Aqua estaba bebiendo un café por la mañana, aunque había algo en el agua que la fastidiaba.

Era una sensación extraña que le hacía sentir incomoda, algo que no le dejaba saborear bien el sabor de la amarga bebida.

-...

No podía ignorarlo ni aunque quisiera, ya tenía ese sentimiento desde temprano por la mañana.

'Esto es extraño.'

Era como si el mismo universo la hiciera sentir inquieta, una fuerza desconocida que le alteraba cada celular y cada fragmento de mana.

Pero la ruptura repentina de su barrera la hizo alejarse de ese pensamiento, ya sabiendo de quien se trataba.

Espero al intruso llegar, apareciendo junto a unas manchas de arena en la entrada.

-¡FUHAHAHA! ¡El demonio más guapo de todos los tiempos ha llegado! ¡Querido en todas las categorías de las historias!

Aqua dejo su tasa de café en el mueble a su lado, mirando de mala forma a Vanir.

-¿Qué quieres, maldito demonio? Si no me das una buena razón te volveré arena el cuerpo real.

-¡FUHAHAHA! ¡Tus cambios tan bruscos de personaje cantan melodía para mis oídos! ¡Me hace sentir lástima por la tu del pasado!

-...

-Bien, bien. No quieres escuchar a Moi, entiendo. ¡Pero lo que vine a decir te consiente más de lo debido!

-... ¿?

Aqua se acomodo en su sofá para escuchar a Vanir, pero este al ver esto solo puso un rostro serio.

-Moi pudo volver a ver el futuro.

-... ¡!

Ahora si Aqua estaba tenga, ya que ella tenía conocimiento de que Vanir no debería ser capas de ver el futuro.

Lo único que podría causar eso eran dos posiblemente.

Una era de que todos los seres que distorsionaban el espacio y el tiempo murieran o desaparecieran de ese planeta.

La segunda era... acerca de quién administraba esos dos ámbitos.

-Moi no pudo ver más que oscuridad.

-...

-Un vacío infinito, la oscuridad pura, no sólo la falta de luz. Era tan oscuro que Moi casi se ve arrastrado por una simple visión. Y entre toda esa oscuridad sólo pude verte...

Vanir apuntó su dedo en dirección de Aqua.

-A ti, diosa odiosa, solo te pude ver a ti en medio de toda esa oscuridad.

Aqua abrió sus ojos de par en par, sosteniendo a Vanir por el cuello de su traje.

-¡Kazuma! ¿¡Donde estaba Kazuma!?

-...

Vanir agachó su mirada.

-No vi al mocoso ahí, no había nada más que oscuridad que te rodeaba.

-... ¡¡¡!!!

Aqua en un segundo empujó a Vanir hacia atrás, comenzando a correr hacia la ventana, saltando de esta.

Vanir se levantó luego de que Aqua abandonará el lugar, sacudiendo la arena de su traje.

-Hmm.

Vanir cerró sus ojos un momento, dando un vistazo hacia lo que quedaba de su visión futura.

-El mocoso ya no tiene salvación.

Vanir poco a poco empezó a desmoronarse en granos de arena, perdiendo su forma humanoide.

-Nadie tiene salvación.

Vanir fue perdiendo su forma hasta que incluso su máscara empezó a hacerse añicos.

Aqua había liberado una inmensa cantidad de poder divino sin siquiera darse cuenta.

-La vida... ya no tiene salvación.

Un clon de Vanir fue destruido al completo, dejando solamente arena en el suelo.

***

Kazuma estaba volando a través del cielo a inmensas velocidades, estando encima de Kaisel.

El wyvern reconoció una cueva que se miraba profunda en medio de una montaña, dirigiéndose hacia ahí.

Cuando bajó una gran parte de la distancia, Kaisel se desvaneció en el aire, dejando a Kazuma en una caída.

El había logrado caer hasta el suelo sin problema alguno, causando un fuerte eco en la cueva.

¡Boom!

-...

Sin decir palabra alguna, Kazuma empezó a caminar hacia delante.

La cueva era inmensa, más no nueva para Kazuma, ya que este había sido el lugar de una misión pasada.

El día que acabo con la amenaza de las arañas taratec, su primera misión junto a Lean y Kieth.

Pero había algo aquí que ahora era de su interés, pasando por donde antes había estado el nido de arañas.

Kazuma se había logrado encontrar con algo diferente en ese lugar, viendo donde había estado el huevo de la taratec mayor.

Detrás de este había un par de escaleras hacia abajo, las cuales Kazuma bajo.

Estuvo un rato bajando hasta finalmente estar en una habitación, la cual tenía una puerta gigante en un lado.

'Este es el lugar del que siento esa autoridad.'

Kazuma había sentido autoridad en el dolor de cabeza que sintió anoche, dirigiéndose hacia el origen del rastro.

Pero el sabía que esto había sido apropósito, alguien lo estaba llamando.

Kazuma se acercó a la puerta y giro la manija para abrirla, pero ni usando toda su fuerza esta se movió.

-... ¿?

En ese momento un mensaje del sistema se escucho.

Ring~

[La puerta del Templo Cartenon ahora está cerrada.]

[Por favor ingrese la Llave.]

'Pará eso era la llave.'

Kazuma del inventario la llave que le había dado el fragmento de luz brillante.

Una ves que puso la llave en la puerta, está se abrió lentamente.

[El dueño de la llave ha llegado.]

*Creak*

Puerta cerrada.*

Al entrar, el tamaño de la habitación era grande, con estatuas de piedras que llenaban las paredes. Y por supuesto, el tamaño de la figura sentada en la parte más profunda.

A su alrededor habían estatuas gigantes, las cuales asemejaban un grupo de hombres de roca.

Pero su apariencia daba a entender que eran una especie de séquito real.

Kazuma se concentró en el medio de toda la habitación, pues ahí estaba la estatua más grande todas.

Un rey sentado en el trono, el cual era al menos del mismo tamaño que el titán de roca o el titán de hierro.

'Todas tiene una inmensa cantidad de mana.'

Kazuma estaba sintiendo el poder mágico de cada estatua, llegando a compararla con un dios.

Kazuma se quedó parado en el medio de toda la gigantesca habitaciones, parecida a la guardia del jefe final de una mazmorra.

Unos segundos habían sido tomados para poder sentir cada entidad dentro y fuera de aquella habitación.

-...

No había nadie en cientos de kilómetros.

Todas las criaturas que vivían en las cercanías se alejaron despavoridos por la repentina presión que expulsaba este ambiente.

Los pocos que quedaron corrieron despavoridos al sentir a Kazuma acercarse.

-¿Para que me has traído aquí...?

Pero no hubo nadie que contestara su pregunta.

Kazuma se giro para ver a una estatua en específico.

Al mismo tiempo que Kazuma dijo eso, con una velocidad terrible, ataco usando una daga y lo lanzo contra su pecho. Pero...

*¡Crujido!*

El ataque fue bloqueado por la losa sostenida por la estatua.

La daga estaba alojada en la losa.

La única estatua de piedra era la que sostenía la losa.

-... Administrador.

Una ves nombrado, la estatua de piedra que sostenía la losa sonrió.

Unos ojos amarillos brillaron junto a su sonrisa.

-Por fin.

Una estatua de piedra con seis alas sonrió sobre la losa mirando a Kazuma.

-Has llegado hasta aquí.

***

En una zona de guerra, frontera de Brydle.

Una fuerte batalla se había iniciado de un momento a otro, siendo un ataque de la brigada.

Debido al repentino inicio del conflicto, los soldados apenas y pudieron evacuar la zona y solicitar refuerzos.

Pero la escasa potencia de ataque que tenían fue completamente devastada por un pequeño grupo de personas.

Un gran hombre que mucha masa muscular salto por encima de un soltado, aplastándolo con su impacto.

¡Crack!

¡Plash!

El soldado cayó muerto ante Heracles, quien sólo reposo su masa en el suelo.

-Ten más cuidado, Heracles, tampoco queremos pasarnos tanto.

Yuu apareció hablando por detrás de Heracles, siendo acompañado por Kaneki.

-Nos informaron que atacáramos esta zona... ¿Pero por qué traer a 3 fichas a este lugar?

-Cuida tus palabras, inmortal, no podemos seguir teniendo pérdidas. Con Yumi y Jack fuera de la tabla ya estamos en desventaja.

Kaneki escupió hacia un lado al escuchar eso, sentía bastante asco.

-No me lo recuerdes, idiota.

Ambos comenzaron a mirar hacia el horizonte, donde sus soldados avanzaban en contra de las fuerzas de la alianza.

Estas intentaban escapar o resistir, habiendo varios civiles que evacuar.

Era una ciudad pequeña, pero este lugar era la única conexión directa con el territorio de dragones y el océano.

Tomar esta zona otorgaría mucha delantera por el medio marino.

Pero mientras sus fuerzas avanzaban, algo fastidio a Heracles.

-Hmm.

Yuu noto la aptitud de Heracles.

-¿Sucede algo grandulón?

-... Yo sentir... hombre fuerte...

-... ¿?

Kaneki miró hacia el mismo lugar donde Heracles tenía fija su mirada.

'¿Querrá decir que hay alguien fuerte entre ellos?'

Unos segundos pasaron, en los cuales todos se concentraron para buscar esa presencia.

-... ¡¡!!

Gracias a sus sentidos fueron capaces de reaccionar a tiempo, esquivando con un salto hacia atrás una clase de espada.

¡Eosh!

La espada había sida lanzada como un bumerán hacia ellos, retornando hacia las manos de su dueño.

Los 3 miraron hacia el portador de la espada, quien había barrido con un pelotón de ataque en tan sólo un segundo.

Era Kyoya Mitsurugi.

-Es el niño héroe, ¿no?

-Si, así parece.

-...

Los tres miraron a Mitsurugi, quien dio un paso delante para pararse frente a ellos.

Mitsurugi miró hacia atrás para ver cómo sus compañeras Fio, Clemea y Melissa. Ahora estaban ayudando a evacuar a los civiles.

Al girar al otro lado vio como varios soldados y mercenarios apenas estaban manteniéndose a ralla en contra de las fuerzas de la brigada.

-Una oportunidad...

-... ¿?

Mitsurugi giro hacia el grupo de las 3 fichas con unos ojos completamente serios.

-Les daré una oportunidad para poder retirar y detener su ataque.

-He...

Yuu no pudo evitar reírse.

-¡Hahaha! Este tipo de verdad...

Kaneki también sonrió sin poder evitarlo.

-Oye, chico del cliché. Tal ves no has entendido quién tiene la posición de ordenar a alguien.

De la espalda de Kaneki salieron un par de tentáculos de carne, los cuales brillaban como sangre carmesí.

-¿Quieres que te aclare tu posición?

-No, ya han dicho más que suficiente.

Mitsurugi empuño su espada con una mano, mientras afilaba aún más su mirada hacia el grupo de tres fichas.

Esa mirada le generó un cosquilleo en la espalda a Heracles, quien por instinto dio un paso hacia atrás.

-Hum.

Kaneki y Yuu notaron a Heracles retroceder, cosa que no habían visto hacerlo hacer hasta ahora.

'Mierda... ahora es serio.'

Yuu desenvaino su espada demoníaca para mirar fijamente a Mitsurugi.

'Hemos interrumpido la teletransportación en toda la zona alrededor, así que tendremos al menos 3 hora antes de que llegue cualquier refuerzo.'

Al asegurar esa situación, Yuu sólo sonrió.

'Este idiota a lo mucho nos durará 1 hora. Será una buena forma de equiparar la balanza.'

-"¡Asura-Kannon!"

Yuu volvió a sonreír mientras invocaba varias espadas por detrás en su espalda.

Pero a pesar de verse con las de perder, Mitsurugi no dio ni un solo paso hacia atrás.

-¡Los derrotare a los tres! ¡Aquí y ahora!

Y con un grito de batalla, el combate inició.

***

Kazuma tenía su mirada puesta sobre el "Administrador".

¡Du!*

¡Dudu!*

¡Dug!*

La estatua de piedra se movió con sonidos extraños que emergieron de sus articulaciones.

Kazuma miro fijamente.

Había muchas diferencias entre esa estatua y las otras estatuas, pero la más grande entre ellas eran las alas.

'Ángel.'

Él era la única estatua de un ángel. Incluso tiene seis alas en la espalda.

El ángel entonces se puso de pie y alcanzó los 3 metros de altura.

*POT*

Kazuma se retiró rápidamente, sostuvo la daga en su mano e inmediatamente bajó su postura.

Una vez que decidió luchar, sus nervios estaban mejorando y de pies a cabeza se mostró optimista sobre esta batalla.

-...

Pero al parecer, la estatua del ángel no borró la sonrisa que apareció en su boca a pesar de que sintió el instinto de Kazuma.

Era una sonrisa horrible, antinatural y asquerosa.

La estatua del ángel, que miró hacia abajo, tiró la losa con la daga clavado en él sin dudarlo.

¡Crujido!*

La losa golpeó el suelo y se rompió en pedazos.

El ángel, que vio que la losa estaba roto, se rió a carcajadas.

-¡JAJAJAJA!

Los ojos de Kazuma se estrecharon.

Cuando finalmente la risa se detuvo, la estatua volvió a hablar.

-Te he estado observando mucho tiempo, Kazuma Satou. Aunque... ¿prefieres "Monarca de las Sombras"?

La estatua no había perdido su horrible sonrisa.

-No lo volveré a repetir...

Kazuma comenzó a oscurecer su mirada, al mismo tiempo que dejaba escapar una gran cantidad de instinto asesino.

-¿Pará qué me has llamado aquí?

El suelo bajo los pies de Kazuma se agrieto por la presión.

¡Plup!

Sin embargo la estatua no se vio afectado en lo más mínimo por la sed de sangre que expulsaba Kazuma.

La estatua sólo abrió su boca.

-Yo soy el "Administrador" de este universo que te rodea.

El ahora conocido como "Administrador" abrió sus brazos para mostrar toda la sala.

Aunque estaba claro que hacía alusión a todo el universo alrededor.

-Pero sí quieres la razón por la que te traje aquí...

El administrador sólo chasqueo sus dedos.

*Chasquido*

De repente todas las estatuas que rodeaban toda la habitación empezaron a moverse.

Estas se pusieron en guardia y en posiciones de combate, haciendo que Kazuma también subiera su guardia.

[Has equipado "Daga del Rey Demonio".]

Kazuma sabía una cosa, esa era de que no iba a haber una charla amistosa.

El administrador sólo sonrió al ver a Kazuma ser rodeado.

-Que inicie tu prueba, Monarca.