Duelo bajo la Luna
En el pueblo de los vinos, cerca de Alcanredia.
Dentro de una taberna un dúo bebía el brebaje de los dioses, relajándose luego de un largo día de trabajo.
Ellos eran Dark y Akayuki, quienes habían terminado de eliminar un campamento de la brigada, eso cerca de la zona.
Aunque Dark estaba serio, había algo en esa misión que no lo acaban de convencer.
‘Era muy poca guardia para la ubicación.’
Al ser una base cerca de una ciudad principal, se podría deducir que el campamento tendría soldados de mucho nivel.
Incluso después de que Alcanredia se volviera hostil, apoyando a su Diosa, esto después de que el actual paradero de Aqua fue revelado.
Pero ese no fue el caso, ya que ninguno de los soldados sobrepasan a un élite.
Dark estaba concentrado en ello, aunque Akayuki por otro lado, solo disfrutaba de su bebida, mientras comía un poco de carne.
La carne no se miraba muy cocinada, teniendo una apariencia de ración militar, pero en el estado actual era normal.
Al inicio de la guerra, Belzerg había perdido gran parte de su territorio.
Los campesinos capaces de luchar fueron reclutados, dejando sólo a jóvenes y mujeres en las granjas y demás trabajos.
Los recursos empezaban a escasear, dando a una abrupta subida de los precios comerciales.
-…
Dark sentía asco, no quería tocar aquella comida tan mal procesada, eso culpa de su refinado paladar.
Prefería morir de hambre, antes que tener que comer un alimento quemado o sin cocinar.
Akayuki sabía esto, preocupándose por Dark, ya que no había tocado bocado desde ayer.
-Debes comer, sino te vas a morir, y enojadas a la señorita Aqua.
-Tranquila, estoy bien.
Dark bebió parte de su tarro de cerveza, dejando opacar su hambre con la bebida.
-… ¡!
Mientras bebía, se había logrado dar cuenta de algo, una extraña sensación que abundaba en el aire.
Akayuki abrió sus ojos en sorpresa, pero Dark tomó su mano, asiendo una señal a la espadachín.
-Sabes que, si tengo hambre, vamos a cazar algo y lo cocino.
-¡Genial! Me encanta tu comida.
Akayuki tomo su espada, siguiendo a Dark hacia la salida.
Aunque Dark logró ver un reflejo, en la ventana que estaba al lado de la salida.
Un par de figuras se levantaron al mismo tiempo, cubiertas por unas mantas de viajero desgastadas.
‘…’
Dark ignoro la vista, siguiendo su camino con Akayuki, todo mineras que la luna empezaba a salir por el cielo.
Lista para presenciar, lo que sucedería en aquella noche.
***
Muy en los adentros del bosque, se llegó a un páramo.
Era un círculo sin vegetación, posiblemente culpa de alguna fuerza mágica o perturbación del mana.
Dark y Akayuki pararon, quedándose en un lado del círculo, mientras eran rodeados por los árboles.
Dark lo sabía, había sentido las presencias escondidas en los árboles, quienes lo habían seguido desde hace mucho.
-Ya salgan, no son tan estúpidos como para fingir que no sabemos.
-…
En ese momento unos encapuchados aparecieron, antes escondidos entre los árboles, y con una especie de camuflaje mágico.
Akayuki no pudo sentir mana, incluso siendo una de las personas más sensitivas con sus sentidos del mundo.
Ese dúo estaba cubriéndose sin mana, usando algo más avanzado para ello, a lo cual llamaban tecnología.
Dark se dio cuenta de esto al ver unas chispas en el aire, dándose cuenta de sus identidades.
Las únicas personas en este mundo con acceso a tal tecnología.
-Sabía que no era normal, tan poca guardia en un campamento dentro de esa zona.
Uno de los encapuchados suspiro, llevando su mano hacia el manto que lo tapaba.
*Suspiro*
-Tuviste suerte que el caníbal me detuvo en el bar, por mi, te hubiera cortado mientras bebías.
El par se mostró, siendo ellos Jack y Kaneki, una de las piezas principales de la brigada.
Los comandantes, aquellos que habían recibido los apodos de : el caníbal inmortal, y asesino espacial.
Akayuki tomó la empuñadura de su espada, viendo como Jack repetía la misma acción.
Kaneki dio un paso al frente, viendo a Dark con un rostro calmado, pero a la ves que desprendía un ligero aire de muerte.
-Si, gracias a esa sed de sangre me pude dar cuenta, el aroma a sangre que te mancha siempre es característico, Jack.
Por suerte, Dark había sentido como alguien quería matarlo, eso mientras bebía su trago.
Reconoció el hedor a sangre al instante, recordando su batalla contra Jack, siendo el mismo olor.
-¡Huh! ¡Me has llamado apestoso, bastardo!
-Me quitaste las palabras de la boca.
-¡Maldito hijo de…!
Jack se había enojado, corriendo en contra de Dark con guadaña en mano.
Pero antes de llegar, su filo fue interceptado por la hoja de Murasame, Akayuki había actuado al instante.
Un intercambio de cortes y tajos a gran velocidad inicio, resonando el sonido de los metales.
KANG*
KANGKANG*
KANG*
KASHIN*
KANG*
Mientras que Akayuki lograba contener a Jack, Dark fue en contra de Kaneki, eso para evitar las copias de Jack.
-¡Te encargo a ese, tonta!
-¡No soy una tonta!
Dark logró comenzar a disparar agujas de sangre, aunque fueron esquivadas fácilmente por Kaneki.
Aunque poco a poco lo hizo retroceder, el cual era su verdadero plan.
‘Debo hacer que se separen, no podemos matar a Kaneki, pero si podemos atraparlo entre los dos.’
Esa había sido su jugada, matar a Jack para así poder atrapar entre los dos a Kaneki, con la esperanza que Rachel pudiera robar su código genético inmortal.
Dark y Kaneki se alejaron hacia el bosque, el lugar perfecto de cacería para los dos, siendo asesinos con experiencia.
Por su parte, en el ojo del bosque, Akayuki siguió atacando a Jack.
Sus copias eran molestar, pero la espadachín no se había quedado quieta durante estos últimos meses.
Con la esperanza de poder ganar fácilmente en su próximo combate, ella había logrado dominar de mejor forma sus sentidos, ahora pudiendo localizar a las copias de Jack.
Con un par de cortes a gran velocidad, el sonido del aire confirmó la destrucción de las copias.
SLASH*
SLASH*
SLASH*
SLASH*
SLASH*
Jack se sorprendió por esto, dando unos pasos hacia atrás.
Aunque Akayuki no iba a dejarlo recomponerse, siguiendo con su estilo acelerado de combate.
‘Van 5, el podía hacer un máximo de 6.’
Akayuki fue en contra de Jack, aunque tuvo que rodar por el suelo, ya que había sentido como la última copia la atacaba.
Pará su mala suerte, este tiempo fue suficiente para que Jack comenzará a crear nuevas copias.
Invisibles al ojo humano, pero aún así ellas seguían existiendo ahí, caminando entre brechas de la misma realidad.
La espadachín no entendía bien, Rachel y Aqua habían explicado la verdadera naturaleza detrás de la habilidad de Jack.
Jack era capaz de dividir copias de su alma, aunque gracias a su guadaña, el daño no era permanente.
Pudiendo dividir su ser un máximo de 6 veces, aunque también era capas de regenerar su alma si era destruida.
Akayuki logró captar la idea, aunque sólo entendió que para ganar.
‘Debo cortar a este maldito, cortarlo con toda mi fuerza.’
Akayuki se deslizó hacia atrás, tomando una posición de desenvaine a una ligera distancia.
‘Debo ir con todo…’
Ella comenzó a soltar todo el aire de sus pulmones, calmando su mente por completo, para nuevamente respirar de forma calmada.
*Respirar*
Esto únicamente fue capas para ella, ya que la simple idea de tener la mente en blanco era imposible.
Pero para alguien que no pensaba mucho, dejar de pensar no era algo imposible, su mayor debilidad se volvió su mayor ventaja.
Su respiración tomó el aire de forma especial, cada fibra muscular de su cuerpo lo entendió, calentando serás especificas de su cuerpo.
Esa era la técnica dada por su clan, una que jamás quiso volver a usar, pero sabía que andar de terca no la haría sobrevivir.
Ella quería jugar, quería comer, quería dormir.
Esos eran los principios básicos que había aprendido toda su vida.
Su corazón había sido descongelado, curiosamente por la actitud algo fría de Dark, la cual tenía en su centro mucha calidez.
Y con eso, Akayuki finalmente fue capaz de usar todo su potencial.
-“Quinta postura : Filo sombrío”.
Bajo la luz de la luna, un brillo oscuro tomó la espada de Akayuki, quien dio un tajo elegante hacia delante.
Con la acción, un corte negro pasó arrasando todo a su paso delantera, acabando con todas las copias en un instante.
BISHUN*
Incluso habría matado a Jack, de no ser por que el logro cubrirse.
Jack estaba asombrado y incluso asustado, la fuerza que había demostrado Akayuki iba más allá de la que alguna ves había visto.
‘¡No tiene sentido! ¡No hay mortal que logré tal nivel sin ayuda!’
Pero Jack logró ver dentro de los ojos de Akayuki, dándose cuenta de la verdad.
‘No, ella no ha aprendido eso recientemente, ella… ya sabía usarlo.’
-¡Maldita…!
Jack tomó su guadaña, concentrándose para recomponer a sus copias.
Pero Akayuki no se lanzó enseguida, sino que se mantuvo calmada en su lugar.
Extendió su espada hacia delante, dejando que su alma sea una con su filo, y su cuerpo se uniera a su empuñadura.
Un aire nuevo empezó a sentirse alrededor de la espadachín, uno que trajo consigo calma y temor.
Por qué esos eran uno de los temores, aquellos que aterraban a los sabios.
Y el que ahora estaba apuntó de presenciar Jack, era aquel que lo hizo temblar por su vida.
-“Murasame”.
Una figura empezó a formarse alrededor de Akayuki, tomando forma de un espíritu guardián.
Aquel espíritu tenía un total de cuatro brazos, empuñando 1 espada con 2,y 2 con los 2 restantes.
-…
Cuando Akayuki dejó liberar el oxígeno de su pecho, es cuando dio un paso hacia delante.
-… ¡!
***
Los árboles estaban empezando a cortarse, siendo víctimas de los tajos de carne y sangre.
KUSH*
KURNCH*
KUSH*
Dark y Kaneki luchaban con agilidad, ambos siendo bastante experimentados en batallas de dicha forma.
Kaneki tenía la ventaja de ataque, sus tentáculos hechos de carne y su súper fuerza le dieron la ventaja.
Eso sin contar que cada herida que recibía, se sanaba en pocos segundos de haber ocurrido.
Dark estaba en desventaja, solo tenía la superioridad en la distancia, pudiendo disparar su sangre con mini proyectiles.
Pero eso no servía aquí, el sabía eso, su entorno y su enemigo hacían nula su ventaja.
Dark tomaba distancia, pensando en una forma de poder lograr contener a Kaneki lo suficiente.
‘No tengo muchas opciones, estoy ante un enemigo que incluso a Kazuma le costaría matar.’
Aunque Kazuma podría acabar a Kaneki en un abrir y cerrar de ojos, esto con su fuerza actual, matarlo era otro asunto.
Por lo que había visto, Dark, dedujo que la regeneración de Kaneki podría igualar o incluso superar a la de Kazuma en su mejor momento.
No daba rastros de volverse más lenta, así que ganarle por desgaste era algo que quedaba abolido.
Incluso había escuchado de Tatsumi, el como Kaneki se regenero el corazón y parte del cerebro.
Con eso, el atacar a zonas vitales o vulnerables también quedaba descartado, dejándole pocas opciones.
‘Solo me queda eso…’
Kaneki de impulso con sus tentáculos, logrando estar frente a Dark.
-Eres un maldito insecto escurridizo, típico del más débil entre los héroes.
Esa era una verdad, Dark, era el miembro más débil entre todos los “héroes de la mesa”.
Kaneki golpeó a Dark con uno de sus tentáculos, quien se sostuvo de este por instinto.
BLAM*
-¡Si! ¡Pero aún así, yo no soy ningún inútil!
Dark saco de cinturón un frasco, el cual contenía un líquido rojizo.
Kaneki pensó que era una de sus cápsulas de sangre, preparándose para volverlo a atacar.
Pero para su mala suerte, Dark actuó primero, inyectando dicho frasco en el tentáculo.
El efecto fue inmediato.
-¡¡AHHHHH-!!
Kaneki sintió como todo su cuerpo quemaba, cayendo al suelo con mucho dolor.
Dark sonrió, tomando distancia ante el sufrimiento de Kaneki.
-Tomó tiempo, pero Rachel logró descubrir un veneno que incluso a ti te haría daño.
Luego de que Rachel tomará una muestra del ADN de Kaneki en la guerra, ella había buscado una forma de igualar su tan perfecta regeneración.
Aunque no fue capaz, esto a falta de tejido celular, ella fue capas de descubrir un poco de su código genético.
En 2 meses, logró encontrar un veneno creado a partir del cadáver del rey hormiga, Beru, el cual podría intoxicar a un gen tan perfecto como el de Kaneki.
Parálisis, envenenamiento, corrosión, entre muchos más. Esos eran los efectos que ahora atacaban al mismo tiempo el genoma de Kaneki.
Dark creo una espada de sangre, manchándola con parte del veneno de Beru.
Camino hacia Kaneki, quien lo miró con un rostro de furia.
-El inmortal… que cayó ante el más débil.
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