Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Mi razón para existir


Kazuma no podía describir lo que miraba con simples palabras.

Su corazón tenia cientos de miles de pensamientos en un solo segundo, no sabia que hacer en este momento.

Su garganta estaba seca, su manos y piernas estaban temblando luego de tanto tiempo.

Tan solo con verla el podía afirmar que ella era Hanna, la real.

Esto estaba desestabilizando la frágil mente de Kazuma, el cual no sabia que hacer ni pensar en este preciso momento.

-Ha... Hanna.

Finalmente decidió dar un par hacia delante, aunque eso le pesará más que cargar el mundo entero en sus hombros.

Camino como muerto viviente hacia delante, dando pasos lentos y con un rostro sin expresión.

Su corazón empezaba a latir cada ves más y más, incluso parecía estar a punto de estallar.

Por sus venas corrieron nuevamente el sentimiento de adrenalina y angustia, sin saber que pasaría más adelante.

No sabía que podría pasar más adelante.

'Mi cuerpo se siente pesado... demasiado pesado.'

Kazuma intento tragar un poco de saliva, pero noto que no podía.

'Claro, no tengo cuerpo... Esta es mi alma.'

Era su propia alma la que sentía todas estas ansiedades, causadas a partir del estrés del momento.

Su razón para luchar, para avanzar, para ganar y volver. Todas esas razones eran sólo por ella.

Un hombre solo es fuerte si lucha por aquello que más ama. Aquellos que no conoces ese sentimiento sólo lo degradan.

"Te ves ridículo haciendo todo eso solo por una mujer."

Cuando un hombre ya que no tiene razón para existir, solamente vivir por alguien más es la solución.

Esa era la razón de existir de Kazuma, quien ya había alcanzado la cima sólo por debajo de Valac.

Ya no tenía razón para existir, sin embargo era ella quien se la seguía dando.

-Kazuma...

Hanna solo se quedó mirando a Kazuma, manteniendo aún la distancia entre los dos.

Aunque parecía corta, para Kazuma era como dar un salto al otro lado de un cañón infinito.

Pero por ella y solo por ella, Kazuma estaba preparado para dar aquel salto.

Había extendido su mano hacia ella, intentando alcanzarla con todo su ser.

-¿Qué haces... aquí?

-...

Kazuma finalmente pudo ver el rostro de Hanna, cosa que lo dejó mudo.

Ella lo miraba con asco.

-¿H-Hanna?

-¡No te me acerques!

-...

Hanna dio un paso hacia atrás de forma brusca, alejándose de la mano de Kazuma.

De repente todas las emociones de Kazuma se detuvieron en un segundo.

Su corazón empezó a ser apretado por una prisión sin escapatoria.

-Tu... tu no...

Hanna miró con desprecio a Kazuma.

-Tu no eres el Kazuma que yo conozco.

Las piernas de Kazuma empezaban a perder la fuerza, ya habían dejado de temblar.

Sus pupilas estaban moviéndose de lado a lado, sin mostrar signos de normalidad.

El corazón de Kazuma poco a poco empezó a ser llenado por la oscuridad.

-Tu...

Pero el rostro de Hanna cambió, ya lo había dejado de mirar con desprecio.

Hanna estaba aguantando su risa.

-¡Pfff~!




***




Hanna intentaba no hacer una mueca, pero la fuerza no había sido suficiente.

-¡Hahaha! ¡Espera...! ¡Hahaha!

Kazuma no podía reaccionar, solo se quedó mirando como Hanna se reía.

De repente Hanna se levantó para apuntarlo mientras parecía burlarse.

-¡Es que...! ¡Mira tu cara! No puedo creer que solo con decir que yo ya no... ¡Pfff! ¡Me muero! ¡Hahaha!

Pero mientras reía, Hanna recordó algo.

-Eh... Espera, ya estoy muerta.

Kazuma finalmente dejó de estar en su estado de shock, pasando a caminar hacia Hanna.

-...

Hanna vio esto y sonrió, ella también estaba esperando este momento desde hace tanto.

-De verdad cumpliste tu promesa, Kazuma.

Hanna empezó a caminar hacia Kazuma.

-Es bastante lindo que alguien hiciera tanto por ti... De verdad.

Hanna abrió sus brazos para abrazar a Kazuma, quien se acercó a estos.

-Que tu mes amas mu...

Un golpe directo en la nariz fue todo lo que recibió Hanna de Kazuma.

Blam*

Hanna rodó por el suelo debido al golpe, levantándose enojada.

-¡Imbécil! ¿¡Que crees que le haces al amor de tu vida!?

-¡Tu de verdad...!

Kazuma apretó sus puños con fuerza, pero esto no era por ira.

Esa acción le había confirmado que ella era Hanna, la única y auténtica, su único gran amor.

Kazuma no podía contener sus lágrimas mientras seguía apretando sus puños.

-¡Nunca vas a madurar! ¡Maldita sea!

-... Kazuma...

Hanna vio esto, entendiendo todo el dolor y todos los sentimientos que Kazuma estaba sintiendo.

Con esto en mente, ella solo se levantó sin decir nada más. Camino hacia Kazuma ahora con sinceridad.

-Perdón, Kazuma.

Hanna abrazo a Kazuma, quien seguía mirando el suelo mientras lloraba.

-No hagas eso, soy yo la única que te puede ver llorar.

Hanna tomó la mejilla de Kazuma, guiando su vista hasta sus propios ojos.

Una ves que sus ojos se conectaron después de tanto, todos los sentimientos dentro de Kazuma no se pudieron ocultar.

Kazuma sólo abrazo a Hanna con todo su ser, sintiendo cada fragmento de su propio espíritu.

-Solo por un momento...

Kazuma acarició el cabello de Hanna, recordando su olor y su tacto.

La calidez que estaba sintiendo no podía ser descrita con nada, era el valor que el amor le daba a la vida.

Hanna se acercó hacia el rostro de Kazuma se forma sutil.

Ambos querían ir a su propio ritmo.

-... Solo quiero estar así por un momento.

-... Si, yo también...

Kazuma le conecto un lento y cariñoso beso a Hanna, despertando algo que hace tiempo parecía perdido.

La vida de Kazuma empezó a ser reanimada gracias a ese lento y eterno beso.

Ambos decidieron hacer que en ese corto lapso de tiempo, todo lo que se había estado guardando se diera.

El amor que se sentían mutuamente volvió a nacer nuevamente, salvando a Kazuma de...

La muerte.




***




Kazuma y Hanna se pusieron a hablar durante un largo tiempo.

El tiempo parecía pasar tan lento a su alrededor, que parecía haber pasado una eternidad.

El corazón humano de Kazuma comenzaba a latir con vida, aunque esto fuera en su cuerpo real.

Su alma estaba siendo bañada en las garras del amor, eliminando poco a poco la oscuridad que tenía.

"Una ves que termine todo yo solo quiero ser un hombre..."

Ese era el deseo que el corazón de Kazuma escondía en su interior, el cual se podría volver realidad gracias a Hanna.

Al final si había forma de curar aquella enfermedad llamada poder, la mejor forma de derrotar a la muerte.

Esa era la vida, su única contraparte y hermana gemela.

Aunque había algo que estaba incomodando a Kazuma.

Eso era que Hanna no paraba de verle el pectoral desde hacía rato, cosa que intentó ignorar.

Pero cuando Hanna accidentalmente derramó un poco de saliva sobre el, este ya no pudo ignorarlo.

-¡Hey! ¡Mis ojos están aquí arriba!

Kazuma retrocedió un poco, aunque Hanna se adelantó hacia el.

-P-perdón, es que jamás había visto músculos reales... Menos en ti.

-¡Oye, eso es...!

-¡Yo lo limpio! Aunque... ¿no estamos muertos? No entiendo como diablos tengo saliva.

-Necesidades del guion.

-¿Del que...?

-Nada, nada. No es nada...

Kazuma sonrió mientras veía como Hanna limpiaba su camiseta, había pasado un tiempo desde que pudo ser el mismo.

No recordaba en que momento se había vuelto tan serio y cortante.

Ahora estaba feliz de poder ser quien había sido en un inicio, recordando a su propia versión en un pasado lejano.

Pero Hanna sigilosamente le subió un poco la camiseta a Kazuma en el área del estómago, viendo su viril abdomen.

Hanna empezó a babear nuevamente.

-Oh~... Six pack.

-... ¡!

Hanna empezó a acariciar el abdomen de Kazuma, sintiendo su perfecta musculatura.

-Cómo me gustaría tenerlos de falda.

-¡Ahora si entiendo todos tus chistes pervertidos! ¡Diablos contigo!

-Ya, no seas una niña. Es normal que el ambiente encienda algo en mi.

-¡No eres nada! ¡Literalmente eres solo un espíritu sin cuerpo!

-¡Tu cierra el pico! ¡Maldito y sexy Kazuma! No creas que por que ahora están bien hermoso voy a dejar tomarte el control.

-¡No podemos ser una pareja cariñosa y afectuosa solo por una ves!

-¡¡No!! ¡Esa déjaselo a los idiotas que van a durar solo unos meses! Yo veo a futuro y te trato como a mi esposo.

-¡Más bien como a tu amante!

-¡Ya dejar de llorar! Deberías estar como arrastrado por finalmente verme.

-¡Si hubiera sabido que te pondrías así te hubiera dejado un siglo más! Incluso creo que mi memoria te cambió apropósito.

Kazuma empezó a ver el cuerpo de Hanna de pies a cabeza.

'La recordaba con más pecho... ¿Tal ves es por que he estado con muchas tetonas?'

Kazuma comenzó a comparar el cuerpo de Hanna con alguna de sus amantes.

Pero Hanna sabia en su alma, que Kazuma la estaba comparando, cosa que la enfureció.

-¡Ya deja de mirar feo a mis melones!

Hanna se cubrió el pecho mientras daba varios pasos hacia atrás.

-A ti no te gustaría que te compare con... con... eh.

En ese momento, Hanna se dio cuenta de algo bastante importante.

Kazuma ahora era un ser plenamente perfecto, no había forma de compararlo o molestarlo con otros.

Incluso ahora, ella sabía que Kazuma era mucho mejor que cualquier otro en todo lo que había.

Eso la enojo.

-Te prefería como eras antes, molesto y fácil de dominar.

Kazuma sonrió al escuchar eso, acercándose hacia Hanna.

El la tomó del mentón para luego mirarla con una sonrisa coqueta.

-¿Asustada Hanna?

Pero Hanna reaccionó masajeando la entre pierna de Kazuma.

-Ni un poco.

-¡Carajo contigo! No puedo ser romántico por que te poner cachonda.

-Tu sabias muy bien que en mi mente hay un 90% de sexo. El otro 10% son cosas de frikis.

-Si, ahora lo recuerdo.

Kazuma suspiro cansado, no había recordado no molesta que podría ser Hanna de ves en cuando.

*Suspiro*

Incluso se preguntó nuevamente por qué se había enamorado tan perdidamente de ella.

La primera respuesta fue por que era la única opción que tenía en ese momento.

-La otra es por que tenia buenas caderas.

-Exacto... Espera, ¿Cómo...?

-Te conozco mejor que a ti mismo, Kazuma. Tu mente no es algo que yo no pueda leer.

Hanna se acercó nuevamente a Kazuma, abrazándolo por detrás mientras se apegaba a su espalda.

-Por cierto, Kazuma...

-... ¿?

Kazuma comenzó a sentir una ligera incomodidad, girando para ver a Hanna.

-"Muchas podrán entras en mis pantalones, pero sólo una en mi corazón". ¿Recuerdas?

-... ¡¡¡!!!

Kazuma comenzó a sudar frío, francamente estaba asustado.

Esa era una frase o excusa que el usaba con varias de sus amantes, así evitando tomar responsabilidad de sus acciones.

Pero no esperaba que Hanna pudiera saber de eso.

-¿C-como...?

-Hay un dicho bastante real aquí en el más allá : "Una persona vivirá mientras que está este en el corazón en alguien."

Cada ves que una persona pensaba en alguien que ya no esté, y si este estaba en el más allá. Entonces se le permitía al alma ver a aquel ser que estaba en su corazón.

Era la forma más literal de decir : "Ahora está en el cielo cuidándote."

Hanna puso su mano en el pecho de Kazuma, estando reposada encima de su corazón.

-Cada ves que pensabas en mi, aunque sea un poco, yo era capas de verte.

De repente Kazuma sintió como Hanna estaba arrugando y apretando su camiseta.

-Pensabas mucho en mi, ¿no es así, maldito infiel?

-Esto... Te juro que hay una explicación para eso.

-¿Querías habilidades?

-Quería hab... ¿¡Que diablos!?

Kazuma se sorprendió nuevamente por que Hanna pudo decir su respuesta antes que el.

Olvidó que ella era una experta en eso, cosa que hacía desde la vida. Hanna leía a Kazuma como si fuera parte de la palma de su mano.

-Necrofilico de mierda... ¡Necrozuma!

-¿¡Por qué diablos me dices así!?

-¡¡Wiz!! ¡¡Tuviste sexo cientos de veces con un maldito cadáver andante!! ¡¡Un suculento y sexy cadáver andante!!

-¡¡Si te molesta tanto!! ¿¡Por qué la alagas!?

-¡No la alago! ¡Me da rabia ver que esta mejor que yo!

Hanna puso su mano en la entrepierna de Kazuma, empezando a apretarla con fuerza.

-¡No estamos en nuestros cuerpos, idiota!

-¡Entonces finge que te duele o me voy a enojar!

-¿¡Quiere hacer un puto berrinche!? ¡Adelante!

-¡Al menos esta berrinchuda no tuvo que depender de un sistema sacado de SAO para que le crezca algo del cuerpo! ¡Pene falso!

-¡Dile falso otra ves y te voy a enseñar lo real que el!

-¡¡Te atreves a amenazarme...!! O ¿estas sobornándome?

-No lo sé, eso tendrás que decírmelo tu, tóxica.

De repente todos sus gritos empezaron a ser convertidos de forma bipolar a un afectuoso cariño.

Ese cariño pasó rápidamente a un coqueteo, el cual hizo que ambos se abrazaran como la pareja de jóvenes enamorados que aparentaba.

-Extraña esta bipolaridad.

-Te recordarás cuando estaba en mis días, era toda una fiera.

-No repetiré lo del vampiro.

-¡Pfff-!

Hanna casi escupe por la risa que se tuvo que aguantar, creado a partir de un antiguo hecho que tuvieron ambos.

-Te amo, idiota.

-Te extrañe, tóxica.

-¿Así...? Entonces...

Hanna empezó a acercarse a los labios de Kazuma, mientras que el la sostenía por la cadera.

-Bésame como si aún me extrañarás.

Ambos se conectaron en un beso que infundía nada más que amor y calidez.

Ese sentimiento era el verdadero amor. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro