Varios navíos de guerra rodeaban las costas limitantes que tenía Tokio, Japón.

Estos barcos traían refuerzos militares junto con varios héroes, pero una situación de más peligro pasaba dentro del navío.

La heroína Marina, almirante de la flota naval ahora estaba hablando en una llamada de emergencia por las naciones unidas.

Su tono de voz se escuchaba alarmado y a la ves asustado.

[-¡Por favor! ¡Reconsideren su decisión!]

[-Me temo que la decisión es unánime. Aleja todas tus tropas de las fronteras de Japón lo más pronto posible.]

[-¡¡Están hablando sobre disparar armas nucleares hacia Japón!! ¡¡Aún tenemos parte de los nuestros ahí!! ¡¡Thomas André esta ahí!!]

Marina estaba asustada, pues todas las potencias del mundo tenían pensado disparar todo el armamento nuclear mundial hacia Japón.

Se temía que incluso gran parte de Asia caería ante la explosión masiva que provocaría la explosión, pero no tenían muchas opciones.

Los civiles que escapaban de aquella zona de guerra apenas lograban llegar a la frontera, serían consumidos por la onda expansiva.

El mundo tenía un aproximado de 500 misiles nucleares, los suficientes para erradicar la vida en el planeta.

Pero si todos se concentraban en un solo punto, entonces el daño no sería tanto a nivel global.

[-¡¡Pero piensen en la humanidad!!]

[-¡Si dejamos que Ashborn gane en Japón, entonces no habrá nada que pueda detenerlo! ¡Todo el mundo estará a su merced!]

[-Pero… Thomas André…]

[-Según las imágenes que hemos recibido, Thomas André esta recibiendo una paliza por parte de Ashborn. No tenemos otra opciones más que esta…]

Marina apretó sus puños de la impotencia, pues ella era la responsable de dar luz verde a un ataque de esa escala.

[-Entiendo… doy el permiso de la almirante Marina para iniciar el ataque nuclear. Objetivo : Tokio, Japón.]

Varias luces rojas empezaron a aparecer, sonando una alarma que resonó en todos los navíos.

Con varias cámaras en su puerto, Marina vio como los misiles nucleares de todo el mundo empezaban a dispararse.

-Maldita sea…

Se sentía como una basura por ser la responsable de condenar a tantas personas, no quería imaginar el dolor que sería vivir algo como ello.

Solo pudo rogar por qué las personas apuntadas sus cabezas hacia la explosión, así morir de la forma menos indolora posible.

-… ¿?

Pero había algo que inquieto a Marina, y eso sucedió cuando ella miró su sombra de reojo.

‘Thomas nos dijo que…’

-… ¡!

Cuando Marina se había dado cuenta, lamentablemente había sido demasiado tarde.

Pues de su sombra emergió las fauces de un colosal dragón, siendo este Wiffnar. Quien con su rugido llamó a todos los dragones marinos que rodearon los navíos.

-¡¡ROAAAAAAA-H!!

Cada navío fue atacado de forma repentina por los dragones marinos, empezando una masacre por encima del mar.

***

Kazuma se veía en un gran aprieto, su situación actual no era nada sencilla de tratar.

Cientos de misiles nucleares estaban apuntando hacia su dirección, teniendo que pensar en una solución apresurada.

‘En el peor momento… ‘

Kazuma tenía confianza en su defensa actual, sabiendo que aquellos misiles no bastarían para acabar con el.

Pero lo que le preocupaba era que pasaría si llegarán a impactar, ya que aún tenía cosas de que preocuparse en esta ciudad.

Si Alice estaba escapando de la zona de guerra, no habría ido demasiado lejos. Peor aún si recordaba que su único método de escape era el portal dentro del sótano del edificio de la asociación de héroes.

Tenía que salvar la ciudad a como de lugar, bastaba con una para condenarlo todo.

-“¡Mano del Soberano!”

Kazuma dirigió su autoridad hacia el cielo, tratando de detener la caída de aquellos misiles.

¡Crack!

Pero cuando vio que la presión estaba apuntó de hacerlos explotar, se detuvo al instante.

-¡¡Mierda!!

No podía usar fuerza bruta para detener los misiles, pero tampoco tenía alguna forma de detenerlos sin reducir su velocidad.

Kazuma no tenía forma alguna de poder evitar su impacto, aumentando su frustración al entender este hecho.

‘¿No hay nada que pueda hacer?’

Pero cuando el estaba apunto de darse por vencido, la voz de la Monarca vino en su rescate.

(-Envíalos hacía el “Inventario”. Si atraes la oscuridad como una puerta para adquirir esos misiles como objetos, entonces habrá una oportunidad.)

Kazuma recordó aquella función, pero también recordó que apenas había podido introducir un cadáver de dragón dentro.

Eso sí tenía en cuenta la gran dificultad que le causó esa hazaña.

(-Déjamelo a mi, yo seré capas de hacer eso con sencillez.)

Kazuma aun no tenía confianza plena en la Monarca, pero en estos casos tenía las manos atadas.

-Bien… te lo encargo.

Por unos segundos, Kazuma cerró sus ojos dejándose caer hacia atrás mientras flotaba con la “Autoridad del Gobernante”.

Pero cuando sus ojos se volvieron a abrir, ahora poseían un brillo distinto al que el dejaba al descubierto.

Era un brillo oscuro.

-Esto será bastante sencillo.

La Monarca abrió sus palmas en dirección de los misiles, concentrándose en su autoridad.

La autoridad, era la ley sobre el sistema que regia todo la creación en su totalidad.

Era la capacidad que podía cambiarlo todo, y a su vez controlarlo todo. Y ahora estaba en dominio de aquella persona que logró llevarlo hasta un nuevo nivel.

La oscuridad yacio dentro del corazón negro que tenía Kazuma, rebosando por todo su ser hasta el exterior.

Aquella oscuridad tapó a toda la ciudad como si fuerza una sabana, trayendo consigo una oscuridad total.

-Ahora, para dentro.

Los misiles ya habían llegado hacia aquella capa de oscuridad, aunque no habían provocado daño alguno.

Aquella masa de oscuridad devoró todos y cada uno de aquellas armas nucleares, dejando incrédulos a todos los que miraron la escena.

El potencial nuclear del mundo, aquel que podría terminar con todo un mundo entero. Había sido devorado por una masa de oscuridad, nacida desde aquel que conocían como Ashborn.

Un anuncio del “Sistema de Jugador” resonó en la mente de Kazuma, dando por cumplida la misión de la monarca.

Ring~

[Has obtenido “Misiles Nucleares x501.]

La Monarca dio una pequeña sonrisa en el cuerpo de Kazuma, comenzando a caer hacia el suelo.

-Te que sería sencillo.

La Monarca cerró los ojos de Kazuma, para descender hacia el suelo debido a la gravedad.

Pero poco después Kazuma abrió sus ojos, logrando caer correctamente usando la “Autoridad del Gobernante”.

-Maldita loca.

(-¡Hey! ¡Pero funcionó!)

-Si… de verdad que eres útil.

(-Espero que no sea sarcasmo.)

-Jajaja.

(-¡Más te vale que no sea sarcasmo!)

Kazuma empezó a reír al aire, buscando molestar a la Monarca antes de que empezará a sonar altanera.

A él le parecía molesto eso, aunque no la podía culpar.

Después de todo ella era la mayor amenaza que pudo tener la creación en su totalidad.

-Ahora…

Kazuma volvió a mirar nuevamente a Thomas André, quien ya se había puesto de pie.

Su armadura aún no se volvía a recomponer, pero aún así el se había parado para plantearle cara a su adversario.

Kazuma lo miró fijamente, mientras empezaba a concentrar mana en su cuerpo.

-Continuemos.

Kazuma se lanzó en contra de Thomas, el cual se cubrió para recibir el impacto directo.

¡¡PAAM!!

***

-I-imposible…

Siddharth Bachchan miraba con temor el cielo, habiendo visto la hazaña de Ashborn.

El había cubierto toda la ciudad de una masa oscura que apenas dejaba luz para observar. Pero lo más impactante fue ver como esa oscuridad devoraba los misiles.

Siddharth había reconocido aquellas armas, como armamento nuclear capas de erradicar la vida en un mundo.

Sin embargo aquel armamento no fue nada más que un juego de niños para Ashborn, quien no había dejado ni los fragmentos de aquellas armas.

‘¿Estamos yendo contra rivales como estos…?’

A lo lejos miro como Thomas André estaba luchando contra Ashborn. Pero la coraza de la cual todo el mundo consideraba como indestructible, ahora estaba agrietada.

-Y-yo… no puedo seguir…

-¿¡Que!?

Liu Zhigang que estaba a su lado, había escuchado esa frase con bastante enojo.

-¡Somos la barrera defensiva! ¡No te atrevas a arrepentirte ahora mismo!

-¡¡Es que no lo ves!!

Siddharth retrocedió al ver como un pilar de hielo se alzaba por encima de sus cabezas, siendo esta Wiz.

Por encima del pilar se había logrado observar a Christopher Reed, el cual ya tenía una gran cantidad de heridas en su cuerpo.

La batalla dejó de ser pareja cuando Ashborn había activado aquella oscuridad desde su corazón. Recibiendo un aumento de poder abrumador.

Incluso se podría decir que ella ahora era el doble de fuerte de lo que había sido apenas unos lamentos atrás, su hielo era indestructible.

-No podemos ganar, estos no son sólo monstruos.

-…

Liu se había dado cuenta de que no eran rivales, incluso siendo héroes de rango nacional. Hace rato que sus espadas dejaron de lograr algún corte.

La gata contra la que luchaban se había ido hacia no sabe donde, pensando que sería más fácil ir los tres contra Wiz.

Pero esa no fue la respuesta, se confirmó cuando vieron que Christopher caía delante suyo con su cuerpo bañado en sangre y calcinado por su propio poder.

Este vio a sus compañeros de rango nacional, y incluso siendo una persona arrogante, el les dio un mensaje.

Aquel mensaje estaba saliendo desde el deseo más profundo de su corazón.

-C-co-rran…

Luego de ello, el cuerpo de Christopher perdió la vida delante de unos impactados héroes de rango nacional.

-¡¡Lo ves!!

-¡¡C-cállate!!

Liu también empezó a sentir el miedo que tenía Siddharth, temblando con el agarre de sus espadas largas.

Vieron como Wiz avanzaba entre una cortina de fuego que había sido generado por Christopher. Aunque ella no se vio afectada en lo más mínimo.

Pará mala suerte del mago de rango nacional, Wiz poseía “Inmunidad a la Fluctuación Termina EX”. Siendo una habilidad que le otorgó su bendición de “Intocable”.

-Ahora… ¿alguno otro quiere continuar?

-… ¡!

La leve aura que expulsó Wiz luego de matar al mago, fue suficiente para que la barrera del temor que tenía Siddharth se rompiera.

Como un tirador, el sabía cuando no era sensato atacar o disparar. Ahora el sabía que ni siquiera era sensato permanecer ahí.

Comenzó a correr despavorido en dirección opuesta a Wiz, dejando sólo a Liu Zhigang.

-Maldito cobarde…

Aunque la realidad era que Liu le sintió rencor a Siddharth, ya que se le había adelantado en la huida.

Su honor había sido pisoteado por su temor. Rogó por que si bajaba las espadas, ella no lo consideraría como un enemigo.

-Los dejas escapar fácil, no-muerta.

-… ¿?

Wiz escucho una voz a lo lejos, viendo como el cuerpo de Siddharth había explotado de un momento para otro.

¡¡BLASH!!

Del charco de sangre que dejó el cuerpo de Siddharth, apareció Makima parada con una pose tranquila.

A diferencia de su típico traje de oficinista, ahora ella portaba un largo vestido negro. Cosa que se había puesto antes de la batalla, sin saber que actuaría esta noche.

-Tal ves “mi señor” me promueva por encima de ti, estoy siendo más eficiente.

El rostro de Wiz se arrugó en una ira silenciosa, mientras que sonrió de la forma más maliciosa posible.

‘Oh, esta perra de verdad que lo hizo.’

-Vaya, vaya. Pero si es la demonio con poco tacto que atacó a “mi señor”.

Makima respondió de la misma forma, ocultando toda su malicia ante su sonrisa tranquila.

-La eficacia es algo que lamentablemente no alcanzaste, apenas lograste matar a un simple rango nacional.

-No sería tan impertinente como para arrebatarle la experiencia a mi señor. El siempre me recompensa cuando pienso en las decisiones que le gustaría tomar, soy su ser más cercano.

-Ya es hora de un cambio de turno.

-No, no lo creo.

Ambas se acercaron poco a poco, pasando a paso lento sin dejar de mirarse con sus rostros calmados.

-… ¡!

Liu Zhigang había quedado en medio de las dos, inmóvil para no ser detectado por aquellas sangrientas mujeres.

Wiz y Makima estaban cara a cara, mirándose fijamente una a la otra.

-Mi señor si que es paciente, tener que aguantar ese ostentoso cuerpo grasoso.

-A mi señor le encanta mi ostentoso cuerpo, incluso… pide que sea su acompañante nocturna~.

-Me siento mal por mi señor, debía conformarse con tal cuerpo caído.

-¿No será envidia esa que escucho en tu voz?

-Mi firme cuerpo seria mas capas de otorgarle satisfacción y placer a mi señor.

-… ~.

-… ~.

Al final terminó pasando, cuando ambas se tomaron por el cuello con bastante fuerza en sus agarres.

-¡¡Ahora sí que lo hiciste perra!!

-¡¡No me jodas con tus mierda, podrida!!

-¡¡Podrida tu abuela!!

Fuertes corrientes de autoridad y poder mágico fueron disparados hacia todas las direcciones.

¡¡BLAAASH!!

Un torbellino de mana lleno de odio nació, teniendo a la sierva y a la vasalla como ojo de aquella tormenta.

A lo lejos, Chomusuke miraba la escena mientras se recostada encima de una camisa ensangrentada, ella estaba con su apariencia de gato.

‘Me voy unos minutos a matar al adolescentes en ese Eva y no se que, para ver como se quieren matar las sin amor propio.’

Chomusuke dejó escapar un suspiro, para luego olfatear un poco aquella camisa que le había robado al piloto del Eva.

Obviamente luego de haberlo devorado.

-Huele a depresión y a pescado.