Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Hanna (1)

La verdad jamás he conocido algo emocionante en mi vida.

Desde que tengo uso de razón, siempre había sido considerada como una flor intocable.

Culpa de lo que para los demás era : "hermosa". Toda mi vida la viví siguiendo un régimen en el cual debía adecuarme a ella.

Jamás había conocido algo emocionante, teniendo que vivir con una falsa sonrisa de por vida.

Ni siquiera conozco la forma de odiar mi vida, jamás he sido capas de expresar un sentimiento así.

Pero todo cambio cuando curse el 5to grado de primaria, ahí algo finalmente logró cambiar mi vida.

Aunque no era una luz, sino una oscuridad que me libero de mi radiante prisión.




***




-Oye, Hanna. ¿Cómo logras tener tu cabello tan lindo?

-Si, si. El cabello de Hanna es bastante sedoso y brilla de forma armoniosa.

-Vamos, no digan eso.

Estaba rodeada de mis "amigas" durante el período medio entre clases, escuchando lo mismo que siempre.

Solo eran alabanzas para recordarme lo muy por encima que estaba de los demás, mentira si dijera que no me sentía superior.

-Ya me esta dando algo de hambre.

-Oh, es verdad.

-Mi madre preparo pollo frito, ¿Quieres un poco?

-Claro, pero permíteme un segundo, necesito ir al baño.

Me levante de mi lugar, aunque una de mis amigas se dio un golpecito en la cabeza.

-Claro, Hanna también va al baño.

-Soy un humano.

Me encamine hacia la salida, aunque de repente cuando avanzaba... algo me golpeó.

Terminé cayendo al suelo lastimándome un poco, aún algo aturdida.

-¡Ay!

Cuando logre recomponerme, decidí ver la razón de mi repentina caída.

Mire a un niño de cabello castaño delante de mi, este se estaba sobando la cabeza.

-Maldición... ¡Hey, ten más cuidado!

Por alguna razón, ver esa cara tan molesta logro sacarme una reacción extraña por primera ves en mi vida.

-¡Huh! ¡Tu te chocaste conmigo! ¡Tu ten más cuidado!

-... ¿Qué dices...?

-... ¡!

Me tape la boca al darme cuenta de mi repentino grito, yo no debería hacer estas cosas.

Incluso gire para ver a mis amigas, quienes se sorprendieron por verme gritar.

De repente escuché voces frente de mi, mirando nuevamente al niño. Ahora el estaba siendo ayudado por un amigo suyo, aunque también estaba siendo regañado.

-Kazuma... Ten más cuidado, que te has topado con la princesa.

-¿Princesa? Yo no veo ninguna princesa.

-Como dices... ¿no la conoces?

-Es la princesa de la clase, Kazuma. Es normal conocerla. ¿En qué mundo vives?

-En un mundo... ¡En el que se acaban los jugos de arándano!

-¡Diablos! ¡Es verdad!

El niño se levantó, al que habían llamado : "Kazuma". Pará luego irse corriendo con sus amigos.

Me molestaba que se fuera así sin más, enserio me había lastimado la caída.

Logré levantarme a tiempo y acelerar hacia la puerta para evitar que ese niño se fuera sin al menos disculparse.

Era lo normal, ¿no?

-¡Oye, que no te has disculpado!

-¡Me importa una mierda!

... ¡!

¡Dijo una grosería en la escuela! ¿¡Que tan loco puede estar!?

Si algún maestro lo hubiera escuchado, entonces estaría perdido.

-¡Satou! ¡Esa boca!

-... ¡!

¡HA! ¡Lo van a regañar!

La tutora estaba cruzando el pasillo, alcanzando a escuchar su grosería.

-¡Me importa un carajo, solterona!

-... ¡!

Kazuma solo siguió corriendo sin darle importancia a la profesora, quien frunció el ceño.

Pero ella solo suspiro para luego susurrar algo en voz baja, había logrado alcanzar a oírlo.

-Dios mío, estos niños de ahora no tienen respeto.

La profesora solo siguió caminando por el pasillo, ignorando completamente la horrible falta de Kazuma.

¿Cómo era eso posible?

Mis padres siempre me regañaban si siquiera decía alguna maldición, se supone que no podemos hablar lisuras.

Entonces... ¿por qué el...?




***




Ese niño aún estaba en mi cabeza. Kazuma era su nombre.

Estaba distraída, ni siquiera estaba prestándole atención a mi padre.

Me había indicado que me comportará, pues nos encontraríamos con un colega de su trabajo.

Mi padre tocó el timbre de la puerta de la a casa de su colega, saliendo a recibirnos la que sería la esposa de este mismo.

-Oh, Miyamura-san. Llegó temprano.

-Dígame solo Izumi, su esposo es buen amigo mío.

-Oh, pues vale. ¿Esa es la pequeña Hanna?

Mi madre me presentó ante la señora, parecía tener un rostro bastante amable.

Luego de las presentaciones, entramos a la casa, se veía bastante normal y modesta.

En el sofá había un niño pequeño que jugaba con unas cartas, supongo que será el hijo del cual mi padre habló.

Pensé que sería un poco más grande, dijo que tenía mi edad.

-¿Dónde está el travieso?

-Está encerrado jugando video juegos, ya conoces a la juventud de hoy.

Mi padre hablaba con su colega, cosa que llamó un poco mi atención.

-¡Oye, mocoso! ¡Baja que hay visita!

De repente el señor grito para llamar a alguien que estaba en el segundo piso.

Poco después un niño había bajado, pero rápidamente me percate de una cosa...

¡Era ese chico!

-¿Por qué no me dijiste que tendríamos visita, mamá?

-¡Te dije!

-¿Enserio? Oh... lo habré olvidado.

Kazuma camino a la sala hasta encontrarse conmigo, levantando su dedo para señalarme.

-Oh, es la que se cae.

-¡Me caí por tu culpa!

¡Que grosero! ¿¡Cómo puede tener tan poco tacto con una dama!?

Pero luego me di cuenta que nuevamente lo había hecho, me deje llevar por mis emociones.

¡Pero es que su maldito rostro es tan molesto!

Mire con miedo a mi padre, temiendo del rostro o regaño que podía haber tomado.

Pero este solo se rio un poco.

-Hehe. Ahora si parece tu hija, Kyoko. Ya se me hacía raro no verla enojada.

-¿¡A quien le dices enojona!?

Mi madre le dio una mirada furiosa a mi padre, quien se encogió de hombros del miedo.

El colega de mi padre solo se rio por ver la escena, dejándome a solas en el sofá con Kazuma.

Nuevamente me quedé perdida en su molesto rostro, hasta que el se dio cuenta.

-¿Qué? ¿Acaso te gustó?

-... ¡!

¿¡Cómo vas a hacer una pregunta sin tacto!? ¡Dios, enserio es molesto!

-Si vas a decir algo solo hazlo. A nadie le gusta alguien que se queda callado, es molesto.

-...

Pero si yo... siempre viví sin decir mucho de lo que quiera.

¿Era molesto? ¿Yo era molesta al actuar de esa forma?

No había forma de que algo así... ¿verdad?

Tal ves por una sola ves, quiero ser completamente sincera... Usaré a este niño como sujeto de prueba.

-Si, me estas interesando mucho.

-... ¿¡!?

Kazuma retrocedió con un rostro rojo de manera repentina, mirándome con unos ojos saltones.

Verlo a ese ser tan molesto de una forma tan vulnerable y avergonzada... me empezó a gustar.

No pude reprimir una sonrisa de burla en mi rostro.

-Heh.

-¡Q-q-que esta diciendo!

De repente el niño pequeño se acercó al sofá, mirando el rostro de Kazuma finamente.

-¡Mami! ¡Kazuma-onii-chan esta rojo!

-¡Vete a ver barbies! ¡No estoy para nada rojo!

-Vaya, vaya. Parece que alguien se ha enamorado.

-¡No es así!

Tanto mis padres como los suyos empezaron a hablar del tema de amor y esas cosas, provocando una mayor vergüenza en Kazuma.

Por alguna razón... Todo esto era bastante divertido.

Tal ves, puede que haya encontrado una forma más divertida de pasar mi vida.

Solo tal ves, puede que Kazuma pueda ayudarme a divertirme un poco más...

Digo, no es como si siquiera pudiera rechazarlo. Me siento con mucho poder al saber mi posición privilegiada.

Tal ves... Sea divertido molestarlo un poco.




***




El tiempo pasó, tanto yo como Kazuma crecimos.

Con el tiempo aprendí que no tenía sentido retener o ignorar todo lo que uno quería decir.

Simplemente se tenía que decir y ya, si quieras hacer algo lo hacías y ya.

La vida era solo una como para andar con esas dudas, esa es la respuesta que aprendí gracias a Kazuma.

Aunque no entiendo por qué mi corazón está sintiéndose incómodo últimamente, no me siento tan segura como siempre.

Incluso ahora estoy molestando a Kazuma como siempre, pero no me siento del todo bien.

-Incluso después de todo lo que hiciste conmigo ayer... ¡Que cruel!

-¡Maldita sea! ¡No digas cosas que se vayan a malinterpretar!

¿Quieren el contexto de la situación?

Kazuma no me quiso comprar un helado en la mañana, así que me estoy desquitando con eso.

Nada como manchar la reputación del inocente Kazuma por la mañana, nada me anima mas.

-Dios, que hombre tan cruel...

-¿Cómo puede ignorar de esa forma a una mujer luego de hacerle tales cosas?

-¡Hazte responsable, cobarde!

Kazuma se enojo más por lo que escuchaba, empezando a notarse nervioso.

-¡No la apoyen! ¡Esta maldita esta diciendo lo que quiere otra ves!

-¡Encima la insulta! ¡Que poco hombre!

-¡Jodanse maldita bola de entrometidos! ¿¡No tienen nada mejor que hacer!?

-¡Si, voy a patearte el culo, idiota!

-¡Espera, espera, espera! ¡No hagas nada loco! ¡AHHHH!

Kazuma empezó a esconderse detrás de mí con algo de miedo, cosa que me hizo entender que ya era suficiente castigo.

Aunque eso dependerá de él...

-¿Fresa o Chocolate?

-Me gusta cuando la cosa blanca entra en mi boca.

-¡Entendí que te gusta la vainilla! ¡Trato hecho!

-Bien, bien...

Escondí a Kazuma detrás de mí para que la horda furiosa no lo linchara... otra ves.

Pero tampoco quiero manchar mi nombre, así que...

-N-no le hagan daño... ¡No lo lastimen!

Me di la vuelta para abrazar a Kazuma, aferrando su cabeza a mi pecho.

-N-no lastimen a mi novio... por favor...

Kazuma me miró con tanto odio, pero se contuvo ya que quería permanecer en mi pecho.

Maldito pervertido, sabes que así es la única forma de que no estés gritando.

-Qué buena chica... Incluso lo apoya sabiendo lo que ha hecho.

-Bastardo con suerte.

La turba se alejo dejando una mala mirada a Kazuma, quien sólo les sacó el dedo corazón mientras seguía en mi pecho.

-Ah~.

Comencé a sentir un hormigueo en mi cuerpo, ya que Kazuma me estaba olfateando.

-¿Cambiaste de perfume?

-¡No te pases!

Empuje a Kazuma lejos no sin antes darle un golpe en su cabeza con mi puño.

Ese bastardo me tomó por la cintura... ¡Si que tienes pelotas para hacerlo sin mi consentimiento!

-Helado, helado, helado.

-Bien, bien... Vayamos rápido que no quiero molestias.

-¡Huh! ¿¡Me llamaste molestia!?

-¿¡Acaso ves a otra molestia, molestia!?

Me sigue enojando bastante su rostro cuando grita, me gusta verlo más sometido.

¿No estoy despertando un fetiche?

En fin... Kazuma terminó aceptado de buena manera el comprarme mi helado, si que hacía mucho calor.




***




Ahora estamos caminando hacia la escuela, el camino es algo largo ya que vivimos en una zonal rural.

Quiero ir a Tokyo, una dama tan bella como yo debería estar en la ciudad de las luces.

-Oye, Kazuma. Llévame a vivir a Tokyo.

-Lo dices como si tuviera el dinero.

-¿No trabajas a medio tiempo?

-¡Eso es por que tu consumes casi todo mi dinero!

-Ya no llores que no como tanto. Ahora enserio... ¿no quisieras vivir ahí?

-No.

-¡Ehhhh! ¿¡Que joven no quiere vivir en Tokyo!?

¡Esta loco! ¡Vivir ahí debe ser el mayor logro para alguien de este zona!

Más que nada... Eso sería vivir en Shibuya, el lugar del glamour.

Incluso Roppongi estaría bien.

-No me gustan las multitudes, así que no hay razón para ir hasta ahí.

Se confirma, Kazuma esta loco.

-¿No irías por mi?

-...

Ese silencio suyo no me da mucha confianza, comenzó a pensar mucho en algo.

No me gusta verlo pensativo, me hace ver como una estúpida.

Tal ves debería pensar en una forma de bajarle los humos que tiene últimamente, todo por que una extraña niña con síndrome de 8tavo grado le empezó a hablar.

Si me quitan mi fuente de ingresos... Juro que mataré a esa maldita loli.

-P-puede ser.

-... ¿?

Kazuma comenzó a mirar hacia otro lado, se entiende que no quería verme...

¡Pero esto es el colmo! ¡Yo solo quería hablar seriamente sobre algo!

Te juro que no se que te haré Kazuma Satou, si es que te atreves a arruinar mi plan de estudiar en la universidad Tokyo.

¿¡Quién me va a mantener cuando este ahí!? ¿¡Mis padres!?

¡Tu debes venir conmigo, Kazuma! Debes darte cuenta que estas condenado a estar conmigo...

Quieras o no, yo soy la única persona del género femenino que te hace caso.

No de manera romántica... creo.

¡Me está fastidiando mucho estos raros sentimientos hacia mí amigo de la infancia! ¡No quiero ser una waifu cliché del montón!

-Pedonini.

-¿¡Eh!? ¿¡Cómo me llamaste!?

Tu te lo buscaste Kazuma Satou, no digas que no te advertí...

Por que no te advertí.

Pero ahora vas a sufrir mi ira, por que voy a hacerte llorar por una semana.

Creo que si coqueteo con alguien el se va a molestar, se que me tiene mucho aprecio. Pero también se que no hará nada, ver su cara de impotencia me va a gustar...

Pensara algo como : "¡Noooo! ¡Odio el netorage!"

Hehehe... Esto va a ser divertido. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro