Los cuatro aventureros de Konosuba, junto con el fauno Tumnus, atravesaron el misterioso portal que los llevó al mundo de Narnia. A medida que cruzaban el umbral, sintieron una extraña sensación de cambio en el aire, como si estuvieran siendo envueltos por un poderoso hechizo.

Cuando emergieron al otro lado, se encontraron en un paisaje completamente diferente al que estaban acostumbrados. Ante ellos se extendía un vasto bosque cubierto de nieve, con árboles altos y frondosos, y copos de nieve que caían suavemente desde el cielo. El invierno parecía haberse adueñado de todo, y el frío era palpable.

Aqua se estremeció y frotó sus brazos. "¡Hace un frío infernal aquí! ¿No pueden hacer algo para arreglar este clima?"

Tumnus suspiró mientras los conducía a través del bosque. "Lamentablemente, este es el trabajo de la Bruja Blanca. Ha sumido a Narnia en un eterno invierno y solo aquellos con corazones valientes pueden luchar contra su magia."

Megumin, sin inmutarse por el frío, se mostró emocionada. "¡Un enemigo mágico! ¡Justo lo que necesitaba! ¿Dónde podemos encontrar a esta Bruja Blanca?"

Tumnus se detuvo y miró a Megumin con admiración. "Eres valiente, joven maga. Pero primero, necesitamos llegar al Castillo de Cair Paravel, donde residen los verdaderos gobernantes de Narnia, los reyes y reinas. Ellos pueden proporcionarnos información y recursos para derrotar a la Bruja Blanca."

El grupo continuó su camino a través del bosque, enfrentando varios desafíos a medida que avanzaban. Se encontraron con criaturas mágicas amigables, como un grupo de faunos y centauros que les ofrecieron orientación, así como con peligrosos lobos blancos, sirvientes de la Bruja Blanca, que tuvieron que repeler con determinación.

Finalmente, después de un día de viaje, llegaron al imponente Castillo de Cair Paravel, que se alzaba majestuosamente sobre un acantilado frente al mar. Los reyes y reinas de Narnia los recibieron con calidez en su sala del trono.

El rey Peter, el rey Edmund, la reina Susan y la reina Lucy escucharon atentamente la historia de los aventureros de Konosuba y sus razones para venir a Narnia. Estaban impresionados por la valentía del grupo y su disposición para ayudar.

El rey Peter se levantó de su trono y habló con determinación. "Bienvenidos a Narnia, valientes viajeros. La Bruja Blanca, Jadis, ha sumido a nuestra tierra en la oscuridad y el invierno. Sus poderes son temibles, pero con su ayuda, tenemos la esperanza de liberar a Narnia de su tiranía."

Aqua levantó la mano. "¿Hay alguna posada aquí? Estoy helada y hambrienta."

Edmund se rió suavemente. "Por supuesto, tenemos un lugar donde pueden descansar y comer. Pero les pedimos que consideren nuestra oferta de ayudarnos a derrotar a Jadis. Solo con la unión de nuestros esfuerzos podemos restaurar la belleza de Narnia."

Después de un buen banquete y una noche de descanso, el grupo de Konosuba tomó una decisión. Estaban dispuestos a enfrentar el desafío y unirse a la lucha contra la Bruja Blanca. Sabían que, aunque este mundo era extraño y peligroso, también les ofrecía la oportunidad de vivir una nueva y emocionante aventura.