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Estas mejor lejos de mi


Un grupo de soldados de sombras estaban en la anterior Aldea Carmesí, tenían el trabajo de reconstruir.

Aunque la mayor parte se facilitaba gracias a varios enanos en las filas de la "Legión de Sombras", quienes eran artesanos por naturaleza.

En el centro de la ciudad estaban Rachel junto a varios Kouma, quienes la rodeaban con asombró.

-¡Eres increíble, señorita Alquimista!

-¡Jamás he visto una magia como esa! ¡Enséñame por favor!

-¡Cásate conmigo! ¡Prometo hacerte feliz!

-... C-Claro.

Rachel se estaba sintiendo algo incomoda por la poca distancia los Kouma y su espacio personal.

En sus manos tenía una orbe la cual tenía grandes cantidades de mana en ella, rodeándolo de una gran cantidad de escritos.

-Bien, ya debería estar... Ahora...

Rachel miró a los lados, notando unos ligeros muros de madera que a simple vista parecían débiles.

Pero luego de que ella pusiera un símbolo rúnico más en la orbe, todo alrededor empezó a brillar con intensidad.

Una luz parpadeante creo un campo de fuerza incluso más poderoso del que alguna ves había creado en el castillo.

Fush

Fush

Bling

Una ves que el campo de fuerza llegó a su punto máximo, este se volvió trasparente y luego pasó a ser invisible.

-Con eso ya he terminado. Ahora su aldea está protegida de toda persona que intente ingresar con malas intenciones.

Una anciana salió de entre la multitud, acercándose hacia Rachel.

-Muchísimas gracias por la ayuda, jovencita.

-No hay de que, no es nada del otro mundo. ¿Ya está enterado el jefe de la aldea?

Rachel había conocido a Hiropon en el pasado, buscándolo de entre la multitud.

Pero la moral de los Kouma bajó al hacer mención de él.

-Lamentablemente el jefe de la aldea ya no está con nosotros.

-Ouh, ya veo. Perdón por eso.

-Gracias. Al menos estamos contentos al saber que murió protegiendo la aldea tal y como prometió.

-...

Ahora Rachel estaba preocupada, por que aunque no pareciera, los Kouma necesitaban una figura autoritaria.

Ellos eran personas tan volátiles, que sin alguien que los mantenga a raya, podría generarse el caos.

Pero varios Kouma se miraron entre ellos, todos tenían la misma idea en su cabeza.

-No se preocupe, jovencita. Ya tenemos en mente a un próximo jefe para la aldea.

-¿Enserio? ¿Quién...?

-Ella demostró ser la maga carmesí más poderosa que jamás ha habido. Escuché las historias de varios aldeanos que fueron en la primera batalla, Axel.

La anciana miró hacia una casa más grande de los normal, la cual estaba en lo más alto de una colina adyacente al ayuntamiento.

-Sin duda estaremos bien.

-Si.

Rachel miró hacia el mismo lugar, sabiendo quiénes estaban en esa casa.

-Tiene toda la razón.




***




En la casa más grande de toda la aldea, adyacente al ayuntamiento.

Yunyun estaba aún descansando en su habitación, mientras que era vista por Kazuma, quien estaba sentando al lado de la cama.

Kazuma pasó su mano para acariciar el cabello de Yunyun, aún teniendo una mirada preocupada.

-Yunyun...

Mientras el aún se castigaba mentalmente por la culpa, cosa que entendía que era suya, algo resonó en su mente.

La voz de la Monarca.

(-Vaya, vaya, vaya. Quien te vería tan preocupado por una mujer más. Y una a la cual no te has...)

-Cierra el pico.

(-¡Pero bueno! Recuerda que estas hablando solo.)

-Lo sé...

(-... Lo sé.)

Kazuma miró un espejo al lado suyo, viendo la silueta de la Monarca en ves de su reflejo.

El la miró con un rostro tan serio, que cayó la sonrisa de la Monarca, ella sabía a que iba.

-No se que está pasando con ella. Jamás vi algo parecido.

-... ¿¡!?

Kazuma ahora ya no podía entender que sucedía, si no era la Monarca quien le diera esa respuesta...

¿Entonces quien?

-Lo único que se es que ella tiene una conexión contigo. Pero es diferente a la normal, es mas... íntima.

-... ¿?

-Nunca nadie le ha dado una orden a la "Legión de Sombras" que logre desafiar tu autoridad. No debería pasar.

-Y ella hizo algo así.

Kazuma volvió a mirar a Yunyun.

-Ella tiene una autoridad mayor a la anterior, veo que ha estado aumentado de forma descomunal. Así que sólo tengo una respuesta...

-¿Esa es...?

-Ella obtendrá más poder mientras que tú te sigas haciendo más fuerte

-... ¡¡!!

Kazuma se levantó de la silla de golpe, mirando al espejo con un rostro de impacto puro.

-No podemos ralentizar tu crecimiento por culpa de ella. Lo mejor será evitarnos problemas.

-No la voy a dejar.

-¡No, no me refiero a eso! ¡Se que no lo harás, bobo!

La Monarca sonrió mientras miraba a Yunyun a través del reflejo del espejo.

-La autoridad es algo que va de la mano con el estado mental. La única forma de que ella pueda controlarlo es en un ambiente de paz.

-... Paz.

Kazuma camino hacia la ventana, dirigiendo su mirada hacia la aldea.

Vio como una gran barrera se levantaba en toda la aldea, esta se encargaría de mantener a los Kouma a salvo.

Había dejado un soldado de sombra como guardia en la zona del orbe mágico, así estar siempre alerta de este lugar.

Kazuma se giro mientras se reposaba en el marco de la ventana, mirando nuevamente a Yunyun.

-Ella estará mejor aquí que conmigo. Solo aquí... ella podrá estar en paz consigo misma.

-Esa es la idea más sensata, al menos hasta que podríamos descubrir que es ella.

-Hasta entonces haré eso.

Kazuma se levantó, no sin antes asegurar la seguridad absoluta de Yunyun.

-"Leviatán", cuídala bien.

Una sombra se arrastro desde los pies de Kazuma hasta estar bajo de Yunyun.

La sombra miró a Kazuma desde su escondite, agradeciendo a su rey con la mirada.

Leviatán sentía más familiaridad con Yunyun, siendo ella la primera persona con autoridad que estuvo en su mente.

'Megumin estaría muy celosa... Bueno, estaría en tiempo pasado.'

Kazuma recordó lo perezosa que se volvió Megumin, dejando escapar una risa por ella.

Ya sin nada más que hacer en ese lugar, Kazuma desapareció cuando uso <Teletransporte>.




***




En un casino dentro de Elroad, una pelea estaba sucediendo en todo el escenario del lujoso establecimiento.

Varios hombres caían con arañazos profundos, junto con varias manchas de sangre en el suelo.

Setsuna se estaba limpiando la sangre de sus garras, mientras gruñía a aquellos que habían sido abatidos.

-¡Nadie perturbara el hogar del señor Kojiro!

Setsuna pateó la zona íntima de un hombre caído, haciendo que este vomitara por el dolor.

¡Pum!

-¡Ahora largo!

Los hombres ayudaron a su vomitado amigo, yéndose del casino mientras corrían.

-Santo cielos.

Setsuna se limpio la sangre que aún quedaba en su elegante vestido, para caminar hacia una fila de empleados.

-No quiero que vuelva a ocurrir, ¿entendido?

-¡Si! ¡Entendido, señorita Setsuna!

Los empleados se fueron corriendo despavoridos de la mirada asesina de Setsuna, quien solo suspiro algo cansada.

*Suspiro*

'Santo cielo...'

Setsuna decidió pasar de todos los asuntos del casino por el momento, ya estaba demasiado estresada mentalmente.

Ella se encaminó hacia su oficina en el casino, protegida por una gran cantidad de guardaespaldas.

Luego del día tan cansado que tenía, el papeleo era lo último que quería ver delante suya.

Aunque su maldición ya la estaba esperando encima de su escritorio, cosa que la hizo gruñir algo enojada.

-Fuu~. Lo haces por el señor Kojiro.

Setsuna se sentó con aburrimiento en su escritorio, empezando a leer la montaña de papeleo que había encima.

Uno a uno se comenzó a concentrar en aquellas hojas, siendo bastante irrelevantes o simples pedidos.

Incluso había uno que otro préstamo, aunque Setsuna tenía buen ojo para los engaños.

Como persona que casi era vendida a base de engaños, ella era bastante humilde y solidaria con los que no tenían.

Cuando se daba cuenta que un préstamo era necesario para una persona, ella accedía e incluso daba grandes plazo para pagarlo.

Dejar el actual casino más rico de Elroad, Caligura, bajo las manos de Setsuna fue una idea sin reproche.

-Has estado ocupada, niña lobo.

Pero esa paz finalmente llegó a su fin.

Con una voz tan oscura y gruesa que hizo erizar todos los pelos en la cola de la joven semi humana.

-... ¡¡¡¡!!!!




***




Las cosas se habían tranquilizado en Axel, Kazuma finalmente podía darse un lujoso día común.

Había pasado tanto desde aquello que pensó que sólo eran simples recuerdos de su memoria.

Ahora estaba revisando algunas fotos que había tomado con su celular, cosa que llamó la atención de Megumin, quien estaba en el sofá de al lado.

-¿Qué es esa cosa?

-¿Huh? ¿Te refieres a esto?

Kazuma levantó el celular en su mano.

-No veo nada más que podría interesarme.

Megumin se acercó de un salto al sofá de Kazuma, estirándose como un gato sobre su regazo.

Ahora ambos miraban la pantalla del celular de Kazuma.

-Esto es un teléfono celular. Es una herramienta que tiene múltiples usos de mi mundo.

-¿Volviste a tu mundo?

-... Algo así. Mejor mira esto, sirve para tomar fotos.

Kazuma se tomó una selfie con Megumin, haciendo que ella se sorprendería al verla.

-¡Increíble! ¿¡Pará qué más sirve!?

Megumin comenzó a mover sus caderas bastante emocionada por el gran aparato.

Esto incómodo algo a Kazuma, ya que sabía que ella no se daba cuenta de que seguía en su cintura.

'Ya va ser mayor de edad y sigue siendo una niña.'

Kazuma levantó a Megumin para ponerla al lado suyo, luego la miró directamente a los ojos.

Megumin se enojo algo por esto.

-Te digo que mía días de ilusionada murieron hace tiempo.

-No seas idiota.

Kazuma acercó su dedo a la frente de Megumin, usando tu telepatía para compartir todo su conocimiento del teléfono celular.

De repente los ojos de Megumin se volvieron blancos, dejando de poder verse su pupila.

Su mente por primera ves comenzó a ser estimulada de una manera tan frenética que hasta se consideraba estimulante.

Sus labios sólo pudieron dejar escapar un...

-... Wow.

Kazuma se separó de Megumin, sacando al mismo tiempo un teléfono celular de alta gama, pero este era de color rojo.

-Ten.

Kazuma le extendió el celular a Megumin, cosa que ella tomó para encenderlo al momento.

-S-se usarlo.

Megumin no sabía cómo ella entendía a la perfección el objeto que jamás había visto, era tan familiar que parecía haber crecido con el.

Kazuma sonrió al ver hasta donde había llegado su dominio telepático.

'Sabia que usar el mismo método que Aqua uso conmigo para aprender el idioma iba a funcionar.'

Al igual que los reencarnados, a quienes se les alteraba la memoria para entender el idioma.

Kazuma acababa de manipular el sentimiento familiar de Megumin, así poder hacer que ella entendiera el uso del celular sin tener que manipular sus recuerdos.

-Me tome la libertad de bajar muchas aplicaciones sin uso de Internet, así que disfruta.

Kazuma se levantó para dejar a Megumin divertirse con el celular, guardo de paso su celular en el <Inventario>.

'¿Sería buena idea traer un satélite en la orbita para tener red celular?'

Kazuma comenzó a pensar es una forma de ampliar las comunicaciones en su mundo.

-Heeh~.

-... ¿?

Pero antes de salir de la sala, se encontró con una Darkness la cual estaba respirando de forma extraña.

Ella estaba sonrojada, Kazuma ya había sentido la excitación en su cuerpo.

-K-ka-Kazuma.

-¿Si?

-T-tu... puedes... ¡Puedes volver realista los sueños!

Darkness se acercó sin interés en el espacio personal de Kazuma, aumentando su excitación cada ves más.

Kazuma dio un paso hacia atrás de forma involuntaria, se había olvidado de la verdadera naturaleza de Darkness.

Quería seguir olvidándola.

-Darkness...

-¡¡Puedes!!

-...

Kazuma tomó una larga bocanada de aire, para luego suspirar cansado.

*Suspiro*

-Claro.




***




Haruhime caminaba por los pasillos de la mansión, tarareando una linda tonada.

-Turu~, Turu~, Turu~.

Ella tenía en sus manos un par de ropas grandes, claramente de Darkness.

Haruhime se dirigió a la habitación de Darkness, aunque se confundió al ver a Kazuma en la puerta.

El se reposaba en la entrada a su habitación, mientras se mantenía de brazos cruzados.

-¿Señor Kazuma? ¿Qué hace usted aquí?

-...

-... ¿?

Haruhime se confundió por el silencio de Kazuma, aunque decidió intentar pasar de él.

Iba a entrar a la habitación de Darkness, pero algo en su mente le decía que no era buena idea.

Su instinto animal tuvo razón, cosa que Kazuma confirmó.

-No te recomiendo que entres.

-¿Eh? Pero...

-Créeme, no quieres verla así.

Kazuma miró hacia atrás, arrepintiéndose por algo.

'Aumente mucho su sensibilidad.'

Kazuma de los hombros a Haruhime, alejándose junto a ella de la habitación de Darkness.

Lo único que pudo saber Haruhime de la situación, fue un grito desde dentro de la habitación.

-¡¡¡HAAAA~!!! 

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