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El Renacer del Monarca

No había forma de negar la cruda realidad que ahora presencia a su ser.

Aquel que no significaba más que muerte y desesperación.

Una entidad la cual trajo consigo la peor época en toda la creación.

El primogénito del final, aquel que lideraba y regia sobre todo aquello que dejaba la luz.

El “Monarca de las Sombras” estaba caminando nuevamente sobre la creación.

Kazuma apenas pudo levantarse con sus piernas temblando, solo pudiendo ver aquella pantalla.

[¡Monarca de las Sombras : “Leisha”!]

 

Kazuma pudo ver el verdadero nombre de aquella que habito dentro de sí mismo durante muchísimo tiempo.

Ella lo miró con una sonrisa coqueta durante un rato, al menos fue hasta que Kazuma intentó hacer algo.

—T-tu…

—De rodillas.

 

—… ¡¡¡!!!

Todo el cuerpo de Kazuma fue enviado de cabeza hacia el suelo con sólo una simple palabra.

Todo rastro de su existencia decidió obedecer sin siquiera intentar replicar.

Una autoridad sin igual que aquella que sentía provenir de Leisha.

‘Este es… ¿Es este el poder del Monarca?’

Kazuma comenzó a sudar mares y océanos por culpa del miedo que empezó a sentir en un momento.

Sin poder sentir o ver nada más que el suelo, sus oídos comenzaron a guiarlo con unos pasos hacia su posición.

Tap*

Tap*

Tap*

Los pasos de tacón de pararon una ves que estuvieron muy cerca suyo.

Nuevamente escucho aquella voz dulce y autoritaria.

—No seas grosero y levanta tu cabeza, nos conocemos hace mucho.

 

—… ¡¡!!

Nuevamente Kazuma no pudo ser capas de desobedecer, levantando su cabeza para ver a Leisha directamente a los ojos.

Ella sujeto sus mejillas mientras seguía con su sonrisa coqueta.

—Ah~… Eres tan adorable y lindo, me dan ganas de comerte vivo.

 

—…

Kazuma trataba de hablar o siquiera balbucear, pero lo único que podía hacer era mover torpemente sus labios.

Por primera vez Kazuma estaba experimentando el miedo en su estado primordial.

Pues aquellos que tuvieran vida le temerían a la muerte.

Kazuma sólo podía ver con miedo directamente a los ojos que aquella dama bañada en oscuridad.

—Huh… Que molesto.

 

Leisha miró al cielo, notando un rayo de sol iluminando todo el lugar.

Incluso con la tierra y todo a su alrededor muerto, tanto que ni siquiera había dejado el mar…

La luz del sol seguía cayendo sobre el planeta, cosa que la molesto.

—Déjame resolver este feo contratiempo, no se como puedes moverte bajo algo tan molesto.

 

Kazuma vio como una profunda masa de oscuridad comenzaba a nacer en las manos de Leisha.

Está la junto en un solo punto entre sus dos palmas a la altura de su estómago.

Un orbe oscuro y denso fue creado gracias a eso, para que después fuera liberado en un instante.

Fue ahí cuando Kazuma lo vio…

FLOOOOOSH*

Su mente no analizó al instante, entendiendo una cosa.

‘Yo no soy rival para ella…’

Pues todo rastro de luz había sido eliminado.

No era solamente un entorno difícil de ver por la falta de luz para los demás, era algo más…

Todo se volvió oscuridad pura, era exactamente igual a la oscuridad infinita que había en su espacio mental.

Kazuma podía sentir como no sólo ese entorno había sido cubierto por la oscuridad.

Gracias a su conexión a esta, Kazuma pudo sentir como la oscuridad ahora bañaba cada rincón del universo.

Lo que más lo sorprendió fue sentir que esa densa masa del abismo… había detenido la expansión del universo.

Leisha sonrió al ver este entorno.

—Ahora si me siento más cómoda al moverme, no quiero a ese idiota viéndome a través de la luz.

 

‘¿Huh?’

Kazuma palideció al entender las palabras de la Monarca.

Tenía mucho sentido y se maldijo por no pensar en ello.

Si el podía ver y sentir todo a través de la oscuridad, entonces lo mismo pasaba con el “Gobernante de la Luz” con esta.

Leisha miró unos segundos a Kazuma hasta golpear su palma al entender.

—Oh… Perdón, no me había dado cuenta de que estabas aterrado.

 

—Y-yo…

—Tranquilo, es normal… Jamás habías sentido algo como esto, se entiende.

 

La Monarca puso su mano sobre el pecho de Kazuma unos segundos.

Ba-dum~*

¡¡BA-DUM!!*

En un instante, Kazuma pudo sentir como su “Corazón Negro” dejaba de latir.

Detrás de su espalda algo denso se logró manifestar en forma de ilusión.

—¡Ahh-!

Kazuma finalmente pudo gritar una ves que esa densa forma dejó su cuerpo.

‘Mi miedo…’

Kazuma se miró a sí mismo para entender lo que había pasado.

De no ser por su vasto conocimiento y su densa capacidad de comprensión entonces no se habría dado cuenta.

La Monarca se había desecho de todo instinto de miedo hacia la muerte en su ser.

El no pudo oponerse a esto, fue como una ley puesta por Dios sobre el hombre.

—Ahora ya me puedes hablar, no me gusta que me veas con miedo… No tu.

 

—Que… ¿Cómo…?

—¿Cómo que como? Pensé que ya lo habrías resuelto por ti mismo.

 

—No…

—Hmmm… Después de lo que le hiciste a Valac supuse que si, que decepción.

 

La Monarca extendió su mano para comenzar a moldear formas con la oscuridad.

Solo ellos dos y los que estén detrás de ellos eran capaces de ver en esta oscuridad.

La Monarca mostró un pasado, un presente y un futuro.

Kazuma observó todo atentamente.

 



***

 



Todo esto es gracias al Gobernante, ese cobarde no fue capas de deshacerse de mi.

Creyó que arrebatándome todo y rebajándome a una mera conciencia era suficiente castigo.

Pero ese fue su más grande error, pues yo me alimente de la oscuridad en la existencia de cada ser.

Solo necesite un ser con autoridad que pudiera caer ante la oscuridad luego de que el Gobernante la eliminará casi por completo.

Tarde muchísimo vagando en ello, pero al final… el amor es una maldición.



***



Fue cuando la valquiria del agua, Aqua, comenzó a sentir desesperación por la pérdida de su gran amor.

Ahí note la oportunidad, influir su toma de decisiones para que esta jugará con fuerzas que no entendía.

Espere hasta que esta finalmente todo la oscuridad para así… Hacer un trato.

—N-no… ¡Tu no debes existir!

Aunque ella se resistió al inicio, le terminé dando buenas razones para seguir con este… experimento.

(—¿Qué acaso no quieres volver a verlo? Sabes que el puede y si no quiere, entonces solo yo podré.)

 

—Tu no… ¡Yo no confiaré en ti!

(—Yo tampoco lo hago en ti, solo quiero obtener algo para que así salgamos beneficiadas ambas.)

 

—No… Esta es la profecía, yo no te ayudare…

Cuando ella finalmente quiso alejarse de todo, recurrí a ser directa.

Quién rechazaría un deseo que ni Dios puede dar.

(—Solo hay una forma en la que el pueda volver, eso me ayudará a mi a tener un cuerpo nuevamente.)

 

—… ¿A que te…?

(—Te daré los detalles, pero… ¿Tenemos un trato?)

 

Fue en ese momento en el cual pude notar como su mente se perdía de la luz que reflejaban sus ojos…

En ese momento me di cuenta que tendría que trazar un plan para poder cumplir mi retorno.

 



***

 



Le enseñe a usar la autoridad sobre la muerte como sólo yo podría.

Un canto fue el resultado, algo que desafiaba al fin y al inicio…

Con esto ella podría recuperar con un leve fragmento todo un ser que ya no esté, incluso por mi mano.

Pero había un fallo, esa entidad debería tener autoridad sobre el sistema. La suficiente como para ir por encima de estas leyes.

Así fue cuando sin que ella lo notará, tuve que crear otro yo.

—Ahora que el alma ya está crecida solo hace falta darle la autoridad.

 

—Si… Un paso más…

 

—¿Lo tienes listo?

 

—Si, ya está todo listo…

En sus manos pude sentir ese código tan hermoso, algo que me aseguraría mi retorno.

Lo llamamos “Panel del Jugador”, me nació luego de leer algunas novelas y juegos mientras pasaba el rato.

Lo restante de mi autoridad serviría para darle motor a ese panel de crecimiento, uno en el cual me dejaría tomar parte de este mismo.

Ahora solo faltaba darle autoridad y solo había una forma de que reúna lo suficiente antes de que el Gobernante interfiera.

Era dar a sombras otro Monarca.

—Recuerdas como nace alguien como yo.

 

—Darle toda la luz a alguien y luego quitarle todo rastro de esta… Que desee tanto la muerte en general que este se acerque al trono sin rey.

Parecerá más normal de lo que suena, pero no es así…

No importa que tan jodido esté alguien, nadie deseara tanto la muerte en general.

Pues esto significa la muerte de todo aquello que existe, no sólo la propia.

La parte difícil es hacer eso a un ser bañado y sujetado por la luz.

Pero eso ya no será problema alguno, pues ella misma creo esa luz con sus propias manos.

De nombre : “Hanna Miyamura”. Destinada a ser la luz de esta vida que antes vivías, destinada a que la pierdas.

¿No recuerdas ese momento?

 



***

 



Justo después de que Kazuma perdiera a Hanna, teniéndola en sus manos.

Su mente y su corazón junto a todo su ser dejó de pensar en algo.

Era casi como si no pudieran llegar a ver o sentir nada, solo había un negro abismo en todos lados.

El había perdido cada fragmento en su vida, por ello…

El abismo eligió un posible candidato a rey.

-Hanna…

Ba-dum*

Ba-dum*

-Por favor… Hanna…

Ba-dum*

Ba-dum*

-Ha…

Fue cuando los asesinos de Hanna lo rodearon, cuando todo su ser deseo solamente…

La muerte.

-¡¡¡HANNAAAAAA!!!

Una explosión de poder y oscuridad fue liberada en ese instante.

Un brillo oscuro nació en sus ojos, al mismo tiempo que un aura igual rodeo a aquellos asesinos.

-Ustedes…

Finalmente por culpa de aquella liberación su mente quedó libre del control de Aqua.

Pero ya no serviría de nada.

-¿Q-que…? ¿Dónde…?

-¡Esto no me gusta, hermano!

-¡¡Ayuda!! ¡¡Que alguien…!!

Cruck*

Sin poder hacer algo siquiera, sus cuellos fueron rotos por aquella presión naciente de Kazuma.

El se paro mientras que el cadáver de Hanna terminaba atrás de el.

Kazuma extendió su mano para que algo dentro de su ser lo obligará a hablar.

—“Surjan”.

Del suelo unas manos oscuras nacieron desde los cadáveres.

Unos soldados de sombra nacieron en ese instante, dejando de que Kazuma supiera toda su vida.

Con ello, el logro tener en mente un objetivo de venganza.

Todo rastro de aquellos seres vivos, pues Kazuma culpo a estos.

—No entiendo que pasa…

Kazuma comenzó a ser rodeado de mucha oscuridad, causando grandes repulsiones de poder en toda la zona.

Pero el solo apretó el puño.

—Pero no me interesa.

 



***

 



Los casaste uno por uno.

Un genocidio en pocas palabras, casaste a todo igual a los asesinos de Hanna en todo tu planeta.

Tu mente estaba nublada por la venganza y la ira, por ello decidiste no pensar en nada más que matar.

Mataste sin parar, mataste tanto que tu cuerpo apenas podía mantener su forma original.

¿No lo has entendido?

Tu jamás has muerto en sí, la experiencia cercana a la muerte que tuviste fue una alucinación.

Ya estaba recobrando tu conciencia, por eso ya era hora de que dejaras de lado tu propia camino para seguir aquel que te habíamos creado.

Fingimos una muerte a pesar de tu poder gracias a la autoridad de Aqua, con eso tu pensaste en tu muerte.

Una ves en el limbo recibiste mi “Panel de Jugador” y dio inicio a esta bella historia.

 



***



—Ahora si espero que lo hayas entendido…

 

—…

Leisha se agachó hasta estar a la altura de Kazuma para abrazarlo.

—Yo siempre estuve ahí para ti, desde antes y después.

 

La Monarca comenzó a acariciar el cabello de Kazuma en intención de que este se sintiera mejor.

—Yo jamás te mentí y jamás lo haré, no te dije por qué jamás preguntaste. Te lo digo ahora por que mereces saberlo.

 

La Monarca comenzó a oler levemente a Kazuma mientras que sentía como este trataba de mover sus dedos.

Todo su cuerpo seguía en shock por aquella revelación.

El siempre… había estado maldito.

—Soy en quien más puedes confiar, eres en quien únicamente puedo confiar. Eso por que…

 

La Monarca hizo una acción que dejó perplejo a Kazuma.

Si ya de por sí era difícil hacer algo, ahora lo había vuelto imposible.

Fuera de todo, la Monarca había besado a Kazuma.

Kazuma sintió y irónico el frío beso de la muerte.

La Monarca se separó para sonreír de una forma algo maníaca y con el rostro exaltado.

—¡Yo te amo, Kazuma!

 

—T-tu… ¿Qué…?

—¡Cada parte de ti! ¡El cómo puedes entender la muerte como ningún otro! ¡Tus acciones y decisiones…! ¡¡Todo, amo todo de ti!!

 

La Monarca nuevamente beso a Kazuma, peso esta ves mas agresivamente que antes.

Un hilo de saliva fue dejado cuando ella se separó de él.

—Así que ahora te pido desde mi corazón… Reina conmigo, quédate hasta después del final a mi lado.

 

La Monarca extendió su mano para que Kazuma la tomara en señal de aceptación.

Este no podía responder, no había forma alguna de hacerlo.

¿Amarlo a él?

Cómo diablos alguien tan oscura como la Monarca podía siquiera sentir amor.

Fue ahí cuando Kazuma sintió asco por alguna razón, actuando sin pensar.

—¡No me jodas!

Slap*

—…

 

De un solo manotazo Kazuma apartó la mano de la Monarca de sí.

Esta se quedó callada.

—…

 

—¡Amarme! ¡No me jodas con esas mierdas!

La Monarca miró su mano por unos segundos para pensar.

—…

 



***

 



—Ya entiendo…

 

La Monarca se mantuvo sería mientas miraba la mano que fue negada.

Pero debido a eso, Kazuma comenzó a sentir algo diferente e igual al miedo.

‘¿Qué está…?’

La Monarca extendió la mano antes ofrecida hasta un lado de Kazuma.

—Aún sientes que hay algo más, eso no está bien… Tu… eres mío.

 

—… ¡¡¡¡!!!!

Fue ahí cuando el peor de los miedos de Kazuma se manifestaron.

El pudo sentir la muerte tan pura ser convocada en la mano de la Monarca.

Kazuma sabía el por qué de esto, lanzándose hacía esta.

—¡¡No lo hagas!! ¡¡Nooo!!

El intento forcejear, pero la autoridad de la Monarca lo mantuvo en su lugar.

—Tranquilo, es lo mejor para ti.

 

Kazuma seguía tratando de pelear desesperado.

No quería que eso pasara.

—¡Perdón! ¡Aceptaré tus condiciones, pero no lo hagas! ¡¡Haré lo que me pidas!! ¡¡No lo hagas!!

Kazuma trataba de pelear pero sus golpes no llegaban, sus gritos no eran escuchados.

Impotencia era lo único que el podía sentir al ver como la Monarca no se iba a detener.

—¡¡¡TE LO RUEGO!!! ¡¡¡ALTOOOO!!!

Ya había sido demasiado tarde, pues ya había pasado.

No hubo movimiento ni acción, la oscuridad sólo desapareció de un momento a otro.

Pero Kazuma si sabía lo que significaba, por ello cayó de rodillas hacia delante.

Su rostro lucho contra sus lágrimas, jamás recordó sentir tanto dolor como ahora.

Su corazón dejó de latir por completo mientras miraba a la Monarca.

—T-tu… A todos…

—…

 

Kazuma miró el suelo aceptando la cruda realidad.

—Los mataste a todos…

No había rastro alguno de “Vida” en todo el universo.

Cada alma, cada cuerpo y cada ser que Kazuma trato de proteger.

Mitsurugi, Darkness, Iris, Wiz, Makima, Claire, Jatice, Kori, Alice, Tomás, Dust, Eris, Liba, Chomusuke, Komekko, Shinobu, Zell, Rachel, Akayuki, etc.

Nadie quedó…

Todos aquellos que alguna vez quiso ahora estaban junto a la muerte por la mano de la Monarca.

—…

 

Pero incluso viendo todo su dolor, aquella Monarca únicamente…

Pudo sonreír satisfecha.

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