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La tercera fase


Un golpe directo en el rostro de Jatice fue aquel que lo sacó del combate.

Poom*

El príncipe y rey interino de la humanidad terminó cayendo justo después de que Claire cayera junto a él.

'Todos mis huesos... Mi cuerpo...'

Jatice intento levantarse, pero su cuerpo había sido lastimado a tal punto que ni sus células querían obedecer.

Heracles se acercó a él con un rostro oscuro y lleno de ira.

-Yuu... Humanos me han arrebatado a mí amigo...

De los ojos de Heracles empezaron a salir lágrimas silenciosas.

Pará qué justo después aquel dolor fuera liberado con un grito furioso y iracundo.

-¡¡Como protegen la vida arrebatándola!!

Heracles dirigió su espada hacia el cuerpo de Jatice.

Pero está fue detenida por un escudo de mana, el cual había sido lanzado a último momento.

Shanck*

-... ¿?

Heracles se dio la vuelta para ver a Iris acercarse hacia el.

Iris fue confiada, pues ella ya lo había derrotado una vez en el pasado.

Pero ella no había tomado en cuenta la ira que ahora poseía Heracles en su corazón.

Ya perdió a varios de los seres a los que amaban, aunque su camino fuera el menos ético...

El aún era un ser vivo que era capaz de amar, amor que ahora le dolía horrores.

-¡¡Nunca se los perdonaré!!

Heracles acortó distancia con Iris en un segundo, tomando su cráneo con su gran mano.

Sin esperar un segundo más, Heracles estrelló el rostro de Iris contra el suelo.

Blam*

Sin detenerse, el comenzó a arrastrar el rostro de la princesa con furia por todo el asfalto.

Fue tanta la fuerza en ello, que el rostro de Iris fue rasgado por todo un lado mostrando solo un rastro de sangre.

Al costado de Heracles se escucho un aullido luego de hacer eso.

¡¡AUUUUUH!!*

Un lobo gigante fue corriendo para salvar a Iris, siendo su familiar cósmico.

Heracles soltó a Iris cuando vio a la bestia dirigirse hacia el.

Pero el solo sostuvo su hocico con tanta fuerza que detuvo todo el avance del gran lobo.

-¡¡Maldito perro!!

Heracles con fuerza le torció el hocico al perro hasta que esté trono.

Cruck*

Un aullido de dolor fue liberado por el gran lobo al perder su mandíbula.

¡¡UHHHH!!*

Iris se preocupo por su amigo al ver esto, levantándose con su guadaña en mano.

-¡¡Tu enemigo soy yo, Heracles!!

Iris preparo un golpe lateral con su arma, pero esta no fue capaz de atravesar más que la piel de Heracles.

Este solo tomó su guadaña por el bastón para sujetarlo con fuerza.

-Todos... ¡¡Todos son mi enemigos!!

Heracles jalo la guadaña hacia el, logrando tener a Iris a corta distancia por el empuje.

El tomó el brazo de Iris para apretarlo con tanta fuerza que su armadura trono.

'¡Debo liberarme antes de que...!'

Iris quiso hacer algo para soltarse del agarre, pero era inútil.

Con un simple jalón, Heracles terminó rompiendo el brazo de Iris.

Cruck*

-¡¡AHHHHHHG!!

Iris lloro por el gran dolor que le causó aniquilación de sus huesos.

Heracles no se detuvo ahí, pues este dio un avance hacia Iris con una patada en su pecho.

Ploom*

Todo su pechera fue destruida con esa patada, incluso deteniendo el corazón de Iris por unos instantes.

-P... ¡Puaj!

Un vómito se sangre salió por la boca de Iris antes de caer por los golpes.

Ella quiso arrastrarse para tomar su guadaña con su otra mano.

Pero Heracles no se lo permitió, dándole uno y otro pisotón.

Blam*

Blam"

Blam*

Los órganos y todo lo interno de Iris fueron aplastados por la fuerza de Heracles.

Blam*

Blam*

Blam*

Iris estuvo apuntó de ser asesinada por aquellos golpes demoledores.

Pero Claire logró levantarse justo antes para correr hacia Heracles.

-¡¡Suelta a la princesa!!

Ella cargo con su espada en contra de Heracles.

-Hum...

-... ¡!

Pero al llegar solo fue sostenida por la mano de Heracles desde el cuello.

En un instante, Heracles cerró su puño para romperle el cuello.

Cruck*

Claire cayó al suelo luego de que Heracles la soltara ya sin vida.

Iris sólo pudo ver a Claire en el suelo, tratando de buscar fuerzas de donde no las tenía para parar a Heracles.

Pero ella... no tenía esa fuerza.

Así que Heracles terminó acabando con su vida de un pisotón más.

¡BLAM!*

Heracles tomó varias bocanadas de aire para llenar sus pulmones luego de acabar con sus enemigos.

Dos habían muerto y uno estaba inconsciente en el suelo.

Este solo se preparo volviendo a tomar su espada del suelo, listo para continuar su carnicería.

—Pero venga ya... Eres un monstruo muy macizo.

-... ¿¡!?




***




Desde los portales, los soldados de la brigada estaban desesperados.

Por alguna razón ellos ya no podían volver de donde habían salido.

Tampoco tenían comunicación desde los otros mundos, ya ningún refuerzo llegaba.

Un científico se aterro por lo que pudo haber pasado.

'¿¡Están bloqueando la señal de alguna forma!?'

El busco una forma de contactarse con el otro lado incluso si solo fuera imágenes.

Pero todo intento era inútil, aún incluso para unos de los seres más inteligentes del universo.

La desesperación aumentó cuando de repente vio algo nacer en el cielo.

-¿¡Que diablos!?

De inmediato, el vio como algo caía en dirección de este mismo.

'¡Mierda!'

El científico logró saltar hacia el costado para caer en el suelo a tiempo.

Algo cayó destruyendo por completo el portal que el estaba operando.

Un grito de guerra se escucho desde aquel portal caído.

-¡¡UWAAAAH!!

Iron grito alzando su mazo una vez que logró entrar al campo de batalla.

Al verlo, el científico sólo pudo sentir miedo y intentó huir de inmediato.

Pero chocó con algo que no le dejó avanzar.

—Vaya, vaya, vaya. No estas tratando de huir, ¿no?

-... ¡¡¡!!!

El miedo solo aumento al ver aquella cabellera rojiza.

Makima estaba parada frente a él con una sonrisa leve.

—Bang.

En un instante, el científico sólo fue reducido a una mancha de sangre en el suelo.

Sploosh*

Makima hizo levitar la sangre hasta su mano, usándola para pintar su labio con ello.

Iron se paro a su lado para mirar el conflicto que tenían delante.

-Órdenes, sargento demoníaca.

—Hmm.

Makima saboreo la sangre de sus labios con su lengua antes de hablar.

—Que inicie la fase tres.




***




Heracles miró sorprendido a quien tenía detrás.

Vio a un gran hombre musculoso y con una melena de cabellos dorados.

Thomas André era quien se paraba frente a Heracles, vestido con un ropaje listo para luchar.

—Escuche historias de aquel hombre con la fuerza de un Dios. Veo que las leyendas eran ciertas.

De repente todo el cuerpo de Thomas pareció hincharse, al mismo tiempo que una serie de líneas doradas recorrían sus venas.

Thomas apretó su puño mientras una gran sonrisa aparecía en su rostro.

—Estoy deseoso para poner a prueba las leyendas.

-... Rgh.

Heracles gruñó al ver a Thomas, pues el lo conocía bien como un hombre al que Valac le dijo jamás retar.

Pero... Valac no estaba presente en estos momentos.

Heracles levantó su espada mientras que la apuntó hacia Thomas.

-¡¡Todos son mis enemigos!!

—¡Veamos como tratas a tus enemigos entonces!

Heracles dio un gran salto hasta estar muy alto, para luego bajar hacia Thomas con su espada.

Fush*

Este solo espero mientras que sus músculos no paraban de hincharse y crecer de la emoción.

—¡¡Hahaha!!




***




Los soldados de la brigada estaban defendiendo la entrada a la fortaleza como podían.

Pero poco a poco estos iban perdiendo más y más personal, hasta que llegó el punto que se había a acorralado en un gran pasillo.

Frente a las fuerzas de la brigada estaba el general de ese pelotón, siendo este Kieth.

-¡No los dejen entrar a la zona médica! ¡Debemos suministrar las pastillas ya!

Cuando llegaron a acorralarse ya ninguno avanzaba, pues la fuerza de la alianza sabía bien que avanzar sería un suicidio.

Pero de entre la multitud de soldados comenzó a avanzar una figura que destacó entre el resto.

Kieth miró esto con atención, viendo y reconociendo con mala cara quien era aquel.

Una lanza fue apuntada en su contra una vez que la figura se paro frente a todo su batallón.

Kieth miró a Dust casi sabiendo que esto algún día llegaría a suceder.

Dust sólo mantuvo su mirada serena ante su antiguo amigo, sabiendo todo lo que este hizo a lo largo de los años.

-Última oportunidad... Ríndete.

-...

Kieth hizo caso omiso a la petición de Dust, preparando una flecha con su arco oscuro.

Dust miró al suelo con culpa y decepción por la acción, apretando con ira su lanza.

En un instante Kieth lanzó la fecha negra envuelta en truenos hacia Dust, teniendo este que bloquearla con su lanza.

Truash*

De haberla esquivando entonces habían muerto varios soldados detrás de él.

Dust comenzó a correr para lograr acortar distancia, pero Kieth no paro de disparar más y más flechas hacia el.

Truash*

Truash*

Truash*

Luego de desviar varias fechas, Dust logró estar dentro del rango de ataque para usar su lanza.

Kieth se dio cuenta de esto, colgando el arco en su espada y procediendo a sacar un cuchillo que brillaba de un tono rojizo de su cinturón.

Este corrió sin miedo hacia Dust, quien dio un gran ataque con su lanza de frente.

Kieth desvío el ataque con el filo de su daga, cosa que sorprendió a Dust por la gran diferencia que pensaba que había entre ambos.

Varios choques entre las armas rechinaron fuertemente, aunque Dust poco a poco logró tomar la delantera.

Pero al hacerlo de dio cuenta que Kieth no estaba usando ninguna energía de ayuda como imaginaba.

Todo era generado por el mana de su propio ser, cosa que hizo que este detuviera la pelea.

-...

-¿Qué pasa? ¿Tanta pena te doy?

-... No.

Dust soltó su lanza en el suelo para dar unos pasos hacia atrás, se detuvo al lado de un soldado para después tomar la lanza en sus manos.

'Si haré esto... Lo haré con mi propio poder.'

Dust comenzó a rodear la lanza con su energía, logrando hacer que esta brillará de un tono tenue por su energía de santo.

Dust volvió a ponerse en pose de batalla, cosa que fue imitada por Kieth.

-Que te conste que jamás te perdonaré por tu traición.

-Hay veces en las que un hombre está obligado a tomar decisiones que no quieren.

-¿Valió la pena?

-...

-¿Lo hizo?

Kieth cerró sus ojos para meditar por unos momentos, ya con una respuesta, los abrió con determinación.

-Si ella está a salvo entonces si... Lo vale.

Dust arrugó su frente para lanzarse hacia Kieth en un instante.

-¡Oahhhhhhh!

Así nuevamente el último encuentro entre dos amigos dio inicio.




***




Un tsunami de metal oscuro estaba tomando toda la entrada principal de la gran fortaleza de la brigada.

Este era culpa del mar de las armadura Thama, ejército que traficaba todo haciéndose más y más fuerte.

La misión del pelotón de contención de la alianza era evitar que los Thama llegarán hacia la pelea principal.

Sin importar que tan fuertes sean sus fuerza, todo era estrategia pues la brigada los superaba de manera aplastante en número y calidad.

Todos los magos del mundo y sus aliados, junto a varios soldados de sombra eran aquellos que debían evitar que estos avanzarán más allá de su límite.

Varios disparos mágicos a gran escala eran aquellos que estaban logrando evitar que los Thama avanzarán más de lo debido.

En lo más alto de la colina estaba Minerva, quien con su arma mágica lograba retener a varios Thama de bajo nivel.

Plosh*

Plosh*

BEAAM*

Ella comenzó a cargar cada vez más y más poder mágico, viendo cómo los Thama no paraban de aparecer para matar a más soldado.

Por cada muerte había más poder del lado de los Thama.

La gran barrera mágica puesta para contenerlos como una barricada a un montón de bestias empezó a ceder.

Minerva vio esto preocupada, girando hacia el encargado de esta.

-¡Hey, Chaman! ¡La barrera va a caer!

-Yo me haré cargo... Nadie tocará a mis camaradas de la legión desde este punto.

Tusk comenzó a cantar un gran himno en el cielo, cosa que rodeo la barrera mágica de varios relámpagos que acabaron por detener a los Thama.

Truash*

Brolm*

Pero esto no fue suficiente, pues los Thama de más rango finalmente habían llegado a la delantera.

Esto a avanzaron matando a todos los magos en su camino como si nada, logrando manifestar sus almas como alimento.

Mine se asustó por esto, apuntando con su arma mágica todo lo posible en una lluvia de disparos.

Ploom*

Ploom*

BEAAAM*

Pero al igual que una horda de zombis, los Thama lograron llegar hasta su punto.

Ella giro para pedir la retirada a Tusk, pero vio como este estaba luchando logrando varios Thama.

Luego de liberar varios disparos mágicos hacia estos, el termino cayendo con un último disparo hacia el cielo.

Aunque Tusk comenzaba a regenerarse, los Thama no dejaron que este volviera por completo.

Minerva comenzó a correr en búsqueda de alguna forma de evitar morir, pero un Thama la logró patear lejos.

-¡Argh!

Ella sintió como sus cosillas se rompían debido a ese golpe.

En un instante vio como el Thama que la atacó ahora estaba frente a ella con su espada preparada para matarla.

Minerva sólo dio un último suspiro antes de aceptar la realidad.

'Es un mejor final... Si tu desapareces entonces yo... yo también...'

Minerva logró recordar a Tatsumi y como este cayó de la misma irónica forma en la que ella ahora caería.

Con una última lagrima, ella dejó de ejercer fuerza para finalmente dejar escapar todo lo que la había agobiado.




***




Pero el Thama jamás acabó con su vida.

Minerva vio esto con sorpresa y asombro, notando que el Thama parecía no moverse en lo absoluto.

Al ver que este no atacaba, por instinto otro Thama vino a acabar con la vida de Minerva.

-... ¡!

Pero más asombro fue ver como el Thama frente a Minerva detuvo a aquel que la iba a matar sin esperar ningún momento más.

Y de un momento a otro, este acabó con el Thama de un solo golpe en su duro casco.

PROOM*

Luego de ello, el Thama miró sus manos para luego comenzar a brillar de un color diferente.

El oscuro morado pasó a ser un claro celeste como el cielo, brillando desde el fondo de su interior.

Ese brillo fue nostálgico para Minerva, en su corazón ella logró saber que estaba pasando.

Lágrimas salieron de sus ojos cuando logró entender lo que pasaba.

Luego de ello, el Thama tomó su espada para pararse frente al ejército de sus iguales los cuales se dirigían hacia el.

Y por primera ves... un Thama habló en un grito nacido desde su alma y corazón.

-¡¡¡INCURSIOOOOOOOO!!!

Un resplandor dorado rodeo todo el terreno en un instante.

Flluuuuuush*

A la vista, la armadura oscura como el carbón dejó de existir para mostrar un metal tan blanco como el cuarzo.

Un brillo igual al sol fue aquel que comenzó a mostrar el alma que logró sobrepasar los límites de su determinación.

Y con ese grito anterior, finalmente...

Tatsumi volvió. 

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