Darknes me preguntó por Chris, no supe que decir está vez. El rostro de Darknees iba perdiendo brillo. Supongo que mis ojos, la mirada que le di. Le dijo todo...
— Llévame con ella.

Tome de la mano aquella paladín con su mano en en pecho, no sé si fue mi imaginación pero tomo fuerte un collar con el símbolo de la Diosa Eris. La Diosa que había muerto en su rescate.

Caminé a la tienda de Wiz con ella en absoluto silencio.
Paladín, Por mucho que rezes. Está vez no creo que haya solución...

Una vez que Darknes la vio. Se arrodilló ante ella. Tocó su rostro frío y lloró. Apreté mis puños. Pero no desvíe la mirada.
Darkness lloraba desconsolada con el cuerpo de Chris en el suelo de la tienda de Wiz.

Ella entre sollozos, explicaba que Chris decidió  dejar a Darkness por qué tenía un extraño presentimiento, ¿Se dió cuenta que nuestro plan se había infiltrado al enemigo?

Había un traidor entre nosotros y sospechaba profundamente del pingüino, es el único que no se apareció en el plan. Y por más que intenté invocarlo. No sé apareció.

—¿Porqué?

— Chris me protegió de un enemigo.

— Quién fue?!

— Quien le arrebato la vida ya está muerto, lo mate durante tu rescate.

No pareció aliviar sus emociones, es que tenía tantos sentimientos en ese momento, no creo que pudiera pensar con claridad.

— Y la princesa Iris, está...

Había olvidado por completo a Iris, la explosión de Megumin tal vez la alcanzó, pero ella era fuerte, probablemente pudo escapar.

— Darkness tengo que ir a buscar a la princesa, ¿Podrás, quedarte sola?

— Ve, ya perdí a mi mejor amiga, no quiero perder a alguien que considero mi hermana.

— Bien, avisaré a Wiz para que esté contigo, por favor espera.

— Si. Gracias...

Deje sola a Darkness.
Fui al templo que hizo estallar Megumin.
Suspiré, supongo que hoy ha sido el peor día para Darknes. Perdió a su mejor amiga y no conforme con ello el paradero y estado de la princesa era dudoso .

Las ruinas se estaban removiendo por la gente voluntaria del pueblo.  Comencé a ayudarlos.
Desde ese momento y hasta la noche trabajé duro, Aqua como pudo salió, al encontrarme. No preguntó mucho. Supongo que mi cara afligida le hizo detenerse para reprocharme.

Mis manos estaban sangrando pero seguía trabajando.

— Kazuma, descansa un poco ...

— estoy bien

Aqua me miró preocupada, hizo curación en mis manos y aumento mis capacidades. Gracias Diosa mía.

La cantidad de cuerpos que recuperamos fue tanta que perdí la esperanza de que Iris estuviera viva. 

Ya en el segundo día. Aqua había ayudado con lo que pudo a la gente. Todos estaban felices o almenos con un mejor entusiasmo gracias a ella.
La veía de reojo, realmente eres divina mi Diosa...

Mi esperanza volvió cuando ví un destello en los escombros. Corrí para ver qué era, si. Era la armadura de Claire...

Al desenterrar su cuerpo note que aún vivía y bajo a ella, Iris inconsciente. Gracias...
Claire al protejer a Iris, había usado toda su fuerza y cuerpo por procurar que Iris saliera lo menos herida posible, hizo un buen trabajo.
Pero ni Aqua pudo curar algunas heridas de Claire, había pasado su tiempo límite. Sus días de caballero terminaron. Sus piernas eran inútiles...

Iris reaccionó confundida, Aqua la trató inmediatamente.
Claire permanecía inconsciente y será mejor así por ahora.

Wiz estuvo con Darknes estos días cuidando y consolando su dolor .

Vanir pese a que Chris era su enemiga por naturaleza mostró un enorme respeto a su defunción.

Aqua lloraba por Chris.
Iris aunque no trato mucho con ella también lamentó su muerte.

Aunque su cuerpo ya no estaba presente debido a que Darknes junto con Wiz se apresuró a enterar su cuerpo, sentimos la tristeza de su ausencia.
Hicimos un altar en la tienda de Wiz y guardamos luto un día entero.

Una vez más perdí, esto no se parece en nada a una victoria.
Aqua me abrazo sin decir nada, tome su cintura, hundí mi cara en sus hombros.

— Todo estará bien.

— Aqua debo ir a un sitio.

— ¿Solo?

—...

— Está bien, no te detendré. Solo ten cuidado cariño. No olvides que te espero en casa.

Aqua me lanzó una sonrisa y una mirada que reconfortó mi corazón.

— Gracias Diosa mía.

Salí de casa, estaba divagando un poco pero posiblemente era posible hablar con Chris, no, con Eris una última vez. No entendí completamente el concepto de la muerte de un Dios, pero si mi teoría era correcta, la vería.

Llegué a un templo pequeño, más bien era una capilla dedicada a la Diosa Eris, al entrar sentí un enorme escalofrío.

Delante de un símbolo de Eris me incliné para rezar .

Trate de hacerlo con la fe que nunca sentí por nada.

Mis súplicas tardaron un rato pero lo sentí por un momento.
Pero pude sentirla, su presencia.

— Kazuma ... — Su voz, era casi imperceptible pero la escuché.

— Diosa Eris ...

— Kazuma!

Está vez escuché su voz fuerte y claro. Abrí mis ojos, había alcanzado un sitio espiritual dónde podía verla.

— ¿Que haces aquí Kazuma?!— Dijo con una expresión rojiza y un tanto nerviosa.

— ¿Por qué tú reacción?

Ella se ruborizó y trato de esconder su cara con sus manos.

— Vete... Pervertido!

— Ah!, lo dices por el beso?, fuiste tú la que lo hizo.

— Es solo que no quería morirme sin hacerlo y...  Eras el único presente, además no fue nada especial...

— Si, si , Diosa Tsundere, escucha. Se que posiblemente hay un traidor entre nosotros y...

Chris levanto su palma indicando que me detuviera.

— Kazuma. En mi caso trata de no sentirte triste, tampoco culpable. Solo murió la forma física que usaba para ir a ese mundo.

— Entonces tú...

— cuando mueras podrás verme.

— No me tranquiliza mucho eso, pensé que me había desecho de ti.

— ¡Que grosero!

Me reí junto a ella.

— Kazuma, ¿Sabes por qué iba a ese mundo?

— Supongo que por las reliquias que dejaban los reencarnados como yo.

— Si, esa es una razón. Pero digamos que eso lo tome como una segunda opción, como un pasatiempo.

— Pasatiempo tan más problemático.

— Bueno, si ... Pero yo fui a ese mundo por qué entre mis seguidores más fieles, había una hermosa niña que día y noche me pedía un compañero de aventuras. Siempre estaba triste por qué nadie quería hacer equipo con ella debido a su baja capacidad de ataque y por ello la excluyeron de todo equipo.

Me preguntó si la persona que habla es...

— Naturalmente quise conocer a la niña, use un cuerpo físico para ir al mundo como ladrona, ambas hicimos muchas misiones, me volví su mejor amiga y estoy profundamente agradecida con ella...

— Pero tú le cumpliste su deseo a ella.

— No, no solo la acompañé y ya, creamos un vínculo, un lazo de amistad profundo que se mantiene en mi corazón.

— entiendo

— Bueno, todo tiene un inicio y un final, no debemos estar tristes por ello, después del final pueden existir muchas opciones, solo quiero que ella sea feliz, orare por qué así sea, porfavor Kazuma cuida de ella...

— Bien.

— Prometemelo
— Si, si, lo prometo
— Por Aqua
— No te pases
— quiero estar tranquila.
— Bien, lo prometo.

— Gracias...

Está bien Eris, gracias por todo, porfavor cuidanos lo mejor que puedas y...

— No puedo hacer eso.

Su expresión era distinta, se tornó sería, sombria.
Me miró a los ojos.

— Kazuma, quien dijo los planes al enemigo, fui yo.

— ¿Que dices?!, no estés jugando!

— Eris se dió la vuelta.

— No quiero que estés jugando conmigo ahora!, sabes cuánta gente...

Note que Eris se recogió el velo que cubría su cabello, y se empezó a quitar el vestido...

— ¿Que Demonios haces?, ¿Quieres pagarme tu traición con tu cuerpo?!, te equivocas Diosa...

— Cállate, no quiero eso, mira mi espalda!

— Aqua es más bella que tú y...

— Carajo que mires!

Eris perdió la compostura un momento, su cara estaba roja. Se dió la vuelta y se descubrió la espalda.

Ella tenía una extraña Marca, no era un tatuaje, era algo diferente, está cosa tenía un brillo propio.

— ¿Eso que es?

Chris se dió la vuelta. Volvió a cubrir su cuerpo antes de ello.

— Es una marca de obediencia absoluta.

— Eso que tiene que ver?

— Está marca me fue puesta por unos dioses de mayor rango, prácticamente es una maldición, no puedo negarme a ninguna orden que me den, por qué aunque me resista, está marca toma posesión de mi y puede hacerme hacer algo o simplemente hablar.

— Los que te pusieron esa marca...

— Si, son los Dioses que están detrás de todo, son los mismos a los que Vanir tanto desea matar, honestamente está vez estoy de su lado.

— Pero...

— Kazuma, hice algo terrible— Dijo llorando.

— No sé si me vas a perdonar por esto.. no soy quien para ahora verte a los ojos, cargo con un pecado que...

— No Chris, entiendo no tuviste opción.

Eris se arrodilló pidiendo perdón .

— Basta...

Eris levantó la cabeza llorando.

— Porfavor, no me odies.

— Entiendo tu situación y creo que ahora a los únicos que puedo odiar son aquellos miserables. ¿Dónde los encuentro?, ¿Cuáles son sus malditos nombres?

— No puedo decirlo .
— Bien, entonces...

— Kazuma. Porfavor ya no busques al pingüino.

— ¿Por qué?

— Me dieron la orden de asesinarlo. Lo logré. Pero ahora siento culpa por primera vez de matar a un demonio.

Eris comenzó a llorar más. Ocultaba su cara de mi. Realmente sentía que ella se odiaba.
Pero podía entenderlo. Estaba maldita y cargando con ello sola. Enojarme ahora haría más grande su carga.

Me acerque a ella.

Aún en el suelo cabizbaja con las manos en el suelo, Eris parecía dispuesta a ser golpeada, humillada e insultada.

Pero yo ... Solo pude arrodillarme frente a ella y abrazarla.

Al rodear su cuerpo con mis brazos ella comenzó a llorar más fuerte, un llanto desgarrador.

— Gracias Kazuma.

— Todo está bien. Porfavor espera tranquila, no te odio y juro que te vengare.

Eris se aparto de mi, secó sus lágrimas.
Esbozando una sonrisa me agradeció.

Mi cuerpo comenzó a brillar, supongo que era hora de volver.

— Nos veremos luego

— Kazuma!

Cuando me di cuenta, las manos de Eris tomaron mi cara, acercó sus labios a los míos.
Con un beso me dijo adiós o hasta luego. No sé exactamente por qué lo hizo pero estaba de vuelta en la capilla.

Al salir de ahí. Corrí hacia el bosque para golpear un árbol, algo.
Estaba lleno de ira, está vez tendré que vengarme. Pateare un culo divino está vez.

Eris, cuando te vuelva a ver, será mejor dejarte en claro que solo amo a Aqua.

Está noche tendré que mimar a Aqua. Me siento culpable por alguna razón.