Arena Subterránea
El mundo se estaba surtiendo amenazado.
Ya habían recibido dos ataques, de aquellos portales oscuros, los cuales liberaba monstruos salidos de la oscuridad sobre la tierra.
Luego de hacer un cálculo aproximado, en Seúl, al menos se conto un poco más de 300 muertos, entre ellos civiles y héroes.
El presidente de la asociación de héroes, Go Gun-Hee, que dirigía la rama Asiática, había convocado una reunión entre los presidentes de todas las ramas mundiales.
Dentro de la sala estaban los dirigentes de las ramas : Asiática, Europea, Africana, Norteamericana y Sudamericana.
Los 5 hombres que eran responsables de las defensas en todo el mundo, teniendo a él presidente de la rama Americana, como aquel que poseía la mayor fuerza de ataque.
Sam Smith, para unos un líder pasivo, pero para otros un guerrero innato, de los pocos en el mundo capaces de derrotar a enemigos de rango-A.
Go Gun-Hee era uno de los dos, presidentes que formaban parte del rango-S.
El presidente Go Gun-Hee espero que la sala se llenará de paz, para que una ves que el silencio tomó la habitación, aunque sea sólo unos segundos, el diera inicio.
-Camaradas presidentes de las asociaciones de héroes, nos estamos enfrentando a una amenaza… una grande.
Unos proyectores empezaron a mostrar diferentes videos, estos eran de los ataques en Seúl y Tokio. Mostrando a los portales, junto a los monstruos salidos de estos.
-Cómo ya sabrán, un ataque directo de bestias mágicas, aquí en la tierra, es un hecho que sólo ha pasado por culpa de Kisaragi.
El presidente de la rama sudamericana, Diego Rodríguez, comenzó a señalar algunos puntos de las grabaciones.
-Esas bestias mágicas tienen apariencia oscura, esta claro que deben ser obra de Kisaragi, ya nos hemos enfrentado a sus experimentos genéticos.
-El asunto es que estas “bestias mágicas” no están hechas de carne…
-… ¿?
La habitación se lleno de dudas, aunque el presidente de la rama norteamericana, Sam Smith, se había logrado dar cuenta de las palabras de Go Gun-Hee.
-Son invocaciones, o al menos eso parecen.
Go Gun-Hee asintió, luego de revisar las experiencias mentales de los héroes de Corea, obra hecha por magos con habilidades mentales, se llegó a esa conclusión.
Aquellas bestias mágicas no sangraba ni se desgarraban, cuando recibían ataques letales, éstas sólo se disolvían entre sombras para luego volver.
Una ves que se mostró la información, el presidente de la ramas Europea, Yuri Volkov, sudo frío.
-Esas cosas eran inmortales…
El jamás había visto algo como ello, incluso después de haberse enfrentado a un rey demonio clase mago, esto se salía de los límites.
Mantener invocaciones costaba una buena cantidad de mana, aún más si estas eran elementales, como aquellos soldados de sombra.
El simple hecho de pensar que aquellas invocaciones no tenían límite para regenerarse, era una idea que haría tener incluso a héroes de rango-S.
-Vayamos al punto, presidente de la rama Asiática. ¿Cuál es tu plan para esta amenaza?
El presidente de la rama norteamericana era franco, eso le ayudó mucho a Go Gun-Hee, dándole vía libre para ofrecer una idea.
-En el pasado discutimos y acordamos, solo poner un 35% de nuestras fuerzas en constante ataque a Kisaragi, pero eso debe cambiar.
-¿Y de donde piensas sacar los recursos?
El presidente de la rama Africana, Nayah Abara, quien se había mantenido callado durante toda la reunión, finalmente habló.
-No te olvides que mantener a los héroes es costoso, la mayoría ha dejado sus ideales heroicos y de auto-sacrificio en el pasado. Ahora una gran parte son sólo convenidos que solo trabajan bajo un pago.
Esa era una realidad, ya que la mayoría de héroes habían cambiado desde que probaron la fama y la riqueza en este mundo.
Eran pocos los capaces de pelear por una noble causa, esto influenciado por los lujos que los héroes nacionales se daban.
Go Gun-Hee sabía de ello, pero también conocía una forma de poder movilizar una fuerte fuerza de ataque.
-Lo único que pido que estén alertas, yo enviaré toda la fuerza asiática si es posible.
Pero voy a necesitar que se encarguen de los demás asuntos hasta neutralizar a Kisaragi.
-Tienes razón…
Sam se puso de pie, dando el visto bueno a la idea de Gun-Hee, era la mejor opción que podían tomar.
-Hemos visto de lo que son esas criaturas, aparecen sin aviso y según lo visto hasta ahora, sólo caen acabando con el jefe que por el momento está a la par con un héroe de rango-S.
Sam miraba la pantalla, fijando su vista en aquel orco hechicero.
De no ser por que fue emboscado por 2 rango-S que le hacían contra a su magia, la derrota era clara para esos guerreros.
-No sabemos si saldrán enemigos más poderosos, así que antes de concentrar nuestros recursos en un problema, debemos dar fin a uno anterior.
-¿Entonces me apoyan?
Demoro un poco, pero los presidentes de todas las ramas asistieron, dándole el visto bueno a Gun-Hee.
-Muchas gracias, camaradas, esta unión nos ayudará a derrotar aquel peligro.
-No me llames así, me haces recordar los tiempos del comunismo en mi patria.
Yuri Volkov rio, luego de escuchar la forma de llamarlos de Gun-Hee, empezó a recordar su pasado con nostalgia.
-Entonces empezaremos a movilizarnos, presidente de la rama asiática, esperamos prontos resultados.
-Y los tendrás, ya tengo un plan en movimiento…
Gun-Hee saco una carpeta de su escritorio, en ella habían dos documentos sobre un par de héroes.
[Nombre : Kazuma Satou]
[Edad : 21]
[Clase : Asesino]
[Categoría : Elegido]
[Nombre : Kang Yamato]
[Edad : 23]
[Clase : Asesino]
[Categoría : Elegido]
Gun-Hee sonrió, la primera etapa para la defensa del mundo…
Había dado inicio.
***
Las calles y el bullicio eran evidentes en Osaka, Tokio.
Kang llevaba a Kazuma hacia una arena, esta era la “arena subterránea”, hogar de las mayores batallas desde hace décadas en Japón.
Actualmente, luego de la inclusión de los súper hombres, en su mayoría por el uso del mana, la arena de combate había recibido reglas por primera ves en su historia.
Kazuma había escuchado las normas por parte de Kang, quedado interesado por la existencia de aquella arena, de la cual el jamás había tenido conocimiento.
-No hagas nada que llame la atención, aquí no reciben muy bien a los héroes.
-Bien.
Kang entró a un pasillo largo, en la cual al final del todo, se encontraba un hombre anciano y de baja estatura.
-Oh vaya, pero si es el joven Kang.
El anciano se acercó a Kang, dándole un apretón de manos.
-Ha pasado un tiempo, viejo, veo que aún no mueres.
-Mis huesos seguirán vivos para ver otra batalla, pero cambiando de tema ¿trajiste un acompañante?
Al anciano vio a Kazuma, el cual levantó la mano en forma de saludo, acercándose a él.
-Hola, soy Kazuma Satou, un placer conocerlo…
-Tokugawa, Mitsunari Tokugawa, dueño y protector de la arena subterránea.
-Y yo soy…
-Héroe, ¿Qué rango eres?
-… ¿?
Kazuma sintió curiosidad, según las palabras de Kang, no esperaba ser reconocido tan rápido.
-No te alarmes, joven, estoy al tanto de cualquier héroe que llame mi atención.
-Entonces si, soy un rango-A de clase asesino.
-Velocidad, eh, siempre me pareció curiosa su forma de luchar entre las sombras, me recuerda a un espía.
-Pues si, algo así.
Tokugawa había sentido la fuerza de Kazuma, solo con ver su cuerpo, gracias a su experiencia pudo sentir la fuerza que ocultaba Kazuma en ese cuerpo.
El aura que desprendía, era algo que no podía ocultarse a la sangre Tokugawa, sentía el poder dentro de Kazuma.
‘Este chico, posee un cuerpo incluso más poderoso que uno bendito por Dios.’
-Joven Kang, tus visitas aunque agradables, jamás son sociales.
-Tan perspicaz como siempre, viejo.
-Déjame decirte algo, la información que buscas la conoce alguien, pero creo que ya sabes quien es y que debes hacer para hablar con el.
-…
Kang arrugó su frente, dándose cuenta de a quien se refería Tokugawa.
-No hace falta que seas tú, tengo una buena corazonada del joven Kazuma.
Tokugawa sonrió, compartiendo esa sonrisa con Kang, causando que ambos miraran a Kazuma.
-Si, el novato debería aprender una que otra cosa.
Kang se acercó a Kazuma, dándole una palmada en el hombro.
Kazuma sintió que Kang tenía interés, pero uno que desprendía malicia.
-Prepárate para luchar sin armas, novato.
-… ¿?
Kang se alejo, siendo seguido por Tokugawa.
***
Kazuma fue obligado a luchar, contra los mejores guerreros que habían tocado la arena.
Entre campeones, maestros y criminales. La peor calaña se enfrentó al héroe novato.
Pero Kazuma había logrado la victoria en cada batalla, conteniéndose para ocultar su verdadero poder.
Aún así Kang lo sabía, había mucho más en Kazuma, muchísimo más de lo que él dejaba ver.
Incluso después de que Kazuma tuviera pesas en todo su cuerpo, esto por poseer mana, el lograba la supremacía en todas las batallas.
Pero luego de su racha de victorias, el campeón apareció, listo para enfrentar al invicto.
-… ¿?
Kazuma miró al campeón, viendo que sólo era un chico más joven que el.
Cabello castaño, una musculatura que iba más allá de lo normal, heridas y cicatrices en todo su cuerpo.
‘Este chico… es un guerrero, incluso está a la par con un rango-A.’
Kazuma sentía el aura del joven que tenía delante suya, incluso sin haber asesinado, aquel chico desprendía un aura de peligro y fuerza.
-Tu eres el que quiere tomar mi lugar ¿no es así?
-Así es, aunque más es algo forzado, pero entretenido.
Kazuma se quito las vendas en sus brazos, ya que sólo poseía su pantalón y los brazos con vendas.
Una ves que logró ver al chico, el sistema le permitió saber la identidad de su oponente.
[El chico más fuerte del mundo : Baki Hanma.]
‘¿El chico más fuerte del mundo? Debe ser su título, no hay manera de que en un mundo con héroes, un simple guerrero sin mana pueda ser el más fuerte.’
Kazuma se puso en guardia, preparado para la batalla, Baki sonrió con determinación de la misma forma.
El sonido del bong daría inicio a su combate, y aunque ninguno se diera cuenta, ambos desbordaba de emoción por la batalla.
BONG*
Pero al escuchar aquel bong, Kazuma sintió una gran sed de sangre provenir desde otro lado.
Baki giro de la misma forma, sintiendo como toda la arena se quedaba en completo silencio.
Ambos vieron hacia las gradas, viendo a un hombre bastante grande y musculoso.
-… ¡!
Baki se sorprendió al ver esto, había pasado mucho tiempo desde la última ves que había visto a aquel hombre.
-¡Padre!
‘¿Padre?’
Kazuma miró a aquel hombre, sintiendo una sed de sangre que igualaba a la de un Rey.
Aquel hombre comenzó a caminar, bajando hacia la posición de la arena, parándose entre los dos.
-Y pensar que harían tan divertido show, incluso siguen llamándote campeón, mocoso.
Kang ancho su mirada, viendo desde las gradas, no esperaba ver a aquel hombre tan pronto.
-¡¡Kazuma, sal de ahí!!
Kang estaba asustado, el conocía la fuerza de aquel hombre, sabiendo que sólo un rango-S sería rival para el.
Kazuma miró a aquel hombre, recibiendo una vista burlona por encima de él.
-¿Tu eres el famoso invicto? ¡Kuhahaha! ¡Pero si solo eres una pulga! ¡Apuesto que solo posees dicha fuerza por la bendición del mana!
Una ves que la sed de sangre apareció, oculta entre la risa, el sistema detectó a un nuevo oponente.
[La criatura más fuerte del mundo : Yuhiro Hanma.]
Yuhiro se acercó a Kazuma, apretando su hombro con su palma.
-… ¡!
Kazuma sentía la presión, fingió recibir más daño de que aparentaba, pero aún así sentía algo de dolor, un mínimo rastro de el.
‘Este hombre… es un rango-S.’
La fuerza de un rey, esa era la razón por la cual Kang temía de aquel hombre.
El único ser en toda la tierra, capas de contar como un rango-S, incluso sin poseer rastro de mana o alguna bendición.
Esa era la fuerza Hanma, la sangre perfecta y bendita por la fuerza.
-Tu… ¿también quieres que te rompa la cara?
-… ¿¡!?
Yuhiro arrugó su cara, incluso después de desprender su sed de sangre, la cual parecía devorar el espacio a su alrededor, no había logrado intimidar a Kazuma.
Lo peor fue recibir aquella frase, jamás iba a tolerar que alguien actuará tan altanero en su contra.
-Mocoso…
Yuhiro comenzó a comprimir sus músculos, mirando fijamente a Kazuma.
Pero al final se dio la vuelta, caminando hacia Baki con calma.
-… ¿Eh?
Yuhiro sujeto a Baki, lanzándolo con fuerza hacia la gradas, quedándose en la arena junto a Kazuma.
BLAM*
Yuhiro sonrió al ver a Kazuma, mirándose cara a cara de forma mutua.
-Bien… ¿quieres pelear, no? ¿No sabes quien soy?
-Oye… me importa un carajo quien seas.
Yuhiro arrugó su rostro de furia, sonriendo para ocultar su gran ira.
-Bien entonces…
Yuhiro apretó sus músculos hasta tal punto, que incluso la arena empezó a temblar.
Por la presión, sus músculos destruyeron su camiseta, mostrando el rostro de un diablo en su espalda.
FRASH*
-Peleemos.
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