteriores de la capital, nadie podía entender lo que veía.

Pero todo esto se detuvo una vez que el domo de luz que protegía a toda la capital real, pero con otro resultado extra.

En una habitación más, pero con un contenido muy valioso dentro, esa sacudida le afecto al propietario más que a nadie.

Debido a todo eso, Mitsurugi abrió sus ojos de forma abrupta.

—¡ARGH!

Un sudor frio recorrió todo su cuerpo, claramente le había afectado todo lo que había sentido en solo cuestión de segundos.

Aunque dormido, él estuvo muy consciente de todo lo que había sucedido a su alrededor.

Se sujeto su pecho con algo de fuerza, sabiendo lo que había pasado con el y teniendo una idea de lo que pasaba fuera.

'Mi cuerpo tardo mucho tiempo en soportar los fragmentos...'

Al cerrar nuevamente sus ojos, Mitsurugi no pudo ver la oscuridad que se mostraba al cerrar los parpados.

El solamente vio luz, dándose cuenta del gran cambio que había tenido todo su ser.

Pero su mente se detuvo antes de seguir pensando, pues sentía la alegría recorrer todo su cuerpo.

Todo esto no era suyo, pues la alegría era de una persona a su lado.

Ella era la reina de los dragones de tierra, Lafcer, su prometida de alguna forma.

Ella no perdió el tiempo, corriendo a sus brazos en un gran abrazo.

-¡YA ESTAS AQUÍ! ¡EN MI CORAZON SABIA QUE TU ALGUN DIA DESPERTARIAS!

El pecho de Mitsurugi fue manchado por las lagrimas de pena de Lafcer, claramente se dejaba ver lo mucho que lo había extrañado.

Mitsurugi correspondió el abrazo con uno de sus brazos, intentando calmar a la chica dragón con un parde palmadas.

—Ya estoy aquí, Lafcer, quédate tranquila que ya no me iré de esta forma.

-Sabíamos que ibas a despertar... tu... ¡Yo siempre tuve esperanza!

—Con sabíamos creo que te refieres a las chicas, ¿no?, no las veo.

Mitsurugi busco en la habitación a sus compañeras, pero no logro ver a nadie mas que a Lafcer junto a él.

De repente y debido a sus nuevos super sentidos, el logro sentir la tristeza que emitía Lafcer.

Antes de que ella pudiera decir algo, Mitsurugi sabia que no era momento de llorar.

—Lafcer, se que es mucho pedir, pero...

Mitsurugi levanto la barbilla de Lafcer hasta acercarla a la suya.

-... ¡!

La dragona no pudo entender lo que había sucedido con aquella acción, pues Mitsurugi la había besado de forma repentina.

Luego de unos momentos el beso se rompió, aunque dejando ambos rostros bastantes cercas uno del otro.

—¿Crees que ya es hora de tener esas crías?

La cara de Lafcer se puso roja como nunca, incluso temblando varios lados de su cuerpo.

-A-ah...





***



Luego de un rato, Kazuma se había logrado limpiar el vómito que le había dejado el soldado de su ropa.

Lo más difícil no había sido limpiar el vómito, sino contener la ira de Wiz y evitar que el soldado sea asesinado de una forma horrible y traumatizante para todos sus conocidos.

Menos mal el logro calmar la ira de Wiz a tiempo, logrando salvar así la vida del soldado.

Luego de que este pudiera despertar, decidió iniciar la misión que Valac le había dado con la ayuda de aquel joven.

Comenzó a dar un paseo por toda la base de la brigada, logrando ver que no solamente eran una potencia militar.

Había almacenes y campos subterráneos, todo perfectamente protegido y escondido entre magia de ilusión del nivel de los dioses.

Kazuma logro entender el por qué jamás habían podido dar con el lugar, pues este emitía autoridad a una escala superior a la que él había usado en algún momento.

Se dio cuenta que esto era gracias a Valac, dejando mostrar nuevamente la diferencia entre tener poder y saber utilizarlo a base de experiencia.

Ahora con toda esta nueva información y sobre los que ahora se disponían a seguir e incluso lo alababan con solo verlo pasar, Kazuma se termino cansando luego de un tiempo.

El sentimiento de ser alabado de esa forma era diferente al que sintió como héroe, pues ahora era una alabanza hacia su verdadero ser y no del que fingía ser.

Esto por alguna razón le termino gustando y agradando, cosa que puso feliz al soldado a su lado.

Kazuma sintió esa felicidad, así que decidió interactuar un poco con él.

—Me has sorprendido, no muchos mortales son capaces de estar tanto tiempo junto a mi sin sentir temor.

-Me asuste debido a su poder al inicio, pero eso ya no se iba a repetir, mi rey.

—¿Cuál es la razón?

-Yo lo admiro y respeto, jamás podría sentir un temor con solo caminar a su lado. Por su lado, estoy contento por estar junto a usted durante tanto tiempo.

—Entiendo, es una buena razón tu...

-Ryota, de hecho, provengo de su país natal. Lo admiro incluso desde que era ese vigilante.

Kazuma se detuvo en un instante, pues ahora si había escuchado algo de su completo interés.

Tubo la idea de continuar la conversación, pero algo lo fastidio.

Ese fastidio se volvió una alerta en un solo instante.

—... ¡!

'¡Alguien viene!'

Kazuma se alerto por el posible ataque que se estaba viniendo a su dirección con gran velocidad, calculo que solo le quedaban 8 segundos.

Con eso en mente, Kazuma no perdió el tiempo y se envolvió en Ryota mientras sujetaba al soldado.

-¡Uhag!

—"Intercambio".

Kazuma desapareció en un solo momento junto Ryota mientras que se envolvían en un mar de oscuridad.





***



Muy lejos de la base de la brigada.

Kazuma apareció en un momento junto Ryota, mirando que su entorno era cerca de la frontera que tenia Belzerg entre el reino de los gigantes gracias a una gran costa.

Kazuma soltó a Ryota en el suelo mientras caminaba lentamente hacia delante, mirando con seriedad el cielo.

-¿P-por qué...?

Ryota sentía curiosidad por el motivo repentino de llegar hasta aquí.

Pero su duda se negó gracias a una enorme paz que rodeo todo su cuerpo, era como estar en una especie de nirvana.

Su mente entro en éxtasis, incluso llorando por lo hermoso que se sentía el sentimiento.

Pero para Kazuma significaba otra cosa, pues sentía quien había llegado.

—Ha pasado un tiempo...

De repente delante de un se estrello algo que levanto una gran cortina de humo.

Pero esa cortina de humo se removió dejando únicamente una estela de luz que cruzaba los cielos como una larga espada.

Kazuma logro mirar a aquel que consideraba su mejor amigo, viéndolo con una mala cara.

—... Mitsubushi.

—Es Mitsurugi y lo sabes demasiado bien.

Mitsurugi se levantó, dejando ver unas ropas largas similares a un traje formal elegante, pero sin el chaleco y solo con la camisa para abajo.

Mitsurugi no tenia la necesidad de escuchar la realidad de boca de alguien más, era como si la vida que rodeaba al planeta le hubiera hablado personalmente.

—Solo te diré esto una vez, así que espero la respuesta correcta.

En un instante, los ojos de Mitsurugi brillaron en un dorado resplandor a la vista de Kazuma.

—Libera a la señorita Aqua y ríndete o sino... me vere en la obligación de romperte la cara hasta dejándote llorando.

—¿Seguro de tus palabras?

—Siendo sincero no creo que te haga llorar... pero...

Mitsurugi dio un paso hacia delante, poniéndose en una pose de pelea.

—Si confió que puedo romperte la cara.

Kazuma se quedo callado durante un minuto entero.

Incluso se podía sentir como el viento de su alrededor comenzaba a sentirse diferente debido a toda la presión que estaba liberando el ambiente.

Kazuma relajo sus músculos, dejando ver un rostro calmado.

Con la paciencia de un sabio, Kazuma le advirtió algo a su amigo.

—Esta será la última vez que tú y yo lucharemos.

—Lo se...

Mitsurugi miro a Kazuma determinado, listo para que uno de los dos termine finalmente con su tan eterna rivalidad.

Esta sería la última vez que podían darse en duelo, pues ya no era un combate en el cual la cosa era ganar y demostrar superioridad.

No... Este ahora era un combate en el cual solo uno de los dos volvería a ver el siguiente mañana.

Ambos tenían en mente todo lo que se jugaban en sus siguientes acciones, pero ninguno de los dos tenía intención de detenerse.

Un silencio se extendió durante una eternidad.

—...

—...

En un instante, a una velocidad a la cual los mortales jamás podrían lograr ver o sentir lo que sucedía.

Ambos se lanzaron hacia el otro con un puño levantado, impactando sus puños para finalmente dar inicio.

Al combate entre la vida y la muerte.

¡¡PLAAAAAAAAAAM!!*

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