En el castillo, donde se escondía la ‘Brigada de la Resurrección’.

Hela bebía un té mientras leía, era una forma de pasar su tiempo.

Pará alguien que era longevo, aprender nuevas cosas era algo emocionante, ya que tenía un gran conocimiento hambriento por expandir su sabiduría.

Sin embargo, Hela cerró el libro cuando escucho que llamaban a su puerta.

Se quito los lentes que usaba para leer, aunque tenía una vista perfecta, a ella le gustaba la sensación erudita que le daba usarlos.

-Adelante.

La puerta se abrió mostrando a Yumi, quien tenía un casco negro en sus manos.

-Hela ¿has visto a Valac?, ya repararon a Thama, solo falta que el le dé vida artificial.

Hela miró el casco negro, viendo que ya no tenía ninguno de los daños que había recibido en la batalla en Axel.

-Valac salió, ya sabes que hora del día es.

Yumi miro decepcionada el suelo, ya que le gustaba pasar tiempo con Valac.

Pero ella sabía que había una hora del día en el cual el no atendía a nadie, su tiempo de paz.

-Entiendo…

Hela sintió algo de pena por Yumi, ya que la consideraba como una pequeña hija a la cual le gustaba malcriar.

Cómo una mujer que había visto la muerte directamente, sentía atracción fraternal por Yumi.

-Creo que puede usar una de las cápsulas de poder para darle vida artificial, pero no te prometo nada.

Yumi sonrió al escuchar esto, pues consideraba a Thama como un buen amigo.

A pesar que solo era un arma de guerra, se comportaba como una mascota a la cual le gustaba atender a su amo.

Eso le recordaba a un viejo perrito, cosa que le gustaba a Yumi, esto debido a que ella siempre quiso una mascota.

-¡Gracias!

Yumi camino alegre por el pasillo, ganando una sonrisa por parte de Hela.

-Está niña…

Hela se levantó, siguiendo a Yumi para ayudarle con Thama.

***

En una colina más allá de donde la mano humana pudo tocar, Valac estaba relajándose.

Valac miraba con calma el paisaje, siendo un hermoso valle con la naturaleza de forma perfecta.

Aunque era el líder de la ‘Brigada de la Resurrección’ y toda la responsabilidad recaía en el, era bueno darse un par de momentos de privacidad.

No había ninguna forma de vida en kilómetros, tampoco había algún permiso para que alguien se acercara.

Pero Valac sabía algo, eso era que el no estaba solo.

-¿Vas a salir o me seguirás acosando?

Valac giro levemente su mirada hacia atrás, notando algo oculto en el aire.

De manera repentina, una silueta emergió desde esa posición, oculto entre la luz del día.

Una gabardina dañada, un cabello largo y descuidado, esa era la presencia que miraba a Valac.

Ese hombre, era quien antes se había presentando con Kazuma, un fragmento de la luz brillante.

El hombre miró a Valac, expulsando una leve cantidad de poder mágico sólo con su presencia.

-Nadie, nadie tiene permiso de venir aquí, incluso si desplegaras todo tu poder.

-¿Huh? Veo que si me has estado acosando.

-Durante los últimos dos meses han venido aquí durante 1 hora al día, incluso al liberado tu poder, pero… nadie se acercó en un radio de 100 kilómetros.

Valac sabía que era aquel hombre, mejor dicho, sabía quién estaba mirando a través de ese hombre.

Se sintió insultado, Valac, quien era conocido como el ‘Demonio del Poder’ se enojo por ello.

El que se ganó el título de la 2da mayor amenaza de toda la creación, tenía en frente a un simple mortal que portaba un fragmento de la luz brillante.

¿Solo eso merecía?

-Más te vale que vayas enserio, porque ahora… estoy enojado.

Valac sacó su larga espada negra, salida desde su dimensión de almacenamiento.

El fragmento también sacó sus armas, siendo un par de dagas que irradiaban el poder de la luz.

-Te daré muerte el día de hoy, Valac.

-¡Hahaha! No sabía que los fragmentos hubieran obtenido la habilidad de hacer chistes.

Valac extendió su mano, rodeando una gran cantidad de poder mágico en esta.

-‘Prisión Eterna’.

De repente, el mana de Valac se disperso en toda la zona, juntándose en un cubo.

Aquel cubo tenía un aspecto oscuro, sirviendo como paredes que encerraban a los dos contendientes.

El fragmento miró el cubo analítico, sabía que no podía tomarse a la ligera a un ser como Valac.

-Lo mínimo esperado de ti, un entorno que devora el poder mágico para aumentar su resistencia, una prisión de la cual no se puede salir.

-Más que prisión, solo no quiero destruir este lindo paisaje.

-Algo hipócrita, ya que eso viene de.. ¡Tu boca!

El fragmento acordó la distancia con Valac en un instante, ambas armas chocaron combatiendo sus filos.

SHIN*

Una gran cantidad de tajos y cortes empezaron a chocar entre sí, el poder detrás de cada golpe era abrumador.

KASHIN*

KASHIN*

KASHIN*

El poder mágico que ambos poseían, era suficiente para acabar con un planeta de bajo rango con facilidad.

Valac sabía que el fragmento no era alguien con quien pudiera jugar, en su estado debilitado, incluso el podría ser capaz de matarlo.

El fragmento tenía el mismo pensamiento, la única forma que tenía para contrarrestar el poder de Valac era su autoridad.

Un don bendito por el más grande Serafín, aquel que era conocido como el ‘Gobernante de la Luz’.

Varios cortes empezaron a impactar en Valac, dejando caer su sangre en cantidades leves.

-¡Como se esperaba de un fragmento! ¡Ya no recordaba que era sentir dolor!

-… ¡!

Valac rodeo su cuerpo con poder mágico, impactando un golpe directo en el fragmento.

BLAM*

El fragmento fue enviado hacia el muro de mana, este resonó con poder cuando recibió el impacto.

PLUM*

‘¡Que fuerza tan colosal!’

Valac no iba a dejar de atacar al fragmento, extendiendo sus alas para volar con velocidad.

Un nuevo intercambio de ataques empezó, ahora con la ventaja del cielo sobre Valac.

Pero el fragmento no había sido derrotado, pensando en una forma de bajar a Valac hacia su posición.

-‘Mano del… Gobernante’.

Valac sintió una poderosa presión, siendo parte del poder que el fragmento había recibido del ‘Gobernante de la Luz’.

La presión era poderosa, pero Valac pudo soportarla con dificultad.

‘Está es la autoridad que solo el puede crearse con el poder del Monarca o el Gobernante, este bastardo lleva manejando su poder un buen tiempo.’

Al extender sus alas con fuerza, el poder mágico de Valac logró repeler la autoridad del fragmento.

Valac busco al fragmento con la mirada, notando que este no estaba delante de él.

Al saber que estaban encerrados, solo tenía un lugar en donde buscar, siendo su espalda

-… ¡!

Valac logró reaccionar a tiempo, deteniendo un corte de la daga del fragmento.

¡KASHIN!*

Aquella daga tenía una poderosa cantidad de poder, sin duda era el arma de otorgado a un fragmento de la luz brillante.

Fácilmente tenía el poder suficiente para matar dioses de todos los rangos, incluso para dañar ‘Absolutos’.

La pelea entre aquellos dos fragmentos del poder del Monarca y el Gobernante siguió con ferocidad, no se miraba ninguna superioridad.

Eran dos seres igualados luchando uno contra el otro, dependiendo de quien jugará mejor sus cartas.

Valac no se podía dar el lujo de perder, sin embargo, el fragmento había logrado ser mejor con el control de su poder.

Lamentablemente Valac no tenía mucho tiempo estando debilitado, tampoco había tenido muchas batallas además de la que tuvo contra Kazuma.

Por ello es que el control de su fuerza no era perfecto, a diferencia del fragmento, quien si tenía control perfecto de su poder.

El fragmento logró destruir una buena parte del ala derecha de Valac, lanzando su daga para lograr hacer ese daño.

KUSH*

Valac soporto el dolor, decidiendo bajar al suelo para lograr recomponer su ala.

Regenerar una extremidad no era difícil para el, pero la luz que irradiaba el fragmento dificultaba el uso de la oscuridad.

Pero en ese momento, Valac, quien estaba mirando fijamente al fragmento, logró notar algo.

-¿Enserio me mandaste esto? ¡A un maldito gamberro!

Valac enfureció, pues vio un tatuaje de pandillero en el hombro del fragmento.

Dedujo que en vida, el fragmento había sido un humano que posiblemente era un criminal.

Esto insulto a Valac, pues habían enviado a una plaga humana en su contra.

Se enojo más con el Serafín, pues le había otorgado su poder a un ser así.

-… ¡!

El fragmento sintió como la ira de Valac había aumentado su fuerza, obligado a resistir la embestida de Valac.

Con fuerza, ambos empezaron a ser arrastrados por el suelo.

La barrera estaba absorbiendo el poder de ambos, usándolo como combustible para ser más fuerte.

Los huesos de ambos empezaron a crujir, recibiendo varios cortes de forma unilateral.

En un instante el fragmento concentró el poder mágico en su daga, arriesgando todo para dañar a Valac.

FUISH*

La daga había logrado clavarse en el estómago de Valac, el cual apretó los dientes de dolor.

-Maldito humano…

Pero Valac no había sido derrotado, sujetando el brazo del fragmento para que no escapara.

-… ¡!

El fragmento trató de escapar, pero el poder de Valac lo había encerrado.

-Ya me canse de ti, hazme el favor… y muérete.

Valac levantó su espada con fuerza, dando un tajo en el pecho del fragmento.

SLASH*

La sangre del fragmento mancho el suelo, provocando que todo el cuerpo del fragmento de manche del líquido carmesí.

-¡Puaj!

El fragmento vómito una gran cantidad de sangre, pero incluso en ese momento iba a luchar.

Tenía una orden que cumplir, y no moriría sin completar la misión.

-‘Dominio de… Gobernante’.

El suelo se rodeo de un círculo brillante, del cual emergieron lanzas de luz.

Valac sabía que significaba esto, maldiciendo su suerte.

-… ¡Maldito!

-Ha… cumplí mi cometido.

El fragmento sonrió satisfecho, siendo lo último que pudo hacer en vida.

Las lanzas de luz se volvieron maleables como los líquidos, entrando en las heridas que tenía Valac.

El cuerpo de Valac comenzó a arder con fuerza, causando que este expulsara su poder para combatirlo.

-¡RUAAAA!

La ‘Prisión Eterna’ que los encerraba tembló con fuerza, quebrándose por la presión de la autoridad del fragmento y de Valac.

¡Kursh!*

¡Kursh!*

¡Crash!*

Valac sujeto su espada con ira, cortando la cabeza del moribundo fragmento.

SLASH*

La muerte del fragmento no había sido en vano, pues ahora, Valac sintió como una parte de su poder se evaporaba.

Ese había sido el plan del Gobernante, lograr usar su poder para consumir el de Valac, aunque sea un poco.

Si Valac había perdido más del 90% de su poder original al liberarse de la ‘Nada’, ahora había perdido el 20% de lo que le había quedado.

Con ira, Valac grito hacia el cielo para maldecir a él ser que más odiaba.

-¡¡’Gobernante de la Luz’!!

El poder mágico que dejó escapar Valac había sido abrumador, tanto que incluso había llegado a cada rincón del mundo.

Los miembros de la brigada reconocieron el poder de Valac, rompiendo la regla de no molestarlo.

Un gran pelotón fue enviado hacia su posición, con la esperanza de poder informarse de la situación.

***

Cerca del fin del mundo.

Kazuma sobrevolaba por los cielos en Kaisel, pensativo sobre su situación actual.

Aunque de repente un poderoso mana fue sentido, alertándolo por un posible ataque.

-… ¡!

[Has equipado ‘Dagas del Rey Demonio’.]

Incluso Kaisel rugió cuando sintió el poder mágico, el cual atacó sus sensibles sentidos de Wyvern.

¡KAAAIK!*

Kazuma se mantuvo alerta, esperando a un enemigo que nunca vino.

‘¿Qué fue eso?’

Miró hacia el entorno, incluso se concentró en el entorno para buscar la fuente del poder mágico.

Pero no logro encontrar nada.

Lo único que había en kilómetros, solo eran animales y bestias mágicas de poco rango.

Incluso el monstruo más poderoso que había en las cercanías, era sólo un simple ogro en el bosque.

Poniéndose a pensar en ello, llegó a la conclusión de que aquella energía había venido desde una gran distancia.

Pero si aquella energía se había sentido con tal potencia a esa distancia, solo pudo pensar en una persona capas de hacer algo así.

‘Puede que sea Kamish o… Valac.’

Con aquel pensamiento, tuvo un sentimiento de miedo y preocupación.

Una era por pensar que Valac podría estar atacando alguna zona, dando por muerto todo a su alrededor.

Pero también, había una opción que lo hizo sudar frío.

Dos era por una lucha, pensando en algún ser capas de darle tal pelea a Valac.

Sin duda aquel poder mágico había sacudido todo el entorno, las bestias mágicas habían sido alertadas o se escondieron por miedo.

El poder que superaba al de los dioses, era una fuerza que podría conquistar el mundo.

‘¡Maldición! No puedo hacer nada.’

El sabía que no podía hacer nada en contra de Valac, al menos por el momento.

Con eso en mente, se dio la vuelta para seguir con su camino.

No sabía el cómo, pero estaba seguro que llegaría a la forma de poder igualar y superar el poder de Valac.

Esa fue una promesa que se había hecho a él mismo, juro que se esforzaría por ello.

Pará qué en algún momento, pudiera ser capas de…

-Matar a Valac.